Capítulo 20. Los invitados
― ¡MI PRECIOSO BEBÉ! ¡POR FIN TE CONOZCO MI TERRONCITO DE AZUCAR MORENA! – gritaba Fyodor abrazado de una masa negra. Chuuya estaba al lado de brazos cruzados
― ¡YA SUELTALO PADRE! – grito Dazai - ¡NOS HICISTE SACAR AL BEBÉ SOLO PARA ESTO! – Grito molesto
― Dijo que era una emergencia
― Lo es – escucharon a Charles y trago saliva – hola chicos...
― ¿Quién es usted? – pregunto Chuuya
― No es el rey
― Ten más respeto por Madam –se quejó Fyodor – Madam, él es mi hijo, Osamu Dazai y esté es su esposo, Nakahara Chuuya. – miro sonriente la masa negra – y está cosita bonita es mi nieto, pronto nacerá.
― ¿Qué está pasando padre? – pregunto Chuuya a Fyodor
― Verán... - les miro serio – Atsushi fue secuestrado
― ¡¿QUÉ?! ¿CÓMO?
Akutagawa llego detrás de Charles – Suegro Charles, el rey Abadon está comunicándose
― ¡vamos! – dijo Charles siguiendo a Akutagawa
Chuuya trago saliva – suegro, ¿Qué está pasando? – pregunto al mayor.
― Verán... parece que podríamos tener una guerra entre reinos por el secuestro del príncipe – menciono – y bueno, el lugar más seguro de la ciudad es el castillo, por eso quería a mi nieto aquí, eso y... bueno, mi nieto es un contenedor de energía
― ¡¿PIENSAS USARLO PARA SALVARNOS?! – grito Dazai molesto - ¿Por qué siempre eres así? – se quejó molesto, en verdad molesto.
― No es así hijo, tu hijo absorberá la energía de reyes, deberías pensar en su futuro, podría ser el próximo príncipe.
Dazai apretó sus manos, Chuuya llego con él – Osamu, cálmate, tu padre tiene razón, este lugar es el más seguro...
Mientras tanto, con Akutagawa y Charles, estaban frente a una esfera de viento que llevaba Michelle – entonces, resulto que él tampoco sabe nada, regresaremos al primer infierno pronto, por favor esperen por nosotros, Charles, te juro que encontraré a Atsushi.
― Sé que lo harás cariño, vuelve con bien.
Su llamada termino y Akutagawa sostuvo a Charles – suegro Charles – le llamo el azabache. Charles se sostuvo tomando su cabeza
― Estoy bien... Estoy bien...
― Lleva muchas emociones mi segundo rey – dijo Michelle – permítame darle algo de sueño, necesita descansar
― No, no hasta que llegue mi esposo, necesito verlo
― Está bien, estaré esperando por ustedes – respondió Michelle
― Déjeme ayudarle – pidió Akutagawa ofreciendo su mano.
Akutagawa ayudo a Charles a volver al salón principal del palacio, allí Fyodor fue a su ayuda dejando a su nieto, conocía bien sus obligaciones. No había mucho, Chuuya no le quitaba el ojo a su bebé. Lograron dejar a Charles bien sentado en la sala de estar, allí Akutagawa miro a sus compañeros – Dazai-san, Chuuya-san, me alegra que estén bien
― Quisiéramos decir lo mismo – dijo Chuuya – es una pena lo del pequeño Atsushi...
― Estará bien, no es un demonio cualquiera. – menciono Akutagawa – pero muchas gracias por sus deseos.
Minutos después un resplandor llego a la sala, era la primera vez que se veía aquello, el mismo Fyodor estaba asombrado de ello. El primer Rey, Abadon, el tercer Rey, Leviatán, y el quinto Rey, Satanás.
Abadon se sorprendió de ver a sus invitados pero aún más de ver la condición de Charles. – mi amado Charles, ¿Cómo te encuentras?
― Tengo emociones encontradas, fue el diagnóstico de la bruja Michelle. Estaré bien pronto, solo es preocupación por mi bebé.
― Madam – dijeron Satanás y Leviatán inclinándose
― Lamentamos mucho lo de su hijo – dijo Leviatán
― Si es algo que hizo al primero ir a mi infierno, es algo malo. Encontraremos al culpable, y lo mataré, golpearé, degollaré
― Entendimos – se quejaron Abadon y Leviatán.
― Leviatán, Satanás, les presentare a mi yerno, esposo de mi hijo y segundo príncipe. – menciono señalando a Akutagawa – su nombre es Ryunosuke.
― Hueles a carnada fresca chico – dijo Leviatán sonriente
― Yo ni tengo hijos – se quejó Satanás de brazos cruzados.
― Un placer – menciono Akutagawa con una reverencia y firmeza
― Ooooh – expresaron ambos reyes y miraron a Abadon – buena elección
― Gracias
Akutagawa había podido ver mejor todo, había de alguien que seguía dudando, miro a Shibusawa llegar y atravesó a los reyes ante su presencia – Shibusawa
― Segundo príncipe – dijo sonriente - ¿dígame?
― Tú eres el guardián, dime ¿Dónde está Atsushi? – cuestiono
― Eso es cierto Tatsu, tu siempre lo encuentras – dijo John
― Tienen un punto – menciono Abadon, pero dudo que pueda encontrarlo entre reinos – añadió
― Es correcto eso majestad, de poder hacerlo hubiese ido directamente a él – contesto Shibusawa.
― Es cierto, no pudiste encontrarnos en el mundo humano – menciono burlón Akutagawa – de habernos encontrado hubiera ido directamente por él, y me lo hubieras arrebatado y asesinado
― Príncipe, eso ahora ha cambiado
― Incluso cuando te enteraste de nuestro matrimonio, estabas furioso – menciono acercándose más
― Lo sé, hice mal
― Y te fuiste por un tiempo
― Estuve meditando
Francis se acercó, Fyodor lo detuvo, y le sonrió. Francis trago saliva. Akutagawa siguió acercándose a Shibusawa – y luego interrumpiste en nuestro hogar, dispuesto a todo, incluso poner veneno en mi comida
― ¡falso!
― ¡CIERTO! – gritaron Chuuya y Osamu levantándose
― ¡¿Atentaste contra el segundo príncipe?! – gritaron Leviatán y Satanás
Shibusawa miro a Abadon – mi señor, usted conoce bien mi lealtad, jamás dañaría a Atsushi.
― Conozco perfectamente tu lealtad Shibusawa – dijo Abadon haciendo sonreír a Shibusawa. – Francis, Fyodor, encarcélenlo
― ¡¿Qué?! - Grito Shibusawa.
Ambos tomaron a Shibusawa con rapidez - ¡mi rey! ¡Esto es injusto! Jamás lo traicionaría, mi lealtad a Atsushi, ¡YO SOY COMPLETAMENTE FIEL AL PRINCIPE ATSUSHI
― Llega a obsesión – dijo Abadon – si, acepto que atientes ante el segundo príncipe, pero no a la felicidad de mi hijo. – miro a Francis y Fyodor – llévenlo a las celdas especiales, más tarde hablare con él.
Francis y Fyodor se llevaron a Shibusawa, Abadon se acercó a Akutagawa - ¿estás bien con esto?
― Si el no aparece donde sea que esté Atsushi, será soltado
― ¿Por qué estás tan seguro?
― Tengo unas opciones: 1. Tendrán miedo. 2. Atsushi tendrá mucha hambre y temerán que le pase algo al príncipe. 3. No podrán controlarlo.
― Buenas opciones, sí que conoces a mi pequeño – sonrió Abadon. Miro a Leviatán y a Satanás – voy a necesitarlos para sacarle información
― Será un placer – sonrieron ambos reyes.
...
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