5.

Natasha.

Luego de la charla amorosa de Stark, decidimos pasar un día de fiesta para relajarnos, y por primera vez, Yelena estuvo de acuerdo, por lo que Kate ha decidido venir.

Sigo intentando comprender su relación de compañerismo, no veo a Kate interesada en besarse con alguien, sin embargo tampoco hace ese tipo de cosas con Yelena, porque no es lo que a mi hermana le gusta, y comprendo que no es mi asunto, y mientras funcione para ellas, es lo único que importa, pero la duda sigue en mi cabeza... Sigue allí, sigue existiendo, eso lo vuelve confuso.

Joder. ¡El chisme es terrible! Tal vez debería pedirle a Yelena que me lo explique si se siente cómoda con ello.

Mientras tanto beberé un poco, bailaré con alguna chica linda que quiera disfrutar el resto de la madrugada en una suit del mejor hotel de la ciudad, y acabaré quién desee acostarse con ella después que yo. No encontrará comparación.

—¿Yelena? — hablé mientras avanzaba en dirección a la barra donde se encontraba mi hermana aferrada a su vaso de jugo de uva, Kate por su lado, bebía Martini como agua. — Kate. Mis dos personas menos favoritas en el mundo... — me burlé. Yelena asintió.

—También te amo, hermanita. — se quejó ella. — ¿Has bebido algo?

—No, aún no. Espero por una mujer digna de mi compañía nocturna para invitarla a bailar, beber y quién sabe qué más.

—Entiendo, entiendo. Kate y yo nos iremos en una hora al hotel.

Observé a Kate y luego a Yelena.

—¿Comparten habitación?

—Ajá.

—¿Y cama?

—Es mi novia, Natasha. — dijo Yelena con su acostumbrada actitud molesta. Es una tonta.

—Ya, pero creí que no... Ya sabes, no...

—Si te refieres al sexo, lo cual es desagradable. No, no lo tenemos, compartimos una cama, somos novias platónicas. Compañeras, no es necesario tener sexo para amar a alguien, yo amo a Kate, pero no románticamente, siento una leve atracción que se complementa con amistad, es diferente a lo que tú sientes, y sí, soy feliz sin sexo.

Kate quién no había dicho nada ante todos los comentarios de mi hermana, bebió de golpe su Martini y pidió otro al bartender.

—Hey, okay, lamento molestar. Tenía dudas, quería preguntar de forma respetuosa. No me ataques.

—¿Por qué mi amistad o relación con Kate sería tu asunto? Funciona para nosotras y...

—¡Y es todo lo que necesito saber, pero necesitaba conocerte! ¡Eres mi hermana! ¿Por qué no podríamos tener conversaciones incómodas? ¡Nos duchamos juntas muchas veces, lo recuerdo! Éramos pequeñas, pero...

—Si quieres que charlemos sobre cómo me siento romántica o sexualmente, que no sea en un bar, y que sea en un sitio donde pueda explicarte cómo funcionamos Kate y yo. — dicho esto, bebió de golpe si jugo de uva. — Kate, voy al baño.

Se levantó, y se fue. Suspiré y me senté en su lugar.

—Dale tiempo, sabes como es con sus cosas. A mi me costó entenderlo, pero me siento cómoda con ella, lo disfruto y es un acuerdo sano. Quédate con eso por ahora.

Asentí lentamente y me giré al muchacho castaño.

—Una cerveza helada con algo de limón. — pedí.

—De inmediato, señora Romanoff. ¿Me daría su autógrafo?

—Por supuesto, dame algo que firmar y un bolígrafo. — dije observándolo. — Tu nombre.

—Me llamo Druig. Muchas gracias, señora Romanoff. Soy un gran fan de lo que hace, lamento lo del partido de hoy, hizo todo lo que pudo.

Sonreí levemente y aparté su autógrafo con un mal sabor de boca.

—Gracias, hijo. ¿Me darías ni cerveza?

—La casa invita. Por supuesto.

—No, no te preocupes, pagaré por...

—Oh, oh... — murmuró Kate. — Las británicas.

Mi mirada recorrió la pista de baile hasta posarme en el sitio al que Kate miraba. En efecto, Wanda Maximoff y compañía...

Ni siquiera sé quiénes son las demás, exceptuando a un par que noté en la entrada.

—¿Y qué hacen en mi bar? — pregunté molesta. Wanda venía charlando animadamente con una pelinegra bastante atractiva. — ¿Y quién es la cara bonita de allí?

—Romanoff. Dijiste que no más amoríos fuera de clubes. — se quejó Kate. — Sabes como acabó con...

—Pepper no tiene nada que ver aquí, además Pepper era de un país mucho más lejano...

Dicho esto, ignoré las insistencias de la pelinegra mientras observaba a mi siguiente mujer.

Es linda, me gusta. Me acercaré y si tenemos un clic, la invitaré a casa. Y si ella acepta, tendrá una noche maravillosa junto a mí, no se arrepentirá de ello, eso puedo asegurarlo.

—¿Y bien? — preguntó Kate. Me giré y bebí su Martini de un sólo trago. — ¡Eso era mío!

—Quédate con mi hermana. Es un trato.

Tomé las cervezas que había pedido y avancé decidida hasta la pelinegra quién bailaba junto a Maximoff.

—¿Una chica tan linda sin beber algo? — pregunté extendiendo una cerveza. — Recién hechas.

Ella me observó con desconfianza y Maximoff también, ignoré por completo a la castaña.

—¿Eres la jugadora del rival, no? Hoy te vi, lanzarte al césped y llorar, ¿no?

Dicho esto, me dio la espalda.

—Mariah. No seas así con ella. — Maximoff fingió amabilidad. — Disculpa a mi amiga, ella no es así, hoy no tiene ganas de...

—¿Eres su jodida representante o por qué crees que tienes derecho a hablar por ella? Es capaz de decirme lo que ella desee y opine sin que tú seas una intérprete de sus emociones o algo, niñata.

En ese momento, sonreí a la pelinegra, y ella me observó con furia, su mano golpeó mi mejilla de forma en que lo único que sentí luego de eso, fueron los murmullos de personas, y flashes pegando en mi rostro. Traté de apartarlos sin conseguir que dejaran de vernos. Wanda no dejaba de disculparse aunque no fuese ella quien me golpeó.

Creo que son novias.

¿Así y todo me ha coqueteado en el partido? He sentido sus intenciones, ¿por qué lo hizo? ¿Por eso su sexy novia parece detestarme? ¿Acaso nos ha visto? ¡Yo tengo química con todo el mundo! No es porque sea específicamente ella.

Recogí mi ego lastimado antes de meterme a un espacio privado, no quiero que me sigan fotografiando así.

[•••]

Wanda.

—¡¿Estás loca?! ¡Stephen verá eso!

Mariah quién no dejaba de ver hacía dónde habíamos dejado a la pelirroja.

—¿Y qué? ¡Ella te ha tratado mal! ¡Basta de permitir que te traten de formas absurdamente agresivas! ¡¿Acaso no notaste como te trató?!

—¡Es que es normal que...!

—¡No es normal que dejes que te pisoteen! ¡Joder, Wanda, no puedo cuidar de ti todo el tiempo!

—M-Mariah... — balbuceé al verla tan molesta. ¿Qué más iba a decir? No estoy acostumbrada al conflicto

En mi familia jamás discutimos, y de pronto me encuentro en un trabajo que deseo, con un ambiente que me gustaría disfrutar, pero no puedo disfrutarlo, sé que no les agrado, lo intento, juro que lo intento...

—¡Estoy harta de ver como te tratan de formas inhumanas!

—¡Todos tenemos malos días!

—¡No todo el mundo debería poder pisotearte de la forma en que lo haces!

Nuevamente, sabía que yo evitaba el conflicto, no era algo que me agradara sinceramente, y menos si involucraba a una de mis mejores amigas atacando a una extraña que parece odiarme también.

No soy una mala persona.

¿Tal vez debería ir a hablarle a aquella pelirroja? Por una vez en mi vida, ser valiente y enfrentar la situación sin temor a que ella crea que soy agresiva. Sólo charlar como dos personas normales y maduras... Porque lo somos.

—Iré y le diré, me disculparé por ti, pero le diré que no debería hablarme de esa manera, porque yo no le he hecho nada. Simplemente estoy haciendo mis cosas y ella las suyas, no tengo ganas de discutir, pero tampoco quiero que tú tengas problemas siempre por defenderme de las abusivas como ella.

Mariah quién parecía estar de acuerdo con la idea, me abrazó con fuerza.

—Iré al auto a fumar algo de yerba. ¿Deseas un poco?

—Sabes que no me gusta aquello, estaré esperando a que el olor se vaya del auto. Iré dentro, te quiero.

—Yo a ti.

Volví a ingresar al club con el corazón a mil por hora. Comúnmente los escándalos o malos ratos, no son algo que acostumbro. Mamá y papá, son muy sabios, nunca discutieron en casa, nunca delante de nosotros, Pietro y yo tenemos una relación única, Peter es nuestro mentor, es un ejemplo, incluso viviendo lejos hace bastante.

Mi familia es asombrosa, y creo que por eso soy tan centrada, me apoyaron siempre con mis sueños y jamás los desvalorizaron, es algo de lo que estaré eternamente agradecida, porque me considero una buena persona...

Volviendo al tema pelirrojo... ¿Cómo puedo acercarme a una mujer que parece tener de furia todo lo que le falta en tamaño? Es decir, se comporta agresiva, y parece no entender que no somos enemigas fuera de la cancha. Los goles de Gwen y míos no han sido con furia, estábamos jugando en favor de una fundación...

¿Dónde estará ella ahora?

Nota de autor:

Heeeey, este capítulo va dedicado a NathanGC13 tqm amigo <3

¿Será que manifiestan que mañana me de el tiempo y les traiga un capítulo para cada fanfic?

Hoy el capítulo estuvo tarde, porque fui a levantar la pala, familia (trabajar), pero mañana tengo libre, así q manifiesten los dos caps 

—Codito.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top