Mina seguía completamente callada viendo hacia una sola dirección sin mover el cuello ni los ojos, parecía que estaba en el limbo y que lo único que lograba decir era si o no, para cualquier cosa con tantas preguntas que le hice hasta me gane una noche sola en las Vegas. Aunque esa a la final se negó.

Pruebo las papas fritas que tiene Momo su plato y le sonrío, no le gusta pero es lo mínimo que se merece por hacerme pasar un susto y no decir nada al respecto. "Que deliciosas". Frunce un poco los labios y levanta la mano amenazándome para pegarme pero soy más rápido y miro con cara de perro regañado a Sana quién le pega en la cabeza.

Con una sonrisa victoriosa comienzo a comer mi comida hasta que siento una mirada juzgatoria en la nuca, al voltearme noto la presencia de Myoyi prácticamente arriba de mi como un chicle, le sonrío un poco y reparto un par de besos por todo su rostro.

Quiero que esté segura de que no soy capaz de tocarla con fuerza o rudeza, lo máximo que haría sería morder sus labios y ya, no soy esa clase de chicas capaz de maltratar a otro aunque esta9se lo pida, anteriormente era así y me trajo muchos problemas así que decidí un día cuando me di cuenta de mis actos que debía alejarme de todo eso y no he sentido la necesidad de hacerlo desde ese día.

"Eres una bebé". Murmura en mi oído provocando en mi el sonrojo que probablemente quería, las que no se ven muy lindas o felices es Sana y Momo, comen en silencio y por más que estén muy cerca sus hombros no se rozan, tal parece que Sana no le gusto para nada el secreto de las japonesas locas que tenemos de novias.

Mina y yo conectamos miradas ambas sabemos lo que les sucede así que le guiño como una señal para que diga algo o las haga reír se que es buena en eso, cuando la conocí los primeros días le hacía reír como loca y eso me gustó.

"Me encantaría ver como se dan un besito". Sugiere, lo veo como una buena idea, asiento para apoyarla lo más que necesite pero se ve que ni Sana ni Momo están dispuestas a cooperar con nosotras.

"No, gracias". Al unísono antes de mirarse molestas y separarse un poco más al punto de que una persona puede sentarse en medio sin ningún problema. "Así estamos bien". Vuelven al decir al mismo tiempo, yo las veo como esa típica pareja que discuten y a los segundos ya se estan abrazando o besando, aunque lleven poco tiempo de novias no veo una vida en la que Momo o Sana no estén juntas luego de haber experimentado lo poderosa que es su unión.

Es prácticamente imposible no darse cuenta que son tan para cual, no se como llegue al punto de defender una relación con tanta seguridad sin saber lo que realmente sucede. "Fue algo de mal gusto Sana pero ya estamos aquí y siento que debemos vivir la vida con una sonrisa en vez de esas caras largas que llevan". Digo a sabiendas que un beso será depositado en mi mejillas, a los poco segundos eso sucede y me llena el pecho de alegría verla tan feliz.

Japón le gusta más de lo que pensé, supuse que ya estaba acostumbrada a Corea por el tiempo que llevaba viviendo ahí pero se ve que a extrañado este hermoso y muy colorido lugar, y no la culpa es espectacular.

"Eso es". Escucho.unos aplausos y esos me asusto un poco, estaba tan concentrada en ver sus expresiones que no me di cuenta que celebraba el pequeño beso que compartieron nuestras amigas. "Es bueno saber perdonar". Se que lo dice porque ella también tiene la culpa pero lo dejo pasar, para otro momento dejaré el sermón que le tengo que dar porque se lo merece y mucho.