Capítulo 10. Predeterminado

Capítulo 10. Predeterminado.



Un día común, de sus ya tantos días en el mundo humano, Atsushi lavaba los platos del desayuno cuando sintió un terrible dolor, sus ojos fallaron y su cuerpo cayó sobre sus rodillas, respiro agitado. Comenzó a toser, miro alrededor, Akutagawa había salido a tirar la basura, en su mano había sangre – no, no, no, te pedí dejarme un año – se quejó – vamos espíritu demoniaco protector, solo quiero pasarla bien con Ryu.

Se levantó después de calmarse, lavo su mano una y otra vez, justo había vuelto el azabache – Ryu, ¿todo bien?

- Si y – el azabache lo sintió - ¿no huele a sangre?

- ¿sangre? Nopi, para nada amorcito

- Quizá te mordí mucho, déjame revisarte

- En todo caso yo te mordí más

El azabache comenzó a reír – cierto, hoy tengo el turno de noche

- Entonces ¿me despertarás temprano?

- Sip, ¿Qué quieres que te traiga de desayunar?

- Takoyaki

- Perfecto, será todo tuyo.

Atsushi se acercó al mayor – Ryunosuke – le llamo mientras lo abrazaba

- ¿si? ¿dime?

- Yo te amo mucho – menciono y el azabache comenzó a reír tiernamente

- Sí, yo también lo hago, mucho – tomo sus mejillas – muchísimo – añadió para besarlo

El albino se sintió más tranquilo y se acurruco – aaaay no quiero que vayas a trabajar

- Tranquilo, hoy te toca cena, he visto que tu piel está mejorando

- Si... pero la sangre con alcohol tampoco es tan buena

- Lo sé – suspiro – sé que necesitas sangre limpia de humanos criados por alimentos sanos, prometo encontrar un buen candidato pronto

- Ryu, estoy bien

- No, quiero que estemos bien, quiero que estemos juntos toda la eternidad

Atsushi sonrió y lo abrazo – lo estaremos... - se separó y le sonrió – debo ir a trabajar Ryu

- Cierto, te llevo

- Por fis.

Así fue como Atsushi se colgó un bolso y el azabache le acompaño, su trabajo no era muy lejano, aunque aquel día el sol era intenso, el menor no estaba sintiéndose bien. Akutagawa lo dejo en la tienda de reloj, Atsushi a pesar de todo sonrió, entró a la tienda donde saludo a su jefe, era un señor de tercera edad. – señor Sakurade, ¿Cómo se encuentra hoy? – le sonrió el albino

- Pequeño Atsushi – hablo el anciano – me alegra tanto cuando llegas, me recuerdas tanto a mi nieto – menciono tomando las manos del menor – como quisiera que mi nieto me visitar

El albino le sonrió – no se preocupe, aquí me tiene para lo que necesite.

Atsushi atendía a la gente alegremente, a pesar de todo disfrutaba mucho del mundo humano, muchos humanos eran amables y otros tiernos, como su jefe. Aunque su salud no estaba siendo del todo buena, y esto lo notó su jefe el señor Sakurade. Llamo a Akutagawa sin que el albino se diera cuenta, así que el azabache decidió ir a dar una vuelta antes de ir a su trabajo.

Estaban solos en la tienda de reloj, así que Atsushi decidió regar un poco las plantas del señor Sakurade, esté descansaba en una pequeña sala que tenía en la parte de atrás – pequeño Atsushi ¿no te gustaría un sándwich de mantequilla de maní? No te vez muy bien hoy

- Estoy bien señor Sakurade, solo agotado

- Tu hermano y tú trabajan tan duro – menciono. Pues el señor Sakurade creía que el par de demonios eran hermanos – no debes preocuparlo, come bien, toma vitaminas

- Lo sé, no quiero preocuparlo. Muchas gracias señor Sakurade

El anciano por error se cortó ligeramente con la tapa de cristal de la mantequilla de maní. Atsushi sintió rápidamente el olor, sus ojos se habían tornado amarillos. Akutagawa quien estaba por llegar sintió aquel cambio en la presencia del lugar, comenzó a correr en busca de Atsushi. Escucho un grito mientras entraba en la tienda de reloj.

Llego hasta la tienda, entró y busco a ambos pero no los encontró, así que entró hasta la parte trasera, allí vio a su pequeño, el charco de sangre, sus ojos amarillos y sorprendido, - Atsushi – le llamo y el albino le miro, sus lágrimas comenzaban a salir

- N-no quería hacerlo – dijo nervioso – no quería, perdón... - movió al señor Sakurade – abuelo, despierte, despierte por favor

- Atsushi, Atsushi – el azabache lo tomo – déjalo. El...

- Lo mate... - Atsushi tapo su rostro afligido – lo mate, lo mate...

Akutagawa lo abrazó con fuerza, sabía lo que pasaba pero prefería ignorarlo. Esas eran las consecuencias. – Jinko, debemos volver al inframundo

- ¡NO! – grito mirándolo – no, no, si volvemos los 12 te condenaran por tomar al príncipe

- ¿Qué podrían hacer? Eres mi esposo ¿no?

- Ryunosuke, no, es... todo eso es muy complicado

- Tú necesitas aire demoniaco, sangre pura. No puedes seguir aquí, eres el príncipe.

- Yo no quiero, yo... yo amo estar aquí, contigo

- Y seguirás conmigo, volvamos a casa. ¿quisieres? Prometo que nada malo me pasará

- Ryunosuke...

- Soy mucho más fuerte de lo que aparento, quizá no podría con los 12 pero si les doy batalla. Jinko, tu no dejarás que nada me pase y cuando todo se resuelva estaremos juntos

- ¡No quiero Ryunosuke! No

El azabache miro la desesperación en su amante, no pudo evitarlo, suspiro profundo y le golpeo en la nuca dejando al menor inconsciente. – volvamos al inframundo... mi amado príncipe.



Mientras tanto en el inframundo, Charles estaba en la habitación de Atsushi cuando Abadon volvió - ¡charles! ¡Charles!

- Estoy aquí – se anunció, y el albino llego a la habitación – estoy aquí...

- Tranquilo, te dije que lo traería de vuelta, asesinaré a sangre fría a ese maldito que se lo llevo

- Abadon, quien se lo llevo no es nadie malo.

- ¡tonterías Charles! Secuestro a MI HIJO

- ¡TAMBIÉN ES MI HIJO! – grito molesto – y sé muy bien, esta mejor que tú, Atsushi estaba en un momento crucial de relación ¡Y LO ASUSTASTE! Estabas hablando sobre casarlo a la fuerza ¿crees que no te escucho? Seguramente huyo por ello ¡NO LO ENCONTRARÁS SI SIGUES PENSANDO ASÍ!

- Charles... ja-jamás me habías gritado

Una luz se encendió en el mundo demoniaco – el príncipe ha vuelto – dijo Abadon

- ¡mi bebé!

- ¡vamos!

Ambos demonios corrieron por los suburbios, tomaron sus alas y fueron hasta el lugar.

Era un lugar alejado donde la población era poca, Akutagawa tosió sangre y respiro agitado al llegar, había pasado mucho tiempo fuera de su mundo, tomo aire y se sintió mejor – huele a casa... - miro al albino – Jinko, Jinko despierta, ya estamos en un mejor lugar.

Se levantó llevando al albino, primero que nada necesitaba alejarse antes de que llegaran por ellos, debía despertar al albino, reviso entre las casas abandonadas y al encontrar una en mejor estado que las otras, se metió con el menor. Atsushi comenzaba a quejarse y se acomodó mejor, abrió lentamente sus ojos y le miro – Ryunosuke...

- Hola mi pequeño demonio

Atsushi se levantó de golpe, pudo olerlo todo – es-estamos en el inframundo

- Si

Los ojos del albino se llenaron de lágrimas – estás conmigo...

- Lo estoy, estaré siempre

- ¿y mis peluches?

El azabache saco de su mochila uno de los peluches – aquí

Atsushi lo tomo, abrazo al peluche y con ello al mayor – jamás me dejes Ryunosuke...

- No lo haré... Tranquilo, recupera tus fuerzas, respira profundo, en cuanto estés mejor iremos a ver a tus padres y

- ¡ATSUSHI! – escucharon no muy lejos - ¡DONDE ESTAS ATSUSHI!

- ¡ATSUSHI!

Los chicos se miraron, Atsushi abrazo a su camaleón – se dice que cuando la realeza llega, hay luz entre las tinieblas... - menciono el albino - ¿me llevarán? Ryu, no dejes que me lleven

- Tranquilo, son tus padres... no temas de tus padres

Tomaron sus manos, el azabache se asomó ligeramente con Atsushi detrás, pudo ver a Charles cerca, se miraron y salieron de aquella casa – papá... - susurro Atsushi - ¡papá! – le llamo. Charles le miro

- Mi bebé... ¡MI BEBÉ!

Charles corrió abrazándolo, tallo su cuerpo y comenzó a llorar – papá estoy en casa... - Charles lo miro y suspiro

- ¿Dónde te metiste? – se quejó y miro al azabache - ¿Qué hicieron?

- Papá, yo... m-me casé con Ryunosuke

- ¡¿Qué?! – gritaron los dos

Charles miro a Akutagawa y esté trago saliva, se puso serio – s-sí, nos casamos

- Fuimos de luna de miel

Charles suspiro profundo y les miro – sé que esto me lo dicen por miedo pero se perfectamente que no fue así, tranquilos.

- Está bien, huimos, no queríamos que nos separarán – dijo Atsushi – pero no le digas a papá. Dile que si nos casamos, por favor, el cree que todo lo que le dices papá.

- ¡ATSUSHI! – grito Abadon

- Papi – le sonrió el albino y corrió hacía el

Ambos albinos se abrazaron con fuerza, Charles suspiro – ellos son muy unidos. Tienes que decirle muy seguro que lo amas y eso de que se casaron. Igual los va a volver a casar porque él es la mayor eminencia aquí - le dijo Charles a Ryunosuke

- Co-comprendo, gracias

- Escucha – le llamo molesto. Los ojos de Charles eran morados en ese instante – si lastimas a mi bebé, está vez si estarás más que muerto

- Co-comprendo

Abadon le dio un golpe en la cabeza al albino, como un zape – escucha maldito cerdo, me vas a explicar por qué motivo huiste de casa, ¿ese loco bastardo te secuestro?

- No papi, nada de eso

- Lo voy a matar

- Papá

- ¡Abadon! – grito Charles tomando la atención de ambos albinos – debes conocer a nuestro yerno, Akutagawa Ryunosuke

- ¿nuestro que de qué? – se quejó el albino mayor

- Me ca-case papá

- Oh verga, tú tienes la M de muerto en la frente

Akutagawa se quedó detrás de Charles y esté miro a Abadon – Abadon, dijiste que aceptarías a cualquiera que se enamore de Atsushi

- ¡papá! – se quejó Atsushi tomando al albino mayor de la cintura – deja a mi esposo

- ¿A TU QUE?

- Nos casamos, suegrito

- ¡ESTO ES EL COLMO! – grito Abadon.

Charles se dedicó a calmar a Abadon, Atsushi aún seguía débil y Ryunosuke lo intentaba calmar – papá está furioso - menciono Atsushi

- Tranquilo, piensa en ti, necesito que te recuperes - pidio Akutagawa

- Ryu, eres tan lindo

Atsushi tomo al mayor para besarlo a lo que llego un pequeño demonio negro a ponerse en medio de ambos – hey – se quejó Atsushi mirando, claro que eran ellos

- Los doce – dijo Charles

- ¡Mark! Dile a Huck y Tom que no se metan

- Mis disculpas alteza pero mi deber es impedir que sus labios sean llenados de porquería

- ¿porquería yo? – se quejó el azabache.

- ¡Atsushi! – le abrazo una pelirroja – nos alegra tanto que estés bien

- Ahora – hablo Tatsuhiko – merecemos una explicación

Atsushi trago saliva – Akutagawa... Te presento a los 12 encomendados, los cuidadores de la familia real. – Miro a los doce – doce, les presento a mi esposo. Akutagawa Ryunosuke.


...

Siento este final de capítulo como de tipo novela o algo así y en eso empieza a sonar la canción de final tipo con Taylor Swit

"Merry me Juliet. You'll never have to be alone, I love you and that's all really know. I talked to your dad, go pick out a white dress, It's a love story baby just say yes"

¡Gracias por leer!

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