#016 𝐉𝐔𝐌𝐏𝐄𝐑 ⟩⟩ 𝑀𝐺 𝐷𝐴𝑌

❛⤹⎗ะ։ミ🌃˖ ( hongmin ) ⿻⌢',⌇🌃:ˋ∙˖͛

꒰ ❛˖ ♯ ( heart to heart )  ೄ

♯016 ꒰ 𝕕𝕒𝕟𝕘𝕖𝕣 ˚ ꒱ 爱 ◞ ˑ ˒ ◜

╰──➢ hongjoong saltaba en el espacio,
hasta que chocó con algo muy grande

Hongjoong se metió el último pedazo de sándwich a la boca, dándose la vuelta para comenzar a bajar de la Torre Eiffel. Aunque no se suponía que él debía estar ahí, dio un par de sacudidas a su ropa con el fin de deshacerse de las migas y siguió caminando, observando la bella ciudad ante sus ojos con algo de recelo.

No podía negar que le hubiera gustado estar allí con su novia, alardear de su espléndida habilidad y llevarla a recorrer el resto del mundo. Sin embargo, no contaba con que ella decidiera que era mejor engañarlo con un músico desempleado a dos semanas de casarse.

En esos momentos, y ni él sabe por qué, se rio de ella y de lo iluso que él había sido. Agradecía que Seonghwa le haya prohibido hablar de su habilidad con ella antes, o sino habría sido problemático.

Siguió con su camino y una vez hubo bajado de la Torre, echó a correr hacia ningún sitio en especial. En unos pocos segundos, el aire de pronto se detuvo y Hongjoong aterrizó en Singapur, chocando contra una masa firme que lo tiró al suelo. Hongjoong se quejó en voz baja y trató de levantarse, algo adolorido.

¿Qué demonios? Gruñó, jamás le había ocurrido tal cosa. Alzó la vista con rapidez, dándose cuenta al instante de que su aterrizaje había causado un impacto fatal sobre otro sujeto. Sin pensarlo ni un segundo, saltó detrás suyo.

¡Había tirado a alguien!

Hongjoong sujetó entre sus brazos al hombre que caía y pronto sintió el fuerte impacto contra la cama de su hotel, haciendo que las patas de esta se rompieran.

Hongjoong miró al sujeto con desconfianza, este se había desmayado, o quizás ya lo estaba antes de que Hongjoong lo tirara de la azotea del edificio, porque él no lo recuerda gritar. El sujeto tiene unos pantalones pijama de rayas y una camiseta clásica de color amarillo pato, está descalzo, despeinado y tiene unas ojeras perturbadoras.

Su cabello rubio mal peinado, cara pálida. Hongjoong continuó analizándolo.

Hongjoong no sabía si había impedido un suicidio o ese tipo sólo estaba ahí de casualidad.

El jumper miró hacia la cama por segunda vez, en esta ocasión, riendo bajito al ver al sujeto incorporarse. Se puso serio cuando se percató de su risa.

Are you ok? ―preguntó Hongjoong, alzando la ceja cuando este se notó su presencia.

El chico asintió, abultando los labios sin terminar de comprender qué era lo que hacía en la habitación de ese extraño. Trató de incorporarse, pero cayó sentado nuevamente.

What were you doing up there?

Un silencio desconcertante los invadió.

I cannot Englishy ―respondió bajito después de vacilar, en un tono adorable que causó risas en Hongjoong.

¿Cómo podía ser tan grande y tan adorable al mismo tiempo? Se preguntó el Jumper. El chico bajó la cabeza y restregó sus ojos, viendo al rededor por segunda vez.

―¿Lo he vuelto a hacer? ―se preguntó a sí mismo, en voz alta, llamando la atención del jumper.

―Oh, hablas coreano. ―Hongjoong se acercó a él―. ¿Qué es lo que volviste a hacer? ―preguntó, tomando un vaso y llenándolo de agua.

El chico vaciló, mordiendo sus labios.

―Estaba corriendo, escapando ―dijo, bajando la cabeza a sus manos entrelazadas―, y de repente, aparecí en el techo de ese edificio ―terminó, tímidamente.

Hongjoong notó la duda en sus ojos. Posiblemente debido a lo increíble que sonaba su relato, pero no para Hongjoong.

―Luego, algo me empujó... y terminé aquí ―susurró lo último, mirando toda la habitación por tercera vez.

El chico mordió su pulgar, arrepintiéndose de lo que acababa de decir como si apenas acabara de recordar algo. Hongjoong notó su miedo.

―Es mentira, no sé cómo llegué aquí ―dijo, rápidamente―. No les digas que volví a decir esas cosas raras.

Hongjoong frunció el ceño. ¿Decir, a quién?

―¿En dónde crees que estás? ―preguntó Kim, ladeando la cabeza.

Un jumper. Uno que apenas estaba despertando su poder. Era la primera vez que Hongjoong conocía a otro como él.

―¿Seúl? ―preguntó el chico, esperando su aprobación como si fuera una adivinanza.

―No, amor, estamos en Singapur ―susurró esperando no sonar tan exhaltado para no espantarlo.

El chico formó un pequeño círculo con su boca expresando sorpresa.

―¿Y eso... qué tan lejos está de Corea? ―Tenía miedo dibujado en todo su rostro.

Jamás había salido de Seúl.

Hongjoong no tardó en percatarse de que ese chico tenía más miedo de volver a casa de lo que realmente aparentaba. Decía ser mitómano, y que su familia últimamente creía que estaba loco, por lo que era medicado en contra de su voluntad.

Hongjoong le había dicho decenas de veces que él no estaba loco. Que no estaba alucinando, que todo era real.

Sin embargo, Mingi seguía sin creerle, cerrando los ojos con fuerza, esperando que en cualquier momento él desapareciera y Mingi se hallara en su habitación. Hongjoong sonrió, creyendo infantilmente que el menor podría explotar.

Era imposible para Mingi que se hallara en la habitación de un extraño en medio de Singapur.

―No es así como funciona ―canturreó Hongjoong, divertido por la ternura que le causaba.

Mingi le miró, abultando los labios. Hongjoong caminó hasta la ventana, y de repente, desapareció y reapareció frente a él, a escasos centímetros de su rostro, ocasionando que Mingi cayera hacia atrás, sobre las almohadas.

Hongjoong volvió a reír y Mingi se sintió pequeño.

―Eres como yo, Min ―susurró Hongjoong, apoyando las manos sobre las rodillas ajenas―. No estás loco, no eres un rarito.

Mingi asintió, aún confundido. Hongjoong sonrió y acarició su cabello. El chico adorable parecía tan adorable e inocente, que no podía creer que fuera tratado así en casa. Aquellas cicatrices hablaban por sí mismas.

―Puedo enseñarte a usarlo ―ofreció Hongjoong―. No tendrás que volver a casa nunca más ―prometió, acariciando la mejilla pálida―. Podrás estar donde tú quieras, cuando quieras, como quieras. Ellos no volverán a lastimarte.

Mingi sintió sus oídos endulzados por esas palabras y aceptó. Él no quería volver.

Así como Hongjoong prometió, Mingi no tuvo la necesidad de volver a casa nunca más. Supo sin embargo, que fue reportado como desaparecido durante un tiempo, y luego, que unos vecinos denunciaron hechos violentos a la policía, poniendo a su familia a la sospecha de un posible crimen.

Mingi ya no se sentía como antes. Haber sido el aprendiz de Hongjoong había abierto una ventana en su forma de ver la vida, todo tenía otro significado gracias a él. Recorrieron gran parte del mundo, alimentándose de conocimiento mutuo, comprendieron qué eran y cuál era su capacidad.

Mingi había aprendido a controlarlo, a saltar. Y todo había sido gracias al mayor. Kim se había convertido en su todo. Mingi estaba muy feliz.

―¿Adónde vas con eso?

Mingi detuvo su caminata y volteó, encontrándose con la mirada confusa e incrédula del más bajo. Hongjoong se acercó rápidamente, tomando su brazo.

―Ya debería irme, ¿no? ―preguntó Mingi, en un tono bajo.

No le gustaban las despedidas. A Mingi no le gustaban en lo absoluto.

Hongjoong negó rápidamente después de salir de un pequeño trance, apretando el brazo bajo su agarre.

―N... no te vayas. Quédate... quédate conmigo.

━ ˏˋ basado en una película con el mismo nombre.

subiré tres os por el cumple de mingki hasta el día de su cumpleaños ❤️ (hongmin, yungi, y yunhongmin)

y ya saben, si quieren la continuación de algún OS sólo tienen que decirlo 👁️👄👁️

© 𝘈𝘙𝘚𝘌𝘕𝘒𝘌𝘠 | mar., 05 de ago., 2020

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top