Capítulo 18. Tercer reino.

Atsushi estaba encerrado en una esfera roja con líquido, no podía ver nada pero podía respirar perfectamente - ¡cuando salga de aquí! ¡Se van a arrepentir! – se quejó el albino pero nadie respondió, no había nada, ni una mancha. Suspiro – Ryu... ven por mí, Ryu...


Por otro lado, los 12 estaban reunidos en el palacio, Akutagawa y Charles estaban expectantes, Abadon estaba furioso - ¿tentáculo? – Dijo molesto Abadon y golpeo la mesa – solo hay una criatura capaz de algo así. Cthulhu, pero solo es invocado por el segundo príncipe, del tercer reino, Lovecraft. El terrorífico.

― Señor, se lo aseguro – dijo Francis – el joven príncipe fue llevado por él, el segundo príncipe fue noqueado. No hay forma de derribarnos a mí y a Shibusawa juntos. Solo pudo ser él

― Imposible... las familias reales desconocen de los hijos... - suspiro Abadon – tendré que ir al tercer infierno, el profundo.

― Iré con usted – dijo Akutagawa – tengo que recuperarlo

― Sería peligroso. Si una familia real sube al primer infierno buscará el trono. A falta del rey, todo recae en el príncipe, y a falta de príncipe...

― Solo quedamos tú y yo Akutagawa – dijo Charles. – Sé que es desesperante, pero quédate conmigo, debemos cuidar el trono por los demás.

Akutagawa trago saliva – bien, me quedaré con mi suegro – expreso el azabache. Abadon se le acerco, beso a Charles y miro al azabache

― Te encargo a mi Charles

― Cuidaré de él como si fuese Atsushi.

― Tampoco exageres eh, no quiero tus dedos sobre él

― Ay ya vete idiota – se quejó Charles – trae a mi hijo devuelta

― Claro – menciono sonriente – quédense en el castillo mientras

Abadon se paró frente a los doce y sonrió – doce, hagamos estrellas.

Los doce desaparecieron, Akutagawa suspiro y vio a Charles – mi pequeño niño... - menciono nostálgico – espero que esté bien

― Claro que está bien Charles, por favor, confié en Atsushi

― Lo haré – le sonrió – mientras podemos pasar el tiempo juntos como familia

Akutagawa trago saliva, jamás había pasado tiempo con alguien que no fuera su hermana o Atsushi.

Charles lo tomo de su brazo y sonriente se colgó – vamos a la cocina, haré un rico pastel de tripas y sangre negra de bruja. – menciono. Akutagawa solo trago saliva y lo siguió.

Mientras tanto, en las profundo y oscuro del cuarto infierno, donde el líquido se respiraba y los demonios tenían más forma de diferentes peces, Abadon atravesaba aquello, hasta llegar al palacio real del tercer infierno. – Calipso – le llamo molesto, la mujer lo miro igual de molesta

― Abadon, ¿Qué haces aquí?

― Mi hijo fue llevado por una de tus criaturas

― Mis criaturas desconocen a tu descendencia

― Lo hizo, te lo juro juradito

― Abadon, ¿Qué pretendes?

― Si no me crees, preguntémosle a Leviatán

― No metas a mi esposo en esto

― Entonces coopera conmigo, busquémoslo.

― Sigues siendo el mismo idiota. – se quejó – vamos a los establos

Abadon y Calipso fueron a los establos marinos, allí habían diferentes criaturas, grandes, de dientes filosos, pequeños y venenosos, peligrosos en todo su tipo. Calipso miro sorprendida – falta un pequeño Cthulhu

― ¿uno?

― Tengo 20

― ¿Quién tiene permitido la entrada a tu establo?

― Absolutamente nadie, solo el personal

― ¿podemos preguntarles?

― ¿no te estas metiendo mucho en mi territorio?

― Calipso, mi hijo recién casado fue secuestrado por un Cthulhu desde su hogar. ¿no crees que es sospechoso?

Calipso suspiro, Abadon tenía razón – hablemos con mi esposo

― Pero tu dijiste

― Leviatán es el único que podría crear una guerra, lo sabes, y tu y él son... 

― Entonces... Vayamos. Hablaré con él.

Abadon y Calipso fueron al castillo nuevamente. Los doce estaban en la sala de entrada esperando a Abadon, no podían moverse mucho en terreno desconocido. – chicos, iremos a hablar con Leviatán – menciono Abadon a sus doce

― Pero mi señor – expreso Francis preocupado – el rey Leviatán ha esperado por su muerte por años

― En realidad los 6 infernales, pero eso no quita nada – menciono Calipso – vivimos en paz, sin guerras y sin mal entendidos pero si el príncipe ha desaparecido, y un Cthulhu mío también, solo queda una opción: un ataque de reinado al primer y tercer infierno, y eso no lo perdonará mi esposo

― Quien sea que esté haciendo todo esto quiere ver caer a todos los reyes, no solo a mí – menciono Abadon. – así que es motivo para reunirnos en paz. Esperen, sean pacientes

― Si mi Rey – expresaron los miembros de los doce.

Entonces en el reino de Abadon, Akutagawa sostenía dos bandejas con pastel de tripas y sangre de bruja – disculpe... suegro Charles, ¿no está horneando mucho?

― Es el favorito de Atsushi, cuando vuelva querrá comer mucho

― Oh... - trago saliva, ahora entendía

― Así que haré bastantes, quizá quiera uno con chispas de cabrá

― Suegro Charles... - Akutagawa dejo las bandejas en la mesa y se agacho – sé que está preocupado, pero sé que Atsushi es fuerte, confié en ellos. Volverá

― Sé que volverá, tiene que volver, es un pequeño con un gran futuro ¿verdad? – Charles se llenó de lágrimas – todavía soy muy joven para ser abuelo, así que queda mucho por delante, y él debe volver a la oficina, ya habíamos hablado con el presidente de la empresa, le darían otro mes y eso, así que tendrá mucho trabajo, tendrás que ocuparte mucho de él, que coma bien, y esas cosas

Akutagawa sonrió ligeramente, se acercó abrazando a Charles, y sorprendiéndose de ello los dos, si, los dos – todo estará bien, cuidaré de su hijo, volverá sano y salvo, su esposo es el mejor rey de todo el infierno – Ante las palabras del menor, Charles no pudo evitar llorar.

La calamidad todavía no empezaba y parecía que el mal asechaba. Akutagawa estaba seguro que Atsushi seguía vivo, eso no podía negarlo, no sabía si estaba completamente bien o más o menos, pero lo que sabía es que acabaría con quien sea que los aparto. 


...

¿Qué creen? ¿habrá guerra o no?

¡Gracias por leer!

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