#050 𝐊𝐈𝐒𝐒 𝐒𝐓𝐄𝐀𝐋𝐄𝐑
☾︎⸙͎.' yun hong min ☁︎☽︎
050 ☠︎︎ 𝙙𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧.
qué pasó la noche del 9 de agosto de 2020.
pinky day pt.2
La noche era tormentosa, hacía frío y había mucha humedad, todo indicaba que el día siguiente estaría igual de pesado y quizás no podrían salir a celebrar el cumpleaños de Mingi; Hongjoong y Yunho habían planeado todo un día al aire libre y habían gastado mucho dinero en ello así que deseaban que el clima cambiara.
Mingi había estado muy emocionado por ello, pero en las últimas horas su humor decayó. Sin embargo, Yunho le entregó un regalo de cumpleaños que subió los ánimos de Mingi y para el momento en que tuvo que hacer su directo para los fans, él sonreía con una enorme felicidad.
―¿Qué pasa, corazón? ―preguntó Yunho viendo que Hongjoong no apartaba la vista de Mingi.
Hongjoong ahogó un pequeño suspiro y negó con la cabeza, demasiado absorto en la belleza que sus ojos veían. Mingi tenía el cabello revoltoso debajo de esa bonita corona y sus ojitos ya adormilados, pero atentos, estaban llenos de luz. Hongjoong, hasta entonces, no se había detenido a observar con tanta claridad al chico que tenía enfrente.
―Es Min... ―dijo el mayor con un suspiro, aún viendo a la belleza de su novio.
―¿Qué tiene Min? ―preguntó Yunho con una sonrisa en su cara, sintiendo un cosquilleo de felicidad en su pecho.
Hongjoong golpeó suavemente en el hombro al menor y abultó los labios, fingiendo molestia. Se levantó de su sitio y caminó hasta Mingi, abrazándolo por la espalda con fuerza. El menor había terminado su transmisión hacia poquito y ya estaba alistándose para dormir junto a ellos.
Las risitas de Mingi cuando fue abrazado hicieron a Hongjoong reír también y cuando fue volteado por el menor hasta que sus pechos chocaron, Hongjoong atrapó los labios más gruesos entre los suyos.
―Estás todo pequeñito ―murmuró Mingi alzando a Hongjoong en brazos, enterrando su cara en el cuello de su novio.
Hongjoong rodeó a Mingi con sus piernas y se sujetó con fuerza de él, besando sus mejillas varias veces cuando su cuello fue liberado por Mingi.
Todos estaban cansados, pero la noche apenas comenzaba y tanto Hongjoong como Mingi se debían esa oportunidad de estar juntos; por lo que apenas se encontraron, comenzaron a tocarse con cariño y cuidado, sin ser demasiado bruscos, pero tampoco lentos en demostrarse cuánto amor estaban guardando para el otro.
Yunho se hallaba sentado en el sillón junto a la cama, mirándolos con algo de somnolencia. Amaba tanto a esos dos que no sabía qué hacer con tanto cariño dentro y anhelaba siempre que estuvieran bien y a salvo, Hongjoong era pequeño y Yunho quería mantenerlo bajo su brazo para que las preocupaciones no le llegasen, y Mingi era tan precioso y encantador que con solo su sonrisa iluminaba su vida.
No sabía qué sería de él si no los tuviera a su lado, si no despertara en las mañanas con la carita adormilada de Mingi a centímetros de la suya o las manitas suaves de Hongjoong rodeándolo.
―No soy pequeño. ―Hongjoong hizo un puchero y pellizcó la mejilla de Mingi con sus dedos.
―Agh ―Mingi ladeó la cabeza, cerrando los ojos, pero no apartó las manos ajenas de su rostro―. Eso duele, corazón.
Los truenos opacaron su baja y ronca voz, pero Hongjoong pudo leer sus labios; sonriendo por lo sensual y exquisitamente llamativo que se veía su novio, Hongjoong se acercó a la boca ajena y probó sus labios varias veces antes de introducir su lengua, Mingi abrió la boca cuando sintió que los pulgares de Hongjoong comenzaban a frotar el interior de sus mejillas.
Kim lamió el paladar ajeno haciendo que las caderas de Mingi se retorcieran.
―Te pone que te haga esto... ―afirmó Hongjoong sintiendo la dureza de Mingi.
Mingi asintió lentamente, sus ojos, ya entrecerrados, acumulaban lágrimas y la saliva se escurría entre los dedos de Hongjoong. Yunho relamió sus labios al ver lo que el mayor estaba haciendo con novio y se acomodó en el sillón a la expectativa.
―¿Qué más puedo hacer por ti? ―preguntó Hongjoong en voz baja, dejando besos por su mentón, quitó las manos de su boca y las llevó a las caderas ajenas.
Hongjoong recostó a Mingi sobre la cama cuidadosamente, admiró su cuerpo entero, de pies a cabeza, delineó con su derecha los bordes de Mingi y sonrió.
―Quítame la ropa, por favor ―susurró Mingi ladeando la cabeza, con una mano sobre su boca, mordiendo la uña de su índice.
Yunho ahogó un suspiro y se acomodó nuevamente en su sitio. La dureza atrapada en sus pantalones comenzaba a doler.
Hongjoong sonrió ladino y jugueteó con los bordes de su pantalón antes de llevar sus manos a la camisa de Mingi y comenzar a desabrochar sus botones con lentitud, una vez que lo hubo hecho, abrió la camisa y recorrió con la yema de sus dedos un camino hasta sus pectorales, los apretó extasiado por su tamaño tan prominente. Los pezones del menor ya se hallaban endurecidos y sensibles al frío tacto.
Hongjoong se inclinó sobre Mingi y besó su esternón, masajeó por encima de su pantalón la dura hombría, sonriendo sobre la piel erizada cuando obtuvo jadeos bajos.
Las piernas de Mingi estaban abiertas alrededor de las suyas, sus pantalones de fibrana dejaban ver un enorme bulto al cual Hongjoong no se detuvo en seguir frotando, aún con los labios sobre su amplio pecho. Llevó su caliente lengua hacia los pezones duros y lamió la aureola antes de apretarlos suavemente con sus labios y succionar.
El cuerpo de Mingi se sacudió, llevó su derecha a la cabeza de Hongjoong y lo atrajo a sus propios labios en un beso necesitado. Hongjoong abrió las piernas de Mingi explorando toda su entrepierna en toques calientes. Mingi jadeaba en su boca, más despierto y atento, con su mano izquierda y ayuda de sus piernas, tiró a Hongjoong encima de su cuerpo, apresándolo, apretándolo.
Hongjoong jadeó al caer y sonrió al ver esos destellos brillantes en los ojos de Mingi. La respiración caliente del menor en su oreja hizo que mordiera sus labios y se frotara contra él en un vaivén lento.
Hongjoong llevó las manos al borde del pantalón, acarició con sus pulgares el vientre ajeno sientiendo la piel suave y cálida, y antes de soltar su erección, se agachó para besarla por encima del pantalón.
Mingi casi apretó las piernas alrededor del mayor cuando fue despojado totalmente de sus pantalones y ropa interior. Su pene se erguía demostrando grosor y tamaño, Hongjoong lamió sus propios labios antes de agacharse nuevamente; frotó su rostro contra su vientre y, mirando al menor, apoyó su nariz contra su tronco, sonriendo.
Era húmedo y venoso, olía a limpio, el aroma corporal de Mingi era algo que Hongjoong siempre había amado sentir. Se embriagaba con su dulce aroma siempre en búsqueda de más.
―Ah, eres tan ―Hongjoong alargó tomando una gran respiración― exquisito.
Mingi soltó una pequeña risita y negó con la cabeza. Hongjoong tomó su falo con la mano y sin pensarlo demasiado, llevó su lengua a la goteada punta. Enroscó la misma succionando hasta la última gota y, con sus labios en un pico, se apoyó sobre ella.
Mingi jadeó retorciendo los dedos de sus pies, miró a Hongjoong besar su glande antes de metérselo a la boca y abrió la suya por la ligera sorpresa. Hongjoong abrió las piernas de Mingi de extremo a extremo, acarició sus abductores y masajeó sus glúteos, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo.
―Ho... Hong... Estoy a...
Las palabras entrecortadas de Mingi siquiera llegaron a los oídos de Hongjoong. Los sonidos de Mingi le distraían de cualquier otra frase coherente que fuera a decir. El mayor lo observó deleitándose con lo rojizo de su piel y calor que exudaban sus poros.
Hongjoong soltó su pene instantes antes de que Mingi se corriera y se incorporó frente a él. Mingi le observó, respiraba agitado, su tierna mirada confundida cuando Hongjoong se detuvo.
―¿Qu...?
Hongjoong lo calló poniendo un dedo sobre sus labios, los esponjosos belfos se abrieron ligeramente y Hongjoong lo metió entre ellos, para luego agrerar otro de sus dedos.
Mingi babeó los dedos de Hongjoong, mirando fijamente los grandes ojos negros con estrellas. Delineó la blanca figura de Hongjoong con su mirada y se detuvo en su entrepierna, donde sus pantalones de fibrana dejaban ver una gran erección. Las caderas del mayor eran anchas, sus piernas gruesas, musculosas, fuertes.
Mingi jadeó soltando la mano ajena de entre sus labios y sonrió ladino. Hongjoong bajó las manos hasta las caderas de Mingi y las acercó violentamente a las suyas para empalarse contra él. Mingi gimió en alto y llevó ambas manos a su boca para tratar de acaparar los vergonzosos sonidos; sus ojos se abrieron tímidos viendo hacia el mayor.
Hongjoong guiñó su ojo, haciendo que Mingi desviara la vista de él nuevamente. Yunho rio bajito al ver el cruce de miradas de esos dos.
―¿Por qué estás tardando tanto? ―gruñó Mingi, sacudiendo las caderas contra la pelvis de Hongjoong, buscando sentir su cuerpo.
Hongjoong apretó con fuerza las caderas de Mingi deteniendo sus movimientos.
―¿Por qué estás tan apurado? ―preguntó Hongjoong con burla, arrastrando su pregunta con voz gangosa―. Sólo quiero hacerte sentir bien.
Mingi yacía totalmente desnudo sobre la cama, erecto, deseoso e impaciente. Hongjoong soltó una risita viéndole así, tan rojo y desesperado.
Hongjoong levantó la pierna de Mingi por encima de su hombro y llevó sus salivados dedos a su ano. Lo preparó cuidadosamente, jugueteando con él, los músculos de su cara dolían por la sonrisa que no podía abandonar sus labios al ver a su novio retorcerse y gemir, chupando sus dedos para ir más adentro.
―Hongi ―suplicó el menor, mordiendo su labio inferior con tanta fuerza que una gota de sangre se escurría por la comisura de su boca.
Hongjoong se agachó y lamió el hilo rojo y lamió sus labios.
―Está bien, lo haré porque parece que ya no puedes esperar más ―murmuró Hongjoong alineándose entre las piernas ajenas, fingiendo que él no deseaba aquello tanto como Mingi.
Mingi sonrió asintió varias veces con la cabeza, empujando con sus talones al mayor para que se acercara a él y se hundiera en su interior con más rapidez. Hongjoong volvió a tomar sus caderas y, con suavidad, se hizo camino en Mingi, llevando sus desorbitados ojos hacia el techo de la habitación, abriendo su boca por la sensación apretada y placentera.
Yunho apretó su labio inferior entre sus dientes y, con dos de sus dedos, salivados por él mismo, se tocó suavemente rodeando su rugosidad. Con la mano libre, jugueteó con su glande distraídamente.
El sonido de choques, piel contra piel, fue ruidoso, más que la lluvia torrencial, los jadeos y sacudidas de la cama contra la pared generaban un escándalo. Los glúteos de Mingi quenaban, rojoz y doloridos, las piernas de Hongjoong temblaban, sus embestidas eran rápidas y descoordinadas.
Mingi gemía bajito, los sollozos se escapaban de su garganta y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Hongjoong bajó la mirada a su novio, contorneando su delicado y precioso cuerpo moreno; llevó su mano al pene venoso y jugoso del menor y comenzó a masturbarlo. Mingi ocultó sus manos detrás de su cabeza, bajo la almohada, incapaz de hacer algo más que gemir sumisamente.
―Estás hecho un desastre ―ronroneó Hongjoong, relentizando sus movimientos―, dime algo bonito, estoy comenzando a agotarme.
Mingi le miró de reojo y sus mejillas se tiñeron de rojo. Hongjoong sabía lo tímido que le ponía hablar en esta situación, por lo que le gustaba molestarlo un poco.
Mingi separó sus labios, una gota de saliva bajó por su mentón y se limpió con el antebrazo; la mirada burlona de Hongjoong mientras le masturbaba lentamente y daba embestidas profundas hizo que Mingi se sintiera desfallecer.
―M... Más rápido, Hong. ―El cabello rubio claro caía sobre sus ojos húmedos, mojado por el sudor, dándole un aspecto atractivo y sumiso que doblegó a Hongjoong inmediatamente―. Hazme llegar ―rogó tímidamente.
Hongjoong sintió una sacudida en su vientre.
―Claro que sí.
Hongjoong apresuró sus movimientos, lo sujetó con firmeza, arremetió contra él, hizo a Mingi jadear más fuerte y suplicar por su corrida.
Hongjoong embistió unas pocas veces más hasta que toda su eyaculación llenó a su novio y se resbaló por su culo, continuó masturbandole pese al dolor en su muñeca y finalmente, con un largo gemido, Mingi se corrió tan fuerte que le llegó hasta la barbilla.
Hongjoong se dejó caer suavemente sobre el cuerpo de Mingi y salió de su interior cuidadosamente, llevó las manos a su pecho y descansó la mejilla en su clavícula, agotado. El pecho de Mingi subía y bajaba con rapidez, tratando de recuperar su aliento.
Yunho ahogó un gemido tras venirse en sus propios pantalones y miró curioso a la parejita sobre la cama quedarse quieta de un minuto a otro. Hongjoong había trabajado todo el día y cayó inconsciente apenas acabar, Yunho se habría reído de él por su baja resistencia si no le hubiera parecido tan tierno.
Acercándose a ambos, Yunho los cubrió con una manta y besó sus coronillas silenciosamente.
―Descansen ―susurró bajito antes de dirigirse al baño para limpiarse.
16112021
Tengo esto en borradores desde AGOSTO shdhshshshs
miren estaba pensando en escribir un angst sobre sasaengs(?) entrando a los dormitorios y poniendo cámaras para espiar a Mingi???, no sé si les agradaría la idea, háganmelo saber
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