10.
Natasha.
—¡Fondo, fondo, fondo, fondo! — gritó Okoye y yo tomé aquél tubo para llevarlo a mi boca mientras Jane sostenía mis pies.
Al acabar aquél barril de alcohol, bajaron mis pies y caí sobre la alfombra del recinto privado de Carol.
—¡Estuvo increíble, Nat!
Sonreí ante el festejo de Kate quien llevaba bastantes copas mientras Yelena la veía desde la barra. Mi hermana no es la persona más animada de la tierra, sobretodo en las fiestas.
Me puse de pie algo mareada, y decidí que hablaría con ella un momento antes de que decidiera irse a su hogar o algo. Ya podíamos regresar a nuestras casas, las entrevistas acabaron.
—Hey, peque.
—¿Ya dejaste de hacer el ridículo?
Sonreí.
—¿Por qué estás tan amargada? Sólo he bebido un poco, no es nada, Yelena. — murmuré y ella bufó.
—Si para ti ponerte de cabeza a hacer el ridículo mientras todas aplauden aquello y tú sientes como el alcohol se te va al cerebro es "un poco", claro, lo es. — dijo bebiendo de su botella de agua mineral. Me escondí tras mi camisa y observé la suya.
Es la misma, pero ella es azul y yo roja.
—Tenemos una camisa similar. — mencioné con entusiasmo.
—Es la única vez en tu vida en que verás que nos parecemos en algo. Estás más cercana a Denzel. — dijo y se dio media vuelta.
¿Auch? Ni siquiera sé cómo debería reaccionar ante un comentario de aquél calibre, es decir, sé como funciona mi hermana, sé sobre su mecanismo de defensa y sobretodo sé lo absurdo que se siente cuando trato de acercarme, pero me aleja con la fiereza de una bestia, sé que no soy su hermana favorita y que si pudiese cambiarme por Denz, lo haría. Yo también me habría cambiado por él, le tenía mucho cariño. Era un buen hermano mayor aunque como humano dejara que desear bastante.
Me refiero a sus decisiones personales, no a otra cosa.
—¡Hey! ¿Y Yelena? — Kate se detuvo delante mío con una copa en la mano. Se la quité.
—Ve y mójate la cara. Tu novia se ha ido a su auto seguro, y supongo que entendiendo su nivel de complicidad, te necesita.
—Oh, yo... Okay. Dame una bofetada, estoy algo mareada, necesito despavilar. — dijo segura. Enarqué una ceja, pero no me negué. Levanté la mano y le di directo en la mejilla.
La pelinegra algo menos atontada por el alcohol y más atontada por mi cachetada, me observó fijamente.
—No creí que lo harías.
—Somos amigas, ¿por qué no lo haría? — pregunté extrañada. — Simio no mata simio, me pediste algo.
Ella sonrió.
—Sé que puedo confiar en ti. Más que mi amiga, eres mi hermana.
—Eso es extraño viendo que estás con mi hermana, aunque no es tan extraño considerando que no tienen sexo.
—Sí, bueno, ¿podemos dejar de mencionar aquello del sexo? — preguntó y asentí.
—Sí, lo siento, era para aclarar por qué no es tan extraño, nada en contra de tu estado virginal.
—Okay, me voy.
Sonreí.
Bishop es genial. Me agrada que Yelena tenga lo que sea que tiene con ella. Merece ser feliz y con alguien como Kate, es difícil incluso que Yelena no se sienta realmente feliz.
Es decir, Yelena es como el grinch, y Kate como su cachorro, supongo que eso es una buena metáfora, ya que son compañeros, pero no están juntos y... ¡Oh, Dios! Me cuesta tanto explicármelo, estoy divagando. El punto es, adoro que mi hermana sea feliz, porque lo merece, lo merece en serio, eso es lo que pienso. A su manera y relajada. Sólo eso importa.
[•••]
—Ya, te he dicho, mamá. Para mi es agradable acompañarte al cementerio... — murmuré acariciando su mano.
Mi madre levantó la mirada y sonrió, sus cabellos canos y sus ojos cansados.
—Gracias por eso, cariño. Sé que siempre puedo contar contigo... — apoyó su cabeza en mi hombro y seguíamos caminando mientras yo movía las flores de forma nerviosa.
Los cementerios son dolorosos desde que Denzel se ha ido, sobretodo para mamá, para Yelena y para mí ha sido difícil, porque es extraño tener navidades sin él, pero, mamá... Ella lo vio nacer, supongo que su dolor siempre será un poco más grande.
—¿Papá no vendrá?
—Sabes lo que opinaba de Denzel...
—Ya, es que sigue siendo su hijo, mamá.
—Tu padre es un hombre mayor. Hacer que cambie de ideas a estas alturas... es pedirle demasiado al libro de la vida. — susurró burlona. Sonreí.
—¿Sabes? Los ochenta te sientan bien. — mencioné. Ella giró los ojos. — hablo en serio, el cabello canoso, tus arrugas, eres linda.
Ella sonrió.
—No entiendo de dónde has sacado ese carácter detallista, tu padre perdió cualquier rasgo del amor con la edad.
—Oh, vamos. Papá siempre ha sido el feo de la relación. Debería estar agradecido de que seas capaz de amarlo con ese carácter difícil...
—Carácter que tanto Yelena como tú tienen, no lo olvides. — dijo deteniéndose delante de la tumba de mi hermano. — Hola, cariño. Mira quién ha venido a verte esta vez.
—Hey, Denz. — sonreí. Las flores quedaron apoyadas sobre el cemento. — Gracias por darnos un día lindo.
—Yelena está ocupada, ya sabes cómo es. No le gusta salir demasiado y Natasha se ha ofrecido a acompañarme.
—Siempre vengo con ella aquí, a veces me siento a esperarla en el auto, no es nada en tu contra, Denz. Simplemente hace frío.
Mamá sonrió y me senté junto a la lápida.
—Necesito fotografiarte aquí.
—Eso es tétrico, además a Denz no le gustaban las fotografías. ¿Qué te hace pensar que eso cambió ahora que está muerto?
—Natasha, sólo quédate allí.
—Espero que le jales los pies. — bromeé y mamá puso sus ojos en blanco dándome a entender que ya estaba harta de mí. — Puedes venderme y comprarte un cachorro.
—¿Por qué debía tener hijos tan exagerados?
—Como Denzel, lleva años jugando a dormir sin dormir realmente. Ese tipo de exageración.
Mamá suspiró y siguió ignorándome.
—Es una aburrida, ya ves. No se ríe de nada. — murmuré recostándome junto a la lápida. — Esto es tétrico, sabes que no es nada en tu contra...
—Nat, deja a tu hermano.
—Okay.
[•••]
Wanda.
La máquina del gimnasio es de las mejores que he encontrado en un hotel. Mi casa tiene su propio gimnasio para cuando no estoy en entrenamientos con el equipo, y cada que viajamos me cuesta encontrar un buen lugar para hacer cardio, ya que al salir a correr no puedo cumplirlo del todo, ya que en el recorrido muchas personas me detienen, por lo que la corredora es mucho más factible en aquellos casos.
Detuve la máquina y sequé el sudor de mi frente mientras veía mi reloj marcar la cantidad de tiempo justa de ejercicio.
—Excelente. — sonreí.
De pronto me encontré con varios mensajes de Kara preguntando por una fotografías que vio en un sitio web.
Suspiré, pero elegí darme un baño antes de contestar algún mensaje de mi mejor amiga quien seguramente se encontraba desesperada.
Mientras sentía que mis músculos comenzaban a relajarse bajo el agua caliente, pensaba en que debía charlar con Natasha sobre la supuesta cita que tendremos y al menos reunirnos unos minutos antes para salir juntas y que nos vean juntas.
Joder.
K. Debo llamarte por esto. Avísame cuando tengas tiempo. XO
¡Besos y abrazos! Kara es una mujer adorable.
WM. Ya, puedes llamarme.
Suspiré.
—Sé que te debo una buena explicación y te la daré, ¿bien?
—¡Estás saliendo con Natasha Romanoff! ¡¿En un fin de semana?!
Suspiré.
—Es una amiga... — comencé tratando de hilar ideas para convencerla de que he superado a Alex ‐ lo cual es totalmente falso. — Juro que iba a contarte al llegar y todo eso. Tendré vacaciones de dos meses y...
—Ese abrazo no se veía sólo amistoso, Wanda. ¿Ya se te pasó lo de Alex? — preguntó y suspiré.
—¿Estás molesta?
—No, me tomó por sorpresa. Realmente creí que Alex y tu regresarían en algún punto.
—Cuando deje mi carrera deportiva seguramente... Sabes lo que ella opinaba sobre todo el tiempo que gastaba en mis cosas... — comenté.
Kara no dijo absolutamente nada. Entiendo, es su hermana, va a defenderla incluso cuando ambas sabemos que no nos faltó amor, sino la comprensión de su hermana que fue casi nula.
Tal vez yo he sido algo despreocupada, porque pensaba que jamás la perdería, pero eso no significaba que ella no me hubiese dejado ir, porque lo hizo, claro que sí
—Bueno, pero... No lo sé. Yo... Es decir, me alegra que sigas con tu vida, pero... ¿No es algo pronto? Son años de tu vida que estás dejando ir y...
—Alex también. Ella no me buscó.
—Alex está trabajando...
—¿Y yo qué? Es decir, se llama jugar. Pero no es eso. — me quejé. Ella rápidamente comenzó a disculparse.
Vi a Theo correr detrás de ella desnudo y a Lena ir tras él.
—¡Hey! — saludé.
—¡Hola, Wanda, adiós, Wanda!
Lena desapareció de forma rápida provocando mi risa en cuanto la vi alejarse tras el pequeño.
—¿Theo vio el partido?
—Lo vio, nuevamente ha dicho que aquella jugadora se parece bastante a su tía, Wanda. También Lena se ha emocionado al verte jugar cerca de Romanoff, y cuando le comente que están saliendo...
—No estamos saliendo aún. — dije yo. Ella enarcó una ceja. — Se me hace linda, muy linda, pero eso es algo que debe darse, una cita no define nada.
—Tuvieron una cita.
—Nos conocimos por mensaje antes, y en una fiesta charlamos, fue agradable, ahora... Estamos conociéndonos. — mentí.
¿Cuántas mentiras debo recordar ahora? Joder.
—¿Volverán a salir?
—Sí, el viernes. Iremos a una cita, supongo... Creo que... — me callé al verla algo preocupada. — ¿Qué?
—Me preocupa el rumbo que tomará el compromiso de Alex ahora.
Y aquello me cayó como balde de agua fría, simplemente no me lo esperaba y de pronto estaba allí. La idea de mi chica siendo la esposa de alguien más, Alex despertando con el desayuno de alguien más... Alex siendo mimada en los días de lluvia por alguien más...
Traté de disimular mi impresión dejando a Kara sorprendida con mi respuesta.
—Que lindo que decidiera casarse, eso me hace sentir menos culpable ahora que la superé y puedo seguir con mi vida.
Kara no contestó.
Trato de entenderla. Es su hermana.
—Estoy feliz por ti, cariño. No voy a mentir porque Alex sea mi hermana, mereces algo mejor. — dijo ella ahora sorprendiéndome a mí. — Sólo espero que esta vez ella si entienda lo mucho que amas lo que haces.
—El fútbol también la apasiona, creo que sabremos entendernos bien dentro de lo que se pueda... — insistí.
Ella sonrió.
—¿Cómo es ella?
—Ella es... Sensible, increíble. Dice lo que quiero oír y... Creo que no podría pedir algo mejor, deja que abra la puerta para ella, y me dice que me veo hermosa cuando me ve....
—Suena mucho mejor que Alex. — dijo ella.
Asentí lentamente con un nudo en el estómago al recordar que mi linda chica ya no podría ser mía otra vez, porque ya tenía a quién cuidara su sueño... Sin importar si volvíamos a coincidir, ella jamás voltearía a verme. Porque sabía lo fiel y cuidadosa que era Alex al amar...
—Estoy bien, aún somos amigas, pero te mantendré informada.
—Clint estará tan feliz como Lena.
Sonreí ampliamente antes de comenzar a despedirnos. Dejé ir un suspiro al colgar, no podría quitarme a Alex de la mente en las próximas horas... quizá días.
Tomé mi móvil, busqué el número de Romanoff.
—Okay... Es trabajo...
WM. Hey. Tendremos una cita el viernes. No conozco aquí, dime en dónde y por cuánto nos veremos, para que nos fotografien. Gracias.
Leyó el mensaje de inmediato y comenzó a escribir una respuesta.
N.Romanoff. ok.
Creo que ni siquiera en lo ártico podemos encontrar tanta frialdad como en sus mensajes.
N.Romanoff. buscaré un buen sitio. Te comentaré durante la semana, princesa.
WM. deja de llamarme princesa. No soy una princesa.
N.Romanoff. ok.
N.Romanoff. princesa.
Giré los ojos. Es realmente desesperante, y ni siquiera sé cómo aguantarla un año entero.
Nota de autor:
¡Hey! Wattpad ayer no avisó del cap, espero que hoy sí😭 m odia, esto es homofobia
—Codito.
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