3.
Wanda.
El viaje había sido agotador. Hoy nos entrevistarán al menos unas cuatro veces.
—¿Crees que pueda dormir antes de alguna entrevista? —pregunté y Mariah observó hacía delante.
—Stephen está molesto, ayer faltaron tres suplentes y hoy tampoco han llegado. Creo que no dejará que nadie pierda un sólo minuto de esto.
—Es un amistoso... ¿Por qué deberíamos preocuparnos tanto? — murmuré. — He hecho lo que me ha pedido, he ido a entrenamiento ayer, y hoy temprano.
—Eres la esperanza del equipo, no lo culpes por necesitarte tanto, cariño. Es lo que debes hacer para ser parte de algo importante, ¿no?
Asentí lentamente.
—Claro, él y tú son los únicos que me necesitan en este equipo.
—A Gwen le gustas. — mencionó sonriente. Giré los ojos.
—No es que le importe tenerme en el equipo. Quiere llevarme a la cama.
—¿No es ese el punto de ser famosa? Disfrutar de la gloria que te entrega. Eres joven, y tener fama, es un plus.
—Ya, es que a veces no es suficiente, yo no estoy aquí por eso. — admití. Sé que a muchas personas les encanta la fama, no digo que no sea mi caso, pero sinceramente soy más de... El trabajo que realizo porque me gusta...
Me gusta jugar, me gusta sentir la adrenalina del campo de fútbol, me gusta la manera en que simplemente puedo oír a la gente alentando mientras yo hago mi mejor esfuerzo en jugar.
¡Jugar! Como una niña pequeña. Me pagan por seguir mis sueños y hacer lo que más amo, si eso no es grandioso, entonces no sé qué lo sería. Estoy cumpliendo la meta más grande de la vida de una amante del deporte. Vivir de mi pasión, y disfrutarlo sin transformarlo en un exceso, como lo que me plantea Mariah.
Kara siempre me repite "mantén los pies en la tierra, Wanda. Mantén los pies sobre la tierra", y claro que lo hago, este es mi sueño, no lo demás.
—Wanda. Tú y Darcy darán conferencia hoy. Las acompañará Sersi, las demás deben evitar responder cosas y evitar a los periodistas a toda costa.
Todas respondieron algo cansadas de la misma rutina. En ocasiones entiendo que yo no les agrado del todo, siempre el entrenador está haciendo que todo sea más difícil. En cada sitio desea que yo vaya y haga algo de presión o lo que sea.
Quiere que entrene diario, me quiere en revistas, entrevistas, portadas, programas... Y las demás siguen allí, sé que aquello les molesta en demasía. No las puedo culpar, yo llegué hace relativamente poco, y creo que la única que no desea disfrutar de la vida de los excesos, es Mariah, por lo que es la única no preocupada de estar fuera del foco.
—¿No existe el resto del equipo? — se quejó Sharon dedicándome una mirada dolorosamente dañina.
Ella realmente me aborrece.
—No, estamos descansando. — contestó Mariah. Gwen me observó y luego a Sharon.
—Creo que no es necesario discutir. El entrenador ya habló.
—Exacto. Wanda tiene encanto en el público, nos traerá suerte y apoyo el hecho de que ella se presente otra vez delante de las cámaras.
—Ella tiene suerte con el público, porque nadie más podría enfrentarse de esa manera seductora a las cámaras.
Observé con extrañeza a Stephen mientras él palmeaba mi espalda. Es mi jefe, no voy a contradecirlo, pero... ¿Seducción?
Tengo un ojo relativamente más pequeño que el otro, creo que eso provocaría que la gente piense que intento coquetear cerrando un ojo, pero el parpadeo es un tic, y mis lados de la cara son bastante diferentes. No es coqueteo, es... Arte abstracto.
[•••]
Al llegar al sitio de la entrevista, me sentía bastante incómoda. No es una sorpresa que a Darcy no le agrado, es como si tuviese algo en mi contra y no puedo hacer nada para evitarlo, por su parte Sersi... Tampoco le agrado demasiado, pero a ella no le agrada nadie, excepto Thena, Jean y Ancestral, las demás somos polvo para ella.
—¿Y bien? — preguntó Darcy quién traía la camiseta del equipo con mucho orgullo.
Sé todo lo que ama a nuestro equipo, es lindo trabajar con personas que en serio valoran el lugar de trabajo, es decir, nuestro equipo, ya que somos de aquí y de allá, de donde debamos jugar.
—Por aquí, por favor. — un hombre de cabello oscuro quién le dedicó una sonrisa a Sersi nos hizo avanzar. La pelinegra pareció feliz ante aquella cortesía.
Avanzamos hasta los asientos donde nos entrevistarían y me senté junto a la escalera. Darcy en el otro extremo y Sersi en el medio.
—Buenas tardes. — saludó Sersi con el micrófono en la mano.
Me entregaron otro, lo tomé comenzando a balancearlo en mi mano. Había público, podía ver a algunas personas tras la parte de prensa.
—¡Te amo, Wanda! — oí un grito que venía desde fuera. Los periodistas rieron.
—Y yo a ti. —contesté al micrófono con una sonrisa. Los pude ver fotografiando aquél momento. Darcy soltó un bufido notoriamente molesto.
—¡Cásate conmigo!
Nuevamente gritos, y muchos más en el momento en el que me reí contra mi antebrazo. Incluso a Sersi le causó gracia.
—¿Qué se siente tener tanto afecto lejos de casa? — preguntó un periodista mientras me fotografiaba.
Sonreí.
—Se siente como si nunca nos alejaramos de casa. — admití. — ¿Creen eso? Estar tan lejos, en un país donde aseguramos somos rivales por algo natural, y sentir el amor de los fanáticos, sentir el calor de las entrevistas... Gracias por esto.
Un aplauso se escuchó desde el fondo. Sersi asintió con aprobación.
Es la primera vez en tantos años en la que me sonríe.
—¿Hay algo que teman sobre el rival? — preguntó otro periodista luego de que los aplausos cesaran.
—Lo de siempre. Es un equipo respetable y fuerte. Es un encuentro amistoso, esperamos que gane quién mejor preparado se encuentre. — dijo Sersi de forma muy cortés.
—Esperamos al fin volver a ver a Natasha Romanoff en acción, ahora que tenemos dos delanteras increíbles. No creo que puedan detenernos. —se mofó Darcy.
Tragué saliva.
—¿Crees que eres tan buena como para derrotar a Natasha Romanoff? — preguntó una señorita castaña, todos comenzaron a insistir en preguntas sobre la portera del equipo rival y yo solamente podía pensar en los vídeos que vi sobre su forma peculiar de trabajar.
—Creo que es una gran portera, he estudiado sus jugadas. Creo que puedo con ello, pero como dijo mi compañera, ganará quién mejor preparado esté. Ya lo veremos, y podré conocer a la portera. Da la casualidad que jamás jugué cuando nos tocaban enfrentamientos con Estados Unidos. — finalicé.
Sersi siguió contestando y yo me dediqué a observar el salón algo más calmada.
[•••]
Natasha.
—Es un gran desayuno, Yelena. —dije a mi hermana quien ingresaba a mi departamento con Kate. — Bishop. ¿Vienes a decirme algo por lo de tu madre? Nuevamente, no sabía que era tu madre, pensé que era una fanática.
Kate me lanzó un periódico molesta.
—No, no vine por mamá. Vine por lo que han dicho hoy.
Tomé el diario y observé la primera plana.
—¿Y esta muñeca? — pregunté viendo a una castaña bastante linda.
—Esa muñeca te romperá el culo el sábado. — declaró mi hermana.
Kate asintió. Leí el titular; "Wanda Maximoff a Natasha Romanoff; ganará quién mejor preparado esté, ya conozco sus jugadas"
Solté una risita nerviosa.
—¿Y eso qué? El partido es mañana.
—¡El partido es hoy, Nat! — se quejó Yelena. — ¡La noticia es de ayer!
Joder.
¿Qué día es hoy?
—¿Natasha? — me di media vuelta y vi a una rubia increíble salir de mi habitación con una camiseta de las mías. — ¿Volverás a la habitación, linda?
—Uh...
¡¿Qué?! ¡Yo me desperté comiendo cereal en la cocina! ¿Quién es?
—¡¿No has ido a entrenar por una mujer?! — se quejó mi hermana menor. — ¡Joder, Natasha! ¡Stark está furioso!
—¡Se me ha olvidado un poco!
—¡Debes manejar la mierda que consumes!
—¡No he consumido nada!
Creo.
Traté de recordar la noche anterior y simplemente no podía. No recuerdo siquiera haber salido de casa.
—¿Nat?
—Señorita, creo que lo mejor es que se vaya. Natasha debe tomar una ducha y comer algo de proteína, además de darse un masaje previo al entrenamiento. — señaló Kate acercándose a la rubia.
—No entiendo que le ves a involucrarte sexualmente con cada mujer que conoces.
—Me gusta el sexo, y las mujeres. — dije sincera. —Yelena, entiendo que seas...
—Soy aromántica y asexual, pero tengo novia, Natasha. No es que no entienda que puedas necesitar una compañera.
—Ya, pero lo tuyo con Kate es...
—Es abierto, Nat. ¿Acaso no entiendes que todos tenemos una definición del amor diferente? Amo a Kate, sólo que no necesito tener sexo con ella para demostrárselo, ambas necesitamos una compañera, ella puede tener interacción sexual con otras mujeres si lo desea. No tengo problema con eso, pero resulta que hasta el momento ni ella ni yo hemos necesitado algo de eso. ¿Por qué te desesperas?
—¿Qué tiene de malo vivir mi vida sexual de forma activa? — me quejé.
Yelena giró los ojos.
¡Entiendo que no sienta atracción sexual ni romántica! Lo comprendo tanto como traté de entender las capas que me explicó sobre su orientación cuando dijo que sentía una leve atracción por Kate, pero que sabía que era incapaz de ofrecerle algo sexual, y ambas funcionan bien... ¡Tanto como yo y el sexo casual! No le veo lo malo, no estoy traumada o algo, sólo me gusta.
¡No tiene nada de malo ser mujer y disfrutar del sexo! Si fuese modelo probablemente me juzgarían, pero tengo el beneficio de ser futbolista, por lo que es un logro que festajan.
—¡Adiós, Nat! Llámame.
Asentí ante las señas de la rubia que no conozco de nada.
—No sé quién es.
—¿Qué pastillas consumiste? — preguntó Kate tomando mi rostro para analizar mis pupilas. — Aún estás bajo sus efectos, mejor date un baño, Nat. Apestas a alcohol.
Yelena se sentó cerca de Kate mientras le señalaba algunas cosas a la pelinegra, me alejé de ambas. Aguafiestas.
¡Es que ni siquiera recuerdo haberme ido de fiesta ayer por la noche! Joder. ¿Por qué me juzgan por algo que no he hecho? Están siendo injustas. Muy injustas. No he hecho absolutamente nada malo... Creo... Sí.
[•••]
Mientras la masajista hacía su trabajo yo veía mis fotografías de la noche anterior.
Incluso algunas donde bebía tequila del abdomen de la linda chica de la mañana. Mi hermana menor estaba sentada en la esquina del salón... ¡Vigilando! Como si fuese a tener sexo con la masajista.
Lo he hecho, pero me quedan unas horas para el partido, no tengo demasiado tiempo en estos momentos, joder.
—Ya, ya recordé a la rubia. —dije y Kate se acercó con un batido para mí. —Gracias, cuñada.
—¿Y quién es?
—Fui a comprar al supermercado. Me pidieron una foto, me invitaron a un privado en un departamento. Ella regresó a casa conmigo, tenía pastillas mágicas.
—Natasha, hablaré con mamá si vuelvo a oír que consumes alguna porquería. — dijo Yelena molesta.
—Ha sido una vez y ya. Sabes que solamente disfruto beber en fiestas.
—Ni siquiera deberías beber con el prontuario de salud familiar.
—Papá no...
—Sí, Natasha. Tu hermano ha muerto por problemas de alcohol, ¿te cuesta entenderlo?
Evité contestar la pregunta de Yelena. Denzel murió cuando yo tenía veinte años, era alcohólico, pero eso no significa que yo lo sea, además él enfermó gravemente antes de volverse alcohólico, decidió elegir la muerte...
Yo no.
—No hablamos de Denzel, lo sabes. — me quejé. — Respeta la memoria de tu hermano muerto.
—También era tu hermano, no aprendiste la lección de...
—Él no quiso darnos una lección, Yelena. Él estaba deprimido, deja de juzgarlo por querer acabar con su sufrimiento.
—¡Él sufría, tienes absolutamente todo! ¿De qué te quejas?
—¡No me quejo, eres tú a quién le molesta como vivo mi vida! — grité y la masajista se apartó. — Gracias. Iré a prepararme.
Kate se quedó callada. Nunca intervenía cuando discutía con Yelena sobre algo familiar. Mi hermana pequeña es un dolor en el culo.
Nota de autor:
¡Hey! ¿Cómo están?
Hoy está de cumpleaños mi queridísima ZETBelova <3 ¿Qué sería de nosotrxs sin tu talento Zeri bonita? te adoro de aquí a la luna, agradecidx de que llegaras a mis fanfics <3
Tuve que borrar el cap y cambiar los guiones, ya que wattpad los cambió *le explota el ojo
-Codito.
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