47.

Wanda.

—Wow... No esperaba aquello sinceramente, es decir... Ya casi llevan un año juntas, pero... — se encogió de hombros y se sentó en el sofá.

Alejada de mí. Realmente notaba que marcaba distancia, la misma que yo debí poner entre ella y mis emociones cuando desperté y ya no estaba.

—Suena rápido incluso para mí... Te dije te amo a los seis meses, y... — me detuve para analizar lo que quería decir realmente. — te amé mucho, Alex. Más de lo que realmente debía, te amé incluso cuando ya te habías ido.

—Yo te amaba incluso yéndome. Verte fue el golpe de realidad...

—No, Alex. Tú ya no me amas, extrañas lo que fuimos, pero realmente no estás enamorada de mí.

—¿Cómo puedes decir que no te amo si después de casarme con alguien más sigo pensando en ti?

—Alguien más a quién amas.

Alex observó algún punto del cielo en silencio mientras yo trataba de hacerla entender, quería comprender también su razonamiento, pero no me generaba un sentido real. ¿Por qué cree que me ama?

—Alex, te fuiste.

—Tú dijiste...

—Alex no te estoy recriminando, pero te fuiste porque tuviste la oportunidad... Yo hubiese deseado que te quedaras incluso queriendo irte.

—Son cosas que... Se escapan de nuestras manos, Wanda... ¿Qué te asegura que Natasha no va a irse?

¿Además de un contrato?

—Sé que ella no va a irse, Alex. Porque me ha dado la confianza suficiente como para creerle.

—Wanda...

—Alex, por favor, ambas sabemos que tú no estabas dispuesta a quedarte por mí, ni yo estaba dispuesta a dejar mis aspiraciones porque no te gustaba que yo fuese alguien independiente de tu existencia... — me arrodillé delante de ella. — te pedí que te casaras conmigo porque te amaba, tú te casaste con Kelly, porque la amabas... Aún te amo, Alex, pero no así, y no volveré a hacerlo... Estoy enamorada de Natasha.

Alex apartó su mirada de mí, nuevamente ignorando lo que dije. Me senté a su lado, bebí de mi copa de vino y observé el cielo.

—Sé que te gusta la luna y por eso pensé que sería bueno decírtelo en una noche tan linda.

—¿Por qué no puede ser fácil odiarte? — preguntó y noté por su voz que se encontraba llorando. — eres asombrosa, Wanda. Nunca fuiste mala, ni siquiera una mala novia, una parte de mí quería dejarte y estaba esperando algo, y cuando lo hice no pude dejar de arrepentirme por hacerlo, creí que enamorarme de Kelly arreglaría todo, pero cuando volví a verte... Mis mentiras se desmoronaron. Nunca había amado de la manera en...

—Lo harás si aprendes a soltarme, Alex. Yo lo hice, y ni siquiera sé cómo, porque... Realmente creí que no volvería a enamorarme, pero créeme que lo único que tengo por ti, son buenos deseos... Y quiero verte feliz.

Ella me abrazó. Correspondí su abrazo y cerré los ojos, fuera mi hermano y su novio disfrutaban del espectáculo, podía oír la risa de Pietro hasta aquí.

—¿Por qué no podemos dejar el pasado allí? Podríamos ser buenas amigas, Alex. No funcionamos como pareja, pero tal vez sí de otra manera.

Nos separamos lentamente y ella secó sus lágrimas.

—Creo que... Tienes razón, además... He sido demasiado egoísta. No quiero verte siendo infeliz, debo aceptar que Natasha es una gran chica, y se nota todo lo que se quieren.

Sonreí.

—Nat es una buena chica, soy feliz, y quiero que tú también lo seas.

—Lo seré, lo seré... Sólo debo... Reorganizar mi vida, charlar con Kelly y firmar los papeles de divorcio.

—Tómate dos semanas. — dije rápidamente. — las necesitas, intenta solucionar tu matrimonio o al menos solucionar algo con Kelly para ver lo de Esme y...

—Gracias, Wanda... Incluso siendo mi ex, eres la mejor. — murmuró. Le sonreí en silencio. Luego de unos minutos en los que sólo me dediqué a pensar en lo extraño que se veía todo... Alex habló. — te queda lindo el púrpura.

—Gracias... El maquillaje lo ha hecho Nat. Ella realmente es buena, se encargó de su hermana y cuñada también.

Ella asintió.

—Necesitaré un retoque después de llorar, tal vez podrías convencerla de maquillarme. — mencionó insegura.

—Claro que sí. Ella me dijo que debía hablar contigo... De todas formas, estamos en una boda...

—Lamento haberme ido con tan poca anticipación... Discutíamos demasiado, y sé que mayormente eran mi culpa, pero... Supongo que temía encontrarme con la realidad de que... Tú y yo no estábamos hechas la una para la otra...

Suspiré.

—Meses atrás eso me habría destrozado... —susurré.

—¿Eh? — preguntó extrañada. Mierda.

—Es decir, antes de Natasha... Ya sabes.

Ella asintió. Levantamos la mirada y nos encontramos con las luces led que estaban encendidas en la entrada.

—Es una boda muy linda... La mía fue más sencilla.

—¿Usaste la flor en broche que tenías de tu abuela? — pregunté y ella negó.

—No.

—Oh, fue Kelly. — murmuré y ella negó nuevamente.

—La guardé para ti, y viendo el panorama... prefiero que la uses cuando te cases con Natasha. — murmuró encendiendo un cigarrillo.

Aquél aroma había dejado de ser un extraño para mí desde que me acostumbré a las manos "tabaqueras" de Natasha.

—Hey, ya no te da asco el olor. ¿Fumas?

Sonreí.

—Sigo sin fumar, gracias. — lo rechacé. — ¿No le molestará a tu abuela que lo use yo?

—No, no lo creo. Es más, ella siempre quiso que fueses tú, y yo era demasiado idiota para mantenerte a mi lado. Tómalo como su última voluntad.

Reí de forma suave y sentí el frío congelarme las entrañas.

—¿Quieres mi chamarra? — preguntó.

—Por favor.

Se la quitó dejándola sobre mis hombros mientras seguía fumando. Los cigarrillos de Natasha huelen mucho mejor. No puedo negar aquello.

—¿Qué tal está Esme?

Los ojos de Alex parecieron iluminarse, se apoyó en la baranda de metal brillante.

—Ella está bien, aprovecha algunos días con Kelly, ya que Natasha está aquí y como no tiene más que hacer trabajo interno...

—Ya, entiendo... ¿La extrañas? — Alex asintió.

—Pero su madre es más estable... — murmuró.

[•••]

Natasha.

—Luka. — hablé alto mientras la música seguía en su punto máximo. — le entregaré el vídeo de Messi al encargado de la proyección, ya regreso.

—Ajá. — dijo el croata algo pasado de copas. — ¡Es una gran fiesta, Nat!

Elevé mis pulgares y él soltó su mano de mi cintura, me tenía casi amarrada a él esperando por Wanda. Es un buen amigo, Clint estuvo con nosotros, no hizo nada excepto por agradecerme por haber traído a Luka, Yelena y Kate.

Avancé hasta el moreno encargado de la música.

—Hola, ¿eres T'challa? — pregunté y él asintió bajando sus cascos. — ¿te importaría proyectar esto? Es un regalo de Pietro para su esposo.

—Con gusto. Lo haré luego de la siguiente canción.

—Gracias.

—No hay de que. — dijo volviendo a lo suyo.

Divisé como Peter se acercaba a saludar a Luka. Había evitado al hermano de Wanda toda la fiesta, sólo para evitar ver a Rachel y tener un colapso nervioso o algo.

Salí de la zona de la pista, llegué a los baños y noté lo lindo que habían decorado absolutamente cada área.

Wanda realmente tenía razón con que su hermano es algo obsesivo, lamento mucho que ella tuviese que perderse esto por mí.

Me mojé un poco el rostro, retoqué mi maquillaje, un poco de labial y también decidí quitarme los tacones mientras me apoyaba en el lavabo.

—Creí que te vería por aquí. — abrí los ojos y me encontré con Rachel cerrando la puerta. — ¿Acaso huyes de mí, preciosa?

—Ra-rachel. — tartamudeé. — Quita el seguro, por favor, no quiero que formemos un escándalo.

—¿Vas a gritar? — preguntó burlona. — todos están pendientes del vídeo de Lionel. Felicidades, tienes buenos contactos. — avanzó unos pasos, los cuales yo retrocedí chocando con una puerta.

—Aléjate, por favor.

—Nadie va a oírte. Adelante, forma otro escándalo. La boda de su mellizo, ¿no te parece que eres demasiado escandalosa? Eso no le gusta a la familia. — mencionó viendo sus uñas. — tranquila, no me acercaré demasiado, sólo quiero hablar, ya sabes, estamos en una familia y los conflictos familares, se pueden resolver con amor y paciencia. — me guiñó el ojo.

¿Dónde está Wanda?

No hay ventanas grandes. Los cubículos están allí, sin embargo, ella seguirá aquí.

—No tengo nada de lo que hablar contigo, Rachel...

—Cariño, tú y yo tenemos una historia que jamás finalizamos... huir no te hizo sino perder... Podríamos haber charlado mejor luego de aquella noche, si tan sólo... Hubieses dejado tu número...

—Rachel...

—No tendría que recurrir a esto. — murmuró insistente. Retrocedí dentro de la caseta del baño. — de acuerdo, preciosa... — levantó sus manos. — sin armas o dobles intenciones,  sólo venía a preguntarte si el nombre de Darcy Lewis se te hace familiar...

No contesté. Es la compañera de Wanda.

—Te hice una pregunta.

—No sé.

—Ay, pelirroja... — sonrió. Lewis, una compañera de Wanda. Wanda tu noviecita... Tu linda noviecita que no hace sino bailar con su ex.

Suspiré.

—No es...

—Silencio. Quiero que sepas que no sólo somos Wanda, tú y yo quienes saben sobre tu alocada noche post Denzel. — sonrió y se subió sobre el lavabo. — Pero te aseguro que si abres la boca sobre esto, no seré tan amable con tu sucio secreto...

—Me he follado a muchas mujeres, Rachel. No me importa lo que la gente crea. — susurré tratando de aclarar mi garganta.

—Claro... Ya eres una promiscua, pero... ¿Qué ocurriría si todos vieran cómo estás inconsciente en una cama y con la novia de tu cuñado?

—Rachel, abusaste de mí. — dije con un nudo en la garganta.

Jamás lo había mencionado así, es... Doloroso, no hace más que... Doler y pesar...

—Momento... ¿La mujer promiscua dice que yo abusé de ella? ¿Cuándo ambas íbamos de copas? ¿Yo? ¿La novia de su cuñado? — hizo una mueca. — que lástima que tengas que dañar a Peter... A Irina, Erik... Wanda... La carrera de Wanda... Ay, pobrecilla. — dijo con un pesar ácido. — y luego todo el equipo de Wanda viendo aquél vídeo, la arrastrarás a ella... a su familia... Tu puesto en el equipo...

Aparté la mirada.

¿Por qué a mí?

No me interesa el equipo, no quiero que Wanda se quede sin todo lo que ama, porque no lo merece...

Volví la mirada a Rachel quien me había dado la espalda.

—¿Qué quieres a cambio?

Ella rió y se volteó a verme.

—Ya nos entendemos. — movió su mano. — ven aquí.

Negué.

—Natasha.

Bajé la cabeza y caminé hasta ella. Tomó mi mentón y me besó de forma brusca. El alcohol en sus labios y el maldito olor a cigarrillo que venía pegado en sus dientes... Quiero vomitar.

—Eres tan linda... Yo merecía una mujer como tú, Nat... ¿Sabes por cuánto tiempo te creí la mujer más hermosa? Tuve que conformarme con la hermanita de Wanda.

—Es un chico, Rachel. — dije molesta. Me aparté sin verla a los ojos.

—Lástima que a mi no me gustan los chicos. — murmuró molesta. — sin embargo, las mujeres... Como me gustan... Las mujeres como tú... ¿Sabes cuánto me costó volver a dar contigo, Nat? Fue el destino. Tú y yo otra vez... Sería digno repetir lo que hicimos... Pero te quiero consciente esta vez...

—Te daré dinero. — supliqué.

—No. Te quiero a ti. — me empujó contra una caseta. — no me importa tu dinero. Te quiero a ti. — tomó mi móvil y me observó fijamente. Lo desbloqueé. — anotaré mi número, me mensajearás... Cuando estés lista, este es el trato... No le dirás a nadie, ni siquiera a tu novia, porque nadie además de ella va a creerte, Natasha. Acéptalo, las mujeres fáciles como tú... No tienen oportunidad de ser víctimas.

Tragué saliva. No dije nada. Sentí como dejaba mi móvil en mi bolso de mano otra vez.

—Vas a textearme. Lo que yo haré, será evitar que destruyas la carrera de tu amada y la tuya... Serás mía una vez, borraré el vídeo, tú y yo... Seremos ex amantes, aceptarás que te gustó tanto como a mí lo que pasó aquella vez, esto quedará en el pasado, y podrás volver a tu vida... Y yo desapareceré.... Adiós a todos.

—¿Cómo sé que puedo confiar en ti?

Sonrió y se alejó.

—Seamos honestas. ¿Qué otra opción tienes?

La vi salir de allí. Me dejé caer en el suelo.

Ella grabó algo que... La compañera de Wanda sabe sobre eso y... Todas sabrán...

Oh, pobre Peter...

Jalé mi cabello.

¿Por qué todos deben siempre ser lastimados por mi culpa?

[•••]

Dos copas, tres... No sé cuántas van. He bailado toda la noche.

He bailado absolutamente toda la noche.

—Nat.

Oía la voz de Wanda. ¿Realmente vale la pena que conteste?

Parece tarde.

Nota de autor:

¿Ya vieron el booktrailer de este fanfic? Lo subí hace un rato, ¿qué les pareció?

—Codito.

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