#075 A BOY WRAPPED IN TEARS
Polyteez - Mingi sabe que algo anda mal con Hongjoong, así que corre a su rescate, arrastrando a sus otros seis amantes con él sin querer.
Mingi se retuerce tratando de tapar sus gemidos, los largos y gruesos dedos de Yunho están profundamente dentro de él, rozando y maltratando su próstata. Todos los demás estaban en la sala viendo la televisión, Seonghwa y San se daban besos perezosos de vez en cuando y el resto solo prestaba atención a la película, muy acostumbrados al sexo semipúblico. Mingi no quería distraerlos, pero no podía dejar de gemir.
La mano de Yunho se aleja de él y Mingi siente la punta de su polla arrastrándose por su borde, gime más fuerte y puede escuchar la risilla de Wooyoung y algo como “suenas tan desesperado, cariño”. Mingi lo ignora. Ajusta su posición en el sofá y se agarra de los hombros de Yunho mientras su novio se entierra en él hasta el fondo, una vez que sus muslos tocan su trasero Mingi vuelve a gemir y se siente completamente lleno. Yunho es grande, es jodidamente caliente.
Pero, antes de que Yunho comience a moverse, Mingi siente pánico subiendo por su cuerpo. Miedo, angustia. Su cuerpo se tensa inmediatamente y sus ojos antes entrecerrados por la lujuria se abren abruptamente. Yunho lo mira preocupado y toma su barbilla dulcemente.
―Mingi... ¿Qué pasó? ¿Te lastimé?
La voz de Yunho llega y saca a Mingi de su trance, pero todo en lo que Mingi puede pensar es en peligro, Hongjoong, peligro. Mingi se suelta bruscamente de Yunho y se levanta del sofá, busca con la mirada su ropa rápidamente, pero sólo encuentra sus pantalones cortos. No hay tiempo para vestirse más. Tiene que apresurarse.
Mingi siente todos los ojos puestos en él. Puede oler la preocupación de Yunho y la confusión en el resto de ellos. Yunho también se viste y lo sigue por la sala cuando Mingi tropieza corriendo hasta la puerta principal.
―¡Mierda, no llegaré a tiempo! ―Mingi gime angustiado―. ¡Es Hongjoong!
Mingi no se molesta en ponerse los zapatos. Otros seis corren detrás de él cuando Mingi sale disparado del dormitorio. El aire frío del invierno lo golpea y Mingi se estremece porque no lleva más que unos pantalones cortos de dormir. Escucha a los demás correr detrás de él y gritarle, adónde vas, qué pasa. Sin embargo, Mingi sólo puede concentrarse en la voz de Hongjoong jadeando y suplicando, puede sentir el pánico y la rabia de su novio. Mingi corre más rápido, pequeñas piedras se incrustan en sus pies descalzos, pero no le duele.
―¡Diablos! ¡Corre muy rápido! ―gritó Wooyoung, quien era conocido por ser el más veloz, sin embargo, Mingi estaba a al menos una cuadra de distancia.
Todos estaban jadeando por la carrera, pero se detuvieron abruptamente cuando vieron a Mingi parado en la entrada de un callejón. Se acercaron a él rápidamente.
Mingi ve a cuatro personas en el fondo del pasillo. Uno de ellos está filmando lo que ocurre con su teléfono mientras ríe y los otros dos están inclinados sobre Hongjoong, quien ya ha dejado de luchar. La ira invade el cuerpo de Mingi como una olla caliente derramándose en su estómago. Se acerca a ellos dando grandes zancadas y toma al que está enfrente de Hongjoong por los hombros, tirándolo a un lado. Hongjoong gime asustado y Mingi puede ver su labio partido y un ojo cerrado por un golpe fuerte y doloroso.
―Mingi, no ―susurra Hongjoong, aterrorizado―. Están armados, te lastimarán.
Pero a Mingi no le importa. Sujeta al otro tipo del cuello y lo arrastra hasta que sus manos ya no puedan tocar a su preciado novio. Sus seis amantes están congelados ante lo que ven, pero se acercan rápidamente y cubren la desnudes de Hongjoong con una chaqueta mientras lo acarician y le susurran palabras de amor.
Los tres hombres se ven disgustados por haber sido interrumpidos.
Mingi echa un vistazo a Hongjoong. No debió dejar que volviera solo del estudio, no debió dejar que esto pasara. Algo se sacude en sus entrañas y no está seguro de poder controlarlo, la ira y el temor es aplastante. Está sintiendo demasiado, todo está mezclado y mierda, duele mucho.
―Oye, niño bonito, nos estábamos divirtiendo aquí ―gruñó el que estaba filmando.
―Y vas a arrepentirte de eso, bastardo ―respondió Mingi arrastrando su gruesa voz.
―Ha, ¿qué vas a hacer, eh? ―dijo sacando una navaja de su bolsillo trasero. Los otros dos hicieron lo mismo mientras se reían―. Ustedes son ocho, pero nosotros tenemos estas bellezas.
―Mingi, aléjate ―gritó Yunho con profunda desesperación y pánico al ver que Mingi estaba demasiado cerca de esas hojas filosas.
Por supuesto que Mingi no hizo caso.
―Solo atrévete a dar un paso hacia mí, imbécil ―mordió Mingi.
―¡Mingi, por Dios! ―exclamó Seonghwa, acunando la cabeza de Hongjoong en su regazo.
Mingi solo los miró por un momento y se preguntó si había otra forma de salir de esto, pero no la había. Estaba enojado, quería lastimarlos, quería hacerlos pagar por dañar a Hongjoong así. Nadie podía tocar a la gente que amaba, nadie.
―Lo siento... Quédense detrás de mí.
―¡No, Mingi! ―Yunho se acercó a él y lo tomó del brazo, tratando de tirarlo hacia atrás con él, sin embargo, Mingi se mantuvo en su lugar. Los tres hombres se acercaron a ellos y Mingi no iba a permitir eso.
Mingi alzó la mano derecha apuntándoles con su índice en forma de pistola, con la otra mano mantuvo a Yunho detrás de él.
―¡Ja! ¿Qué vas a hacer con eso? ¿Eres un niñito? ―se burlaron de él.
Mingi entrecerró los ojos y sonrió. Miró la punta de su dedo convertirse en una mancha negra y las venas oscuras corriendo por su brazo.
―Ven por mí, bastardo.
Así como lo pidió, el hombre se acercó a Mingi alzando su navaja, pero antes de que pudiera acercarse lo suficiente, Mingi disparó dos veces en su pierna, haciendo que este cayera al suelo adolorido. Los otros dos lo miraron confundidos, sin pensar en otra cosa que atacar también. Mingi saltó rápidamente sobre uno de ellos y sonrió nuevamente, una hilera de dientes largos y afilados cubrió toda su boca y asaltó el cuello del hombre sintiendo la sangre en su lengua y sus papilas gustativas de inmediato. Escuchó jadeos de sorpresa y horror provenientes de sus novios, pero en este momento no le importaba.
La navaja se había clavado en su vientre, pero no dolía. El otro hombre dio un paso atrás y cayó de espaldas al suelo.
―¡Demonio! ―gritó arrastrándose hacia atrás con pavor.
Mingi miró el teléfono que había grabado toda la escena y lo tomó, rompiéndolo completamente. Limpió la sangre que bajaba por su mandíbula hasta su cuello y se levantó del suelo. Alzó la mano de nuevo y apuntó a la cabeza, pero antes de dispararle al bastardo sintió una puñalada en su espalda. Se giró enojado y vio al hombre medio inclinado por la herida en su pierna mirándolo con terror en sus ojos oscuros.
Mingi lo empujó hacia la pared y mordió su cuello tan fuerte y tan profundo que su cuerpo se desprendió de su cabeza y cayó al suelo con un sonido seco. Miró al otro hombre que corría tratando de huir. No. Sin testigos. Antes de que el hombre pudiera salir del pasillo, Mingi le apuntó con su mano y disparó dos veces en su cabeza. El cuerpo cayó al suelo de inmediato.
Mingi respiraba pesadamente. La realización de lo que había hecho lo atacó de repente. ¿Había sido lo correcto? Jamás se perdonaría que las personas que más amaba fueran lastimadas, él tenía que cudiarlas.
Mingi sintió sus cuernos tensarse al oler el miedo en el aire, un tipo de miedo diferente al que olió primero cuando Hongjoong había sido atacado. Se giró hacia los siete hombres que más amaba en el mundo y su corazón se hizo pedazos. Le miraban con horror, atemorizados, impactados.
Toda la cara de Mingi estaba cubierta de sangre y deformada por sus dientes afilados. Sus cuernos grandes también llamaban la atención. Estaba semitransformado en este momento.
Mingi dio un paso hacia ellos, pero se detuvo cuando vio que se tensaban. Con dolor, Mingi dio un paso hacia atrás y retrajo sus cuernos, giró su cabeza hasta que sus dientes desaparecieron y volvió su dentadura humana. Solo se escuchaba el sonido de sus huesos moverse. Trató de quitarse la sangre de la boca, pero sólo manchó sus manos. Se quitó la navaja que estaba incrustada en su vientre y la tiró al suelo, luego hizo lo mismo con la que estaba en su espalda. Las heridas se cerraron de inmediato y la sangre se evaporó en el aire.
―Hyung... ¿estás bien? ―preguntó Mingi, era una pregunta estúpida, pero tenía que asegurarse de que no estaba más herido de lo que se veía a simple vista.
Hongjoong tembló y asintió, vacilante Mingi se acercó a él y aunque todavía lo miraban con miedo en sus ojos, Mingi estaba seguro de que ellos sabían que Mingi jamás los lastimaría. Mingi tomó la cara de Hongjoong con sus manos y absorbió el dolor de su cuerpo, pronto, las heridas de Hongjoong desaparecieron y el más grande gimió aliviado al ya no sentir nada.
―¿Mingi...?
Mingi trató de sonreírle, pero solo pudo hacer una mueca extraña.
―Lo siento por lo que acaban de ver... Esto les traerá pesadillas.
La mano de Seonghwa tomó la suya y la apretó suavemente.
―No, está bien, cariño. Tú nos protegiste, eso es lo único que importa... Podemos hablar de esto una vez que hayamos llegado a casa.
La voz tranquilizadora de Seonghwa hizo que Mingi sintiera un profundo alivio.
―Primero tengo que deshacerme de ellos... ―Mingi miró los cuerpos muertos y jadeó.
Era la primera vez que mataba a alguien, pero lo haría de nuevo si fuera necesario.
(...)
Todos estaban en la sala. Hongjoong había tomado una ducha y se había sentado en el sofá con una taza de té que le había preparado Seonghwa. Mingi todavía seguía cubierto de sangre, pero no quería alejarse de ellos ni un solo minuto, quería estar cerca y asegurarse de que estaban bien. Había curado las heridas físicas de Hongjoong, pero no podía hacer nada con las heridas emocionales y el líder todavía estaba en shock y temblando ligeramente. Seonghwa estaba a su lado acariciando su espalda, manteniéndolo conectado a tierra.
Nadie le había hecho preguntas a Hongjoong ni había mencionado nada acerca del ataque, no querían presionarlo para hablar cuando todavía estaba abrumado por lo sucedido. Hongjoong agradecía enormemente tenerlos con él en este momento.
―Entonces... ¿eres un demonio? ―susurró Yeosang mirándolo por primera vez desde que llegaron a la casa.
Mingi podía ser fácilmente confundido con un demonio por sus cuernos, sus garras y sus dientes afilados (sin mencionar que también tiene un par de alas enormes), pero no lo era. No estaba del todo seguro de su origen, en realidad, pero había vivido así toda su vida.
―No soy maligno... Yo sigo siendo Mingi...
Todos asintieron lentamente. Mingi podía oler una cantidad diferente de aromas, desde la curiosidad hasta el dolor emocional de Hongjoong.
―Eso que hiciste allá fue increíble... ―dijo Wooyoung de repente, haciendo que Mingi lo mirara con duda―. Cuando los apuntaste con tu mano, pensé que estabas siendo ridículo, pero ellos fueron tacleados fácilmente. Dios, ¡me encantaría hacer eso también! Enséñamelo de nuevo.
Mingi miró su propia mano. Tembló por un momento creyendo que lo echarían de ahí en cualquier momento, pero Wooyoung lucía genuinamente curioso.
Mingi apuntó con su dedo negro a Wooyoung y este saltó en su lugar.
―¡Pero no a mí!
Mingi sonrió.
―Solo será un pequeño golpe. No como los otros. ―Mingi disparó una vez y miró la expresión de Wooyoung convertirse en una de sorpresa y pronto disparó de nuevo unas cuatro veces en su estómago, causando que el más joven estalle en risas.
―¡Muchas cosquillas! ¡Cosquillas!
Mingi paró y retiró su mano nuevamente, una sonrisa tiraba de sus labios al escuchar las risas del menor. Todos se habían relajado enormemente al presenciar esa escena.
―Mingi, amor... ¿Cómo supiste que Hongjoong estaba siendo atacado? ―preguntó Yunho suavemente, esa era una duda que todos tenían.
Mingi mordió su labio inferior. Dudoso.
―Yo... me vinculé a ustedes... ―confesó Mingi con vergüenza―. Puedo sentir sus emociones, cuando están tristes, cuando están felices, incluso cuando sienten hambre o excitación. Lamento haberlo hecho sin preguntar primero, pero quería asegurarme de que estarían bien, no quería invadir su privacidad de ninguna manera...
―Wow, eso es increíble... ―murmuró Jongho―. ¿Qué más puedes hacer, hyung?
―¿Además de convertirme en un monstruo que da miedo? Algunas cosas...
―No eres un monstruo ―dictaminó San.
―No lo eres ―dijeron otras seis voces con convicción.
―Pero... me tienen miedo...
―A veces la gente teme a lo desconocido, cariño ―murmuró Seonghwa―. Pero te prometo que nadie aquí te tiene miedo ahora.
Mingi asintió torpemente y pronto sintió unos brazos rodeándolo, luego otros y luego fueron más, tenía los ojos fuertemente cerrados, pero podía olerlos a todos en su espacio personal. Incluso Hongjoong había dejado su lugar seguro para acercarse a ellos. Mingi se sintió terrible.
―Lamento no haber llegado antes de que te lastimaran, hyung.
―Está bien, cariño, me protegiste ―murmuró Hongjoong acariciando su cabeza, Mingi se sintió peor, Hongjoong estaba herido y era él quien lo estaba consolando.
―Lo hiciste muy bien, Mingi-ya. Te amamos ―susurró Yunho en su oído, apretando su agarre.
Mingi sintió que estaba bien.
―Los amo demasiado, a todos ―susurró Mingi.
Ellos lo aceptaban y lo amaban por quien era.
Todos durmieron juntos esa noche en un enorme nido improvisado y, si Hongjoong se despertó temblando de miedo y Mingi estuvo ahí para sanar sus heridas, bueno, también estaba bien. Todo mejoraría.
23/06/2024
Holaaaaa.
Bueno, este Mingi es el mismo Mingi de Save Them, sin embargo, esta historia no está vinculada con la otra en absoluto, solo tienen al mismo Mingi y algunas de sus habilidades.
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