#055 𝐘𝐎𝐔 𝐃𝐈𝐃𝐍'𝐓 𝐒𝐀𝐘 𝐍𝐎

YunGi
you said yes pt.2


Yunho descansaba la mano en la pierna de Mingi, el menor estaba comiendo lentamente su almuerzo y Yunho esperaba a que él terminara. Hacían cerca de treinta y cinco grados, lo que ponía a Yunho muy irritable.

El menor tembló ligeramente cuando sintió un apretón en su pierna y alzó la cabeza, Yunho le miraba de una manera que Mingi no pudo descifrar.

―¿Terminaste? ―inquirió el mayor.

Mingi no había terminado de comer, pero asintió a la pregunta de todas formas.

Ya eran ocho meses saliendo con Yunho y Mingi había aprendido a hacer las cosas bien, para que Yunho no se molestara. A Mingi le gustaba la compañía de Yunho, cuando el mayor estaba tranquilo solía ser un novio bueno, el problema surgía cuando Mingi no se comportaba de manera sumisa, como Yunho quería.

Yunho apretó su mano luego de tomarla y ambos caminaron fuera de la cafetería.
Al llegar a la casa del mayor, Yunho fue a tomar una ducha fría para pasar el calor y Mingi se quedó en la sala.

Esa misma mañana, Yunho le había pegado por primera vez y había alegado estar estresado, y que, por supuesto, era culpa de Mingi sólo por estar allí, molestando. Mingi trató de no darle importancia, y se sintió feliz cuando Yunho le sacó a almorzar, luego se sintió demasiado tonto por haber permitido eso.

El golpe en su mejilla no se notaba, pero Mingi todavía podía sentir la palma de Yunho y el picor que había provocado.

Yunho salió de la ducha y se colocó unos shorts sueltos, sin nada encima. Mingi le miró por unos segundos para luego centrar su atención nuevamente en la ventana. Mingi no quería sentirse débil o actuar como si la violencia que Yunho ejercía sobre él fueran a lastimarle.

―Ey ―Yunho tomó el control del aire acondicionado y lo encendió―, vendrán dos amigos a tomar unas cervezas. ¿Te quedas?

Mingi asintió apretando ligeramente la quijada. No podía irse a casa todavía, pero sentía una presión molesta en su pecho al saber que vendría gente. Tampoco podía encerrarse en la habitación de Yunho, eso sería maleducado.

(...)

Mingi dormitaba en el sillón cuando escuchó voces y risas. Se desperezó y miró a su alrededor en búsqueda de Yunho y lo vio con otros dos chicos, que si bien recordaba, eran Chan y Juyeon, no eran compañeros de Yunho, sino más bien, gente con la que daba vueltas en sus motos y hacían carreras.

Los dos invitados parecían apenas llegar, con paquetes de cerveza y algunos aperitivos.

Mingi se sentó correctamente en el sofá y saludó tímidamente.

Juyeon era un tipo grande, musculoso, ni siquiera parecía tener dieciocho años. Chan sin embargo, era más pequeño, pálido y con una sonrisa amable. Mingi no solía cruzar palabras con ellos, porque a Yunho le molestaba, así que se quedó en su lugar.

―Mingi, no sabía que estarías aquí. ―Chan saludó amablemente―. Hace mucho que no te veía.

Mingi sonrió sin decir nada, pero su mueca tembló al ver a Juyeon. El mayor sonrió, haciendo que Mingi se sintiera un poco tímido. Juyeon no le daba buena espina.

(...)

Mingi tembló al ver que Yunho alzó la mano otra vez, pero el golpe no llegó. Yunho apretó su mano con la otra y bufó exasperado. La mejilla roja de Mingi le causó a Yunho cierta incomodidad.

―L... Lo siento...

El susurro de Mingi fue agudo, bajito. Cuando Mingi se levantaba para servirles a los mayores más cerveza, Juyeon lo nalgueó y apretó su culo con fuerza, provocando que jadeara de la sorpresa. Aunque ninguno de ellos supiera que Mingi era novio de Yunho, no tenían derecho a tocarlo, sin embargo, Mingi sólo podía pensar en que fue su culpa.

Yunho tomó la quijada de Mingi y apretó fuerte; los ojitos de Mingi temblaron y se llenaron de lágrimas.

―Usas jeans demasiado ajustados.

Aquella frase confundió un poco a Mingi. Sus jeans no eran ajustados, pero él tenía un culo, y no podía quitárselo para que así otros no lo vieran. Era absurdo.

―Si te vistes como prostituto, así te van a tratar ―dijo Yunho con molestia, soltando el fuerte agarre que ejercía sobre él para llevar ambas manos a las caderas de Mingi y acariciarlas―. No te preocupes, te perdono, princesa. Ahora usarás lo que yo te diga, ¿está bien?

Mingi parpadeó alejando las lágrimas y asintió. Yunho lo arrastró suavemente hasta la cama, colocando al menor sobre su regazo, sonriendo casi con dulzura. No se parecía al tipo que acababa de golpearlo.

Mingi cerró los ojos cuando sintió las caricias de Yunho en su espalda y se estremeció ante la sensación de esas grandes manos.

(...)

Mingi no tenía amigos. Mingi no tenía ningún conocimiento previo acerca de relaciones o sexo, por lo que su única fuente de información fue el internet. Había tenido sexo con Yunho unas cuatro veces y seguía sin sentir absolutamente nada, lo que lo confundía y le hacía sentir que había algo malo con él.

En los vídeos pornográficos, los chicos gemían y se corrían al ser penetrados, pero Mingi no tenía idea de porqué. Cuando estaba con Yunho, él sólo sentía ese incómodo dolor, pero Yunho sí parecía disfrutarlo, aunque durara de cinco a diez minutos.

Mingi no se había corrido en ninguna de esas ocasiones, quizás era porque Yunho no lo tocaba. Y Mingi se preguntaba porqué, se preguntaba qué había de malo con él, porqué no sentía nada, o si su cuerpo era diferente al de otros chicos.

Esas preguntas no tenían respuestas, no por el momento.

―¿Quién era el chico con el que hablabas hoy? ―preguntó Yunho dando un fuerte azote a la puerta.

Mingi se sobresaltó y miró al mayor con miedo. Estaba en su habitación haciendo la tarea cuando Yunho ingresó despotricando.

―¡Te estoy preguntando una cosa! ―Yunho se acercó a Mingi y lo empujó por el hombro―. ¿Por qué te quedas callado?

Mingi se levantó de la silla de su escritorio y trató de alejarse unos pasos, pero chocó contra la pared. Su voz se atoró en su garganta y no pudo excusarse.

―Mingi...

El enojo en la voz ajena hizo a Mingi doblegarse y bajar la cabeza. Su cuerpo entero tembló asustado. Los golpes de Yunho dolían.

―Estaba muy cerquita tuyo, tocandote el brazo y quién sabe qué más. ―Yunho tomó su brazo y lo apretó―. ¿Quién era...? ¡Mingi, eres idiota o qué! ¿Por qué no me respondes? ―gritó sacudiéndolo.

Mingi lloriqueó adolorido.

―Amigo... Es un amigo.

―¿Amigo? ―Yunho rio incrédulo―. ¿Así les dicen ahora? No me quieras ver la cara de estúpido ―gruñó y levantó el rostro de Mingi dándole un golpe en su mentón con el puño, la cabeza de Mingi golpeó contra la pared por el impacto.

Mingi sintió un mareo y calor en todo el cuerpo. Como pudo, sostuvo las manos de Yunho y las apretó, tembloroso. Sangre comenzó a salir de su boca.

―E... Es un amigo, es Yeosang, y tiene novia... No me... ―dijo Mingi desesperadamente―, no me pegues.

Yunho suspiró. Tomó el rostro del menor y se acercó a él, dejando un beso en sus labios, lamiendo la sangre ajena.

―Está bien, está bien, pero ya no es tu amigo ahora. ―Yunho continuó repartiendo besos en el rostro angustiado de Mingi―. Deja de hablarle, ¿sí? No hagas cosas que me molestan, sabes que no me gusta pegarte.

Mingi asintió rápidamente, y aunque las lágrimas empaparon sus mejillas, trató de sonreír.

Mie., 29 de diciembre 2021

Sigue parte 3 y luego termina en una 4 o quizás 5 parte sisi, depende

q onda q hacen

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