#073 𝐀 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐁𝐀𝐃 V

hong gi - quizá mingi ya no pueda regresar a casa, o sí.

073 ⟩ ☠︎︎ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧.
omegaverse, hurt/comfort

Karina y Hongjoong alertaron al colegio y a la policía de lo que había sucedido lo antes posible, cuando les tocó llamar a los padres de Mingi, escucharon a Song Yugi llorar y lamentarse por haber enviado a su hijo solo después de todo. Rápidamente la policía comenzó a hacer preguntas a todos sus conocidos, a ver videos de seguridad y llevarse a unos cuántos testigos a la estación.

Cuatro personas, aparentemente Alfas, habían arrastrando a Mingi hasta una camioneta blanca. Nadie había visto quiénes eran, pero sabían qué querían. La evidencia que habían dejado olvidada lo probaba.

Cuando Hongjoong ingresó a una sala de interrogación, todavía seguía en shock. Su mano izquierda temblaba notoriamente y su mirada oscura no lograba enfocarse correctamente. Su Lobo estaba volviéndose loco, desgarrando su interior con sus fieras garras como si estuviera tratando de salir de él, Hongjoong se encontraba en un límite.

―¿Cuándo fue la última vez que vio a Song Mingi?

Hongjoong parpadeó y decenas de lágrimas bajaron por sus mejillas.

―El martes... ―contestó recordando la escena que había visto en la cancha del colegio, aquella que había hecho que todo se fuera al carajo―. Gigi estaba enfermo, así que no había estado yendo a la escuela.

―¿Sabe si alguien ha estado molestándolo últimamente?

Hongjoong negó con la cabeza. Antes del video, la gente no registraba a Mingi, él pasaba casi desapercibido en la escuela, los Alfas ni siquiera volteaban a verlo. La única persona además de su grupo de amigos que solía hablarle era Karina, ella se acercaba con una sonrisa y un balón en la mano preguntando si quería jugar básquet con ellos.

―Mingi no llama la atención de las personas... salvo por su fuerte aroma o su altura... Todas las personas que lo conocemos lo queremos mucho.

―¿Cuál es su relación con Song Mingi, Hongjoong? ―preguntó otro policía que no había dicho ni una sola palabra, pero estaba curioso por el comportamiento de Hongjoong.

―Mingi es mi amigo ―susurró quebrado, levantando la mirada, llevó la mano a su pecho y presionó con fuerza cuando su Lobo intentó salir.

La policía pudo seguir el recorrido de la camioneta hasta que se perdió en una zona sin cámaras, pero iba rumbo al bosque. Decenas de uniformados estaban recorriendo Seúl para hallar al asustado Omega encinta.

Hongjoong continuó respondiendo algunas preguntas y luego salió de la estación con la cola entre las piernas. No sabía qué hacer, pero sentía que se desmoronaría en cualquier momento si no encontraba a Mingi. Su Lobo estaba comenzando a salirse de control.

(...)

―¡Hongjoong!

Hongjoong volteó lentamente cuando escuchó el fuerte llamado de San. A este punto del partido, no le importaba lo que fueran a hacer con él, y quería tanto morir.

San, Wooyoung, Jongho y Seonghwa estaban ahí, iban a ser interrogados por la policía seguramente.

―Todo esto es por ti... ―murmuró Wooyoung con la quijada apretada después de acercarse a él―. ¿Te sientes bien ahora? ¿Estás feliz?

Hongjoong no respondió, pero su pecho se sacudió por un espasmo.

―Le dijiste al mundo que podían tomar a Mingi si lo querían, ¿no pensaste que alguien aceptaría tu oferta, Hongjoong? ―preguntó San acercándose tanto que su aliento sopló las pestañas del otro Alfa.

Hongjoong abrió la boca, pero no pudo defenderse.

―¿Sabes lo que esa droga le hará a tu hijo, Hongjoong? ―inquirió Seonghwa tomando la mano de Wooyoung para no derrumbarse en ese lugar―. Los Omegas no entramos en celo cuando estamos encinta por una razón, esa droga matará a su cachorro...

Hongjoong sollozó, cubrió su rostro con ambas manos y dejó salir un fuerte llanto. Sus amigos lo miraron con pena y odio, estaban tan enojados que querían descuartizarlo.

―Incluso si Mingi te hubiera rechazado, no tenías derecho de ir tan lejos. ―San lo empujó con fuerza y Hongjoong cayó al suelo tan ligero como una pluma―. Tú ni siquiera mereces tu rango Alfa, eres mediocre.

Hongjoong se quedó en el suelo, tumbado sobre el frío asfalto. Lloró por un largo rato hasta que, lentamente, comenzó a levantarse. Su Lobo se sacudía ansiosamente, pues todavía sentía el vínculo con Mingi y su cachorro y rogaba y suplicaba que fuera a por ellos, amenazando con salir y tomar el control si él no hacía nada.

(...)

La policía tocó la puerta de la casa Kim, pero nadie salió por un buen rato. No fue cuando se estaban yendo que un auto estacionó en la entrada del garaje y el señor Kim los miró con duda.

―¿Hola?

―Buenas tardes ―dijeron enseñándole sus placas―. Investigamos el secuestro de Song Mingi.

El señor Kim ladeó la cabeza con pena y asintió, señalándoles respetuosamente el camino hasta la entrada de la casa nuevamente.

―No sé en qué podría ayudarles.

Los dos detectives miraron los alrededores de la casa con curiosidad. Habían inconsistencias en lo dicho por Hongjoong a la policía, sabían que no había sido muy sincero, ya que sus amigos no habían tenido pelos en la lengua para decir lo que sabían.

Bajo ese punto de vista, o Kim Hongjoong era un cómplice, o un novio muy cabrón.

―Estamos buscando a su hijo, Hongjoong, para hacerle unas preguntas.

―¿Joong? ¿Por qué?

―Él y Mingi tenían una relación, y no nos lo dijo... Además, el joven Mingi está encinta y sus amigos aseguran que Hongjoong es el padre.

Kim Kibum jadeó levantándose inmediatamente del sillón y comenzó a subir las escaleras rápidamente, los detectives se miraron entre sí y comenzaron a seguirlo.

―¡Kim Hongjoong! ¿Dónde estás? ¿¡Hongjoong!? ―Kibum abrió la puerta de la habitación―. ¡¿Embarazaste a Mingi y no me dijiste nada?!

La cama de Hongjoong estaba tendida, pero no había nadie en la habitación.

Kibum tomó su teléfono y marcó a su hijo, pero este no le atendía la llamada.

―¡Agh! ―gruñó lanzando el teléfono sobre la cama. Kibum llevó ambas manos a su sien y miró a los hombres con mucha ira―. Ese maldito niño... ―suspiró―. Bueno, para ser sincero, Hongjoong me dijo que estaba saliendo con Mingi, pero pensé que se estaban cuidando...

―Los accidentes pasan...

―Dígamelo a mí.

Kibum salió de la habitación y bajó las escaleras hasta la sala nuevamente.

―No sé dónde se habrá ido a meter... Esta mañana se levantó temprano, pero pensé que era por los nervios... Cuando está preocupado no puede dormir... ―señaló―. Apenas ayer se llevaron a su novio... y su cachorro... Dios...

―Señor Kim... ¿Usted está enterado del video que fue subido a internet hace 4 días?

―¿Cuál video?

―Mingi y su hijo teniendo sexo.

―¡¿Qué?! ―Kibum se sentía al borde de un colapso nervioso.

―Sus amigos dijeron que Hongjoong lo subió a internet por venganza, estaba celoso de que otro Alfa cortejara a su novio y decidió subir un vídeo de Mingi en celo. Invitó a todos los Alfas de Seúl a aprovecharse de la condición de su casta.

Kim Kibum no supo qué decirle a la policía, pero tampoco se creía que su hijo hubiera hecho algo como eso. Ese día, Hongjoong no regresó a casa y Kibum llamó a la policía, preocupado por la vida de su niño.

(...)

Hongjoong fue a la casa abandonada de su tía difunta intentando que su Lobo dejara de aullar y desgarrar su interior, gemía con dolor y su cuerpo estaba cubierto por una capa espesa de sudor. Estaba intentando que su Lobo no saliera, si lo hacía estaba seguro de que no pararía hasta matarse o herir a otros, por esa razón huyó de su casa. Hongjoong no quería lastimar a sus padres, ya había hecho suficiente daño.

Hongjoong había dejado todo en su casa, no había forma de rastrearlo, por eso no entendía cómo habían podido hallarlo.

Karina y San estaban en la puerta.

Hongjoong estaba muriendo, pero eso no fue suficiente para detenerlos. San lo sostuvo del cuello y lo golpeó fuertemente contra el suelo.

―No pienso parar hasta destrozarte ―gruñó en su oído, apretando su cuello.

Hongjoong gimió, pero Karina quitó a San de encima de Hongjoong pocos segundos después.

―Espera un segundo... ―dijo oliendo su cuello tras levantarlo del suelo―. Hongjoong...

―¿Qué pasa? ―preguntó San.

―Tenía razón... Tiene un lazo con Mingi...

―¿Un lazo...? ―San ladeó la cabeza―. Pero no lo ha marcado.

―No... ―Karina lo soltó―. Es un lazo de destinados... su Lobo esta al borde por Mingi y su cachorro, esto no ocurriría si no fuera por un lazo... Hongjoong, ¡mírame! ―le gritó, pues el Alfa cerró los ojos―. ¿Sientes al cachorro? Está vivo, ¿verdad?

Hongjoong abrió los ojos con mucha dificultad y asintió.

―Van a inyectarle esa droga a Mingi y probablemente muera, ¿entiendes? ¡Necesitamos que nos ayudes! ―gritó Karina zarandeando al Alfa débil―. Están enlazados... Búscalo con tu Lobo... Probablemente a ti no te haya importado, pero Mingi quería tener a su cachorro. Además... le harán cosas horribles, Hongjoong, por favor...

Dejar salir al Lobo podría implicar la pérdida total de la consciencia humana. Si Hongjoong lo hacía, quizás nunca podría volver a ser el mismo.

―Karina, hay que-

El teléfono de San comenzó a sonar y cuando vio el identificador de llamadas sintió su pulso comenzar a acelerarse.

―Es la señal. Ya comenzó... ―murmuró San―. Haz que despierte, hay que enseñárselo.

Karina lo sentó en una silla y colocó el teléfono de San frente a Hongjoong.

Hace unas horas se había publicado un anuncio en una página web, donde decía que en algún momento a las diez de la noche trasmitirían en directo. El "Omega Insaciable en celo" iba a tener sexo con esos cuatro hombres al mismo tiempo.

Esa droga era demasiado cara y difícil de conseguir, habían perdido una, pero todo indicaba que tenían más.

Hongjoong estana semi inconsciente cuando la trasmisión comenzó, cuando vio a Mingi en la pantalla, su Lobo se alteró de inmediato y despertó como si hubiera sido inyectado con adrenalina.

―¿Qué? ¿Qué es esto?

Karina gruñó.

―Harán lo mismo que tú, grabar a Mingi sin permiso ―señaló con rabia―. Pero ellos... Hongjoong, no permitas que esto pase... Tú puedes hacer algo.

Hongjoong la miró con duda, sus ojos se empañaron cuando la voz quebrada de Mingi sonó por el parlante. El pequeño Omega estaba atado a una cama, completamente desnudo, algunos hombres con la cara cubierta salían en la pantalla.

Ya le habían inyectado la droga.

―¿Qué puedo hacer...? ―preguntó Hongjoong, sollozando―. ¿Qué? Me equivoqué tan mal...

San sintió ganas de llorar, porque en el fondo seguía creyendo que Hongjoong era su amigo.

―Deja a tu Lobo salir ―pidió San, tragándose el nudo en su garganta.

Hongjoong no comprendía.

―¿Mi Lobo? ¿Eso en qué ayudará? He intentado encerrarlo para no lastimar a la gente que amo...

Karina lo miró como si fuera estúpido.

―Sus almas están unidas, tu Lobo encontrará a Mingi y podremos salvarlo ―dijo Karina rápidamente―. Hongjoong, has algo bueno por él al menos una vez...

Hongjoong no sabía que Mingi y él estaban destinados, de haberlo sabido, muchas cosas serían tan distintas ahora.

―¿Es en serio? ―Hongjoong preguntó sintiendo esperanza―. ¿Podré salvar a Mingi?

―Sí, en teoría.

―¿Sólo tengo que dejarlo salir? ―preguntó mirando la pantalla nuevamente; el pequeño Mingi estaba tan asustado que temblaba violentamente, eso rompió su corazón.

Karina volvió a asentir.

―Está bien. Si eso funciona, lo haré. ―dijo sin dudar, Hongjoong se levantó y comenzó a quitarse la ropa rápidamente―. Solo... Si no puedo regresar, quiero que le digan a Mingi que lo siento mucho ―murmuró limpiándose las lágrimas― y que siempre voy a amarlo...

San sintió sus ojos húmedos y volteó el rostro para que Hongjoong no lo viera.

―¿Algo más? ―preguntó Karina, abriendo la enorme ventana que daba hacia el jardín.

Hongjoong mordió su labio inferior.

―Díganle a mis padres que también lo siento, pero que tenía que hacer esto por Mingi y nuestro cachorro.

Hongjoong se deshizo de toda su ropa y entonces, lo dejó salir. No fue difícil, puesto que su Lobo había luchado por salir, pero fue extremadamente doloroso; cada uno de sus huesos crugió y se partió, su piel se estiró y sus quejidos fueron lo suficientemente altos como para alterar a toda la manzana.

San y Karina jadearon cuando vieron a un enorme Lobo blanco convertido.

Las patas de Hongjoong fueron débiles hasta que pudo pararse correctamente y, sólo dándoles un vistazo, echó a correr.

―¡Sigámoslo! ―gritó Karina.

10122022

Qué nervios, espero que lleguen a tiempo 🥺

Un poco de crédito para Hongjoong después de todas sus pendejadas, está dando la cordura por su familia 😳

(Cuando un Alfa -u omega- se transforma, usualmente pierde su cordura, ya que sufre una ruptura de la consciencia, por instinto, Hongjoong encontrará a su destinado, pero -probablemente- no vuelva a ser él mismo)

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