29.
Wanda.
—De acuerdo, Loki. Prometo que les enviaré un texto cuando vuelva a la ciudad. — murmuré mientras veía a Alex detener el auto y tomar mi maleta. — Oh, créeme que Natasha les avisará cuando esté por allí.
—¡Thor dice que ya casi no le avisa de las fiestas! Necesitamos repetir lo de aquél día.
Sonreí.
—A mi chica ya no le gusta tanta exposición, pero claro que podemos preparar algo en casa otra vez. Ya sabes, con lo de nuestra relación es difícil...
—¡Oh, cielo! Yo entiendo, son las mujeres mas chic del momento, ¿cómo podrían pasar desapercibidas?
Reí ante su comentario.
—Deja las maletas detrás, excepto la celeste, debo dejarla en casa de mi madre. — murmuré.
Alex asintió. La vi subir al auto.
—Cielo, debo dejarte. Envíale mis saludos a Thor y Mobius, los extraño mucho.
Colgué la llamada luego de oír la dulce despedida de mis nuevos amigos y de pronto me giré notando que Alex había abierto la puerta.
—Gracias. — me metí dentro del auto, la vi entrar delante.
—¿Qué tal estás? — preguntó ella comenzando a conducir. — supe que... Nat y tú ya son oficiales, ¿qué tal eso?
Enarqué una ceja apartando la mirada de mi móvil.
—Todo bien, muy bien. ¿Qué tal está tu pequeña?
—Oh, Esme está enorme. Es una niña muy inteligente, y créeme, se le da excelente todo. A veces creo que es porque Kelly es demasiado buena en todo, le enseña demasiado y...
Aparté la mirada viendo para fuera mientras Alex hablaba sobre su esposa.
No es que no me interesa lo que tiene por decirme, pero sinceramente no tengo ganas de oírlo, ¿por qué tendría que someterme al sufrimiento de cuestionarme por cortesía? Porque es eso, soy cortés con ella, le pregunto por las cosas que le importan cuando sólo me dañan.
En ese momento y como caída del cielo, una pelirroja de actitud molesta decidió textearme haciéndome sonreír.
N.Romanoff. ¿sabes dónde está la comida de Sherlock? Creo que te has llevado el costal equivocado, sólo veo la de Piolín.
Wanda. Nat, por amor a Dios, está junto a la de Piolín. Te he dicho que no me llevaría aquél costal, porque de todas formas volveré.
N. Romanoff. Ya sé, sólo quería que me repitieras que volverás, porque te extraño.
Mi corazón se aceleró con aquél mensaje, sabía que las intenciones de la número uno del equipo rival, no eran para nada cercanas a las que yo tenía... Pero claro que me gustaba pensar que fuera de tanto juego, podría existir algo.
—¿Entonces crees que deba meterla en clases avanzadas de verano? — preguntó.
Levanté la mirada.
—¿A Esme? — traté de conectarme al tema nuevamente.
Alex sonrió de costado y negó levemente.
—Tu novia, ¿no?
—¿Disculpa?
—Quien te distrajo.
—Ah, lo lamento. — me avergoncé, pero decidí que yo debía decir algo para ver si de alguna manera aquello me hacía comenzar a pensar en superar del todo a Alex... Luego me encargaría de lo de Natasha. — es que... ¿Sabes algo? Desde que estoy con ella, noté que había encontrado a la persona con la que parezco destinada a estar. — Alex y yo cruzamos miradas por el espejo retrovisor. — comprendí lo que era amar en serio, llenarme con sólo estar con ella, con oírla reír... Ya sabes, verla teniendo metas tan claras, que su pasión no se interponga con la mía, que crea en mí... Es realmente una gran mujer. Estoy feliz con ella y creo que nunca fui tan feliz como hoy.
Dicho esto, la vi sonreír algo incómoda y yo aparté la mirada hasta volver a mi móvil.
Wanda. Te extraño también. Aquí todos son algo aburridos luego de convivir contigo.
[•••]
Natasha.
—¿Sherlock, crees que debamos beber una copa? — pregunté viendo el bar con algunas botellas que dejaron mis amigos.
Estuvieron aquí para que logremos despedir a Wanda antes de que se fuese a sus entrenamientos. ¿Por qué los ingleses son tan aplicados? Yo sigo comiéndome la última hamburguesa congelada de la nevera, y no creo a Tony le importe realmente que ya comencemos a entrenar. Seguramente todos están descansando con sus familias.
Tony y Steve se irían a un crucero antes del próximo partido que comienza en marzo.
Estaré de descanso por mucho.
—¿Crees qué...?
La puerta de casa fue abierta, estiré un poco el cuello, vi a Kelly entrar.
—¿Cuándo pensabas cogerme las llamadas?
—No he visto mi móvil. —mentí.
Me texteaba con Wanda hace un rato. Pero ella es mi amiga, es divertido textearme con ella por un poco de tiempo, extraño su compañía.
Sé que Sherlock extraña a Piolín, no ha hecho sino dormir sobre la cama del rubio. Yo también extraño a esa bola de pulgas que suele robar mis cosas.
Le he dejado camisetas viejas en la caja de juguetes, sé que le gustarán. Huelen a mí.
—Que coincidencia. Mi esposa me ha dicho que Wanda justo estaba hablando contigo.
—¿Qué hace tu esposa espiando a mi chica? — murmuré restándole importancia mientras acariciaba el lomo de mi gato.
—Es su asistente. Así como yo soy la tuya y ni siquiera sabía sobre la entrevista que diste. ¿Cómo es que ella era tu novia desde antes? Nos acostamos.
—Estás casada. No puedes decirme nada sobre esto. Tu estás tan jodida como yo, además lo de Wanda y yo... Es difícil de entender. — murmuré. — éramos bastante liberales... Somos, no lo sé. — mentí.
¿Cuántas mentiras llevo? Oh, mierda.
—¿Entonces ella y tu son poliamorosas?
—No específicamente, no lo sé. Seguimos investigando, pero...
—Entonces... No le molestaría, si tú y yo... — susurró abriendo su blusa y avanzando hasta subir a mi regazo. — ya sabes... Repetimos lo ocurrido.
—Eh... Yo... Ella... — murmuré nerviosa. Observé los senos de la morena y suspiré.
Oh, Dios. Estoy tan cansada de tener que masturbarme.
—Quieres decir que sí, y lo sabes, cielo... — comenzó a dejar besos por mi cuello succionando algunas zonas.
Mierda...
Sentí su trasero moverse sobre mi regazo y llevé mis manos a su espalda, las bajé lentamente.
No, yo... No puedo, no puedo...
"Te gustará, quédate quieta, bonita"
Quédate quieta. Se repetía una y otra vez en mi cabeza. Jalé un poco mi cabello mientras apartaba a mi asistente.
—No, yo... debo charlar sobre eso con mi chica, pero en cuanto ella me de su aprobación, te lo comentaré.
Realmente Wanda no debía darme ningún tipo de autorización porque quedamos en que haríamos lo nuestro en privado y con mujeres de confianza, sin embargo... Tengo ese maldito dolor en el pecho acompañado de la respiración irregular, eso me mantenía más alerta que mi fingida y desastrosa fidelidad.
¡¿Yo fidelidad, eh?! ¡No soy un perro!
[•••]
—¡Nat!
—¡Kate! — saludé con emoción a la pelinegra. Ella y mi hermana habían decidido que reunirnos era una buena opción para que yo escape de mi casa.
No quería ver a mi asistente y parecía querer quedarse allí hasta encontrar el significado de la vida o algo, además, Wanda no contesta a mis mensajes, ha de estar ocupada.
—¿Qué tal va todo, Nat? — preguntó mi hermana a la que no veía desde la cena.
—Todo bien, algo sola en casa, pero todo bastante bien. — sonreí. — ¿Y ustedes qué tal?
—Ansiosa por entrenar. — admitió Yelena. — De verdad, tengo muchas ganas de tener un enfrentamiento en cancha y que ganemos. Nuestro último partido fue un amistoso y lo perdimos, han hablado mucho sobre el equipo y sobre... — se quedó en silencio. Enarqué una ceja.
—¿Qué tal está Sherlock? — Kate cambió de tema.
—Lo llevé a un spa para gatos, algo recreativo por una hora, estaba algo triste, extraña a Piolín. — murmuré. Ambas asintieron. — ¿Saben? Pueden decirme, de todas formas seguramente Stark me lo comentará, es mejor que no actúen como si yo no existiera.
Ambas se observaron y luego a mí. Parecían estar meditando si debían o no decírmelo.
—Hablan sobre aquél partido y tu relación con Wanda. Son estupideces, no es necesario que les prestes atención, además tú... — dijo Kate tratando de apoyarme, sin embargo observé a Yelena.
—Mencionaron que tal vez diste lo peor de ti, porque tu novia estaba jugando, o sólo por querer llevarte a la cama a Wanda... Y que no es conveniente tener una portera que no es capaz de entregar el cien por ciento cuando se trata de un par de bragas. — suspiró. Sonreí y levanté la mano para pedir una copa de vino.
—Gracias. Buscaba tu sinceridad. — admití. Yelena se encogió de hombros. El camarero trajo la copa. — ¿Por qué critican mi nivel? Les he traído copas, premios, ¿qué más quieren?
—Dice mi madre que nadie es profeta en su tierra. — comentó Kate. — o algo así, mira a Messi, lo quieren cuando triunfa, pero de lo contrario, las criticas le llueven, incluso ganando lo atacan, tanto fuera como dentro de su tierra.
—Odio a los anti‐messi. — murmuró Yelena. — nos encontramos cuando premiaron a Natasha hace años, es un gran sujeto.
—Gran sujeto... — murmuré bebiendo de mi copa. — Jugamos un rato al salir, fue una buena tanda de penales.
—Por Messi. — Yelena elevó su coca cola zero.
La observé asqueada.
—No intentes hacer un brindis con una coca cola falsa.
—Yo tengo una light.
—Es igual de falsa que esa. No me insulten. — murmuré. Ambas rieron. — soy buena portera, jamás me dejaría ganar para poder follarme a alguien.
—Yo lo sé, son... Ya sabes, eres buena, y la gente es así con los buenos, mientras más miedo le das a la gente sin talento alguno, más hablarán de ti.
—Por eso hablan mal de Shakira. — comentó Kate.
—Yo conocí a Piqué... — partió Yelena y negué.
—Silencio antes de que digas una estupidez, Yelena.
[•••]
Wanda.
—Agradezco mucho su invitación, Irina. Es agradable estar aquí otra vez. — dijo mi ex novia mientras mamá le servía un poco de agua caliente para su té.
Suspiré.
Tomé mi móvil y vi los mensajes de Natasha.
N. Romanoff. Emergencia. Contesta
¿Por qué no contestas?
¿Wanda, me odias?
Wanda, la novia de tu ex me propuso algo.
Debemos charlar.
Enarqué una ceja.
Wanda. ¿Qué ocurrió?
—Cielo, no uses el móvil ahora. — se quejó mamá. — sabes que no me gusta que a la hora del té, estén tan pendientes de lo demás. Es un momento de charlas.
Me sonrojé.
—Perdóname, mamá. Ya lo guardo.
—El amor la trae en las nubes. — dijo Alex. — pero que conmigo no hacía eso, eh.
Mamá rió. Observé a Alex molesta.
—Natasha tenía una emergencia con la comida del gato, necesitaba encontrarla, y la ayudé, ¿es un pecado? — comenté preparando mi té.
—No, claro que no, pero bastante grande es como para que debas tú acomodarle la vida. — murmuró Alex.
Mamá volvió con las galletas de la cocina.
—¿Cuándo veré nuevamente a Natasha? Jamás supe que se hicieron novias, de no ser por esa entrevista que me ha enseñado Peter...
—Es que no he tenido tiempo, mamá. Hemos estado muy ocupadas, le diré que venga en una semana...
—¿No sería mejor acompañarte? Es que la has acompañado tú, pero ella no es capaz de venir aquí. No me parece justo que te haga ser quién va tras ella.
Mamá pareció concordar con Alex. Reí levemente ante su hipocresía. Alex está comenzando a colmar mi paciencia.
—¿Cómo está tu esposa?
—Trabajando.
—¿Y qué es lo que he venido a hacer yo aquí? — pregunté. Ella no contestó, sabe que mamá no tiene ni la menor idea de su opinión sobre mi trabajo. — yo le he pedido que se quede. Vine a trabajar, y ambas aceptamos nuestra relación con espacio, distancia y respeto, ¿es eso malo? Creo que es la relación más madura que he tenido en mi vida.
Mamá observó a Alex, luego a mí. Nadie dijo nada, pero festejé internamente, porque la he fastidiado.
No es que me haga feliz saber que se siente mal, pero soy feliz sabiendo que aunque intenta opacar a Natasha desde que le he dicho lo feliz que soy con ella, incluso después de lo que tuvimos, se ve afectada.
¡Ella fue la primera en decirme que era más feliz con su esposa! ¿Es un crimen que yo también lo sea?
Al menos lo suyo es real...
Nota de autor;
¡Hey! ¿Cómo están? Lamento no haber subido capítulos, no me he estado sintiendo bien.
Sobre los mensajes en instagram, los contestaré cuando tenga tiempo de hacerlo (ya que son más de cien diarios y me toma al menos hora y media contestar todos)
Btw, este capítulo es para NegriiSanchez <3 no planeaba subir capítulo, pero estuvo de cumpleaños ayer y no pude dedicarle uno, díganle feliz cumple <3
—Codito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top