25.

Wanda.

—¿Entonces debemos pretender de lo mejor aquí? — susurré. Natasha asintió lentamente y me dedicó una mirada tranquila.

—¿No fuiste elegida una de las jugadoras más sexies? — preguntó extrañada. Probablemente por mi nerviosismo, la pelirroja parece turbada.

—Sí, ¿cómo sabes de eso?

—Yo fui la portada. — sonrió con su típico egocentrismo. — relájate, son fotografías y preguntas, ya está. Nada del otro mundo, nada que no puedas hacer.

—Me da miedo olvidar un detalle y que no nos crean.

—Toma mi mano si estás nerviosa. — murmuró. — te besaré, quiero que lo sepas, para evitar que te espantes.

—De acuerdo. Sé que debes hacerlo. — me encogí de hombros. — ¿Por qué me avisas?

—Te tomará menos por sorpresa si te lo digo, será más natural a que pongas cara de espanto cada vez que me acerque a tus labios.

—¡Wanda y Natasha! — saludó un emocionado Odinson. — que emoción tenerlas por aquí. A ambas. Rogers no paraba de hablar sobre su relación y lo maravilloso que será que el mundo las vea juntas.

Sonreí algo nerviosa. ¿De dónde es este hombre rubio y con estilo surfero?

—¿Qué te hiciste en el cabello? — preguntó Natasha extendiendo sus brazos para saludarlo.

—Un pequeño peinado, cielo. ¿Te gusta?

—Estás fabuloso. Cada día más joven, no pasan los años en ti. — insistió en la adulación.

¿Natasha adulando a alguien más que no sea su reflejo? ¡esto si que es raro!

—Oh, cielo, muchas gracias por eso. Vision hace lo que puede para mantener a su príncipe.

Ella rió.

—Todos. Te presento a mi princesa. — me señaló. — ella es Wanda. La delantera de la selección londinense. — murmuró.

—Una británica. Mi esposo es británico, un gusto. Soy Thor Odinson, el fotógrafo que acompañó a esta mujer a sus mejores fiestas en sus mejores épocas de juventud. — sonrió abrazándome.

—Oh, hola... Un placer.

—El placer es mío, linda. Por favor, pasen a la zona de maquillaje mientras charlamos. Hoy se encargarán Loki y Mobius. Son mis estilistas, son grandiosos y espero que las hagan sentir bien.

Sonreí.

Es muy amable, y bastante lindo en su forma de hablar. Tiene un aura femenina encantadora, si es que te gusta aquello de asignar conceptos al género y su expresión, no soy muy fan de ello, pero podría llamarlo así por ahora.

—¿Crees que puedas iluminar sus pómulos? Son adorables, no quiero que toques las pecas, deja que se vean. Su nariz, pómulos y ojos, que brille. — señaló el rubio a un pelinegro de cabello tomado.

—¿Cielo, crees que podrías atar su cabello? Haces mejores lazos que yo. — comentó el pelinegro al canoso quién le sonrió tomando mi cabello con suavidad.

—Tortolitos. — se burló Odinson. — ¿Café o algo?

—Una coca cola para mí. — dijo Romanoff.

—Agua nada más. — contesté yo.

—Tienes un rostro muy lindo. — comentó ¿Loki? Creo que ese era sus nombre.

—Tanto como el de mi chica. — dijo Mobius tomando a Natasha. — mírate, ni una sola arruga, yo ya tengo canas.

—Oh, vamos, Mob. Te quedan increíbles. Los treinta son los nuevos cuarenta y ya eres todo un daddy. — bromeó.

Ambos rieron mientras el pelinegro les sonreía. La habilidad que tiene Natasha Romanoff para tener amigos por todos lados, me sorprende muchísimo.

—¿Cuándo volveremos a salir de fiesta? — preguntó Loki. — ahora que tienes novia, debes ser más tranquila. Domaste a una bestia. — me sonrió.

Observé a Nat.

—Cuando mi chica lo deseé. ¿Qué tal el fin de semana? Aún no debo volver a entenar, y ella estará aquí. Podríamos ir a la inauguración del gran goofy.

—¡Oí sobre eso! Es una nueva casa de fiesta.

—Dicen que destruyeron las instalaciones de goofest. — murmuró Mobius.

—¿Qué es eso? — pregunté y ambos me miraron espantados.

—¿No hay de esos en tu ciudad?

—No somos tan de fiestas. Somos más de cenas...

—Ya veo por qué conquistaste a Romanoff, eh. Eres todo lo contrario a nuestra chica. — comentó Mobius. — te lo he dicho, Loki. Esta mujer debía ser especial.

—Oh, y lo es. — dijo Natasha tomando mi mano y dejando un beso sobre mis nudillos. — mi princesa es verdaderamente especial, no podía dejarla ir. No es como las demás mujeres que he conocido... Ella tiene algo especial.

Dicho eso, mi rostro se tornó rojizo intenso, bajé la mirada y los oí murmurar algo con ternura.

Trágame tierra y escúpeme en marte.

[•••]

Natasha.

Luego del maquillaje, Thor nos llevó a charlar un poco, todo esto previamente a las fotografías.

—Bien, ¿les gustaría contestar algunas preguntas? — sonrió.

—Pues para eso estamos aquí, mi queridísimo, Thor.

—Sí, claro... — comenté aún bastante nerviosa.

—De acuerdo, entonces... ¿Son pareja? — preguntó mientras acomodaba su dispositivo de grabación.

—Sí, desde navidad.

—Año nuevo. — corrigió Wanda. Asentí. — ella me lo pidió en año nuevo.

—¿Natasha Romanoff ha sido quién formalizó? — preguntó burlón. Nat comenzó a reír.

—Es que no podía dejarla ir, Thor. Mírala. Es un ángel caído en la tierra.

—La belleza de lucifer. — murmuró y yo sonreí levemente. — Llevan casi un mes juntas.

—Casi dos, Thor. Casi dos, los mejores que he tenido, y bueno, ya sabrás que se filtraron fotografías de ambas en un bar, por lo que era mejor darnos a conocer y ya.

—¿Y eso por qué?

—Ya sabes, equipos contrarios. Pueden crearse rumores no ciertos, y es mejor que seamos honestas con los fans. No éramos muy amigas, pero luego del partido nos encontramos en otro bar, fue una fiesta agradable, pero también sé que ella lo estaba pasando mal.

—Tonteamos un poco con mi mejor amiga, Mariah Hill... Luego de eso, me sentía muy lejos de casa, no lo sé. No fue una gran noche, pero Natasha se comunicó conmigo, charlamos un poco y la invité a pasar navidad en Londres, ya que ella no entendía por qué me sentía tan extraña aquí.

—¡Digo, amo mi país! — traté de defenderme. Thor comenzó a reír. —no es que no entienda, pero Jesús, este sitio es asombroso.

—¿Y tú, qué tal estuvo todo por allí?

—Increíble. Realmente increíble. Las costumbres y la forma en que su familia fue conmigo, fue simplemente asombroso.

—¿Ya conocen a sus familias?

—Yo aún no lo hago. — dijo ella rápidamente. La observé extrañada. — tal vez ya es hora, aprovechando que estaré con ella esta semana...

—¿Eso significa qué...?

—Claro, claro... Es que no he tenido tiempo. — mentí.

Realmente no era aquello lo me preocupaba, era la idea de mentirle a mi madre.

Ella siempre ha deseado que yo encuentre una buena mujer, y Wanda lo es...

Sé que probablemente la amará, y al momento de que todo acabé, romperé su corazón y la decepcionaré sin duda alguna. Aquello me asusta incluso si tengo claro que no puedo mantener a Wanda oculta por todo lo que deba durar lo nuestro.

—Pues ya está. Han coordinado.

Wanda rió levemente y yo imité su risa de forma falsa.

—¿Cómo les hace sentir esta nueva etapa?

—Emocionada y preocupada.

—Asustada. — admití. Wanda me observó de reojo. — nunca había tenido una novia antes, y es como cuando vas a un equipo nuevo, ya sabes, aunque tengas un recorrido por el camino del amor, o del fútbol, es un nuevo campo, nuevo estadio, nuevos compañeros, debes acomodarte o estarás perdido. Es eso justamente lo que me hace sentir abrumada.

—¿Aquello te impide ver en paz tu relación?

Me giré para ver a Wanda a los ojos, sonreí.

Bien, Nat. Da lo mejor de ti.

—Cada que veo los ojos de Wanda y ese verde tan pacífico... Me lleno de calma. No puedo evitarlo, jamás alguien había logrado hacerme sentir de esta manera, pero de pronto está ella y creo que puedo manejarlo, ¿por qué no? Es algo nuevo, pero no me da miedo enfrentarme a este nuevo... encuentro, incluso si creo que somos tan diferentes...

Wanda me observó fijamente y pude ver un brillo especial en sus ojos. Ella sonrió y se acercó hasta mí, me besó de forma suave. Cerré los ojos y se alejó con una sonrisa.

—Oh, por Dios. Son maravillosas. — chilló Thor.

¡Wow! Somos increíbles actrices. Estoy perdiendo mi tiempo en el mundo del deporte.

—¿Algo que admiren de la otra?

—Wow, comienzo yo. — dijo Wanda algo más relajada. — su pasión por lo que hace, además de ser una gran portera, tiene una habilidad increíble para guiar su equipo. Todas la aman, no hay forma de que alguien en el mundo consiga llevar un grupo de adultas de la manera en que ella lo hace.

—Gracias por eso... yo admiro muchísimo que sé que... Ella será el futuro dentro del fútbol. Ella estará cuando yo probablemente no trabaje tanto, y sé que... Será increíble verla allí, actuando cómo debería... Siendo la mejor de su equipo, ¿y por qué no? Probablemente lidere algo.

—Gracias. — dijo sincera.

Le sonreí.

—No puedo creer que luego de un partido donde luego de una racha tan potente de triunfos, ella fuese quien llevara a su equipo a la victoria... — señaló a Wanda. — y en vez de generar una rivalidad entre ambas, pareciera que ganó tu corazón.

—Fue mejor que el triunfo.

Volví a observarla. Wow.

[•••]

Wanda.

—Okay, creo que si Wanda se acomoda un poco más pegada a ti... — comentó el fotógrafo.

—¿Así? — pregunté acercándome a la pelirroja quién no estaba contenta de ser la más pequeña puesto que yo debía tomar su cintura.

—Toma su cintura. Relájense. Recuerden que serán bastantes fotografías, pero tendremos pausas de comida y retoques.

—De acuerdo, de acuerdo.

—Sean ustedes y ya. Un abrazo, unos besos, simplemente relájense. — insistió el fotógrafo que... ¡Sorpresa! Natasha también conocía.

Me estiré un poco y ella giró el rostro.

—Tal vez deberías besarme, es algo humillante desde aquí, pero no me queda de otra.

Reí levemente y ella también.

—Definitivamente jamás fotografié a chicas tan lindas. — comentó el rubio.

—Te lo he dicho, John. Te lo he dicho.

—Bésame. — dije y ella se acercó hasta mis labios. Cerré los ojos y sentí los flashes.

Podía jurar que mientras más sentía su perfume entrar por mi nariz, su sonrisa pegada a mis labios y aquél sabor a coca cola mezclada con el cigarrillo que ha fumado antes de esto, mi abdomen se contraía.

No quería aceptar que Natasha me parecía más interesante de lo que era, porque definitivamente suena a que mi corazón intenta sanar aprovechándose de la bondad de Natasha respecto a lo de Alex.

Alex trabaja para mí, pero sólo la he mensajeado para algunas cosas, ya que puede entenderse con su esposa, porque es la asistente de mi "novia"

—¿Todo bien? — susurró contra mis labios. Asentí.

—Bien, necesito que alguna se acerque al sofá y la otra se quede detrás. Ya saben, ustedes relajadas y ya.

Natasha señaló el asiento, y lo tomé. Ella se quedó detrás y la sentí soplar cerca de mi nuca provocando un escalofrío. Me removí y me giré levemente para empujarla un poco.

Ella se quejó riendo y comenzó a molestar. Yo también comencé a reír. Ambas disfrutábamos de esto, y sinceramente había olvidado el nerviosismo por la sesión.

No acostumbro estas cosas. Definitivamente mamá estará sorprendida, ya que estuve un mes dándole vuelta al asunto de la revista en Londres, ni siquiera sabía que vendieron copias aquí donde yo no fui la portada y lo fue Natasha.

Que coincidencia.

—Okay, okay, tregua, tregua. Relájate.

—Ven a mi regazo. — dije seria. Ella se sonrojó un poco, sonreí. — me tienes miedo.

—no.

Se acercó y se aferró a mi cuello mientras se dejaba caer sobre mis piernas.

Las fotografías iban a ser muchas, eso lo tengo claro. Natasha no dejaba de removerse incómoda.

—¿Puedes dejar de moverte?

—Es que quiero ir abajo.

—No, yo estoy bien.

—Wanda. Tú eres la pasiva, yo debo...

—¡¿Qué?! ¿Yo? ¡Jamás! — me quejé.

Ella enarcó una ceja y dejó ir un bufido antes de acariciar mi mejilla.

—Se ve que lo eres, cielo. Además, yo no estoy cerca de ser versátil.

—Todos lo somos de vez en cuando. — murmuré y me puse de pie para cambiar de sitio. Ella sonrió.

—Gracias.

—Eres una idiota.

—También te quiero, cielo. — dijo dejando un beso en mis labios mientras me atraía a ella tomando mi cintura.

Mierda...

Nota de autor;

¡Hey! ¿Cómo están? Les comento que a Her le queda muy poco D:

Capítulo dedicado a lizzie_girlfriend quién estuvo de cumpleaños hace bastante pero no me avisó 😾, díganle feliz cumpleaños <3

Codito.

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