Capítulo 29.
Abadon llego corriendo y abriendo la puerta como si fuera la suya, Charles le seguía, entraron a la casa y fueron directo a los mayores – mamá, papá
― Suegros
― No les permitimos venir a molestar a Atsushi y mi yernito
― Cierto, no pueden hacerles esto y
Miraron mejor, los cuatro jugaban monopoly en la mesa de la sala - ¿Qué... hacen? – pregunto Abadon
― Jugamos suegrito – dijo Akutagawa burlón.
Abadon se sentó aliviado y Charles abrazo a Atsushi – estábamos tan preocupados...
― Bueno, hablamos
― Me gustan las leyes que está imponiendo tu hijo – dijo Lucy a Abadon – será un gran rey cuando tome el trono
― Y su esposo es bastante siniestro, estamos orgullosos de tu pareja – dijo Moon
― Por cierto – les hablo Atsushi alegre – estoy esperando un bebé.
Cuando fue bastante raro, más para Charles que fue despreciado por muchos años y su hijo fue ignorado, allí estaban los seis disfrutando de un juego familiar, habían decidió hacer eso una vez a la semana humana, cada que Lucy y Moon llegaran al mundo demoniaco. Así que tenían bastante tiempo para pasarla en familia.
Regresando a su día a día. Atsushi revisaba unos papeles de los contratos del azabache, Tanizaki llego a él – Atsushi
― Tanizaki-san ¿dime?
― Creo que... necesito platicar de algo contigo
― ¿si? Dime
― No aquí
― Oh... - se levantó – vamos
Habían ido al baño de la empresa, estaban en espera cuando Tanizaki escucho la alarma, ambos se acercaron a ver el caldero – aay... ay ay ay
― Tanizaki-san, estas
― Si ya sé... - suspiro – ¿Cómo le digo a Tachihara?
― Solo ve con él y dile: "Amorcito, vamos a hacer papás infernales"
― Lo dices tan fácil. ¿Cómo le dijiste a Akutagawa?
Atsushi sonrió recordando aquello – pues... fue un momento lindo, la verdad... Yo no le dije nada
― ¿Qué?
― Akutagawa despertó un día...
Un mes atrás.
Akutagawa y Atsushi estaban durmiendo tranquilamente cuando el azabache despertó intranquilo, miro al albino y lo abrazo despertándolo – Ryu, ¿Qué pasa?
― Tendremos un bebé...
― ¿eh?
― Tendremos un bebé – repitió abrazando al albino y besándolo – revisa si quieres
Atsushi se sonrojo, después de una prueba rápida en el caldero, se dieron cuenta, Atsushi tapo su boca y miro al mayor - ¿co-como lo supiste?
― Te lo había comentado, soy un demonio de tela
― Aja
― Siempre sabemos cuándo los hilos se juntan – añadió sonriente.
Atsushi le sonrió y lo beso.
Actualidad.
― Eso suena hermoso...
― Si, Akutagawa dice que puede sentir como nuestro bebé se va formando hilo por hilo
― Vaya... Debe ser escalofriante
― Lo es – menciono emocionado. – ya quiero verlo crearse en el espacio maldito
― Será hermoso Atsushi...
― Ahora volviendo a ti
― Cierto
― ¿Qué tal como una sorpresa?
― ¿Qué?
― Solo... sígueme
― Ok...
Después de un par de planes, y algo de papel mache... Atsushi fue a la sección de demonios por contrato, allí vio a Akutagawa como solía ser, siendo el rey de su pequeña bandita, la cual ahora el departamento de contratos no temía. – Ryu, Ryu – le llamo alegre el albino haciendo al azabache mirarlo.
Akutagawa aun serio se acercó al menor y acaricio su cabello - ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?
― Para nada, quería hablar con Tachihara
― ¿para qué quieres a ese inútil?
― Detente celoso psicópata, simplemente le hago un favor a Tanizaki, agradece que te hable a ti primero
― No juegues con tu suerte Jinko.
― Probaré algunas ruletas – dijo burlón y se asomó hacia el grupo de demonios – Tachihara-san
― ¿Qué sucede? – pregunto el pelirrojo desde donde estaba
― Tanizaki-san me pidió que viniera por ti, lo que sucede es que empezó a sentirse muy mal y solo llamo por ti, parece estar en la enfermería
― ¿Qué? Voy para allá.
Tachihara comenzó a correr, Higuchi iba a ir pero Gin la detuvo - ¿Qué pasa? ¿No vez que Tachihara está en problemas?
Gin solo le miro y miro a Atsushi – él trama algo
― ¿eh?
― Conozco el rostro travieso de mi cuñado – explico Gin
― Comprendo... - Higuchi fue por Atsushi - ¡oye Atsushi!
Mientras los menores jugaban, Tachihara corrió hacia las oficinas de la doctora Yosano, entró como loco sin fijarse en nada y claro sobre él cayo un bote de Moho morado y pantanoso. Tachihara miro alrededor, frente a él estaba Tanizaki – Jun... ¿esto....?
― Felicidades – dijo sonriente Tanizaki.
Tachihara corrió a abrazarlo, para ellos, aquello era una maldición de nacimiento. El moho venía de los pantanos de los bebés fallecidos, claro para un demonio era celebración.
Todo en la vida demoniaca estaba mejorando poco a poco o quizá debería decir... Maldiciendo día a día.
Aquel día ambos departamentos celebraban, Tanizaki y Tachihara habían quedado en acuerdo de casarse en esa semana, y claro, todos evitaban que comieran sesos de monos, querían bebés sanos.
Primero que nada, Tachihara se llevó a Tanizaki a su casa a partir de ese día, a pesar de ser siamesas, Naomi estaba bien con su amiga Haruno. Pero en las oficinas altas había una junta respecto a todo esto. Entre ellos, los líderes, Ougai Mori, Fukuzawa Yukichi, Oda Sakunosuke y Ango Sakaguchi debían llegar a un acuerdo con el encargado de toda la empresa, el presidente Natsume.
― Señor, creo que todo va de acuerdo a las necesidades de nuestros empleados – decía Ougai
― No te engañes querido Ougai, sabemos que tenemos la realeza en esta empresa. Necesito resultados, y necesito presupuesto. ¿alguien sabe que planea hacer el príncipe?
― Hable con la pareja real hace unos días – mencionaba Oda - aseguraron que él tomará un descanso por el parto, pero el señor Akutagawa seguirá laborando, sobre todo porque el príncipe ama el olor a humano en él
― Parece que mi pequeño demonio es demasiado para el príncipe – dijo burlón Ougai
― Señor, con respecto a Akutagawa, creo que debería tener una prologa cercana al parto – menciono Sakaguchi.
― ¿motivo?
― Es uno de los mejores asesinos, sus contratos son largos y rápidos, algunos son constantes, creo que el príncipe odiaría quedarse solo en el parto
― Tienes una buena idea – suspiro el presidente – bien, quiero que hablen con sus respectivos empleados, podemos suponer cosas de su embarazo pero no podemos opinar nada, sin olvidar que ellos son la realeza.
― Si presidente – respondieron todos.
Mientras tanto en la oficina, Atsushi veía telas con Tachihara para completar su boda. – El matrimonio es lo mejor de todo – decía Atsushi – quedas maldito al estar atado con alguien por toda la eternidad
― Eres todo un romántico Atsushi
― Terminemos lo de tu boda Tanizaki, quiero ir por Ryu
― ¿y eso?
― Iremos a ver cosas para el bebé con su hermana
― Qué lindo... ¿debería hacer lo mismo?
― Oye, yo tengo casi dos meses, tú empiezas, relájate. Concéntrate en tu boda
― Que nervios
― Atsushi - había sido llamado por su jefe
― ¿Si presidente Fukuzawa?
― Necesitamos hablar un momento sobre tu embarazo
― Si, voy
Atsushi fue con el mayor a su oficina, no era gran cosa pero Tanizaki no quería estar solo. Aun así, pudo ver una tela perfecta para la ocasión, sonrió amplio de ello.
― Atsushi
― ¿si?
― Sobre tu embarazo y los acuerdos...
― No se preocupe presidente, será como ustedes nos digan – dijo sonriente – conozco mi posición y no pienso usar mi "lugar" para cambiar algo, mi amigo Tanizaki está en lo mismo y no quiero desigualdades
― ¿seguro?
Atsushi sonrió amplio – ustedes son mi familia, igual que Tanizaki-san, les agradezco muchísimo estar conmigo y mi bebé
― Gracias a ti por querernos tanto, pequeño Atsushi.
Su sonrisa iluminaba todo el lugar.
...
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