#056 𝐖𝐇𝐀𝐓 𝐘𝐎𝐔 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐌𝐄 𝐃𝐎

YunGi
you said yes pt.3

―¿Te... Te caíste de un columpio? ―La pregunta de Yeosang sonó confusa y hasta incrédula.

Mingi asintió juntando sus labios en una mueca, bajó la cabeza y evitó la mirada del médico que lucía incrédulo por sus palabras. Mingi podría mentirle a Yeosang, pero no a un profesional.

La clavícula rota era lo único que Yeosang podía ver, pero las lesiones debajo de su ropa habían sido ya examinadas por el doctor. Mingi le había dicho que lo asaltaron y por eso tenía heridas defensivas.

―¿Dónde está Yunho? ―inquirió Yeosang con algo de fastidio, suspirando. 

Mingi tembló al instante y negó con la cabeza.

―Se fue a... creo que está en Busan ―murmuró jugando con sus dedos, retorciendo el anillo de pareja que le había dado Yunho.

―¿Por eso me llamaste a mí? ―Yeosang alzó una ceja.

Los ojos de Mingi comenzaron a llenarse de lágrimas y asintió.

―Lo siento si estabas ocupado... Puedes irte...

Yeosang apenas se percató de la rudeza de sus palabras cuando vio que el menor comenzó a temblar y llorar. A veces se le olvidaba que Mingi era la persona más llorona que conocía.

―No, lo siento. No estaba ocupado ―dijo Kang rápidamente―. Vamos, Gigi, te llevo a casa.

Yeosang no se creía una sola palabra. Era obvio que Mingi sufría abusos de su novio temperamental, pero ante el silencio del menor sentía que no podía hacer nada. Sin embargo, esto ya era el colmo. Le rompió la clavícula, quién sabe cómo, y le dejó solo para irse a Busan, Yunho no tenía perdón. Desde el momento en que Mingi le pidió ser amigos secretos, supo que todo andaba mal, y podría haberse alejado, pero Yeosang no pudo.

Veía a ese grandulón tan pequeño que le nacían las ganas de cuidarlo, de alejarlo de ese abusivo. Mingi era una persona preciosa, pero sufría mucho y ni él sabía cómo salir de esa relación. La ansiedad que Yunho le provocaba, hacía que Mingi anduviera tenso todo el tiempo, sufriendo contracturas musculares y atracones de comida.

Pocas semanas después, el día del cumpleaños de Mingi, todo se fue a la mierda.

Mingi estaba cumpliendo dieciocho años y se sentía muy feliz, se había puesto unas bermudas color beige y una camisa de seda blanca, obsequios de su linda abuela. Su prima Yuqi le dio accesorios bonitos y su mamá compró unas zapatillas muy caras. Mingi usó todo lo que le obsequiaron para ese día, con una gran sonrisa.

Festejó su cumpleaños en un café, donde sólo estaba su familia, puesto que Yunho todavía estaba en Busan. Aunque eso le deprimió en un principio, se encontró mucho más aliviado al saber que el mayor no estaría allí. Esas semanas en las que el mayor se había ido, Mingi se sentía ligero, liberado de esa profunda pesadez y tristeza. Incluso su ansiedad había disminuido, probándole así que estaba mejor sin él.

Sin embargo, cerca de las nueve, cuando estaban yéndose a casa, Yunho llegó.

La sonrisa en la cara del mayor decayó cuando miró a Mingi de arriba hacia abajo.

―Nosotros ya nos vamos, mi amor ―dijo su madre acercándose a él y apretando su brazo cariñosamente, viendo a Yunho con una sonrisa―. Cuida de él, Yunho.

Mingi sintió débiles sus piernas y el terror le invadió al ver las miradas molestas de sus primos. Yuqi y Hyeongjun odiaban a Yunho, pero rezaba porque no le dijeran nada.

Tras pagar, todos se fueron y la pareja quedó sola. Ambos salieron de la cafetería en silencio, Mingi seguía silenciosamente a Yunho hacia el aparcamiento donde el mayor había dejado su motocicleta.

―¿Por qué no te pusiste lo que escogí para ti? ―dijo Yunho antes de siquiera darle los buenos días.

Mingi se quedó parado un par de metros atrás.

―Hacía calor... ―dijo Mingi tratando de que su voz no temblara―. Además, mi abuelita...

Mingi retrocedió inmediatamente cuando Yunho se dio la vuelta, con sus ojos encendidos en llamas. A pasos agigantados, Yunho se acercó a él y lo atrajo a su cuerpo con un tirón de su ropa. La respiración caliente de Yunho en su cara hizo a Mingi temblar y doblegarse.

―Muestras mucho. ―Yunho le apretó la mandíbula, tomándolo por el cuello―. ¿Con qué cara te pones esto estando como estás? Eres una vaca, Mingi. Te queda horrible.

Mingi frunció el ceño y negó con la cabeza. Yunho no podía decirle eso, él estaba lindo, su familia no le mentía.

―¡N... No es así! ―gritó Mingi, haciéndole frente por primera vez a Yunho―. ¡Yo me puedo poner lo que yo quiera!

Yunho frunció el ceño notoriamente confundido y casi rio por la incredulidad. Rápidamente, la furia tiñó sus ojos y bajó sus manos a los botones de la camisa de Mingi, tirando de ella para romperla. Mingi se sobresaltó y jadeó, pero Yunho continuó con sus bermudas, rompiéndolas de igual forma, con fuertes tirones.

―¡A mí no me gritas! ―Yunho gruñó furioso, y estampó su puño en la mandíbula de Mingi.

Mingi cayó sentado y, asustado, llevó la mano a su rostro. Sangre comenzó a salir de su boca y sintió algo duro y pequeño en su lengua, al escupir, se percató de que era un diente. Miró con horror la sangre en su mano y se congeló por escasos segundos.

―¿Q... Qué? ―Mingi temblaba adolorido y profundamente lastimado, su pecho dolía y sus ojos nuevamente se llenaban de lágrimas.

―¿Me voy por unas semanas y crees que tienes el control? ―gritó Yunho, apuntándole con el índice, riéndose de él.

Yunho pateó con brutalidad las piernas de Mingi repetidas veces.

Mingi escupió más sangre y, con algo de dificultad, pero firme, se alejó a rastras y se puso de pie, ante la mirada confusa de Yunho.

Mingi ya no podía aguantar eso una vez más.

―Yo tengo el control ―Mingi jadeó en voz alta―. Yo tengo el control de mi vida, Yunho, no tú.

Yunho boqueó sorprendido, anonadado por segundos.

―A... A partir de ahora, tú y yo no somos nada. Me cansé de ti, Yunho. Me cansé de tus golpes, de que me violes y me grites. ―Mingi retrocedió unos pasos, alejándose de Yunho―. ¿Qué te crees que soy?

Yunho apretó los puños y tronó su cuello con evidente molestia.

―¿Qué eres? Eres mi putito, Mingi. Eso eres. ―Yunho rio, señalando esas palabras con obviedad―. ¿Sabes qué es lo único que me gusta de ti? Eres sumiso y haces todo lo que se me plazca, no puedes vivir sin mí ―el tono en su voz comenzó a subir―. Si odiaras cómo te trato, me hubieras dejado hace tiempo, así que, deja de hacerte la víctima y trae tu gordo culo aquí.

Mingi negó rápidamente con la cabeza, completamente reacio a hacerlo.

―No... Ya no quiero todo eso, Yunho ―susurró Mingi sintiendo el terror de que Yunho volviera a golpearle.

Yunho chasqueó la lengua.

―¿Es en serio, Mingi? ¿Vas a dejar a la única persona que te soporta? El gordo, aburrido, torpe, llorón y feo tú jamás va a encontrar a otra persona que le quiera. Deberías agradecer que tuve el estómago de estar contigo.

Las lágrimas en las mejillas de Mingi hicieron a Yunho sonreír triunfante.

―Cada vez que te cogía no podía evitar pensar en otra persona, es que eres demasiado aburrido y... ¿cómo decirlo? haces caras raras. ―Yunho hizo pucheros y se acercó a su motocicleta―. En Busan conocí a un chico tan bueno en el sexo que me hizo pensar en lo aburrido que eres tú, ¡ni siquiera gimes sensual! ―exclamó montándose y colocando la llave en el contacto.

Mingi cubrió su cuerpo con los lados de la camisa y bajó la mirada, su cuerpo entero temblaba de pánico y, a la vez, alivio.

Yunho suspiró encendiendo la motocicleta.

―Sube, es tu última oportunidad.

Mingi mordió sus labios con fuerza. Él podría ser aburrido, torpe, feo o lo que a Yunho se le ocurriera, pero ya no sería manipulado por él. Se había terminado.

Mingi se incorporó y comenzó a caminar en la dirección contraria, dejando atrás a Yunho de una vez por todas. 

02012022

iba a actualizar ayer pero pasaron cosas
¿sale 4 parte con hongjoong? 🤔

ahre q síí, esta idea se me ocurrió hace semanas, pero tengo problemas para escribir y no había podido hacerlo jejeje, el otro día me dio una crisis nerviosa pero acá estamos remando en dulce de leche

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