50.

Natasha.

—¿Crees que es buena idea salir a un restaurante de manera tan pública a días antes del enfrentamiento?

—¿Por qué de pronto te molesta que nos vean en público?

—Siempre me ha molestado. Sabes como son los fanáticos, no son amables conmigo y...

Ella estiró su mano para acariciar la mía con delicadeza. Realmente trataba de calmarme, tiene buenas intenciones, y lo entiendo, pero...

—Estamos en tu país. Aquí nadie será malo contigo, querida. Disfrutemos de la cena por favor.

Suspiré.

El camarero trajo los platillos, mis ojos estaban clavados en cada movimiento que veía cerca de nosotras. 

—Hey, cariño, relájate, por favor... — insistió Wanda. El solo hecho de verla allí, intentando ayudarme... Me hacía sentir culpa.

¿Por qué es tan buena conmigo? ¿Por qué después de todo lo que hago mal ella sigue aquí?

Estoy intentando ser mejor y cuidarla de todos mis errores del pasado, pero siento que solamente la hundo más en mis problemas personales...

—Lo siento, no me siento cómoda estando aquí. Siento que todo el mundo nos juzga.

—¿Por qué nos juzgarían? — preguntó Wanda bastante extrañada de mi comentario.

Intentaba comprenderla, pero a la vez me siento agotada, frustrada y... Creo que todo lo que comento es tan obvio que sólo me enfurece la idea de explicarlo como si no fuese simple de entender.

—Yo... — suspiré.

Oía voces que seguramente sólo eran murmullos hablando de algo más que Wanda y yo, pero mi mente no podía separar aquellas ideas del pensamiento sobre algo yendo mal entre Wanda y yo.

—¿Sabes? Ocurrió algo extraño con Stephen hoy temprano, realmente no sé como tomarlo, pero... — rió.— él realmente creyó que podría convencerme y eso es lo que más gracia me causó.

—¿Uhm? — tomé mi coca cola y bebí de ella.

Cerré los ojos. Me duele la cabeza, aún puedo oír a Rachel en mi mente mientras Wanda me habla. Es horripilante sentir su aguda voz taladrando mi cerebro una y otra vez...

—Ha mencionado que tal vez debería... Bueno, que tú no ganarías y que tengo dos opciones, una de esas es perder y...

—¿Qué? — pregunté solamente centrándome en "una de esas es perder" y el hecho de que Strange dijo que perderíamos. — ¿Hablas de mí a mis espaldas?

—No, no es lo que dije...

—¿Aceptaste? ¿También crees que no puedo hacer algo bien? Wanda, llevo años jugando...

—¡No es lo dije! — se quejó un poco más alto. Noté que la gente nos observaba. — él se refería a que debido a nuestra relación temerías atrapar mis balones, confía demasiado.

—Créeme que puedo con esto, Wanda. No necesito tu compasión.

Me levanté de la mesa.

—¿A dónde vas?

—Al baño. Se me quitó el hambre.

—Oh, vamos, Nat...

—¿Acaso tampoco puedo hacer eso?  — me quejé mientras me alejaba de la mesa.

"¿Acaso no puedes quitarte la ropa sola? ¿También debo hacer eso? Eres bastante inútil después de todo"

Cerré los ojos y mojé mi rostro, mi cuello, mi nuca... Nada apartaba esos estúpidos minutos... ¿Por qué lo hice?

Mi móvil me hizo volver la mirada, allí estaba el texto de Rachel.

Rachel. He borrado todo. Un enlace a mi disco, puedes verlo, está limpio, no guardo copias. También te envío la fotografía de mi charla con Peter, me voy mañana. Volveré a Madrid.

Respiré profundamente y mi pecho se contrajo, una sensación de paz me llenaba, pero con cada momento de tranquilidad, llegaban los problemas, esto definitivamente traería algo malo y no encontraba la manera de detenerlo.

La bilis subió por mi garganta y escupí al lavabo pensando que aquello me haría sentir más cómoda con mi piel, pero en la medida que los minutos pasaban todo se sentía más extraño, como si sólo flotara en mi soledad, en mi angustia y... Ya.

Salí de allí, Wanda había pagado, me senté delante de ella.

—Pediré pizza en casa y comeremos con más calma, Nat. No te preocupes.

No dijo nada más, su tono tampoco sonaba hostil, ella debería estar molesta conmigo y no lo estaba.

Ella siempre era tan amable y yo estaba tan dañada.

Llegamos a mi casa casi sin decir una sola palabra, podía oír a Taylor Swift en la radio. Wanda lo disfruta.

La parte importante de todo es verla relajada, o eso creo... Podría estar furiosa conmigo, porque yo estoy furiosa conmigo misma, pero ella no, no entiendo la razón, pero parece no odiarme.

—¿Deseas llegar a descansar otra vez o podemos pedir una pizza? — preguntó con un dulce tono mientras abría mi puerta.

—¿Deseas una pizza?

—Sólo quiero estar contigo, ¿es eso tan malo? — bromeó y traté de sonreír pero fallé. — ¿Qué ocurre?

—Nada, sólo estoy cansada. El partido de mañana ha logrado estresarme lo suficiente.

Ella asintió.

—Es verdad, debes descansar, seguramente mañana entrenarás desde temprano.

Asentí y me abracé a Wanda sin querer soltarla. Realmente la quería tanto, la amaba tanto, y solamente estando con ella, lejos del mundo del espectáculo y las especulaciones... Solamente ahí podía estar tranquila.

—Que estés aquí significa demasiado para mí, Wanda. Tú lo significas.

Ella me abrazó con más fuerza que antes, y contuve las ganas de llorar, ¿por qué lloraba realmente?

Había dejado de sentir lástima por mí, deseaba bloquear estos recuerdos como los anteriores y simplemente dedicarme a seguir adelante, pero esta vez parecía peor, porque sentía que mi humor y actitud iban acompañando mi malestar, no era justo para Wanda.

—Lamento mi actitud en el restaurante. Odio estar en público tanto...

—Tranquila, lamento haber mencionado lo de Stephen, no quería...

—Sólo estabas compartiendo algo conmigo. No me importa lo que sea, si para ti es importante, para mí también.

—Yo sé que eres capaz de ganar, Natasha. No quiero que creas que yo estoy a favor de lo que ha dicho Stephen, porque realmente no es así.

—No creo que tú pienses eso... Tranquila, estaba... Frustrada supongo ... Últimamente todos creen que pueden mejorar mi vida tomando decisiones y simplemente me abruma esto...

Dreykov y sus presiones, Rachel, cuidar a Wanda, el partido...

—Y yo lo entiendo, espero que sepas que estaré aquí para ti, porque... Quiero... Quiero que sientas mi apoyo...

[•••]

Wanda.

Me desperté temprano. Hoy me reuniría con el equipo antes del enfrentamiento. Natasha simplemente se fue temprano, recuerdo haber sentido como besaba mi mejilla y me decía que me quería.

Ahora que veo la cama tan vacía, realmente parece sólo un alejado y vacío recuerdo.

¿Está distante? No logro entender que ocurre, pero claro que siento que las cosas no van bien, ella no suele comportarse de aquella manera...

Incluso ayer por la noche no hemos dormido demasiado, ella y yo compartimos al fin, pero la sentía distraída en todo momento, incluso cuando estábamos haciendo el amor.

—¿Por qué? — murmuré y me puse de pie con su camiseta cubriéndome.

Desayuné y luego de eso encendí el televisor, las noticias aquí estaban pendientes sobre el encuentro y señalando cómo nuestra relación podría cambiar los resultados o mantenerlos.

Suspiré.

Aunque no quería admitirlo, al final de todo Natasha parecía acertar en aquello, las personas estaban demasiado atentas a lo que la pelirroja y yo teníamos, como si no importara que somos buenas en el trabajo, sólo el hecho de que estamos juntas... O algo así.

También he meditado aquello de decir a Natasha que estoy enamorada de ella, pero supongo que tendrá que esperar.

Ha estado tan frustrada con el enfrentamiento, y no tengo un buen presentimiento de todo esto, es como si sus emociones me pertenecieran, simplemente... Desde que ella me permitió conocerla a fondo, siento cuando está mal, y sé que ahora no se encuentra en su mejor momento...

Natasha tiene demasiada presión, tal vez el equipo... Tal vez Dreykov, pero.. ¿Es eso realmente?

No puedo preguntarle, estaba demasiado a la defensiva ayer por la tarde... Joder. Es demasiado extraño.

¿Extraño? Claro que es extraño.

¿Ahora comenzaré a cuestionarme por preocuparme demasiado? ¿Soy demasiado intensa? ¿Es un problema conmigo?

Oh, por favor, Wanda.

—Antes eras un poco más madura. — me reclamé. Mi móvil se encendió y noté que Alex acababa de textearme.

Alex. Hey. Quería desearte suerte en el partido. Sé que no la necesitas, pero tu madre me ha invitado a verlo en tu casa y... Todos te deseamos suerte, es lo único que anima a Peter hoy. Verte triunfar.

Luego de leer ese mensaje, me quedé meditando en dos cosas. Alex parece mucho más relajada respecto a nuestro cierre y le ha sentado de maravilla alejarse del trabajo, dos... ¿Peter triste?

W. Hey, gracias por esto, me has animado. ¿Todo está bien? ¿Qué ocurre con Peter?

Y la mejor pregunta, ¿cuál de los dos?

Alex. Oh, bueno, Rachel lo ha dejado hoy, ha dicho que no tiene intenciones de dañarlo, pero que ella no puede estar con un hombre.

Suspiré.

Esa... Arpía, desgraciada, imbécil y transfóbica.

W. Se dio cuenta después de enamorar a un hombre trans e intentar cambiarlo para encajar en sus gustos, que bien que no buscaba lastimarlo.

¿Por qué lo dejaría justo ahora?

[•••]

Natasha.

—¡Romanoff!

Dreykov alzó la mano y me hizo una señal, avancé hasta él trotando y me pidió que lo siga.

En el camerino me encontré con Darcy Lewis, quién sonreía limpiando sus zapatillas para jugar.

—Cariño, he traído a Romanoff. Dame dos segundos. — dijo a la pelinegra y se giró para verme. — sabes que requiero que ganes, no permitas que se acerquen a la portería o pierdes esto. No te daré otra oportunidad.

—De acuerdo, señor. — contesté sin más.

Me siento una puta marioneta desde que me bajé del avión. Gracioso, pero no tan gracioso como para reírme.

—Bien. Toda tuya, hija. Las espero en la cancha, falta la última media hora de entrenamiento, luego pueden ir a comer.

Salió de allí, me giré a Darcy sin entender a qué se refería con que ahora era toda suya, incluso mi corazón parecía latir más rápido mientras los vellos de mis brazos se erizaban.

—¿Qué ocurre?

—Soy nueva, ¿por qué debería ocurrir algo? — dijo burlona. — relájate. Seremos compañeras si todo sale bien hoy... Tendremos que vernos para siempre, y me gustaría formar una alianza contigo.

—¿Alianza?

—Papá me ha dicho que todas aquí hacen lo que pides. Te siguen como perrito faldero a todos lados y lo que tu deseas, es lo que todas desean.

Negué.

—Yo soy la voz de mis compañeras, pero cada una elige que camino tomaremos como equipo, porque eso somos. Así funcionaanos bien.

Ella comenzó a reír en voz alta. Sonaba por todo el camerino y realmente seguía sin entender su punto.

—¿Ya me puedo ir? No quiero que mis músculos se tensen tan pronto.

—Natasha, los equipos están obsoletos. Un país que triunfa es un país con buenos jugadores listos para triunfar, no con un equipo de niñas lloronas. No emociones, sólo máquinas. Así funciona.

Sonreí mientras negaba.

—Es absurdo, no tengo tiempo para perder con esto, Darcy. Hablemos con las chicas y...

—Te concierne sólo a ti, Natasha. No seré tu perrito faldero.

—No quiero que lo seas. Te aseguro que todas querrán que te sientas cómoda con nosotras, no somos la clase de equipo que separa a alguien de la manada, no nos sentimos bien así, somos buenas.

—No me entiendes... — avanzó hasta ponerse delante del espejo. —yo no seré de tus perritos falderos... Tú serás el mío.

Sonrió.

—¿Disculpa?

Okay, tal vez sea porque he bebido demasiado café y tomé una o dos pastillas que le he robado a Rachel en el hotel... Pero siento que no alcanzo a comprender la idea.

—Te disculpo. Sólo piensa... ¿Por qué Wanda estaría con la chica que se acostó con la novia de su hermano? — pasó por mi lado. Estaba helada...— piénsalo, harás lo que digo y todas harán lo que digas... Yo protegeré tu sucio secretito y... Nadie verá nada.

Tragué saliva.

—¿Q–qué dices?

—Rachel se fue, pero... No era demasiado... Discreta, preciosa. Yo no tengo esos gustos, Nat, pero... Te cuidaré, y tu a mí, y a mi padre. — palmeó mi espalda. No me moví de mi sitio. — un placer hacer negocios contigo, compañera. No te preocupes si perdemos. Me sirves, papá te mantendrá aquí mientras yo te necesite. Intenta caerme bien.

Nota de autor:

¡Hey! Creo que ya queda poco, no sé que tan poco, pero poco. ¿Vieron que ayer subí un fanfic?

—Codi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top