Capítulo 4. Bailes de noche
Todo continuo normal, el fin de semana se acercaba y Dazai tenía una particularidad, cada fin de semana se iba de baile con Chuuya, está vez, pensó en Atsushi. - ¡ATSUSHI-KUN VAMOS A BAILAR!
- ¿E-eh?
- ¡ATSUSHI UNETE AL BAILE! – grito Chuuya desde la puerta
- ¿tu desde cuándo llegaste? – cuestiono Kunikida
- Solo vengo al desmadre, no hablarte cuatro ojos – sonrió Chuuya – Dazai dijo que iba a invitarte, vamos Atsushi.
- Yo... n-no lo sé, debo llegar a casa – menciono Atsushi
Chuuya y Dazai se miraron, se sonrieron y tomaron los brazos de Atsushi - ¡vámonos de rumba! – gritaron ambos llevándose a Atsushi.
- Que satán lo proteja – menciono Naomi.
Atsushi fue llevado por el par de locos. El joven albino evitaba reír, muchas veces fue obligado a muchas cosas pero a ir a bailar, era su primera vez, admitía pasarla bien. Llegaron al bar, donde por sorpresa de Atsushi y de quien los vio, pues si, allí estaba Akutagawa esperándoles junto con Gin, Higuchi, y Tachihara – oigan ¿Dónde está Hirotsu-san? – cuestiono Dazai
- No quiso venir – respondió Tachihara
- Bueno – dijo Dazai – Atsushi-kun, deberás acompañarnos a nosotros
- Yo... simplemente podría ir a casa – menciono el albino
- Nada de casa – dijo Chuuya jalándolo – te vienes conmigo
Chuuya entró al lugar con el joven albino. Dazai inflo sus cachetes - ¡OIGAN NO SOY CELOSO A TRIOS! – grito siguiéndoles.
Higuchi se colgó de Akutagawa, Tachihara invito a Gin a pasar. Así fue como aquel grupo entro al bar. Para sorpresa de los ojos de Akutagawa, su jefe Nakahara tenía al albino en la pista de baile. Dazai estaba sentado a donde todos llegaron. – Dazai-san – le llamo Tachihara – ese chico ¿en verdad es tan serio?
Dazai le miro sonriente – nunca había visto a Atsushi-kun bailar, es bueno ¿no?
- Bastante – dijeron Tachihara y Akutagawa mirando al chico.
Chuuya tomo la mano del albino, esté giro y cayó sobre la cadera del mayor... Ambos reían al son de la canción. Las luces en la pista le hacían olvidar sus obligaciones, la música le envolvió. Atsushi solo estaba disfrutando de ello.
El son comenzó a ser uno lento, a lo que Dazai corrió por Chuuya, Dazai le indico la mesa, Atsushi le sonrió, fue hacia la mesa aunque se sintió nervioso de estar con aquel grupo de asesinos elite. Simplemente se sentó. – Atsushi – le llamo Tachihara – yo soy Tachihara Michizou – se presentó sonriente - ¿quieres beber algo en particular?
Atsushi le sonrió – estaré bien con agua – dijo sonriente – es un placer Tachihara-san
- Yo soy Higuchi Ichiyo – se presentó la rubia – ella es Akutagawa Gin
- Mi hermana – anuncio Akutagawa
- Es un placer conocerlos – dijo el albino sonriente ante todos
Tachihara trago saliva – iré a traerte algo de agua – dijo levantándose. Akutagawa le miro mal pero ya se había ido
- Akutagawa-sempai ¿no quiere bailar?
- No
Gin tomo el hombro de su hermano, Akutagawa sonrió – de acuerdo, vamos Gin
Ambos Akutagawa se levantaron. Higuchi suspiro de mirarlos – son tan bonitos – se quejaba mirándolos. Miro al albino – Atsushi, ¿Qué te parece Gin?
- ¿Akutagawa-san?
- Llámala Gin, si dices el apellido me confundo
- Oh disculpa, Gin-san, parece una chica callada
- Lo es, pero es súper linda, y su hermano tan poderoso y único
Atsushi comenzado a reír – te gusta ¿verdad? – pregunto sincero y Higuchi se sonrojo
- Es el amor de mi vida – menciono Higuchi y luego bajo la cabeza
- ¿Qué pasa?
- Estoy enumerada, y sé que Akutagawa-senpai no tiene numero
- Pero... leí que los números solo son la mejor apuesta de compatibilidad – le sonrió – el amor se crea por lo que uno vive por la persona ¿no crees?
Higuchi se acercó tomando la mano de Atsushi – tú me agradas mucho
- Y tú a mi Higuchi-san
- Aquí está tu agua – dijo Tachihara quien volvía
- Gracias – el albino abrió la botella y por fin pudo tener algo de agua
- Higuchi-san ¿quieres bailar?
- Sí, claro – miro a Atsushi - ¿vienes?
- En un momento, aún tengo sed
- Claro
- Te esperamos
Ambos salieron a la pista de baile, Atsushi se quedó en la mesa, sonrió viendo la botella – es la primera vez que bailo tan divertido – menciono así mismo alegre – quisiera quedarme así siempre. – Volvió a tomar agua cuando Akutagawa apareció a su lado. El albino casi se ahoga con su agua, comenzó a toser y le miro - ¿ne-necesitas algo? – pregunto.
El azabache extendió su mano - ¿bailas?
Atsushi volvió a tragar, está vez fue saliva, la canción era lenta, la conocía era de uno de los populares demonios de la música, "Sonata claro de luna" Atsushi conocía esa canción, tantas horas de práctica, tanto que la odio por tantos años, y hoy la tenía presente en sus oídos con una mano diferente. – ¿entonces? – insistió el azabache.
Atsushi trago saliva por última vez y tomo la mano del azabache, era fría. El azabache lo jalo levantándolo de su asiento, sostuvo su cintura firme sin soltar su mano. Sus ojos volvían a encontrarse, Atsushi tomo su hombro. Y así fue como comenzaron a bailar en un vals.
Higuchi y Tachihara habían regresado, Gin se había sentado desde que su hermano intercepto al albino, a ellos llegaron Dazai y Chuuya. El mayor chiflo viendo al par de chicos – ese dúo sí que baila románticas
- No había visto así a Akutagawa-kun – Dazai miro a Gin - ¿y tú? – la azabache nego con su cabeza – Creo que nuestro perro del diablo se ha enamorado.
Higuchi se sorprendió de ello, miro al par de chicos que disfrutaba de su vals, se miraban a los ojos sin dispersar sus orbes, jamás había visto así a Akutagawa. Trago saliva, tomo su bebida y bebió de su margarita – hablando de Atsushi – dijo Tachihara - ¿Qué especie es?
- No lo sabemos
- Tengo una teoría – dijo Chuuya – creo que es el hijo de alguno de los doce de nuestro Señor Satán
- ¿tú crees?
- El otro día, sano a Dazai solo poniendo sus manos, ese poder solo lo tienen los 12 y uno que otro curandero
- ¿medico brujo? - pregunto Tachihara
- o un chamang - menciono Chuuya
- Quizá tengas razón Chuuya – dijo Dazai – Atsushi-kun tiene influencia para estar donde está
- Quizá y hasta es amigo del príncipe
- El hijo de nuestro señor Satán, Abadon. ¿alguien lo conoce? – pregunto Higuchi
- Ese es uno de los más grandes misterios en todo el infierno – se quejó Chuuya – me pregunto cómo serán
- Sean como sea, nos protegen
- Así es
La música termino, Atsushi se encontraba sonrojado, arreglo su cabello y fue a la mesa, el azabache simplemente le siguió después de unos segundos de quietud. La música estruendorosa volvió a comenzar – Dazai-san, Nakahara-san, Tachihara-san, Higuchi-san, Gin-san. – le miro y trago saliva – A-Akutagawa. – Miro a Dazai – debo irme, me esperan en casa
- ¿Quién te espera Atsushi? - pregunto Tachihara
- Si, podemos llevarte – añadió Higuchi
- Ah, no es nada. Mi... papá – les sonrió
- ¿vives con tus padres?
- Solo papá – menciono sonriente – es un hombre ocupado y dijo que iría hoy a la media noche
- Está bien, te llevo – dijo Dazai
- Oh, no, no, no, así estoy bien – se inclinó – gracias por todo, bonito fin de semana.
Atsushi se marchó y Dazai suspiro – en serio quiero saber más de él
- Todos amor, todos.
Atsushi había llegado corriendo a su casa, era un departamento normal de los suburbios inframundiales. Estaba en un tercer piso, de cinco pisos. Era un departamento amplio y alto. Atsushi gustaba de tenerlo con flores infernales y poster de sus bandas favoritas, pero sobre todo, peluches que su padre le había comprado a lo largo de su vida.
Sacudió sus zapatos al llegar y se los quito - ¡Atsu! – grito una voz peculiar.
Un hombre idéntico a él de ojos azules – papá, me ganaste
- Bienvenido a casita – le sonrió.
- Gracias, estoy en casita.
Abadon era su nombre, el rey del inframundo
– ¿Dónde está papá? - preguntó el menor
- Chales salió con sus amigos – se quejó. - ¿Cómo te está yendo a ti?
- Bien, mmm... Bebí alcohol el otro día
- Somos bajos en alcohol
- Sí, es que la revolvieron con mi lechita, parece que quieren saber quién soy
- Es normal pequeño hijito, si supieras cuentas veces fingí y me oculte
- Esto de que actué como un demonio normal a veces es difícil papá
- Lo sé, pero así nos tocó vivir – se quejó – siendo de la realiza tendríamos cientos de beneficios, trabaja duro y honrado, los súbditos no saben nada de nosotros, si ellos supieran quienes somos simplemente se quejarían o nos darían todos los permisos. Es mejor así ¿no has aprendido más?
- Si, aprendí muchas cosas ¿sabías que en la oficina no están todas las horas laborales? Solo algunos y luego descansan, pero siempre están todos a la hora pico para atender todo
- Si te hubieras presentado como el príncipe del infierno seguro que todos estarían allí padeciendo de aburrimiento
Atsushi comenzó a reír – sí, así es – le sonrió – hoy... vi-vine de un club
- ¿bebiste?
- No, solo agüita. Baile
- Uuuuy ¿usaste los pasos reales?
- No, bueno si, bueno no
- ¿sí o no?
- Ha-hay un demonio...
- Atsushi, sabes que no debes ilusionarte con demonios
- L-lo sé. – mordió su labio – es que lo veo a los ojos y... son grises, oscuros, de cierta forma... siento que podrían iluminar un camino lleno de penumbras
- ¿Por qué?
- No lo sé, es tan chico malo, frio y espeluznante
Abadon comenzó a reír – me alegra escucharte así pero recuerda, nosotros no tenemos numéricos, y al menos que ese chico sea digno de realeza, solo debe enamorarse de ti, su número se cancelará. Pero si recibe numérico
- Si lo sé... No puedo interferir entre numéricos – se quejó – aún no tiene, ¿eso significa algo bueno?
- Quizá, pero hijo, no te ilusiones tanto. Yo tuve suerte con Charles pero sabes bien que nuestra familia siempre ha conseguido matrimonios arreglados para continuar nuestras generaciones
- Papá Charles es genial
- Lo es ¿verdad? Lo amo tanto – menciono sonriente
- Yo también... Quiero amar mucho a alguien papá
- Y yo te dejaré Atsushi, simplemente no digas lo que eres, no hasta estar completamente seguro
- Si papá...
- Vamos a cenar
- ¡sipis!
...
Abadon ya es parte de mis personajes selectos como lo son Toru y Sousuke. Ryushi y Atsuke. Así que no duden en topárselos de vez en cuando...
¡Gracias por leer!
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