Seokjin quisiera decir que su fin de semana había sido tranquilo, pero no era así. Era como si su molestia por Jung Hoseok hubiera aumentado el triple, podía estar haciendo algo y cuando menos lo esperaba ya estaba pensando en su odioso compañero de trabajo, le atribuía eso a su última pelea y a que de verdad ya no estaba dispuesto a soportarlo, tenerlo en sus pensamiento era signo de que ya había colmado su paciencia, definitivamente. Esa mañana había llegado al trabajo dispuesto a pedir un cambio de área, estaba seguro de que Jimin podía valerse por sí mismo y no necesitaba que estuviera todo el tiempo vigilándolo. Y aborrecía tener que tomar esa decisión solo por un hombre odioso y falso, eso incrementaba más su molestia. Como todos los días llegó directo a su lugar y decidió ignorar a todos, incluso le dijo a Jimin que no le hablara porque no quería contestarle de mala manera. No fue hasta la hora de la comida cuando su primo y él estaban en la mesa de la cafetería que decidió contarle lo que estaba planeando.

—Pediré un cambio de grupo. —Dijo después de pasar bocado mientras jugaba con la comida en su plato. —Estoy cansado de la situación, cansado de que Jung me moleste y siento que necesito paz, no tengo porqué estar aguantando a un tipo así.

Cuando levantó la mirada para enfrentar lo que su primo tuviera que decirle se encontró a Jung Hoseok de pie a un lado de Jimin, este iba a sentarse a una mesa cercana pero cuando escuchó lo del cambió se detuvo y su rostro estaba desencajado al escuchar las razones. Con enfado dejó la bandeja que traía en las manos en la mesa de al lado haciendo ruido por la brusquedad y salió de la cafetería con prisa. Era la primera vez que dejaba en evidencia que algo lo había molestado, la primera vez que no estaba fingiendo una sonrisa delante de todo el mundo.

—Seokjin, creo que deberías... —Pero este ni esperó que Jimin terminara, se levantó yendo detrás de Jung.

Lo siguió tratando de no perderlo en los pasillos y suspiró cuando vió que entraba azotando la puerta del baño, para cuando Seokjin entró, el menor tenía su cara mojada mientras se tallaba los ojos con frustración.

—¿Qué ha sido ese escándalo, Jung? —Se hizo notar el mayor de brazos cruzados.

—Sal de aquí, quiero estar solo. —Pidió Hoseok por lo bajo mirando fijamente el lavabo.

—Siempre estás escuchando conversaciones ajenas, pero ahora que ya lo sabes por mi mejor. Alégrate, podrás deshacerte de mi como siempre has querido.

—Cierra la boca, Kim. —Volvió a pedir tomándose con fuerza de los bordes del lavabo sin mirarlo aún.

—¿Qué? ¿No es esto lo que querías? Por fin ganaste, es una forma de quitarme de tu camino de falsedad. Me tienes cansado, me frustra verte, de solo pensar que te tengo que soportar todos los malditos días se me quitan las ganas de venir trabajar.

Hoseok respiró con fuerza, decidiendo que era mejor ignorar al mayor y largarse de ahí de una jodida vez, pero su intento de huida se vio interrumpido cuando Seokjin alcanzó a cerrar la puerta y lo acorraló en esta, queriendo intimidarlo.

—¿Por qué ahora no dices nada? —Pide saber el mayor. —¿Por qué no te burlas en mi cara? ¿Por qué no festejas que lo lograste?

—Suéltame. —Forcejea Hoseok y lo único que logra es que Seokjin atrape sus manos por encima de su cabeza, estando así Jung se sentía tan diminuto con el cuerpo contrario cubriéndolo. —Estas siendo un maldito estupido.

—No, ese siempre has sido tú con tus burlas constantes, con tus peleas sin sentido hacia mi, has hecho de mi vida un martirio y mi decisión es toda tu culpa, que te quede claro. Te volveré a decir que yo lo único que quería era que aligeraras tu carga y dejarás de mentirle a todos. Que pudieras mostrarte tal cual eres.

—Contigo lo hacía... —Admitió bajando la mirada. —¡Eras el único con quien podía ser yo y me lo arrebataste! Te alejaste de mi y me odiaste sin ninguna razón, sin preguntar, sin permitirme darte una explicación.

El menor volvió a intentar soltarse del agarre del mayor y lo logró al dejarlo descolocado con sus palabras, lo empujó para poder salir pero antes de que lo hiciera Seokjin lo volvió a acorralar, esta vez su mejilla tocaba la pared y sentía todo el cuerpo del mayor en su espalda, la respiración pesada de esta en su oído.

—¿Qué estás diciendo, Jung? —Peeguntó entre dientes.

—No dije nada, déjame salir. —El menor se movió y su cara se puso roja al golpear con su trasero la pelvis de Seokjin, ambas respiraciones agitadas dentro del silencio del baño.

Jung puso ambas manos en la pared tomándose de esta, sin saber que más decir pero sin moverse para evitar otro roce, pero las manos de Seokjin que bajaron de sus costillas a sus caderas le hicieron fallar la respiración.

—¿Q-que estás haciendo? —Su voz tembló y el mayor se pegó más a él inhalando cerca de su cuello. —Seokjin...

Escuchar su nombre y no su apellido provenir de los labios de su odioso compañero de trabajo hizo que el mayor entrara en razón de repente apartándose de él como si quemara y antes de pasar más vergüenza Hoseok salió apresurado del baño mientras el mayor pasaba una y otra vez las manos por su cara.

—Jodida mierda. —Murmuró mirándose al espejo para tratar de reconocerse. —¡Puta madre!

Levantó la voz sintiéndose más frustrado que nunca antes y entonces escuchó una puerta abrirse lentamente, de donde se asomaba Kim Namjoon con pena desde uno de los cubículos.

—Lo siento, hombre. No quería interrumpir, pero la hora de la comida ya se va a terminar. —Dijo pasando con prisa saliendo como flash del baño.