Dazai había llevado a Ryunosuke a su casa pacíficamente... Realmente lo ato con sus vendas y lo arrastro hasta su casa donde Chuuya le miro mal.

Akutagawa les miro molesto – podría haber ido con Atsushi

― No, no, hoy vino con su guardián – dijo Chuuya viendo a ambos chicos

― ¿Qué? ¿vino con Shibusawa?

― Si, ese. – miro a Dazai – a nuestro bebé no le agrado

― ¿vio a nuestro bebe?

― Si, quería mostrárselo a Atsushi, pero eso no es importante ahora. Atsushi está con ese hombre y dijo sobre tu almuerzo

― Si

― Aquí lo tengo – dijo Dazai con la bolsa.

Pusieron el almuerzo en la mesa – fipfip – llamo a sus fantasmas, estos hicieron un circulo pudieron sacar un hubo verde

― Veneno

― Shibusawa trata de envenenarte Akutagawa

― Sabía que tramaba algo ¿ahora qué?

― No puedes enfrentarlo, incluso si Chuuya estuviera en capacidades le costaría

― Exacto – dijo Chuuya – ese tipo es muy poderoso

― Claro, es un doce

― Entonces, ¿si es el príncipe? – confirmo Chuuya

Akutagawa miro a Dazai y esté sonrió – es que no le puedo tener secretos a mi amor

― Debería decirle a Abadon

― Podría ser lo mejor ¿pero cómo?

― No lo sé, no quiero que Atsushi se quede solo con Shibusawa

― Es quien lo ha cuidado toda su vida, dudo que se le separé fácil

― Odio esto – se quejó Akutagawa

― Sí Atsushi-kun quería ver al bebé ¿Por qué se fueron temprano?

― Shibusawa le dijo que tenía una revisión

― ¿revisión? Atsushi no ha dicho nada de eso – se quejó el azabache – ¿saben qué? Iré a mi casa, necesito verlo

― Vamos juntos

― No, Dazai-san, usted tiene un bebé en espera y no puedo exponerlo, iré a casa como si nada. Veré que hacen

― Llámanos cualquier cosa

― De acuerdo, gracias Chuuya-san

― Cuídate – pidió Chuuya

Akutagawa salió de la casa de sus amigos. Tardo un poco en llegar a su propio hogar, miro por la ventana viendo a Atsushi leer sobre la sala, entro sin problemas, Atsushi le miro y se sorprendió - ¿Ryu? – Pregunto y sonrió - ¡Ryu bienvenido! – dijo sonriente para levantarse, a medio camino antes de llegar al azabache Atsushi cayo de rodillas

― ¡Atsushi! ¿estás bien?

― Ah... Sí, es que hoy pase mucho tiempo en la calle – respondió sonriente – estoy algo débil... pero bien – le sonrió – conocí al bebé de Chuuya, es hermoso

― Me alegra escuchar eso – lo cargo y el albino le sonrió – te llevaré al mueble devuelta

― Sipis

― ¿y Shibusawa?

― Me dejo en la casa y fue al palacio a reportarse con mi papi, regresa al rato

― ¿te quedaste solo?

― Si pero me había dejado en la cama, yo solito vine aquí, tuve un chequeo, a eso fue con mi papá, le ira a contar como está mi salud

― Me alegra que tu papá se preocupe por ti pero ¿Por qué no me avisaste?

― Me lo dijo en la mañana antes de salir con Chuuya

― De acuerdo, ¿Cómo te has sentido con Shibusawa a tu lado?

― En compañía claro, me está enseñando nuevas recetas, luego podremos turnarnos en cuanto esté mejor, como antes

― Si querido, ¿quieres descansar?

― No, quiero estar contigo ¿Qué haces tan temprano?

― Bueno, mi almuerzo no me cayó muy bien así que preferí venir y ver que podía hacer contigo

― Hay arroz de trigo monstruoso

― ¿quieres unas bolas de arroz?

― Si, si quiero – sonrió emocionado

Akutagawa dejo al menor en la sala y fue a la cocina – hare lo más delicioso para ti

Atsushi le sonrió desde la sala – me encanta tenerte aquí Ryu

― A mí me encanta tenerte Jinko

En el palacio, Shibusawa paseaba con Abadon, habían revisado el resultado de Atsushi – por lo menos está mejorando

― Así es, pero su presencia se hace mínima señor, necesita pasar más tiempo en el palacio

― Prefiero que esté con su esposo, el con su atención Re fortalecerá a Atsushi

― Creo que es un error, el príncipe Ryunosuke sale a trabajar, mi príncipe Atsushi pasa todo el día solo

― ¿Qué? ¿Por qué? Ryunosuke debe pasar tiempo con él o Atsushi podría ponerse peor

― Lo sé, se lo he dicho

― Iré a hablar con ellos

― Mi rey, permítame encargarme, necesito llevarme mejor con el príncipe Ryunosuke, nuestro inicio no fue bueno, estoy intentando llevarme bien con su yerno

― Me parece perfecto, te los encargo

― Gracias mi rey – dijo sonriente Shibusawa.

En casa, Akutagawa terminaba de hacer las bolas de arroz cuando Atsushi se acercó – Jinko, no andes saltando por todos lados – se quejó pero Atsushi lo abrazo de su espalda

― Te extraño tanto Ryu... Se siente genial estar juntos de nuevo

― Sí, creo que es... Genial

― Deberías quedarte en casa

― Pero debemos pagar las cuentas Jinko

― Si pero

― ¡estoy en casa príncipe! – grito Shibusawa y el albino volteo, el azabache le miro fijo – oh, príncipe Ryunosuke – hizo una reverencia – bienvenido a su casa

― Hola Shibusawa, ¿estuviste con el rey?

― Así es, el estado de Atsushi va mejorando, estamos felices

― Me alegra oír eso

― ¿Pronto podre ir a trabajar?

― Oh príncipe, para eso falta un buen tiempo, además el rey me informo que querías formar a tus doce, eso requiere mucho estudio, creo que debería dejar de lado el trabajo y pensar en su próximo reinado

― Pero para eso aún falta y

― Espera allí Shibusawa, Abadon nos dijo que él seguirá gobernando, Atsushi no planea ir por ese rumbo, ni siquiera lo hemos planeado. Su padre solo nos pidió heredero y ni siquiera ahora, así que ¿Por qué quieres que suba al trono?

― Disculpe príncipe Ryunouke pero está equivocado, el príncipe heredero debe conocer los conceptos principales, tener a sus doce, si llegase a ver guerra, el primero en subir será el heredero y por ello debe tener todo listo

― ¿guerra? – pregunto Atsushi – Shibusawa, no ha habido guerras en años. La última fue por mi padre y mi abuelo, y fue una pelea, no una guerra

― No príncipe, tiene toda la razón, pero nosotros los doce sabemos que debemos hacer este tipo de cosas. Tu padre también lo sabe por eso me pidió seguir a tu cuidado.

― Mi padre siempre hace lo que quiere – se quejó Atsushi

― Atsushi, aun así creo que deberías quedarte en casa y en cuanto estés mejor volver al trabajo, esto del reino puede esperar – menciono el azabache

― Tienes razón Ryu – sonrió y miro a Shibusawa – reúne a los doce de mi padre, entre todos elegirás a mis doce como la ley lo dicta. Confió en el criterio de ustedes

― Pero Atsushi

Shibusawa sonrió – será un placer príncipe. Estaré fuera unos días ¿les parece? Me ocuparé de todo

― Si, gracias Tatsuhiko

Akutagawa tomo el brazo del albino – Atsushi ¿seguro de esto?

― Si, confió en Tatsuhiko. ¿Por qué? ¿dudas de él? Sé que no se llevaban bien pero ahora es diferente.

― ¿Por qué es diferente?

― Mi querido nuevo príncipe – dijo Tatsuhiko - Yo no puedo hacer nada contra ti, sería traición, además no valdría la pena, en cuanto te enlazas con la realeza eres parte de ellos y, solo la realeza puede asesinarse. – suspiro – he comprendido que su enlace es romántico y profundo. Por lo que deseo cuidarlos y no dañarlos. Ojala pudiera confiar en mi buena voluntad

― Entonces... ¿nada podría asesinarme? – pregunto Akutagawa confundido

― No, solamente el mismo príncipe, el rey, nada más. solo entre realeza

Akutagawa se quedó pensativo ¿y el veneno que significaba? Shibusawa sonrió – entonces, buscaré lo mejor para ustedes – les sonrió Shibusawa

― Claro adelante – sonrió Atsushi

El albino mayor salió y el menor le miro, Akutagawa se veía concentrado y ligeramente preocupado – Ryu, ¿estás bien?

― Solo cansado, es mucho que llevar en mis hombros.

― ¿debería darte un masaje?

― No, llamaré a Mori-san, le diré que me tomaré unos días

― No te preocupes, te los darán

El azabache abrazo al albino y esté se sonrojo – sí, quiero pasar unos días contigo, solitos...

Atsushi sonrió - ¿solitos? ¿Solitos?

― Completamente solitos...

― M-me gusta cómo suena eso

― Pero primero a comer

― ¡Ryu!

― Come, ten fuerza, porque al rato te la quitaré

Atsushi sonrió y lo abrazo – dame arrocito – pidió abriendo su boca.

El azabache sonrió y comenzó a alimentarlo.

Shibusawa caminaba por un camino extrañamente azul. Draconia iba a su lado, tenía mala cara – no Draconia, entiende, esto es por el bien del reino.

Draconia bajo la cabeza – pronto, el reino será lo mejor de todo... 

...

Les estaré subiendo capítulos, espero que lo disfruten...

¡Gracias por leer!