Capítulo 25. Sobre bebés...

Seguían pasando los días, Atsushi estaba completamente bien, el trabajo era genial, aun no regresaba Chuuya pero Dazai si, Atsushi acostumbraba acompañar a Dazai por que amaba ver las fotos de Osuya. – Atsushi-kun, ¿te gustaría ir a mi casa a cenar hoy? – pregunto Dazai con el menor viendo su celular

― ¿eh? ¿puedo? ¿Chuuya no debe estar en reposo?

― Una cosa es reposo y otra cosa es no hacer nada. Chuuya está aburrido, sería genial si vas a ver al bebé

― Me encantaría, ah... Debo decirle a Ryu

― Claro, claro pero vamos

― ¡si

Atsushi ya estaba acostumbrado a escabullirse a la sesión de contratos y claro, ya el personal estaba acostumbrado a él. Aunque el solo se quedaba en la puerta hasta que el azabache llegaba a él – Jinko ¿Qué pasa?

― Voy a ir a cenar a casa de Dazai-san

― Oh, eso es perfecto, de hecho el jefe me pidió llevarle unas cosas a Chuuya-san, ¿crees que pueda acompañarlos?

― Claro, le diré a Dazai-san

El menor miro alrededor, sonrió y se levantó ligeramente para besar al azabache – llevemos cositas bonitas para Osuya

― Cla-claro.

Ya más tarde, por la noche, Atsushi, Akutagawa y Dazai llegaban a casa del mayor. Los fantasmas faraónicos tomaban sus cosas y Chuuya los saludo al verlos - ¡Chicos! – no saben cómo los he extrañado

― ¡Chuuuya! – grito Atsushi para abrazarlo

― ¿Cómo están tú y el bebé? – pregunto Akutagawa

― Muy bien gracias, el jefe dijo que me traerías papeles

― Así es

― Trabajo, trabajo y más trabajo – dijo Dazai

― ¿y el bebé? – pregunto Atsushi emocionado

― los fantasmas cambian sus vendajes – dijo Chuuya y miro hacia la escalera – fipfip

― bebé momia, no se puede evitar – dijo sonriente Dazai abrazando a Chuuya

― oye, también es un espectro gravitatorio – se quejó Chuuya

― si, si pero sigue siendo momificado

Los fantasmas traían al bebé, Atsushi se emocionó solo de verlo, Akutagawa le miro, Atsushi ya llevaba así varios días; los fantasmas le dieron al bebé al albino, este acaricio su nariz y miro a los padres – ya casi pierde su esencia negra

― si, una vez mi papá me conto eso, nuestro cuerpo llega después de los seis meses – decía Chuuya – por ahora solo es una masa negra de gravedad preciosa

― lo es

Chuuya y Atsushi seguían hablando del bebé cuando el castaño se acercó al azabache – entonces... ¿Aun no quiere un bebé?

― Lo quiere pero no lo quiere

― ¿Cómo?

― El otro día hablamos de esto pero comenzó diciendo lo lindo que sería y que quiere, pero término hablando de dinero, herencia y problemas de tiempo. Es como si lo quisiera tener ya pero creo que no se siente listo

― Solo tiene muchas cosas en su cabeza, él es el príncipe de esté reino demoniaco, heredará el trono algún día, y eso también vendrá para su hijo. ¿no has pensando en eso?

― No del todo... - suspiro – estaba tan nervioso cuando mi suegro me hablo sobre todo eso de la regla sobre tener bebés...

― Te seré sincero, en algún punto mi padre me menciono al príncipe, quería que me casará con él.

― ¿Qué?

― ¿Qué? Éramos soleteros. Cuando conocí a Atsushi-kun era un niño pequeño, tenía solo 35 y su cabello era rubio

― ¿Cómo el de Charles?

― Si, también su piel era negra. Por eso no lo reconocí cuando lo conocí en las oficinas pero sabía que tenía algo, digo, sus ojos son únicos

― Supongo que sí, entonces ¿Qué paso?

― Simplemente nos saludamos, mis padres y sus padres cenaban, platicaban mientras nosotros solo estábamos allí. Lo supimos de inmediato, no estábamos interesados

― ¿Por qué me dice esto?

― Porque quiero que entiendas, el destino de Atsushi es ese, ser rey, cuidar del reino, cuidarnos a todos, y tener herencia que hará lo mismo, piensa que también significa buscarle un buen esposo.

― Creo que entiendo lo que quiere decirme

― Entonces, simplemente debemos quedarnos así, dejar el tiempo pasar y – miraron a los dos chicos con el bebé – simplemente debes adorarlos

Akutagawa suspiro y miro al castaño – gracias Dazai-san, es mejor hablar con usted es mejor que mi suegro

― Es que Abadon es bastante explosivo ¿no?

― Eso que ni qué.

Esa misma noche, cuando la pareja protagonista volvía a casa, el azabache tomo la mano del menor – Ryu ¿Qué pasa?

― He estado pensando algunas cosas, ya sabes...

― ¿si? ¿Qué cosas?

― Deberíamos hablar mejor el tema de bebés

― ¿e-eh? ¿Por qué? Ryu apenas nos casamos

― Aaay vamos, ya tenemos 6 meses desde que nos casamos y si hablamos de tiempo, ya llevamos un año, se acerca tu cumpleaños ¿lo olvidas?

― S-si e-es que aaam...

― Atsushi, ¿estas nervioso? Sabes que no vas a subir al trono pronto, ni siquiera estar cerca, quizá y nunca lo hagas ¿no crees?

― Lo he pensado... e-es que me pone nervioso todo esto

― Lo sé pero te veo, tú quieres un bebé ¿verdad?

― S-si me gustaría... pero pienso en todo lo que conlleva

― Podemos hacer algo para prepararnos

― ¿Cómo qué?

― Vayamos a charlas, y aprendamos de bebes demoniacos, escuche que los humanos hacen cosas así con sus bebés

― ¿deberíamos? – le sonrió emocionado - ¿y si vamos al mundo humano?

― No señor, tú no vuelves al mundo humano

― Oh Ryu, no pasa nada si voy por un día o dos

― No lo sé Atsushi ¿estarás bien?

― Lo estaré, pidamos permiso a los jefes. ¿te parece? Le diremos a mi papi y todo

― Bueno... Eso suena muy bien

Akutagawa y Atsushi se sonrieron, pensaban mucho antes de actuar pero todo parecía que podría salir bien.

A la mañana siguiente, Atsushi y Akutagawa fueron temprano a sus puestos ¿Por qué? Bueno querían toparse temprano con los jefes, y lo hicieron. Habían llevado café para ellos aunque lo último que querían era café. Unos momentos antes...

― Yukichi, ya ha pasado un tiempo

― Estamos en la oficina

― Yukichi... - le sonrió abrazándolo de la espalda

― ¡jefe! – gritaron los menores haciendo a Mori soltar al mayor. Claro que los menores los vieron. Atsushi se sonrojo

― ¿Qué hacen aquí tan temprano?

― Que-queríamos preguntar algo

― Pero sigan, volvemos después – añadió Atsushi tomando a Ryunosuke

Un filoso cuchillo paso al lado de Atsushi – hablen, pequeños príncipes – dijo Mori con una mala aura

― Jefe, Atsushi y yo estamos pensando todo sobre bebés y esas cosas

― El príncipe debe dar un hijo, eso es cierto – menciono Fukuzawa serio

― Si, bueno... ¿podemos ir a charlas en el mundo humano?

― ¿charlas? – preguntaron ambos mayores

― Si, de bebés

― Los bebés humanos y lo demoniacos no son muy diferentes – menciono Mori – la diferencia de especie es lo que determina el parto, pero de allí en fuera tienen la misma forma de crecer hasta sus primeros cinco años cuando comienzan a crecer más y luego tomar sus habilidades de demonios

― ¿entonces pueden ir? – pregunto Fukuzawa mirándolo. Ougai se sonrojo

― De acuerdo, pueden ir, pero regresan. Avisaré de esto al rey

― Claro – respondió sonriente Atsushi – muchas gracias jefes

― Por cierto, trajimos café – Akutagawa uso a Rashomon haciendo que les dejará el café en sus manos

― Ahora pueden continuar con su sexo mañanero

Akutagawa solo jalo a Atsushi fuera de la oficina, Ougai esta vez no pudo evitar reír. Fukuzawa suspiro y tomo el café – vamos Yukichi, el príncipe nos dio una orden

― No tergiverses las cosas 

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