Akutagawa acababa de llegar a su puesto, muchos se acercaron rápidamente por curiosos, claro, entre ellos llego Chuuya para tomar su cuello - ¡MALDITO ANIMAL HIJO DE TU PUTA MADRE! ¿CÓMO QUE TE CASASTE ANIMAL?

― Chuuya-san, le explicaré lo que paso

― ¡NO ME VENGAS CON ESO! ESE DÍA DESAPARECISTE Y RECIBO UNA NOTIFICACION QUE TE CASASTE CON ESE CHICO DEL DEPARTAMENTO DE CONTRATOS ¿Te hechizo? ¿te drogaron? Aun peor... ¿te bendijeron?

― No, no, nada de eso. Es que su padre...

― Chicos – hablo Ougai quien llegaba a la oficina – es hora de trabajar, podrán hablar de todo lo demás después

― De acuerdo – respondieron ambos.

Mientras tanto en casa, Atsushi estaba con Charles en la cocina – Entonces ¿debo echarle tres dientes de niño?

― Si, recién nacido si quieres que queden bien

Atsushi suspiro – esto de cocinar es difícil papá

― Es lo menos que puedes hacer si Ryunosuke fue a trabajar ya, le encantará que le lleves algo para el almuerzo

― ¡sip! En el mundo humano lo hacía y él lo amaba, solo que en ese mundo las recetas son más sencillas

― Sus ingredientes son humanos, estos necesitan un preparado como los conjuros y pociones que sabes

― Si papá. Entonces... ¿y mi padre como está tomando todo esto?

― Tu padre – suspiro – anoche se puso a ver fotos de cuando tenías 82 años – menciono

― ¿Por qué está así papá?

― Ay cariño, tu padre siempre vio por ti, por complacerte y cuidarte. Eres su lindo bebé

― Papá no soy un bebé

― Te contaré una linda historia

― ¿no es de mí siendo un bebé verdad?

― No... mía y tu padre

― De acuerdo.

Charles y Atsushi se sentaron en la sala para disfrutar juntos del momento.

― Eran los años 1600, tu padre era el gerente de Market colmillos. Se veía tan sexy con el traje negro y corbata, fue la primera vez que lo vi

― Esa historia ya me la sé, tú y papá siempre se la cuentan a los doce

― Espera, espera, hay más – dijo sonriente – el día que tu padre y yo decidimos tenerte

― Papá, no quiero escuchar eso

― No, no es eso cariño. – menciono sonriéndole a Atsushi – decidimos tenerte después de hablarlo mucho

― ¿eh?

― Cuando nos casamos, fue algo nuevo, tus abuelos estaban muy molestos

― ¿por eso no los he conocido?

― Si, estaban furiosos por que tu papá cortó la ley sobre casarse con uno de los doce, pero si lo vemos así, ni tu padre, ni Fyodor se interesaban. Además Fyodor se buscó pareja antes

― ¿en serio?

― Si, sé que es un payaso que come niños pero no lo conozco

― Papá te desvías

― Oh si, el caso es que pasamos tres días sin dormir ni trabajar, planeamos en qué posición te tendríamos, como manejaríamos el embarazo y

― Ay demonio mío ¿en verdad planearon eso?

― Si, lo hicimos 6 veces en 6 posiciones por 6 días seguidos

― Papá – se quejó - ¿podemos seguir con esto?

― Bueno, el caso es que logré quedar embarazado, tu padre estaba muy feliz – Atsushi sonrió – pero cuando le contamos a tus abuelos...

― ¿ellos?

― Ellos dijeron que no te aceptarían – suspiro – mencionaron que como yo era un demonio tigre no soportaría a un descendiente de ángel, y pues... dijeron que serías un príncipe débil y sin maldición

― Ya veo...

― Pero bueno, en tu nacimiento, ellos debían dejar el trono y subió tu padre

― ¿y mis abuelos?

― Creo que viajan por los inframundos turisteando

― Por lo menos...

― Sí, pero bueno... Tenían razón en algo

― ¿eh?

― Cuando naciste eras muy débil... Shibusawa siempre estaba cuidando de ti, era tu sombra, tu marca personal, tu padre dudo si era buena idea que los príncipes se casaran con alguien que no fuese un doce, así que pensó que estarías bien con Shibusawa

― Comprendo... ¿por eso se molestó tanto?

― Si, al principio, creo que ahora le agrada Ryunosuke.

― Pero... Ahora vuelvo a hacer débil... - añadió mirando sus peluches decorando la sala – porque decidí quedarme en el mundo humano... Ahora mi cuerpo es débil

― Tranquilo hijo – añadió Charles abrazándolo – no olvides que dentro de ti llevas un rugido poderoso igual de un tigre fuerte y valeroso

Atsushi sonrió y abrazo a su padre – Gracias papá...

― Ahora vamos a terminar ese almuerzo para Ryunosuke

― ¡cierto! Vamos papá

Para cuando Atsushi logro terminar el almuerzo, la hora del almuerzo en las oficinas se acercaban, así que con la compañía de su padre, el cual se había ofrecido a cuidar de Atsushi mientras Akutagawa trabaja, llegaron al edificio.

Al entrar, Atsushi sonrió de ver al azabache quien iba hacia el comedor, Chuuya iba jalándolo y Dazai a sus lados – Dazai-san, Chuuya-san – les llamo Atsushi. Akutagawa se puso recto de inmediato

― Atsushi, Charles ¿Qué hacen aquí? – pregunto el azabache

― No hables así – se quejó Charles poniendo sus manos en los hombros del albino – Atsushi preparo tu almuerzo – añadió haciendo sonrojar al albino

― ¡Atsushi-kun! Cuanto tiempo – dijo Dazai acercándose - ¿usted es?

― Soy padre de Atsushi, Charles ¿y tú?

― Mi nombre es Osamu, Osamu Dazai, es un placer señor Charles

― Si, si, si, ahora mejor – dijo Chuuya – quiero una explicación de cómo terminaron casados – decía molesto

― Bueno – Charles sonrió – hay suficiente croquetas de diente de vampiro, ¿Por qué no hablamos

Los cinco fueron al comedor, allí Atsushi y Charles se vieron a los otros, Akutagawa lo miro - ¿no vas a comer?

― No, papá y yo comimos antes de venir – respondió Atsushi

― Para tener energías – dijo Charles

Dazai acababa de probar las croquetas – Atsushi-kun esto es delicioso

― Tiene el toque de sangre humana aun, es una delicia

Atsushi sonrió y miro al azabache. Akutagawa probó las croquetas – es delicioso Jinko

― Todo es gracias a mi papá – respondió alegre el albino

― Bueno, si ahora ¿Cómo se casaron?

― Mi papá

― Yo no, mi esposo – corrigió Charles

― No quería que me casará e iba a casarme a la fuerza con otra persona.

― Así que escapamos

― Nos escondimos

― Y nos casamos – añadió para el albino abrazar al azabache – ahora mi suegro hasta nos compró una casa

― Vaya eso suena bien – dijo Chuuya – que bueno que pudieron quedarse juntos pero ¿Por qué tan débil Atsushi?

― Tengo un problema de salud, siempre debo comer leche y poco, pero después de casarme Ryu no sabía esas cosas, y pasábamos el tiempo huyendo así que comía cualquier cosa

― En cuanto me di cuenta de su mal estar, regresamos donde nos enfrentamos a su padre

― Pero aún debe cuidarse – termino Charles – así que no volverá a trabajar hasta el próximo mes o dos

― Es una lástima, te extrañamos en las oficinas Atsushi-kun

El albino sonrió – estaré bien pronto

― No, te dijeron un mes o dos Jinko

― Uuuy – se quejó el albino

― Vamos Atsushi, debemos volver a casa – dijo Charles

― Gracias por acompañarlo Charles

― No hay de que – dijo sonriente – recuerda que casado o no es mi hijo

― Si, gracias

― Ryu, nos vemos en la noche

― Claro – le sonrió el azabache. El albino beso su mejilla y se despidió de los demás.

Dazai, Chuuya y Akutagawa disfrutaron de las croquetas mientras platicaban

― Me agrado tu suegro

― Sí, pero ¿Atsushi-kun está realmente bien?

― Está bien, pero su recuperación es lenta, el quiere volver a trabajar pero yo no quiero que lo haga

― ¿Por qué no?

― Bueno... su padre, se llama Abadon por cierto – Dazai lo miro más fijo – me dijo que quería nietos pronto

― Ay por dios, se acaban de casar ¿van a tener bebés?

― Aun no lo he platicado con Jinko del todo bien, pero admito que me gustaría. Siempre fuimos mi hermana y yo, quisiera tener a alguien que cuidar

― Concéntrate en tu esposo primero y después piensen en bebés ¿no? ¿no? – Chuuya lo miro – Dazai, ¿Qué pasa?

― ¿eh? ¿ah? No, no es nada – les sonrió - ¿terminaron? Deberíamos volver a trabajar

― Sí, claro.

El resto del día Dazai estuvo pensando algunas cosas, aunque para Akutagawa fue como volver a casa, agradecía terminar el día laboral e ir a casa, a su hogar. En cuanto entro a su hogar, Atsushi le salto encima para abrazarlo - ¡Ryu!

― Atsushi, ¿Qué haces despierto?

― Oh vamos no exageres

― ¿y Charles?

― Se fue hace una hora

― ¿Qué? ¿te dejo solo?

― Ryu, estoy bien solo

― Tu padre dijo que podías sufrir desmayos por los ajustes de la maldición

Atsushi lo abrazo con sus piernas – hazme desmayarme a golpe puro con tu

― Jinko – lo bajo – debemos hablar

― ¿Qué hice ahora?

― No has pensado... ¿en tener bebés?

― ¿eh? No, es muy pronto

― ¿seguro?

― Si, ¿Por qué? ¿acaso quieres?

― Bueno... A mí, me gustaría...

Atsushi sonrió y lo abrazo – claro, tengamos, incluso unos 20, pero después. Apenas tengo 118 ¿lo olvidas?

― Bueno si, pero...

― Ryu, que m lleves 82 años no significa que seas tan grande, mira a Dazai-san y Chuuya-san, tienen 322 años y no tienen bebés

― Lo sé Jinko pero tú eres diferente

― ¿ah? ¿Cómo que diferente?

El teléfono de Atsushi sonó interrumpiéndoles, el albino fue a contestar y Akutagawa se dejó caer en el mueble - ¿Cómo le dijo que su papá me pidió descendencia? – se quejó el azabache.

Atsushi regreso – era Dazai-san, pregunto si podía venir mañana, le dije que si ¿lo traerás?

― Sí, claro. – suspiro

Atsushi se sentó a su lado – Ryu, ¿Qué pasa? ¿Por qué estas así? ¿Tanto quieres bebés?

― Debo ser sincero... - trago saliva – tu papá me advirtió que debíamos tener aunque sea un bebé, y me mando un conjunto de libros sobre bebés y

― Oh Ryu – Atsushi lo abrazo fuerte y el azabache se calmó con ello - ¿Qué importan mis padres? – tomo sus mejillas – importa que estamos juntos, tendremos bebés cuando queramos y como los queramos

Akutagawa lo abrazo – no sé cómo haces para sacar el demonio que hay en mi

― Por qué solo yo puedo – menciono sonriente para después besarlo

Era una vida sencilla y hermosa para ambos... 

Ryunosuke se despidió por la mañana, beso al albino y esté a él, en cuanto se fue, Atsushi se asomó a la ventana para verlo partir y suspiro – mi Ryu sigue trabajando tan duro... - suspiro y miro la casa - ¿Qué puedo hacer? Dazai-san dijo que vendría hoy... ¿Cómo se es un anfitrión? ¿Debería comprar algo? ¿debería preparar algo? o quizá solo decirle. "oh, hola Dazai-san" no, no  – se quejó y fue por su celular – papá sabrá que hacer

― ¿papá quién? – escucho una voz.

Atsushi grito al verlo, detrás de la puerta y sin imaginarlo, estaba él...

...

¡Gracias por leer!