015

Estaba despierta aún, era imposible dormirme sabiendo que tenía a Bryan para mí sola, me moví de un lado a otro, y aun así no conciliaba el sueño, me levante muy despacio y camine en puntitas hasta la habitación de Bryan, estaba oscuro pero a él lo lograba distinguir por suerte, me metí a la cama con él y con el movimiento el logro soltar unos quejidos ¿Qué estaría soñado?, me sonroje un poco y sentí el brazo de Bryan rodear mi cintura.

- ¿Ali?. - Pregunto encendiendo la lámpara que iluminaba toda la habitación, y refregó sus ojos para poder verme mejor yo solté un pequeño beso en sus labios, a lo que él me respondió colocándome sobre el. Había buscado mi boca esta vez, metió su lengua en mi cavidad bucal abruptamente y yo no tarde en que mi lengua se encontrara con la suya.

- Me tienes loco. - Dijo él, separándose de mis labios.

- Quiero que me hagas tuya. - Lami y mordí levemente su oreja.

- Mhhh. - Gimió, al sentir mis labios en su cuello.

- ¿Quieres que me detenga?. - Dije bajando mi mano hasta su pantalón para acariciar su miembro.

- Dejo escapar un gran suspiro. - ¿Por qué haces esto?.

- Porque te quiero. - Susurré. - Y quiero que estés dentro de mi, Dime si quieres que me detenga. - Apreté suavemente su miembro. - ¡Dímelo!.

- ¡Dios! No, no quiero que pares. - Dijo atrapado mi labio inferior con sus dientes.

Bryan es tan bueno en esto, besaba mis senos como si fueran dulces, hasta que paro, y sentí que seguía bajando por mi vientre, hasta llegar al borde de mis panties, las cuales estaban húmedas de lo excitada que estaba, lo deseaba demasiado, como a ningun otro hombre.

- ¿Me permites?. - Su mano acariciaba el borde de mi pierna.

- Por supuesto. - Sonreí de forma inocente.

Lentamente se deshizo de la ultima prenda que quedaba encima de mi cuerpo, y con delicadeza abrio mis pliegues, senti como empezó a acariciar lentamente esa parte tan sensible, y no pude evitar gemir con fuerza, y poco a poco acerco su boca ahi, y paso su lengua por toda mi humedad, simplemente, eso era lo mas delicioso. Podia sentir como mi humeda zona palpitaba en su lengua, la sentía caliente, esto era delicioso, no paraba de gemir, hasta que sentí que una de sus manos se deslizo para tocar mi clitoris, caliente, húmedo, lleno de deseo, con delicadeza empezó masajear y no pude evitar gritar aún más fuerte.

Quiero más, mucho más, así que rogué porque siguiera, senti como utilizó su otra mano para penetrarme con un dedo, un grito salió de mis labios, me dolió, pero no me dejaba de gustar. Y sentir como se formo una sonrisa en él mientras seguia lamiendo, me estaba dando demasiado placer y eso él lo sabía, pronto pude sentir como se contraen mis músculos y empezaba a gozar del placer, por primera vez me corri, y fue en la boca de mi amado tío.

- ¡Oh Bryan!. - Gemi con fuerza.

- Así pequeña, gime para mi.. – Succionaba todo. Saco su boca de ahí, al igual que una de sus manos, pero siguió penetrándome con unos de los dedos de la otra, mete otro dedo en mi, y se acerco a besarme, con fuerza, Bryan estaba más que excitado, no lo reconocía, sus ojos estaban llenos de lujuria, deseo y pasión.

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