Pov's Jane:

—¿Tú me dices que solo se durmieron? ¿Ni un beso?

—¡Ay, Sarten! Ya te lo he dicho, solo dormimos, qué mal pensado eres.

Él comienza a reír.

—Pues discúlpame por mal pensar, pero los he visto besándose, y, querida, no pareces precisamente una monja.

—Ay, ya cállate —digo rodando los ojos —.¿Te gustó?

—¿El qué? —pregunta, y luego ve el anillo en mí dedo.

Lo toma y comienza a examinarlo.

—Es divino, de seguro Ben lo ayudó, no creo que Gally tenga tanta paciencia. O el amor lo cambió por completo, ya sabes, se baña y esas cosas...

—Ya sé que se baña —digo rodando los ojos nuevamente —.Estuve muy cerca de él y puedo decirte que huele muy bien, demasiado bien.

Sarten comienza a saltar y agitar las manos.

—Lo ves, cuando me dices eso ¿Cómo no quieres que piense mal? Cuéntame, ¿Qué tan cerca lo tuviste?

—Dios, Sarten —hago una pausa dramática —. Bueno, muy cerca, pegado a mí.

—Sí, vamos, continúa, dime más —hablaba Sarten ansioso.

—Es que dormimos abrazados, él me rodeo con sus brazos, que son muy fuertes por cierto, entonces mi espalda estaba pegada a su torso.

—Uy uy uy —dice pícaramente —.Así que, ahora que eres la novia de Gally, dormirás así todos los días.

—Bien, eso espero... —digo sonriendo.

—Pues yo espero que dejes de faltar al trabajo, que ni se te ocurra quedarte dormida de nuevo o ir al hospital. Comienza a pelar las papas.

—Oh, de acuerdo, maldito bipolar. Aunque tienes razón, te dejé solo mucho tiempo, lo siento.

—Ey, no. Tú me ayudas mucho, ha sido una bendición que llegaras —dice tocándome el hombro—. Ahora pela las papas.

—¿Por qué siempre tienes que pelar papas?

—Solo pela las malditas papas y ya, cariño. Hoy hay mucho trabajo.

—Sí, como todos los días con estos muertos de hambre.

—Ya lo entendiste —dice riendo.

Comienzo a pelar las papas, pero de repente llega Newt.

—Hola, lo siento,  chicos. Necesito llevarme a Jane.

—Dios, ¿Es enserio? —dice Sarten estresado.

—Será rápido, por favor ven Jane.

—Está bien. Vuelvo enseguida, cariño —le digo a Sarten y salgo.

✨✨✨

—Jane, vine a buscarte porque Alby quiere hablar contigo —dice Newt preocupado.

—Eh... ¿Está todo bien, Newt?

—Sí, es que... No creo que te guste lo que Alby va a decir.

—¿Por qué? ¿Es sobre la pelea, no? ¿Me castigará?

—No, claro que no, tú no hiciste nada. Bueno, aunque es como un castigo indirectamente — Hace una pausa y suspira —. Tranquila, yo trataré de estar ahí contigo, ¿Si?

Yo asiento con la cabeza, con la mirada perdida, tratando de descubrir a qué se refiere. ¿Qué podría ser tan terrible?

Llegamos a la oficina de Alby, Newt golpea.

—Alby, traje a Jane —dice Newt desde la puerta.

—Que pase —grita Alby.

Estoy nerviosa, no quiero entrar pero no hay más opciones.

—Hola, Alby —digo en voz baja, mis nervios me delatan.

—Jane, por favor, toma asiento. Newt, puedes irte.

—Eh, no. Prefiero acompañar a Jane.

Alby rodea los ojos. Newt me da una pequeña sonrisa para aliviar la tensión.

—Bueno, como quieras. Jane, quería hablarte de tu estadía aquí.

Yo lo miro sin comprender. Él continúa.

—Desde que llegaste al laberinto tuviste mínimo diez peleas con tus compañeros.

¿Diez? Yo no recuerdo eso...

—Sabes que en el claro todos somos una familia —prosigue Alby —, y como tal, yo no puedo dejar que haya peleas entre nosotros, somos una comunidad, todos debemos ir hacia el mismo objetivo y no puede haber bandos y peleas. ¿Entiendes?

Yo asiento rápido, los nervios me consumen. ¿Acaso querrá desterrarme?

—Y el mayor problema es tu relación con Gally.

Cuando dice eso frunzo el seño inmediatamente.

—Él ha peleado con Zart por ti, con Minho por ti, mañana peleará con otro por ti.

—¿Y acaso es mi culpa? Yo siempre quise a Gally, y con el resto de los chicos solo fui amable, pero nunca les di...

—Lo sé, lo sé, Jane —me interrumpe —No es el punto quién tiene la culpa, el punto es que eres la única mujer en el área, entre cincuenta larchos hormonales, probablemente todos se enamoren de tí, y ese es un problema.

Yo guardo silencio, frustrada.

—Pero no es mi culpa —digo en voz baja.

—Jane, no quiero decir eso. Pero soy el jefe de este lugar, es necesario que mantenga el orden, sino no me importaría tu relación con Gally, pero como afecta al orden de nuestra comunidad, no me queda más remedio que prohibir la relación.

—¿Qué? No, Alby no. No prohibirás eso. Yo no dejaré a Gally.

—Lo harás Jane. Sino, deberé mandar a construir un muro que separa el área en dos, y dejarte sola en una mitad. Como no quiero eso, lo único que puedo ofrecerte es que esa relación problemática termine.

—No, no lo haré.

—Jane, yo mando aquí, no tú, recuerda eso. Ya estás informada, no quiero verte cerca de Gally, no pueden interactuar de ninguna forma, sino tendrán una gran sanción, y mira que hasta ahora he sido bueno, no quieran que mi paciencia se acabe.

Yo solo podía mirar a Alby con odio. Cómo demonios va a prohibirme estar con Gally, y justo ahora que estábamos tan bien. No, no puedo, siento que voy a desarmarme completamente si él vuelve a alejarse de mi.

—Jane, lo siento —dice Newt.

Mientras yo limpio las lágrimas de mis ojos.

—E-Él no puede hacer e-eso, ¿no, Newt? —digo llorando.

—Ay, Jane. Mira, esto solo será por un tiempo, hasta que todo se calme, luego volverán a estar juntos. Ya ha pasado una vez.

—Ese es el punto, ¿por qué tiene que volver a pasar? ¿Por qué no podemos estar juntos?

Newt me abraza. Yo me recuesto en su pecho y me quedo ahí hasta calmarme. Luego de un rato vuelvo con Sarten, le cuento lo que me pasó y me pone a pelar papas de nuevo.

✨✨✨

Al caer la noche me baño, no puedo más del dolor de cabeza, y llorar tanto hizo que me sintiera cansada. Hoy no pude ver a Gally ni una sola vez.

Me encamino a mi cama. Luego alguien toca la puerta.

—¿Minho? ¿Qué haces aquí? —digo sorprendida.

—Alby me mandó para que te cuidara...

Lo interrumpo cerrándole la puerta en la cara.

Él golpea de nuevo. Entonces vuelvo a abrirle.

—¿Qué?

—¿Cómo qué? ¿Por qué demonios me cierras la puerta en la cara?

—No necesito que nadie me cuide, no sé por qué te sientes con la autoridad de cuidarme y ordenarme qué hacer, pero no puedes.

—Sí, sí puedo, Alby me lo ordenó.

—Ah, ¿si? Pues Alby debió ponerte un castigo, al igual que lo hizo con Gally, no es justo que tú estés aquí.

—Pues tal vez mi castigo es tener que cuidarte —dice rodando los ojos.

—Entonces te libero, no quiero que me cuides.

—Tú no decides eso, princesa.

—Ay, ya cállate.

Él sonríe y vuelvo a cerrarle la puerta en la cara. Golpea para que le abra de nuevo, pero no lo haré, estoy enojada. Por su culpa Gally está en el pozo y no puedo hablarle.

Intento dormir, pero mi cabeza no me deja. Entonces escucho unos golpes en la ventana. Demonios, ¿por qué no se va a dormir?

Lo ignoro. Pero luego golpea de vuelta. Voy furiosa a la ventana y la abro bruscamente. Pero no era Minho, sino Ben, que da un salto asustado.

—Mierda, Jane, me asustaste —dice susurrando.

Qué lenguaje tan grosero, se nota que es amigo de Gally.

—Lo siento, Ben. Pensé que era Minho —hablo susurrando también.

—Descuida, tuve que esconderme para llegar aquí, vine a darte esto, te lo manda Gally. Si quieres que mañana le lleve algo sólo dámelo, pero escondido, así nadie se da cuenta, ¿Está bien?

Tomo la carta de sus manos.

—Claro, muchas gracias, Ben. ¿Y él cómo está?

—Está... bien. Solo un poco preocupado por ti. Un poco bastante... Bueno, ya debo irme, nos vemos mañana.

—De acuerdo, muchas gracias, Ben. Mañana te cocinaré unas galletas.

—De acuerdo —dice sonriendo —Descansa, Jane.

—Gracias, tú igual.

Ben sonríe y se va. Yo cierro la ventana y voy directo a la cama para leer la carta.

Querida Jane:

Princesa, no te he visto en todo el día, supongo que Alby habló contigo. Cuando me dijo que no podríamos estar juntos pensé que estaba loco, y lo sostengo. Pero no tenemos por qué hacerle caso, no después de haber pasado la mejor noche de mi vida durmiendo contigo, así que si él no quiere que seamos novios no lo seremos, pero en público.
Te explicaré. Amor, es peligroso que desobedezcamos a Alby, pero no pienso alejarme de tí, así que, ¿por qué no seguimos siendo novios en secreto?

Yo no quiero ocultar que te amo, para nada, no pienses eso. Solo no quiero que estés en peligro, no quiero que mis peleas con otros miembros del área te perjudiquen.

Nos queremos mucho, y encontraremos la forma de estar juntos. Yo siempre te tengo en mi mente, de hecho, no paro de pensar en tí, y es bueno que existas, si no lo hicieras ¿en qué pensaría? Mi vida sería muy aburrida, y mí estadía en el pozo sería eterna. De hecho, desde que llegaste mi existencia en el claro dejó de ser oscura, ahora tengo ganas de levantarme, de hacer cada cosa que hago, todo tiene sentido, color,  y eso es por tí. Así que gracias.

Y te preguntarás cómo seguiremos siendo novios. Con Ben pensamos, y él nos ayudará, me pasará tus mensajes e idearemos formas para que podamos vernos, pero todo a su tiempo.

En fin, te amo, cariño, estoy loco por tí. Y cuando menos lo pienses podremos estar juntos de vuelta.

Con amor: Gally.

Leer eso me ha emocionado tanto. Abrazo la carta y me quedo dormida, ansiando que sea de mañana para mandarle un mensaje a Gally.