Capítulo 11.
Y allí estaba Akutagawa, había sido llevado como prisionero al palacio real, trago saliva por ir, era jalado por Mark uno de los doce, la verdad es que no cualquier podía entrar al palacio. La identidad de los reyes solo era expuesta para los doce y estos dedicaban su vida al reino. Cualquiera que revelará sus identidades sería asesinado en el acto. Por lo que los que entraban al palacio solo eran sub reyes que gobernaban pequeños infiernos para dar más libertad a todos, pero el que gobernaba sobre todos era Abadon, junto a su esposo Charles, y su heredero: Atsushi.
Fue escoltado hasta el salón del palacio. Allí, había quince sillas formando una media luna, las tres en medio estaban: Charles a su derecha, Atsushi a su izquierda y Abadon en medio. Mark soltó a Akutagawa y fue a sentarse entre las sillas del lado de Atsushi.
Akutagawa trago saliva, la presencia de los doce era abrumadora, sin mencionar a la familia real. Entonces vio a Atsushi, parecía estar aburrido, como algo rutinario y solo con verlo sus nervios se esfumaron. Quien se levanto fue un hombre de cabellos blancos y ojos rojos – Abadon, su majestad. – Señalo a Akutagawa – este demonio ha secuestrado al príncipe, merece la muerte
- No me secuestro – se quejó Atsushi
- Atsushi, silencio – dijo Abadon
- Entonces, Akutagawa Ryunosuke, demonio de tela. ¿Qué te da el derecho a presentarte como esposo de mi joven hijo? ¿obligación? ¿postura? Dime tu historia e intenta hacerme creer en ella.
Atsushi trago saliva, los doce miraron fijo a Akutagawa. El azabache miro a su alrededor, todos le miraban con normalidad, solo ese Shibusawa parecía odiarlo, y un azabache que parecía disfrutar del ambiente. Miro a Atsushi, quien solo se mostraba molesto por todo esto, Akutagawa comenzó a reír sorprendiendo más de uno – Que insolente – se quejó Shibusawa – señor, la muerte es su destino
- Aaay esto es muy bueno – dijo Akutagawa parándose recto – yo no elegí a su hijo, su hijo me eligió a mi
Atsushi se sonrojo. Todos miraron al pequeño príncipe. Akutagawa había puesto las cartas sobre la mesa y estaba listo para todo. - ¿Qué no supo? Tuvimos un par de citas, pero el día que nos fuimos fue porque el casi destruye las oficinas ¿Qué no supo? Atsushi armo todo un alboroto porque creía que tenía número. No es así, no tengo número, y su hijo me marco. – sonaba más como una queja a lo que Atsushi tapo su boca intentando no reír.
Abadon miro a Atsushi y esté se sentó recto – Atsushi
- Perdón papá, realmente estaba muy mal, y yo le dije a Akutagawa que quería irme lejos cuando te escuche hablar sobre planear mi boda
- Creí que sería lo mejor
- Pues solo me hiciste huir, sabía que Akutagawa podía llevarme al mundo humano y eso hice, ya en el mundo humano, lo marque y el a mí. Te dije, estamos casados.
La risa sobre salto el espacio, uno de los doce, del lado de Charles no paraba de reír, se levantó haciendo sonar su tacón en el suelo. – esté chico me agrada bastante – expuso
- Fyodor – le llamo Abadon – que sorpresa que vinieras a una junta de estas
- Escuche que el príncipe se había portado mal, y que Shibusawa estaba furioso, tenía que venir – añadió alegre
- ¿y tu hijo?
- Ah, ese chico solo piensa en morirse – añadió sonriente y fue hacia Akutagawa – este chico me agrada, además, si pudo burlarse de los doce, añada que Atsushi lo eligió ¿no sería un crimen para su actual reinado?
- Fyodor ¿Qué parolas estas diciendo? – se quejó Shibusawa
- El rey Abadon se casó por amor, cuando la ley del imperio dicta que el príncipe debe casarse con uno de los doce para traer herederos fuertes, Abadon rompió aquella regla y declaro que su hijo se casaría por amor, y cuando lo tiene ¿quieren matarlo?
Abadon comenzó a reír - ¿Quién hablo de matarlo? Solo quiero conocerlo ¿parece una ejecución? – se quejó Abadon
- Pero mi señor
- Shibusawa eres el único que quiere matarlo – añadió Michelle
- Es muy cierto que nosotros estamos bien con que Atsushi esté bien – añadió Francis
- Entonces esta dicho y hecho – menciono Lucy alegre – Atsushi se casará oficialmente con Ryunosuke, en el mundo demoniaco, y serán puestos en el libro de la muerte.
- Aun quiero hacer más – dijo Abadon. – Quiero que todos salgan
- Pero señor
- Todos
Los doce hicieron una reverencia y se marcharon, Atsushi corrió hacia Akutagawa y lo abrazó – parece que te encuentras mejor – dijo Akutagawa
- Me alegra que todo se resolviera
- Atsushi, tú también sal – dijo Abadon
- ¿y yo por qué?
- Quiero hablar con mi yernito a solas
Tragaron saliva, Charles tomo sus hombros – vamos pequeño Atsushi
- De acuerdo... - Atsushi soltó la mano de Akutagawa y salió.
Estaban allí ambos, solos, solitos.
Abadon sonrió mirándole – tienes una mirada de un experto asesino
- Lo soy
- Mencionaste tener citas con mi hijo
- Así es
- ¿algo más?
- No tengo nada que contar – menciono y suspiro – lo supe el día que lo vi, nuestros ojos se cruzaron, es la criatura más preciosa que jamás vi, mi corazón latía tan fuerte que mi hermana se quejó por el ruido.
Abadon se sentó a su lado, había aparecido de la nada lo que asusto un momento a Akutagawa. - ¿son muy lindos verdad? – cuestiono alegre
- Aunque usted se parece mucho a Atsushi
- Es la marca de la familia real. Tan hermosos y de apariencia pura, igual a un ángel – suspiro – este mundo podría ser aún más hermoso
- ¿Por qué se esconden de los demás? Los demonios siempre hemos querido conocer a nuestros reyes
- Lo sé, yo estoy allí día a día
- ¿perdón?
- La familia real siempre ha convivido con los demonios, lo hacemos para conocer sus verdaderas preocupaciones, por eso el reino siempre es prospero. Por eso debes jurar guardar el secreto, por los doce, por nosotros y por ti mismo
- ¿por mí?
- Imagina lo que dirá todo el mundo demoniaco cuando se entere que un demonio de tela se casó con el príncipe de los demonios
- Oh, sí, dirían muchas cosas
- Exacto
- ¿puedo preguntarle algo?
- Sí, claro, con confianza
- ¿Por qué ese hombre...? ¿shibusabawa?
- Shibusawa
- Ese. ¿Por qué estaba tan molesto?
- Oh, porque ha sido el cuidador de Atsushi, quería casarse con él
- ¿en verdad?
- Si, pidió mi permiso y se lo di
- Pero Atsushi me eligió a mi
- Así es, y no me opongo, también te doy mi permiso
- Ya veo... usted es muy liberal
- Aaay si al que se lo meten es a él, no a mí, que el elija
Akutagawa no pudo evitar reír.
- Hay algo que si quiero de ti Akutagawa Ryunosuke
- ¿si? ¿Qué es?
- Todo matrimonio real debe concebir por lo menos un bebé.
Akutagawa trago saliva – jamás he pensado en herencia...
- Bueno, ahora debes hacerlo. No estoy diciendo que ya vayan y tengan hijos solo te advierto que es parte de ser de la familia real, y no se puede evitar o negar.
- Comprendo. Lo háblale con él.
- Bien, hablare con las autoridades para que sus faltas sean tomadas como luna de miel
- De acuerdo, y ¿si me preguntan por mi numero?
- Diles que lo tienes en una región intima
El azabache se sonrojo - ¿Qué? ¿Te avergüenza?
- Es que es tan idéntico a Atsushi, me cuesta verlo como el rey – se quejo
- ¿Qué? ¿te gusto? No, eso no, conozco de pecados pero no me acostaré con mi yerno
- No, no quiero eso - se quejo asqueado
Ambos siguieron platicando, mientras Atsushi estaba en el comedor del palacio con los doce. Shibusawa le regañaba por casarse como si nada mientras Charles le acerco un poco de té de hiervas toxicas – cariño, te vez bastante débil – menciono charles
- Papá siempre dijo que el aire humado era denso para nosotros, así que llegue al mundo humano sabiendo que iba a ser duro para mi
- Aun así te quedaste
- Quería estar con Akutagawa por siempre... Tenía miedo que papá lo matará sin escucharme
- Ay mi niño, tu sabes que tu padre es un experto asesino, encubridor, mayor docente de la maldad y angustia, pero sabes que no mataría a alguien que amas
- Lo sé pero... No dejo de ser su hijo, y... Creí que el miedo y la furia lo cubririan, pensé que mataria a Akutagawa antes de explicarle...
Charles suspiro – tenías que ser idéntico a tu padre.
Abadon llego con Akutagawa al comedor, el azabache sonrió a su ahora esposo. Tomo sus mejillas alzando su mirada - ¿Cómo te sientes?
- Estoy recuperándome rápido – dijo el albino sonriente
- Bien – dijo Abadon – haremos oficial todo esto sobre la boda, quiero algo pequeño y lindo – miro a Atsushi - ¿quieres algo en especial?
- Solo quiero que todos sepan que es oficial – dijo Atsushi sonriente
- De acuerdo, escucharon doce
Todos se marcharon, Shibusawa le vio con molestia antes de marcharse. – ese tipo me odia
- Ignóralo – pidió Atsushi
- Entonces, ¿vamos a la ceremonia?
- ¿Qué? ¿ceremonia? – pregunto Akutagawa
- La familia real suele casarse simple y sencillo.
- Los doce suelen ser los testigos. – añadió Charles – ni siquiera invitamos a los de otros reinos y tampoco familiares propios – añadió Charles con un poco de tristeza
- ¿mi hermana no puede enterarse de nuestra boda? – pregunto Akutagawa
- Si, puede. Pero no de esta ceremonia real.
- Comprendo – suspiro – está bien, decidí hacerlo en el mundo humano, no importa.
Atsushi lo abrazo – iremos a ver a tu hermana en cuanto esto termine
- Gracias
Así fue como una nueva familia se formaba. Sin conocer el peligro que estaba por llegar.
La ceremonia fue sencilla, un intercambio de palabras, Atsushi uso el mismo velo que uso su padre, un velo negro. Mientras que lucían la misma ropa que llevaban, los doce estaban a los lados acompañándoles. Se veía felicidad a excepción de Shibusawa.
Abadon hizo oficial su matrimonio, el albino salto al azabache besándolo. Y ese fue el final...
De ese momento.
Todos se retiraron, como se había dicho, no solían celebrar pues era algo sencillo. Lo que sí hicieron fue que la ahora familia, iría primero a buscar a Gin y después ir a comer todos juntos. Fueron hasta la casa de Akutagawa. Donde el mayor toco la puerta. Atsushi tomaba su mano, mientras Abadon y Charles esperaban abajo.
Gin abrió la puerta y al verlo sonrió, salto abrazándolo, estaba sumamente preocupada por su hermano - ¡hermano! Por fin vuelves
- Gin, perdón por no avisarte nada
- Una enorme, enooorme disculpa Gin-san – dijo Atsushi
- ¿Atsushi? – los miro a ambos - ¿han estado juntos?
- Si
- Bueno – Ryunosuke trago saliva – Gin, le pedí matrimonio a Atsushi
Gin los miro, su boca abierta, sorprendida y abrazo a ambos - ¡Felicidades! Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué paso?
- Es una larga historia
- Pero resumiendo... de hecho, ya estamos casados
- ¡¿QUÉ?!
La historia fue corta de contar – El día del temblor busque a Atsushi, estaba hablando con su padre que lo quería casar con alguien más, y pues me declaré en el momento
- Entonces mi padre le dijo: "te casas ahora" – decía Atsushi imitando a Abadon
- Y pues, nos casamos en ese instante, no pude decirte nada porque fue demasiado rápido, después de eso, fuimos de luna de miel al mundo humano
- Fue tan rápido que aún no decidimos donde viviremos
- O que haremos
Gin les miraba sorprendida y suspiro – bueno, me alegra que estén felices
Atsushi sonrió viendo a Ryunosuke – si, lo estamos
- Pero te vez algo débil Atsushi
- Ah... - trago saliva
- Atsushi no había ido al mundo humano, el cambio de aire le afecto
- Comprendo, ¿quizá te caería bien unos sesos de bruja?
- De hecho, acabamos de volver de la luna de miel
- ¿quieres ir a comer con mis padres Gin?
- Claro, será un placer
Gin bajo conociendo a los padres de Atsushi, se sorprendió con el gran parecido de Atsushi y Abadon. – es un placer conocerla señorita Gin
- El placer es mío, aunque difícil de creer
- Si, disculpa... Realmente no creí que tu hermano se había enamorado de mi hijo y pues me callaron el hocico con madre, se casaron
- Abadon, deja de ser tan grosero
- Ay perdón
Gin sonrió, quizá era una buena familia. Fueron todos juntos a ver qué comer
Mientras tanto...
Fuera de los alcances del reino de Abadon, Shibusawa andaba caminando, el viento soplaba fuerte, conocía los otros reinos a la perfección, llegando al reino de los lamentos. Allí sonrió amplio – Shibusawa, cuanto tiempo sin verte – expreso una voz profunda
- Hola, vengo a hablarte sobre... Un mal príncipe – menciono alegre.
...
Taran taraaaaaaan ¡tantan!
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top