#061 𝐂𝐎𝐌𝐅𝐎𝐑𝐓

☾︎⸙͎.' Hong Min ☁︎☽︎

061 ☠︎︎ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧.

en donde Hongjoong quiere su espacio o, donde Mingi sólo quiere consuelo.

angst, aborto natural, cliché

Hongjoong gruñó frustrado y cerró la puerta en las narices de su novio, quien tenía los ojos llorosos y los labios rojos de tanto morderse durante horas.

―¡Necesito mi puto espacio! ―gritó Kim por última vez, alterado.

Mingi había estado tan, pero tan, pegado a él en busca de afecto y mimos constantemente estos últimos días, tanto que ―el arisco― Hongjoong había estallado en cólera. Mingi le perseguía hasta en el baño, la cocina en la madrugada, le acompañaba al trabajo y se sentaba en la oficina esperando a que Hongjoong saliera.

No es que Hongjoong no amara sostener la gran manito de su novio entre las suyas, o besar sus gruesos labios las veinticuatro horas del día, incluso abrazarle durante día y noche, pero, definitivamente, comenzaba a hartarse del apego que este tenía por él. Era un poco obsesivo y estaba cansado de eso.

Hongjoong se lanzó a la cama y suspiró tranquilamente, sintiéndose más libre al no tener al menor sobre él por al menos un rato. Jamás se había sentido tan agobiado por tantas cosas juntas, pero Mingi realmente no estaba ayudando mucho a que su estrés disminuyera.

El trabajo en la oficina era cansador y la insistente voz chillona de su secretario hacía que la vena carótida de Hongjoong se llenara de sangre.

Hoy esperó llegar y sentarse en el sofá, encender la televisión y cerrar los ojos mientras el aire acondicionado le mantenía fresco y tranquilo, mas Mingi parecía dispuesto a arruinar ese pequeño momento de felicidad.

No estaba pidiéndole algo extraño, o fuera de lugar, Hongjoong sólo quería hacer algo solo y en paz.

Pasaron unas cuántas horas y Hongjoong no se dio cuenta de cuándo se durmió, despertó lleno de energía renovada, aunque con un sentimiento extraño y opresivo en el pecho.

Hongjoong se cepilló los dientes, y miró hacia la cama, donde no estaba su novio abrazando a su peluche (del cual aún no se había despegado) así que intuyó que este durmió en alguna de las otras habitaciones, o el sofá de la cocina.

Unos minutos después, donde Hongjoong todavía estaba encerrado en su habitación, ya no se sentía tan tranquilo, sobretodo porque la imagen de Mingi hecho bolita entre sus brazos venía a su cabeza decenas de veces. La noche anterior, el menor había llorado un poco y dicho que no tenía nada, pero seguía sostenido a él como si su vida dependiera de ello. Y no había querido soltarle por más que Hongjoong insistiera. Entonces, fue cuando Hongjoong estalló.

Hongjoong cerró los ojos exhalando profundamente. No estaba tranquilo, es decir, ¿por qué su novio ―yo nunca lloro― estaba llorando? ¿Se tomó el tiempo de preguntarle el porqué de su comportamiento? Hongjoong se levantó de la cama y abrió la puerta de la habitación.

Amaba a ese pequeño malcriado y no podía estar en paz después de todo, sobretodo, no podía quedarse quieto después de todos los pensamientos tan egoístas que había tenido durante la noche. Había estado muy mal.

―Te dije que Hongjoong no te quería, Mangi. Tu novio solo piensa en él mismo.

Hongjoong paró en seco cuando escuchó la voz de San en la cocina. Su roomie, Choi San, hablaba en voz baja, abrazando a su novio mientras acariciaba su cabeza y consolaba su llanto. El chico era más bajo que Mingi, pero el menor estaba aferrado a él con fuerza; Hongjoong sintió doler su pecho al oír ese llanto; ¿por qué no deja de llorar?

―Yo... Yo... no sé qué hice... ―Mingi sollozó, aferrado a la camisa de San―, pero está harto de mí...

Los pequeños sollozos, hipo, quejiditos y espasmos en Mingi no pasaron desaparecidos por Hongjoong. Quiso acercarse rápidamente e interferir, tomar al más alto de las mejillas e insistir en porqué estaba tan triste.

Hongjoong se odiaba por haberlo tomado tan a la ligera.

―Eres un tonto ―San gruñó, tomando las mejillas de Mingi―, tú no hiciste nada malo, yo te lo advertí desde un principio. Hongjoong no demuestra que te quiere, absolutamente. Ni siquiera me di cuenta de que eran pareja cuando llegué aquí, no te ama como tú a él.

Mingi estaba hecho un desastre, sollozando y aguantando espasmos involuntarios mientras se aferraba con todas sus fuerzas a la ropa de San.

―No debiste embarazarte de ese idiota. ―San besó la frente de Mingi.

Mingi lloró aún más ante las palabras de San.

Hongjoong sintió que el aire abandonaba su cuerpo ante lo dicho por Choi. De repente se sintió intimidado, pequeño, y malo. Ahora lo entendía todo; ¿cómo podía ser tan bestia?

Todas las ideas egoístas y sin tacto de la noche anterior hicieron que se le revolviera el estómago y tuviera que apretarlo. San desvió la vista y lo miró, irritado, asqueado.

Mingi suspiró al verle y se marchó primero, espantado por lo que el mayor pudiera decir o hacer. La cara en él hizo que todo pensamiento racional se fuera por el caño y Mingi sólo quería meterse en la bañera y dormir para siempre.

Hongjoong ingresó a la habitación que compartía con su novio, viendo a este empacar una maleta con rapidez. La ropa caía sobre esta con fuerza y descuido, tratando de meter todo lo posible en el menor tiempo.

Mingi no era una persona impulsiva, pero...

―¿A... Adónde vas? ―preguntó Kim, aterrado por la idea de que el menor se fuera.

―Donde mis padres... ―murmuró bajito haciendo que Hongjoong tuviera que leer sus labios, mientras limpiaba las lágrimas que seguían bajando de sus ojos―. Dejaste de amarme hace tiempo, no tiene caso que siga aquí...

Mingi abrió la boca para respirar por ella, debido a la gran cantidad de fluido en sus narices que le impedía hacerlo.

―¿Qué hay del... bebé?

Aquello hizo que Mingi se detuviera de súbito.

―No voy a usarlo para que me des migajas de amor, Hong... ―susurró Mingi, tan lastimado que no podía decir su nombre en voz alta.

Hongjoong se interpuso entre la puerta y Mingi, no podía permitir que este se fuera sólo por una pelea sin sentido. Él lo amaba demasiado. Tanto tiempo juntos desperdiciado por su egoísmo no podía ser justo.

―No te vayas... No quiero... Te necesito ―rogó Hongjoong, abrazándolo aun cuando este intentó apartarse de él―. Por favor, te necesito.

"Yo también te necesitaba" Mingi mordió sus labios.

Mingi apoyó la cabeza en el pecho del más bajo, aferrándose después de luchar por apartarse, deshaciéndose en sus brazos lleno de llanto, culpa y temor, dejando que los brazos de Hongjoong rodeen su cuerpo y le llenen del aprecio que necesitaba en esos momentos.

―Ya no hay bebé, Hongjoong ―dijo Mingi en un susurro lastimero―, lo perdí hace una semana...

Hongjoong sintió un filo ardiente atravesarle el pecho, pero se recompuso con rapidez cuando el cuerpo entre sus brazos cedió, cayéndose y con él arrastrando a Hongjoong, quien no quería soltarle.

―¿Por qué... te quedaste callado? ―preguntó Hongjoong con pena, odiando el nudo en su garganta―, pudimos afrontar esto juntos, no tenías que sufrir solo...

Kim no dijo más, sollozó con fuerza, tragando el nudo doloroso que le impedía continuar hablando.

―Tenía miedo...

Hongjoong apenas pudo oírlo, el chico estaba más calmado que antes debido a que pudo soltar aquello que estaba rompiéndolo hacía días. Su llanto fue parando lentamente, pero los espasmos no.

―Ven aquí. ―Hongjoong arrastró a Mingi hasta la cama, recostándolo con cuidado―. Ven aquí, déjame amarte esta noche, déjame hacerlo ―rogó, abrazándolo por temor a perderlo si cerraba los ojos.

Mingi se aferró a su novio, buscando el consuelo que tanto había querido obtener esos días.

―Te amo ―dijo Hongjoong en un susurro, sobre los oídos ajenos, dejando besos por todo su rostro―, sí te amo, bebé, sí lo hago.

Mingi suspiró varias veces antes de esconder el rostro en el cuello de Hongjoong, una vez recostados en la cama y libres de aquello que oprimía sus pechos. No le respondió te amo de regreso, pero se aferró a él, deseando.

Webos 🥲🥲

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