53.
Wanda.
-¿Qué mas necesitan que acomode por aquí? - pregunté dejando una lámpara sobre el mesón delante de mi madre.
-Eso es lo que buscaba, cariño. - dijo mamá tomando mi mano y dirigiéndose a papá.
-¿Entonces acepto?
-Claro que sí, dile que enviaré una canasta...
-De acuerdo.
Papá salió rápidamente de la habitación y mamá tornó su atención a mí.
-Discúlpame, amor. ¿Qué decías?
-Si necesitas algo más...
-¿Es todo?
-Clint ha dicho que estas son las cosas de la subasta, y que tienen...
-Ve por vino a la parte trasera de la casa.
-La bodega.
-Sí, necesito dos...
-Ya, ya sé cuales. - murmuré. Mamá sonrió, acarició mi mejilla y yo besé su mano dejando que me mimara un poco. - ¿Cuándo hablaremos?
-¿Sobre qué?
-Sabes sobre que...
Suspiré.
-Mamá, no hay demasiado que decir. Las parejas acaban sus relaciones y...
-Pero ustedes no eran cualquier pareja, amor... Incluso si tu padre no se veía convencido al inicio, siempre le dije que...
-¿Papá no estaba convencido? Creía que amaba a Natasha.
-No creía que la quisieras en serio... Y lo entiendo, pensaba que Alex y tú... Pero luego vi que realmente te importaba, tenías a Alex cerca y...
-Alex es una buena mujer, pero ambas necesitamos algo diferente.
-Cariño, no quiero ser entrometida, pero créeme, una madre nota ciertas cosas... - comenzó. Ni siquiera se me hacía una idea de lo que quería decir. - Natasha es la indicada.
Me reí.
-Okay, mamá. Iré a buscar vino, ¿bien?
-Wanda, sabes que podemos hablar... ¿No?
-Lo sé, mamá. Pero no requiero de eso ahora, es una relación. Acabó, y ya. Quiero centrar mi energía en algo más y mientras Stephen está discutiendo los siguientes enfrentamientos, puedo dedicarme a algo que ayudara a los menos favorecidos.
Ella suspiró, me acerqué a su rostro, besé sus cabellos canosos.
-Escucha, si algo va mal, te lo haré saber, mamá. Sabes que no me gusta evitar mis emociones y que jamás sería cerrada, porque sé que cuento con todos aquí, pero... Peter la está pasando peor, siento que deberías ayudarlo.
-Tu hermano está cegado... Él sólo te culpa por... - giré los ojos. - esa mujer jamás me dio buena espina.
-No era una buena mujer, no importa cuantos culpables busque, mamá. Rachel no tenía nada que hacer en esta familia... Te lo aseguro, pero me alegra mucho saber que regresó a su hogar, no hará más daño de este lado del continente.
-Peter quiere ir por ella... - murmuró mamá.
No sé específicamente de qué manera mi rostro se acomodó, pero mamá parecía sorprendida.
-¿Quieres sentarte?
-¿Por qué iría por ella? Según Alex me dijo le ha dejado una carta muy...
-Está dispuesto a detener su transición, quiere regresar a ser una "chica"... - hizo comillas.- Él asegura que Rachel no tiene nada que ver... amor, sabes que siempre los apoyaremos... Pero tu padre se ha negado a retroceder el procedimiento si es que él no se hace otros que son neurológicos y psicológicos... Dice que viajará a Madrid para encontrar un especialista.
-¿Qué? - pregunté aún sin creerme lo que oía.
Mamá suspiró arropándose en su chándal de color grisáceo.
-Tu padre ha congelado sus tarjetas y espera que Peter no tenga una cuenta aparte... Ya sabes, tu padre maneja las finanzas de todos aquí y...
-Yo sé... - me senté en el sofá. Papá lleva mi cuenta desde que comencé a ganar el dinero suficiente como para ser codiciosa. - él... ¿Vendrá hoy?
-Está aquí, duerme en tu antiguo cuarto. - asentí. - ¿Hablarás con él?
-Puedo intentarlo...
-Cariño, te agradecería una intervención... Tu hermano realmente parece otro... - murmuró ella con los ojos brillando como dos cristales.
-Hey, mamá... nada de esto es tu culpa o de papá, Peter es adulto, y sé que quieres cuidar de él, el mundo es cruel... Muy cruel, pero... En ocasiones, simplemente tienes que dejarlo pelear sus batallas solo... Él debe aprender del mundo, porque no siempre estaremos para defenderle.
Mamá asintió. La envolví en mis brazos y esperé a que se calmara un poco antes de alejarme para buscar los vinos. Realmente no quería pensar demasiado en Peter o algo relacionado a Rachel... Aquello me haría nuevamente pensar en la pelirroja y eso no estaba entre mis planes... Quería descansar lo suficiente como para que Natasha no pasara por mi mente incluso si debía ver algo que me hiciera pensar en ella.
El proceso de olvidar no es tan difícil como se ve cuando ya sabes como funciona... Pero es agotador.
Tomé una caja de vino y mientras trataba de sacarla, Clint me habló, provocando que golpeara mi cabeza contra uno de los espacios para guardar vino.
-Mierda. - me quejé.
-Joder. Cuidado. - murmuró mientras yo me levantaba. - ¿Y mi suegra?
-Está dentro. Arreglando los objetos de la subasta, ¿por qué?
-Un comprador. Ya sabes, han llamado todo el día, gente que quiere donar algo nuevo o comprar algo... - murmuró. - Estoy buscando donde acomodar una colección de monedas... Es bastante antigua y está completa.
Suspiré. A eso me refiero... Por todos lados.
-Pues... Dile, tal vez sea con el convertible y los floreros del vaticano.
-Iré a preguntarle.
-¿Cuánto han recaudado para iniciar el traslado?
-Pues... Te diré que ya están comenzando a idear expandir el cupo de trescientos niños a quinientos...
-Wow. ¡Es excelente!
-Ya lo sé, tu madre estará muy contenta, Erik ya ha hecho planos y... Está esperando que hagan un depósito nuevo y poder confirmarlo... - el reloj de Clint comenzó a parpadear. - ¡Wanda!
-¿Uh?
-¡Mierda, esto es demasiado dinero! ¡Demasiado! Joder. ¡¿Dónde está tu madre?!
-En...
-¡No importa, adiós!
Clint salió corriendo de allí. Sonreí.
Es lindo ver que algo tan esperanzador nació en el núcleo de mi familia y se convirtió en una idea a casi nada de cumplirse... Mis padres son personas increíbles... Estoy muy orgullosa de ellos...
Tomé nuevamente la caja de vino y volví a casa para acomodarla en la cocina... No crecí en este sitio, lo compré para mis padres como agradecimiento por todo lo que han hecho por mí... Me alegra tanto saber que será el hogar de muchos...
[•••]
Natasha.
-Hola, Natasha. Soy el doctor Banner. Tu psicólogo. - estiró su mano. La estreché.
Extraño. Tuve un déjà vu.
-Hola, soy Natasha... Eso ya lo sabe. - suspiré. La habitación es grande.
-Lo sé, leí tu ficha. Natasha Romanoff. Jugadora profesional de fútbol.
-Ex jugadora...
-Oh... No lo sabía. ¿Gustas hablar de aquello para comenzar?
-¿No me presionará para decirle por qué estoy aquí?
-Iremos a tus ritmos, hoy podemos charlar de lo que deseas, si quieres ir directo al punto, podemos hacerlo...
Suspiré otra vez y lo vi anotar algo.
-¿Qué hace?
-¿Mhm?
-¿Por qué escribe?
-Oh, no, sólo hice una línea.
Me enseñó la libreta con mi nombre, el día y la hora... Bajo eso una línea.
-Estoy algo paranoica, lo lamento. No ha sido fácil últimamente...
-¿El qué?
-No sentir que todo el mundo espera que falle... - sonreí. - le he dicho a mis padres...
-¿Sobre tu trabajo? - negué. - Oh, okay... Sobre otra cosa, ¿qué han dicho?
-Mamá lloró, papá... Sigue culpándose. No es culpa de ellos... Supongo que... La mía tampoco, no lo sé... Intento... No pensarlo demasiado, pero es difícil, sigo esperando las represalias.
-¿Hay algo malo que has hecho?
-Beber demasiado... Mi hermano murió hace unos años. - comencé. - él bebía demasiado, de hecho, él fue quién comenzó a llevarme a sus fiestas... ya sabe, para convencer a mis padres de que estaría bien... Él... Tenía problemas, tuvo una depresión mal diagnosticada.
-¿No tenía depresión?
-Le dieron de alta y... No estaba bien, el alcohol se volvió su mejor amigo y de pronto nos encontramos con... Bueno, falleció... No sabemos si provocó su accidente o no, y... - suspiré.
-Tómate tu tiempo. ¿Quieres algo de agua?
-Por favor.
Banner se puso de pie y fue a por agua mientras yo encontraba las palabras para reconocer lo ocurrido.
Fui a una fiesta en un yate. No conocía a nadie. Fingieron ser amables... Fingieron que no les importaba quién era... Rachel...
-Ten.
Bebí del vaso de agua. Refresqué mi garganta y levanté nuevamente la mirada. Banner esperaba.
Él esperaba para oírme. ¿Acaso va a juzgar lo que diré?
Tal vez crea que...
No, Natasha... No pienses antes de tiempo.
-Fui a una fiesta en un yate y... Bebí demasiado, no recuerdo mucho, sólo sé que... Desperté desnuda... Con una chica a la que no reconocía... Ella... - bebí otro poco de agua. Mi garganta está seca y mis manos húmedas. - ella admitió que abusó de mí, yo estaba inconsciente... Bebí demasiado y luego me dieron una pastilla... No lo sé, no lo recuerdo... Sé que tal vez debí cuidarme más, pero... No lo sé... Estaba... Me dolía... Quería olvidarme de todo lo malo y mi hermano solía mencionar que cada vez que bebía... Era un poco menos infeliz.
-Comencemos con que... Nadie debió obligarte o hacerte pasar por algo así. No se debía a la forma en que actuaste esta noche. Desligate de esa culpa, no fue tu culpa, Natasha.
-¿Usted realmente cree que esto me pasó? - pregunté. Me miró extrañado. - aún después de la reputación que tengo...
Estiró una caja de pañuelos, tomé un par.
-No es tu culpa, Natasha. Por supuesto que te creo, no juzgaría algo que te ha estado manteniendo prisionera por tanto... Tuviste el valor de tomar terapia, de enfrentarte a tus miedos y querer sanar tus heridas... No estás aquí para ser juzgada... Yo estoy aquí para apoyarte.
Sonreí mientras intentaba contener las ganas de llorar que tenía.
Acabo de exteriorizarlo con alguien que no es de mi familia... Con el mundo... Y no se siente mal... No del todo....
Él me creyó...
[•••]
Wanda.
-La música está en su punto. - comentó Clint. Pietro asintió.
Peter se encontraba sentado en una mesa al final del salón, junto al piano en el que papá acabaría cerrando la noche de subasta con una pieza probablemente en la que mamá cantaría. Son algo excéntricos.
-Hablaré con él...
-Cada uno elige como hacerse daño. Yo tuve un accidente. - mencionó Pietro y Clint jaló su cabello. - ¡Hey! Claro, aprovéchate de que no puedo correr detrás de ti, Barton.
Giré los ojos y seguí mi camino hasta llegar donde mi hermano mayor.
-¿Podemos hablar?
-Lárgate. - murmuró tomando su copa de vino y levantándose. Tomé su brazo.
-Peter, por favor. Necesitamos hablar... No puedes simplemente enojarte con el mundo porque Rachel no...
-¡No te atrevas a decir su nombre! ¿Acaso nadie entiende lo que es enamorarse y perder a quien amas?
Sonreí mientras bajaba la mirada.
-Yo lo sé.
-Wanda, Alex pasó hace demasiado. Ya superalo, joder.
-Perdí a Natasha. - dije insegura. Aún no quería decírselo a mis hermanos. - y no sabes lo difícil que ha sido fingir que puedo con eso, porque te juro que solamente quiero correr a decirle que la perdono por cualquier estupidez que hizo, porque la amo... Pero... Tengo dignidad, Peter... Ella no me quiere como yo la quiero y aunque me cueste debo entenderlo, no es la primera vez que me dañan así, ni será la última. Aprende eso.
Él no dijo nada. Me senté junto a la chimenea artificial.
-Lo siento... No sabía que...
-Nadie sabe. Mamá... Pero... Ya sabes, fue porque Kara se lo comentó. Kara supo por Alex... Alex supo porque pensaba echarme a morir en mi casa y estar sola lo suficiente como para no tener que explicarlo... No quería que sepan que perdí a la mujer que amo y que probablemente no debería amarla...
-¿Ella hizo algo malo?
Suspiré.
No lo sé.
Mi parte poco racional me pide que no crea en su discurso y me repite que yo la conozco... Sin embargo mi parte racional me pide que acepte lo que dijo y siga adelante... Con Natasha nunca he sabido a que lado de mi humanidad debo seguir.
-Ella y yo somos diferentes... Tenemos emociones y pensamientos distintos... Esta vez no funcionó.
-Rachel me parece una mala persona... - comenzó Peter. - pero... Una parte de mí se niega a creer que lo sea... Y eso me aterra... No sé a quien creerle. Somos dos Peters contra... Todo.
Sonreí. Palmeé su espalda.
-El tiempo es el mejor amigo de todos cuando se trata de sanar o tomar una decisión que no puedes discernir entre tanta confusión.
Él me abrazó.
No dijo absolutamente nada más.
Eso era suficiente.
Nota de autor:
¡Hey!
-Codo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top