Capítulo 5. Pociones
Lunes por la mañana, Dazai soportaba su terrible resaca sobre la mesa de su escritorio, al parecer Chuuya lo había llevado temprano porque él tenía trabajo. Kunikida regañaba a Dazai mientras esté usaba sus vendas sobre él para no escucharlo. Naomi y Jun arreglaban el papeleo. Kenji ayudaba a Ranpo con unas cajas de dulces. Atsushi llego – Atsushi-kun auxilió – pidió Dazai
- Mocoso ¿Por qué llegas tarde?
- Lo lamento Kunikida-san, tuve un altercado familiar
Era cierto, Dazai y Kunikida lo miraron mejor, llevaba una venda en su mejilla, Dazai fue el primero en acercarse, tomo el rostro del albino y aspiro – huele a sangre y – olio de nuevo – ungüento, sangre de terreno oscuro de los demonios de caza ¿fuiste a comer demonios de caza?
- Dazai-san, acaba de parecerse a cerberos – dijo divertido
- No me llames perro – se quejó – conozco el olor de las heridas
- Solo salí con mis papás a cenar – menciono sonriente – pero un animal raro nos ataco
- Esto de que los animales estén atacando es raro – se quejó Kunikida – hablare con el presidente
Atsushi suspiro, se dirigió a su escritorio. Dazai sonrió amplio y fue con Atsushi; - Atsushi-kuuun
- ¿Qué necesita Dazai-san?
- Hay una promoción en San Valentín
- ¿el demonio de la locura amorosa?
- Si, su tienda tendrá grandes descuentos ¿no quieres ir?
- No estoy enamorado
- Pero las pociones de amor en el sexo son increíbles
- Oh, soy virgen
Dazai se quedó petrificado - ¡¿QUE?! ¿DE VERDAD ERES DEMONIO?
- L-lo soy, es que mis papás han sido muy dedicados en mí y aaam
- Que padres tan estrictos
- Solo cuidan de mi – menciono sonriente.
- Tus padres son tan estrictos – se quejó – Chuuya y yo compraremos cositas, te traeré algo bonito ¿quieres?
- Si es regalo puedo aceptarlo pero le aseguro que no sabré usarlo – Dazai sonrió mirándole
- Tu tranquilo, sabré que comprarte
El día laboral continuo, hasta el almuerzo. Chuuya llego con Dazai, eso era común, lo que sorprendió a todo el departamento fue al afanado azabache, el perro del diablo quien llego con Chuuya – Akutagawa-kun ¿me visitas? – pregunto sonriente y el azabache asintió. Miro a su lado, unos asientos más lejos.
Atsushi estaba trabajando, concentrado en un par de nuevos contratos. Akutagawa se acercó y solo así Atsushi le notó – A-Akutagawa. – Le llamo - ¿Qué haces por aquí? – cuestiono. El azabache dejo un bote con leche de arándano
- Oh, ¿para mí? – pregunto y el azabache asintió – gra-gracias – añadió tomando la leche.
El azabache clavaba su mirada en él, así que Atsushi opto por abrir su bote de leche y beber. El azabache sonrió y acerco su mano a su mejilla - ¿Qué te ocurrió? – Atsushi tapo su mejilla sonrojándose
- So-solo un altercado con una... aam cri-criatura de los campos de caza
- ¿Qué criatura lo hizo?
- Ah... n-no recuerdo, estaba con mis padres
- ¿están bien?
- S-si
- Cuando recuerdes la criatura, dímelo. Yo acabaré con ella
- De a-acuerdo...
- ¡Vámonos Akutagawa! – grito Chuuya quien tenía a Dazai en su espalda
- Kunikida-kun nos vemos mañana
- Compórtate – pidió Kunikida
Ambos adultos se fueron y el azabache les siguió. Naomi, Jun y Kenji se acercaron a Atsushi - ¿estás bien?
- ¿te pego?
- ¿te amenazo?
- ¿te mordió?
- Chi-chicos está bien, solo saludo - respondio Atsushi a sus compañeros
- ¿saludar?
- Creo que le agrado porque soy compañero de Dazai-san y su esposo es Chuuya
- Tendría sentido
- Quizá si
- Pero jamás lo habíamos visto saludar, ni nada parecido.
- Supongo, yo tampoco sé – respondio el albino sonriente.
- Bien, todos. Vamos a comer – dijo Kunikida
- ¡si!
Atsushi guardo su papeleo y fue al comedor, allí, Higuchi se acercó al albino en cuanto lo vio - ¡Atsushi!
- Oh, buen día Higuchi-san
- Quisiera comer contigo en privado
- ¿pasa algo?
- Escuche que sabes muchas cosas
- Bueno, sí, tengo un vasto conocimiento de diferentes cosas
- ¿de pociones?
- Si, conozco
- ¿puedes aconsejarme?
- Sí, claro – le sonrió.
- Te veo en la azotea
- Correcto.
Higuchi se marchó, Atsushi tomaba su comida cuando Gin Akutagawa apareció. Jalo la manga de su camisa y el albino la miro – oh, Akutagawa-san, ¿Qué pasa?
- Necesitamos... hablar
- Ouh... Que linda es tu voz – la azabache le tapó la boca
- Vamos – el albino asintió.
Gin se llevó al albino. Tachihara quien estaba solo con Hirotsu vio aquello - ¿deberíamos hacer algo Hirotsu-san?
- No te metas y come
- Sí señor.
En una mesa apartada. Gin y Atsushi se sentaron juntos – veras... Yo tengo número
- ¿en verdad?
- Y sé quién tiene el par
- Felicidades
- Pero está enamorada de mi hermano
- ¿Enamorada de tu hermano? – Atsushi reacciono - ¿Higuchi?
- Si... - añadió sonrojada. – Quiero conquistarla, que me vea. ¿podrías ayudarme?
- ¿Por qué no le dices tú numérico?
- No quiero que llegue conmigo solo por un número, quiero que me vea
- Comprendo Akutagawa-san
- Dime Gin, por favor
Atsushi le sonrió – Gin-san, te ayudaré – Gin sonrió y abrazo al albino.
Después de aquella platica, Atsushi subió a la azotea con Higuchi, esta iba a medio almuerzo – tardaste
- Perdón, fui interceptado – dijo sonriente – entonces ¿en qué puedo ayudarte?
- Una poción de amor
- ¿amor? ¿vas a dársela a alguien?
- Sí, quiero conquistar a alguien antes de que me lo ganen
Atsushi sonrió - ¿Quién es?
- Tú ya sabes, Akutagawa-senpai
- Oh... - le sonrió – pero tiene una hermana, ¿Cuál de los dos?
- Yo solo tengo ojos para senpai.
- Pero dijiste que Gin era increíble
- ¿me vas a ayudar o no? – se quejó.
- Te ayudo, te ayudo. – le sonrió – pasa por mí en la noche, te llevaré a comprar lo necesario
- De acuerdo. Cuento contigo
Higuchi se levantó y Atsushi suspiro, en cuanto la chica salió de la azotea Atsushi miro al cielo rojizo – quizá lo mejor sea seguirle la corriente, no tiene que ser de amor.
Higuchi por su lado se quedó contra la pared del primer piso – lo sabía, ese chico quería que me olvidará de Senpai, ¿hacerme pensar en Gin? Digo, si es hermosa pero... No, no, yo solo tengo ¡ojos para senpai!
Acercándose la noche, Atsushi terminaba su papeleo, apago la luz de su escritorio cuando vio por la puerta, estaba Dazai sonriente, junto con Chuuya y muy aparte pero allí también, Akutagawa. – Buenas noches – dijo el albino a los tres adultos.
- Atsushi-kun, te traje un regalo – menciono extendiendo la bolsa
- Oh, gracias Dazai-san – sonrió tomando la bolsa
- ¿no lo abrirás? – pregunto Chuuya
- Ah, es que yo...
- ¡Atsushi! – escucharon la voz femenina y fue cuando les vio - ¡OH! ¡Akutagawa-senpai! Esta devuelta, bienvenido
- Silencio Higuchi – hablo frio el azabache.
Higuchi llevaba el cabello suelto en está ocasión, y su saco había quedado guardado. Lucia perfectamente bien.
- ¿Qué haces aquí Higuchi? – pregunto Chuuya
- Oh – tomo el brazo del albino – tengo una cita con Atsushi
- ¡¿CITA?! – dijeron los tres adultos
- Lo siento – le sonrió Atsushi – los veo mañana
- Vamos, vamos o cerraran – decía Higuchi jalando al albino
- Higuchi-san, no me jales – se quejó yendo con la chica.
Los tres adultos se quedaron congelados antes la ocasión, aunque Dazai y Chuuya voltearon a ver a Akutagawa. Esté tenía el ceño fruncido – la va a matar
- Claro que lo hará.
- ¿hacemos persecución?
- Hagámoslo
Dazai y Chuuya tomaron a Akutagawa de sus brazos y comenzaron a perseguir a Atsushi y Higuchi. La noche era joven. Siguieron a los chicos hasta la casa de pociones de Katai – conozco esté lugar, el dueño es la pareja de Kunikida – dijo Dazai
- Deja de hablar de ese idiota rubio
- Chuuya, ¿Cuándo entenderás que Kunikida-kun y yo no tenemos nada?
- Cuando no vea tu culo cerca de él.
- Así me gustan, chiquitos para que me mangoneen
- ¿me van a ayudar? – se quejó el azabache
- Ay ya cásate – se quejaron los dos
- Eso intento, pero está saliendo con la insoportable de Higuchi
- Creí que Higuchi salía con Gin-san – menciono Chuuya
- Incluso yo sé que Gin-san no se atreve a decirle que es su enumerada
- Ooooh
- Por eso Akutagawa la mantiene cerca de las dos
- ¿me ayudarán? – se quejó el azabache
- Si, si perdón
Dentro de la tienda, Atsushi tomo hojas de albahaca, una manzana roja, un bote de fresas, y tres velas rojas mientras Higuchi revoloteaba viendo las pociones – Atsushi, ¿seguro que esto ayudará?
- Claro, puedes preguntarle a Katai
- Como si pudiera contradecirte Atsushi – sonrió Katai – Esté chico, es el mejor haciendo pociones ¿necesitas un caldero?
- No, aún tengo ese que te compré
- ¿Qué harás ahora?
- Poción de amor – menciono sonriente
- Muy bien – coloco todo en un bolsa y se lo dio al albino
La rubia tomo la bolsa impaciente y sonrió - ¿Qué hay que hacer?
- Eso te explicaré pronto Higuchi – le sonrió el albino
Ambos salieron del lugar y el Higuchi le miro - ¿entonces? ¿Cómo la harás?
- Se hecha 3 hojas de la albahaca, la manzana roja pelada y una fresa
- ¿solo una?
- Aja – le sonrió – las tres velas deben formar un triángulo y se dice el ritual
- Se escucha muy complicado... No soy buena en estas cosas
Atsushi sonrió – es normal en una ninfa, si lo sigues al pie de la letra te saldrá bien pero si no, nada funcionará y podrías caer en una pequeña maldición y negarse tu amor por varios años, siete son los que se castigan - le sonrió - sip, siete.
Higuchi trago saliva y le dio la bolsa a Atsushi – por favor, hazlo por mí – pidió
- Pero yo
- ¡Por favor!
El albino volvió a sonreír – de acuerdo, con gusto
- ¿la tendrás mañana?
- No, debe ser hecha un viernes a las 8:00 p.m.
- Entonces... ¿te puedo ver mañana? Solo platicar – le sonrió amable
- Claro Higuchi-san
La rubia sonrió y se fue marcho. Atsushi metió su mano en la bolsa y mordió la manzana – Debería comprar un agua de rosas y ya, huelen igual alas pociones de amor – mordió de nuevo la manzana – Gin-san, hago mucho por ti – dijo al aire. - no es por otra cosa, lo juro - se regaño a si mismo - aaaish ¿a quien engaño? - termino la manzana y suspiro - ni siquiera puedo ayudar a una amiga - se regaño a si mismo - bueno, es que lo correcto es que la una a su numero, sip, Higuchi y Gin deben salir - sonrió para él - no soy niño malo, soy bueno, si que si.
Los tres chicos aun ocultos escucharon todo, Atsushi se marchó y el azabache comenzó a seguirlo – oye, oye – susurro Chuuya tomando su brazo – no lo sigas
- Lo seguiré
- Hará una poción de amor – se quejó Chuuya
- Y yo quiero saber dónde vive
- Suéltalo Chuuya. Oíste a Atsushi-kun, no hará esa poción de amor – Dazai sonrió en grande
- ¿también quieres ver dónde vive? - se quejo Chuuya
- Si, si, si, vamos
- Ok. – menciono cansado Chuuya – vamos
Los tres siguieron al albino hasta unos suburbios, allí se ocultaron ligeramente, unas grandes alas habían caído sobre Atsushi, el chico a su lado, idéntico al albino, ligeramente más alto y de ojos azules, al otro lado, un hombre rubio de ojos azules también - ¿serán sus padres? – pregunto Dazai
- Viste esas alas tan enormes, Atsushi debe ser algún demonio aéreo como ellos – se quejó Chuuya - sus alas eran demoniacas pero eran demasiado perfectas
- Solo hay una opción, debe ser un súcubo - dijo Dazai
- ¿Por eso solo toma leche? – le pregunto Chuuya
- Los súcubos solo atacan en los sueños y esos son sus alimentos, así que todo indicaría que si, Atsushi-kun debe ser un súcubo.
Ambos miraron al azabache – además... De que son muy difíciles de conquistar por que van de hombre en hombre ¿no?
- No me están ayudando – se quejó Akutagawa
Una tercera persona arribo, de alas rojas y enormes. Los tres chicos tragaron saliva – dra-dragón – dijeron los tres inmersos en una gran sorpresa al ver aquellas enormes alas. Era un hombre de cabello blanco y ojos rojos. Esta vez, los tres perseguidores estaban confundidos.
Salieron de aquel lugar, Akutagawa había ido con Dazai y Chuuya, estaban en su dulce hogar de casados. Dazai daba vueltas y vueltas, mientras Akutagawa solo miraba a la nada en el suelo – es que no puede ser un súcubo, es tan tierno y diligente
- Ni siquiera soporta el alcohol
- ¿y que con ese dragón?
- ¿el rubio a su lado que era?
- No tengo ni la menor idea.
- Maldición – se quejó Akutagawa y tapo su rostro.
La pareja de casados se sentó a su lado – Akutagawa, escucha, aun no confirmamos nada
- Sí, estoy seguro que Atsushi-kun debe ser bueno en el sexo – menciono alegre
Chuuya y Akutagawa estaban matándolo con la mirada. Akutagawa suspiro - ¿y que si es Súcubo? – Dijo Chuuya – te gusta ¿no es así? Ese día estabas loco viéndolo. recuerdo claramente tus palabaras "mi corazón no dejo de latir, necesito tenerlo entre mis brazos"
- No paraste de perseguirme para que pudieras tener un encuentro con él
- El amor a primera vista, siempre resulta bien. No te preocupes, Atsushi es buen chico. De ser súcubo debe ser uno especial
- Cierto, cierto. Los sucubus son conocidos por ser locos y arrogantes, Atsushi-kun es un panquecito dulce
Akutagawa volvió a suspirar – quédate aquí – dijo Chuuya. – traeré unas mantas, Dazai, quédate con él
- ¿yo por qué? No vez que no sé qué hacer o decirle, o sea Chuuya le acabo de decir que Atsushi-kun va de hombre a hombre y que es bueno en el sexo
- ¡Osamu!
- Ay si, ya lo intento. – se quejó Dazai
Chuuya fue a buscar una frazada y Akutagawa miro al castaño – Dazai-san, a mi... me gusta ese chico, en verdad, en serio... Me encanta.
- Lo sé, me lo dijiste ese día también.
- No puedo ni hablar con él porque me congelo del pánico, ¿lo ha visto? Es una lindura
- Lo veo todos los días
- Quiero hacerlo feliz...
- Y podrás, pídele una cita
El azabache se sonrojo - ¿pu-puedo?
- Ve a la oficina mañana, llévale una leche de fresas y pídeselo
- ¿Por qué de fresa?
- Las fresas son románticas
- Supongo que si...
El azabache reacciono - ¿Dónde?
- No toma, y si es súcubo no saldrá muy noche por que debe ir a los sueños a tener sexo y
- Dazai-san...
- Ay si, perdón – le sonrió - ¿Por qué no lo llevas por un helado? Escuche de los demás que le gusta mucho el dulce
- ¿al parque?
- Eso es una buena idea.
- Chicos – les llamo Chuuya sonriente – hice té y la mantita está listo
- Oh mi Chuu~ Eres el mejor – menciono abrazando al más bajo.
Akutagawa les miro y sonrió. Miro sus manos ysuspiro – puedo hacerlo, yo también... Quiero amar así.
...
Aaaay es que les repito me gusta esté Akutagawa romanticón pero dudoso del romance y nervioso de hablarle.
me gusta esté Atsushi y Higuchi, usualmente Higuchi es la mala, ¿que piensan ustedes? ¿Atsushi y Higuchi podrán seguir siendo amigos?
¡Gracias por leer!
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