#058 𝐌𝐈𝐍... 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓?
☾︎⸙͎.' yun gi ☁︎☽︎
058 ☠︎︎ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧.
Un día Yunho ayudó a Mingi a resolver el misterio de su asesinato y desde entonces, Mingi no se apartó de su lado. El detective tenía la compañía y aparente protección del fantasma más tenebroso del mundo (o eso decía él), por lo que el detective astuto Jeong Yunho no dejaba pasar la oportunidad de meterse en los lugares más peligrosos habidos y por haber.
Poco tardó Yunho en darse cuenta de que Mingi podría ser muy útil como investigador, dándole información sobre los casos difíciles gracias a sus raros (aunque bastante cuestionados por el fantasma) poderes sobrenaturales. Mingi era todo un investigador ahora.
―Espera un segundo. ―Yunho detuvo al fantasma cuando este comenzó a seguirlo a casa―. Hoy no puedes venir, saldré con mi novio.
Mingi ladeó la cabeza confundido y negó.
―¿Adónde iré? ―inquirió encontrando la idea muy repentina.
Yunho boqueó sorprendido y pensó varios segundos en qué decirle al fantasma; sería la primera vez desde que se conocían en la que Mingi no podía ir con él a la casa.
―¿Adónde ibas antes de conocerme? ―preguntó Yunho comenzando a subir las escaleras para salir del edificio―. Ve ahí, o algo ―apuntó con apuro―. Estuve esperando esta cita por semanas, por favor.
Los ojitos saltones le miraron con súplica, Mingi sólo suspiró y, rodando los ojos, asintió, desapareciendo de la vista de Yunho súbitamente. El detective miró el espacio vacío a su derecha por un segundo, y continuó caminando.
Jeong salía con Yeosang de manera intermitente hacia más de dos años, no vivían juntos, pero comenzaba a ponerse más serio. Yeosang apenas volvía de China, su trabajo de modelo en ese país ya terminado.
Yunho sintió una pequeña presión en su pecho; no le gustó haberle hablado así a Mingi, pero el tiempo que podía pasar con Yeosang era limitado y había esperado por esa cita durante mucho tiempo. Condujo hasta su casa para cambiarse evitando pensar en el fantasma.
Yunho se cambió rápidamente, se arregló lo suficientemente bien para salir a un buen restaurante, el favorito de Yeosang.
(...)
―Tu novio es lindo ―murmuró Mingi de repente parándose al lado de Yunho, causando que este pegara un saltito por el susto.
Yunho suspiró tratando de recomponerse y miró con reproche al fantasma a su lado. Las facciones delicadas del pálido lucían decaídas y evitaba mirar a Yunho a la cara mientras revisaba los papeles de un nuevo caso.
―Sí, es hermoso ―dijo el detective, atontado―. Espera, ¿lo viste? ―preguntó confuso, alzando una de sus cejas.
Mingi se encogió y asintió.
―Vi más de lo que me gustaría ―comentó serio, comenzando a caminar hacia su propio escritorio (que en realidad era una pequeña mesita al lado de la de Yunho).
Las mejillas del más alto se tiñeron de rojo y balbuceó, incapaz de formular una sola palabra por la vergüenza.
―E... es tu culpa por espiar.
Mingi asintió sin darle más importancia y se concentró en el caso.
Las cosas a partir de ese día fueron incómodas entre Mingi y Yunho, el fantasma no era serio ni aburrido, de hecho, Yunho jamás había conocido a un amigo con el que congeniara tan bien, sin embargo, ahora sólo obtenía pocas palabras de su parte y miradas de angustia. Yunho quería saber qué le pasaba a su amigo, pero este no hablaba, y cuando quería abordar el tema, Mingi sólo desaparecía.
No fue hasta dos semanas después, cuando Mingi y él estaban en su casa, que la presencia de Yeosang les tomó por sorpresa y todo empeoró.
Era claro que el modelo no podía ver al fantasma, pero la actitud tan extraña que tuvo su pareja con él apenas llegó le puso ansioso, preguntándole si había alguien más en la casa, que a quién escondía. Yeosang supo al instante que Yunho no estaba solo.
Pelearon, discutieron tan alto que los vecinos tocaron la puerta. Yeosang se fue hecho una furia y Yunho se lanzó sobre su sillón, completamente exhausto.
Una risita proveniente de Mingi hizo que Yunho le mirara con hastío.
―¿Qué es tan gracioso? Dime.
Mingi se sentó frente a él y, con su mirada seria, escupió.
―Tu novio es un hipócrita.
Yunho se escandalizó por esas palabras haciendo una mueca de interrogación.
―¿De qué hablas? ―inquirió, pasó la mano derecha por su cuero cabelludo peinando su desorden.
Yunho estaba cansado por el trabajo, vivía tenso y amargado hasta que Mingi llegó para mejorar su vida, por lo que no entendía qué había salido mal.
Mingi parpadeó, mantuvo sus ojos cerrados por unos segundos y luego suspiró. Sabía que si hablaba, Yunho no le creería, pero no le parecía justo que ese chico jugara con el tiempo y los sentimientos de Yunho.
―No vas a creerme, pero te lo diré ―Mingi se sentó correctamente y desvió la mirada de la confusa expresión ajena―. Cuando dejaste a tu novio en su casa después de su cita, él... Yo tenía curiosidad por cómo era y qué hacía que te gustara tanto ―dijo con pesar, excusándose por espiar―. Subió a su habitación y había alguien más en su cama, esperándole.
Mingi paró su relato para observar al mayor y buscar en su mirada algún indicio de que le creía. Los labios de Yunho temblaron y sus manos apretadas entre ellas estaban blancas y venosas.
―No puedo creerlo.
Mingi mordió su labio inferior y asintió.
―No puedo creer que mientas. ―Yunho alzó la voz y miró al fantasma con horror, incapaz de creerle una sola palabra―. ¿Estás celoso? Es cierto, es eso, es porque estás enamorado de mí ―rio casi escandalizado y negó con la cabeza―. Pero no voy a dejar que hables mal de Yeosang... tienes que entenderlo, Mingi, jamás... ¡jamás! podría estar contigo. ―Apuntó al fantasma con el índice, incorporándose sobre él, con su voz llenándose de odio―. ¡Estás muerto!
Mingi se encogió, asustado por el grito. Las palabras ajenas se incrustaron en su pecho como dagas y negó rápidamente con la cabeza, pero sin poder decir una sola cosa.
―Vete.
Mingi parpadeó confuso, la voz grave de Yunho sonaba tan enojada. Todo su cuerpo se congeló y su rostro antes tan cálido, se desfiguró en amargura. Yunho no podía creer semejante barbaridad y que Mingi, una persona en la que confiaba tanto, lo dijera por sus celos, le enfurecía.
―¡Vete! ―Yunho volvió a gritar alargando la palabra con ira―. Largo.
Los ojos de Mingi se llenaron de lágrimas, y entonces, desapareció.
Estaba muerto, su cuerpo frío y pálido, pero su corazón, aún con vida.
05022022
Tengo esto hace mil años pero la trama era más complicada (Mingi atormenta a Yeosang hasta que todo sale a la luz y Yunho se da cuenta de que Mingi tenía razón, y además, hay sexo fantasmal) JAJAJ pero no avanzaba más y lo subí así.
Me imaginaba que el corazón de Mingi estaba en alguien más, o sea, todavía latiendo ahre
Uf, que título tan pro
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