30.

Wanda.

—¡¿Qué somos qué?! — pregunté espantada mientras me quitaba la camiseta.

—¡Ella me presionó!

—¡Natasha, no puedes decir que somos poliamorosas!

—¡Oh, vamos! ¿Qué tiene de malo? Mucha gente lo es, y tal vez por eso...

—¡Natasha, soy británica! ¡¿Crees que algo de eso le haría sentido a mi familia conservadora?!

Ella rió levemente.

—No lo pensé en el momento... ¡Pero ellos no deben saberlo, la prensa tampoco debe, le diría que es algo privado y ya!

—¡Y te la vas a follar!

—¡No, no lo haré, pero tampoco me veré como una hija de puta que te ha engañado!

—¡Pues casi!

Ella se quedó en silencio.

—No lo haré. Tenemos un contrato, Wanda. — murmuró. — además... ¿Sería malo que yo continúe teniendo parejas sexuales? Tú y yo no vamos a... Ya sabes.

—Pues para el negocio lo sería. — mentí. — porque de ser así, probablemente alguna perdería la cabeza por ti y acabaría queriéndolo todo.

—¿Todo?

—A ti. No la culparía por eso, pero claro... Eso me dejaría sin novia... falsa. — aclaré.

La pude sentir sonreír a través de la llamada.

—Bueno, no podría dejar a mi princesa, eso está claro. Tal vez debería dejarle claro que cerramos nuestra relación desde ahora.

—Que así sea. — insistí.

—¿Por qué tanto interés en que esto ocurra, princesa? — preguntó ella aún con ese tono juguetón.

—No me gusta compartir, no soy de compartir. — dije sincera. Podría arrepentirme luego, pero ya estoy en esto.

—Cuidado con eso, princesa. Puede ser malo, tal vez luego no querrás irte. — insistió.

Mordí mi labio inferior bastante nerviosa. Debo ducharme, pero sinceramente aún no quiero colgarle.

—Tal vez no querré irme. — murmuré.

Ella no contestó.

—¿Qué tal el entrenamiento? — cambió de tema. Aquello me hizo sentir dos cosas. Ella acababa de salvarme el trasero o ignorarme monumentalmente.

—Agotador. Ya comenzaremos a relajarnos esta semana, pero luego sólo siguen entrenamientos hasta que comience la temporada.

—Mi equipo comenzará dos semanas antes del primer partido.

—¿Ya viste quienes abren la temporada? — pregunté y la oí negar. — Estados Unidos y Croacia, Inglaterra y Suecia.

—Vaya, no lo sabía. Tony sigue de luna de miel con Steve.

Sonreí.

—Lindo matrimonio, eh.

—Lo suficiente como para querer llamarlos mis padres. — bromeó ella.

—Le hablé a Alex sobre nosotras. — murmuré. — ha sacado el tema varias veces estos días...

Y no miento, Alex ha sido bastante intensa esta semana con respecto a Natasha. Parece molesta, no deja de insistir en que no la ve como la mujer ideal para mí.

—Que fan.

Reí de forma alta. Ella también.

—Parece más interesada que tú y yo, pero sinceramente me gusta que se sienta como yo me he sentido al verla así...

—¿Feliz?

—Es decir, no me molestaba verla feliz, me molestaba que hiciera comparaciones hirientes. Entiendo que sienta que yo jamás fui su alma gemela, pero yo... Yo la amaba en serio, y claro que... — suspiré. — no deberíamos hablar de esto.

—Oh, vamos. Somos amigas, ¿no? Es decir, yo confío en ti, sé que te hará mejor hablar de esto.

—Ya, pero, no es justo que yo siempre esté hablando sobre esto como si no fuese molesto que cada dos palabras menciono a mi ex.

—Es gracioso reírnos de tu ex. Para eso están las amigas, ¿no? — preguntó.

—Claro. Tienes razón... — murmuré, me dejé cae en la cama. — la amaba mucho y claro que fue importante para mí, por lo que ahora que actúa de forma tan hiriente, mencionando que al fin consiguió lo que era para ella. Joder. Claro que me da gusto que piense que también tengo todo lo que quiero, ¿no lo crees?

—¡Claro! Además Kate siempre dice que una buena forma de manifestar es... ¡Pensando en el presente!

—¿Ah sí?

—¡Claro, tenemos una gran relación llena de amor! ¡Eres feliz! Y todo eso.

Reí ante su emoción.

—¡Soy feliz y tengo a la mejor novia del mundo!

—¡Claro! Un brindis por eso.

La oí dar un trago profundo y entendí la razón de su emoción.

—¿Cuántas copas llevas?

—Que va. Dos. Dos y ya, Wanda. Bebí una fuera y ahora estoy bebiendo otra más. — murmuró. — ¿no ibas a ducharte?

—Sí, pero cuidado con lo que bebes. Que no sea mucho.

—¿Te preocupas por mí? — preguntó con su tono burlón.

—Vete a la mierda. — me quejé sabiendo que en el fondo me causaba gracia.

—Después de ti.

[•••]

Natasha.

Leí los encabezados, uno tras otro, todos hablando de mí y de "como dejaba ganar a mi novia". ¡Que fue un amistoso! No era un partido crucial.

No la he dejado ganar. Lamentablemente me ha ganado, y ya. Pero no es importante. Joder. Los británicos jamás me ganarían aún así yo estuviese completamente enamorada de alguien. Lo cual no fue el caso. Claro que Wanda es linda y me pareció linda, pero... ¡Es mi trabajo!

—Hijos de puta. — me quejé.

—¿Noto tensión? — preguntó Kelly entrando en el salón.

—Los periodistas no buscan más que hundirme. No dejan de acusarme por estupideces.

—¿Mhm? ¿Algo que temer? — preguntó tomando los periódicos.

Suspiré.

—¿Esto te preocupa en serio, cielo?

—Me jode que yo no sabía sobre esto, mis representantes legales están fuera, y de pronto me topo con tantas cosas...

—Me encargaré.

Le sonreí.

—¿De verdad?

—Soy tu asistente. Es mi trabajo, Nat. Lo haré.

—Gracias, Kelly.

—¿Hablaste con Wanda sobre lo que hemos charlado?

Suspiré algo nerviosa. Jamás habría rechazado una invitación sexual de no ser por la incomodidad que me generaba pensar en tener sexo con alguien a quién no he elegido yo, sino que me ha elegido a mí.

—Wanda y yo hemos decidido cerrar nuestra relación, y por ahora es... Monogamia o bala. — sonreí.

Kelly me miró en silencio. Asintió.

—Entiendo, creo.

—¿Alex y tú...?

—Alex y yo...

—¿Tienen una relación abierta? — pregunté.

—No, pero no estamos en nuestro mejor momento... Creímos que adoptar a la pequeña Esme era buena idea, pero aunque nuestro amor por ella es ilógico y... Desenfrenado, para nada reavivó las llamas de lo nuestro... Creo que sólo nos gusta fingir.

—¿Esto es real o intentas justificar tu infidelidad? Porque conmigo no funciona. — pregunté extrañada, ya que lo que Alex siempre le dijo a Wanda era lo contrario.

—No tengo por qué mentir.

—Joder. Lo lamento.

Mentira. Me alegra mucho, eso significa que Wanda tiene oportunidad de regresar con la inútil de Alex. Si bien no es un buen partido.  Wanda la ama, y supongo que esto la pondrá muy feliz.

Joder. Ya quiero verla, espero verla pronto.

[•••]

—¿Entrevista de qué? — pregunté a Kelly quién no dejaba de permitir que algunas personas entraran en mi jardín. — Kelly, el césped.

—Te quejaste sobre las entrevistas. Te daré una personal.

—¡No me refería a esto!

—Busco respuestas y tu sigues planteando dudas en mis planes. ¿Quieres mejorar o no?

—¡Yo no he hecho nada!

—Deja de quejarte. Le debes una entrevista al mundo, aclarar un poco tu vida y...

—No he hablado con Tony sobre esto, Kelly, creo que lo mejor es...

—Da la entrevista. Luego hablamos con él.

Suspiré. Es que no creo que sea mala idea dar una entrevista a causa de los encabezados, pero ni siquiera lo he comentado con Wanda, y aunque Kelly no lo vea necesario, cada negocio que implique mi imagen pública, la envuelve a ella. Es mi novia. Falsa, pero novia al fin y al cabo.

Acabaron de maquillarme, me puse cómoda y me senté junto al entrevistador quién me comentó que la cámara estaría grabando cuando me sintiera lista.

—Adelante, adelante.

—Bien. En tres, dos... — comenzó el camarógrafo y señaló al entrevistador quien sonrió.

—¡Muy buenas tardes! Estamos con Natasha Romanoff, la portera del momento y de todos los momentos, mejor dicho. Aquella con un record de victorias y mayor cantidad de goles atrapados en los últimos diez años.

—Gracias, muchas gracias. Gracias por venir a mi hogar.

—Gracias a ti por recibirnos y amablemente aceptar darnos una entrevista. — murmuró.

—No hay de qué, es increíble tenerlos aquí.

Realmente ni siquiera sé de qué programa vienen, pero supongo que mientras pueda limpiar un poco de mi imagen, me sirve.

—Nos gustaría saber sobre ti, sobre cómo te relajas en estos periodos sin entrenamiento, cómo aprovechas.

—Pues, depende... Ahora mismo, me quedo en casa y disfruto con Sherlock, mi pequeño gato de compañía. Es un gato de Londres.

—Londres, el hogar de tu novia. — asentí. — cuéntanos, Natasha. ¿Cómo se siente la vida en pareja? Para alguien que amaba tanto su libertad y solía presumirla constantemente.

Me sonrojé. Había olvidado los comentarios en contra de mis compañeras casadas y las burlas constantes entre nosotras.

—Bueno... A todos nos toca enamorarnos alguna vez, ¿no? Wanda es una gran chica.

—¿Qué se siente todo lo que se ha hablado respecto a ambas y la rivalidad de sus equipos?

—La rivalidad no es tan sana, quizá la competencia sí, ambas sabemos separar lo profesional de lo emocional y no nos ha tocado jugar teniendo sentimientos involucrados, pero sé que lo manejaremos con madurez.

Kelly elevó sus pulgares y sonreí. Lo hice bien.

[•••]

Wanda.

—Stephen no estaba muy contento con que no le informaran sobre la entrevista, pero ha dicho que hablaste maravillas sobre mí y lo bien que nuestros representantes se han tomado nuestra relación, por lo que está agradecido con aquello.

—¿Por qué hablaría mal de ti? Somos amigas, ¿no?

Sonreí.

—Lo somos. Un buen equipo.

Acaricié el lomo de Piolín y el cachorro lamió mi rostro. Sus piernas ya libres reposaban completamente abiertas sobre mi torso.

—He pensado en que tal vez estamos haciéndolo mejor de lo que planeamos alguna vez.

—Será pan comido de ahora en adelante. — concordó. — gracias por oírme hace unos días, creo que...

—Es más fácil entenderte ahora, y Nat... Nadie te hará daño mientras yo pueda cuidarte.

Ella se quedó en silencio unos segundos. ¿He sido demasiado intensa?

—¿Lo prometes?

Su voz sonó algo intranquila, tal vez desconfiada. Pero claro que puede confiar en mí, no estoy mintiendo. No le mentiría sobre esto. Quiero apoyarla.

—Claro que sí, Nat. Dijimos que cuidaríamos del trasero de la otra.

—También te cuidaré.

Sonreí.

—Lo estamos haciendo bien.

—Muy, muy bien, Wanda. Creo que en efecto llegaremos lejos con esto y... Lamento haberte hecho llorar aquella vez.

—Lamento haberte ganado el partido.

—Admito que me desconcentré un poco contigo.

Mi corazón se aceleró.

—¿Por qué?

—Chica linda y muy talentosa. Tienes algo especial, Wanda. No dejes que nadie te quite todo lo que transmites en la cancha,  realmente eres asombrosa, me gusta como tratas a tus fans y como dije... Tienes algo especial, eso hizo que me bloquee en medio de todo, simplemente me atrapaste.

—Por eso te he ganado... — traté de no sonar nerviosa.

—Claro, es que eres bruja. Tal y como te decían, la bruja lo hizo otra vez... Así mismo. Buen partido, Maximoff.

—Gracias, Romanoff.

Jesús...

¿Cómo sobreviviré tanto tiempo sin que mis sentimientos crezcan?

Nota de autor:

¡Heey! Hola. Lamento estar actualizando tan de noche. Ocurre que mi gatita (lizzie), se extravío hace unos días (desde el domingo, salió 5 minutos y no regresó más), por lo que no he estado muy bien de ánimo, tengo la cabeza en otro lado, y lamento no haber contestado los mensajes, ni estar activo en ambos fanfics como prometí. Sinceramente sé que no es algo que les interese, pero quería comentarlo, ya que he recibido comentarios presionandome para actualizar el fanfic o diciendo y cito "no haces nada en el día, y tampoco actualizas", o "muchas historias en instagram, pero no hay capítulo", me gusta sabe que les gusta este fanfic, en serio, pero en estos momentos mis pensamientos están con mi hija, no he dormido ni comido demasiado bien pensando en esto, y ustedes saben lo mucho que los quiero y respeto, pero mis hijos (mascotas) están primero, por lo que también les pediría que al menos no me presionen, yo estaré actualizando diario, pero pido sólo un poco de respeto y buenas energías, no sé si alguien recuerda que hace unos meses tuve que dormir a uno de mis gatos, entonces, mis peques siguen siendo un tema delicado y no estoy en mi mejor momento. Si leíste todo esto, muchas gracias, abracito <3

—Codito de Jesús.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top