Primer día de trabajo.
—¿Y entonces? Vamos cuenta, chica —dice emocionado Sarten.
—Le dije que Zart no me gustaba, y que no quería tener novio.
—¿Y él qué dijo?
—Bueno, digamos que lo dejó más tranquilo, y aceptó ser mi amigo.
—Sí, "amigo", eso es lo que crees.
—¿A qué te refieres?
—Mira, nunca había visto a Gally así, nunca defendió a nadie, y desde que llegaste ha dejado de molestar y golpear a los demás. Siempre está muy atento a ti, dice "¿Y la novata?", "¿dónde está la novata?", "le llevaré mí sábana a la novata", y hasta se baña todos los días, se puso muy caballero —dijo levantando las cejas de forma juguetona.
—Ay, cállate Sarten —dije y le dí un golpe en el brazo.
Él comenzó a reír y yo moría de vergüenza. ¿Será verdad que Gally cambió porque yo llegué? ¿Le gustaré o solo está siendo amable conmigo?
—Y por lo que puede notar... —dice misteriosamente.
Lo miro.
—¿Qué? ¿Qué pudiste notar?
—Mmm mejor no te lo diré.
—Anda, dime, por favor, ¿es sobre Gally?
Él se lanza a reír más fuerte.
—¿Lo ves? Ya sabía, te gusta —grita emocionado.
—¿QUÉ? NO, NO, A MI NO ME GUSTA GALLY —grito exaltada y después bajo la voz —.A mí no me gusta Gally, ¿qué cosas dices?
—Claro, y yo jamás he pelado una patata. Tranquila, a mí puedes decirme, no le contaré a nadie. Y, por cierto, tienes que pelar esa bolsa de patatas —dice señalándo un gran saco de papas.
Yo dudo en si decirle o no, pero prefiero quedarme en silencio y me dirijo a buscar un cuchillo.
—¿Y bien...? —pregunta.
Vuelvo a dudar, pero tengo que contárselo a alguien.
—Sí, okey, el me gusta un poquito. Bueno, no me gusta, solo me parece atractivo, ¿contento?
Él se larga a reír con tanta fuerza que Newt vino a ver de qué nos reíamos, pero le dijimos que de nada y se fue.
—Entonces, así que Gally...
—Ay, Sarten, ya cállate, alguien podría escucharte —digo riendo.
—Bien, este será nuestro secretito.
Nos damos una sonrisa cómplice y seguimos cocinando. Era muy tarde cuando al fin terminamos la comida, eso me preocupó porque debía hacer buena letra con Alby, y tal vez piense que soy holgazana y por eso tardamos, pero Sarten me dijo que no me preocupe.
Luego empezamos a repartir la comida, los chicos hacían fila y nosotros les dábamos sus platos. Al final Sarten me dijo que él seguía y que yo vaya a comer.
Cuando entré al comedor me quedé paralizada con mi bandeja en la mano, que haya tantos chicos es intimidante, entonces fui directo a una mesa que estaba desocupada al fondo de todo.
—Novata, ¿qué haces ahí? —dice Newt riendo —.Ven, siéntate con nosotros.
—Está bien —le respondo con una sonrisa tímida.
Luego lo sigo a su mesa, estaba sentado con Minho y Zart (eso no le gustará a cierto chico).
—Hola, chicos —digo sonriendo.
Me siento al lado de Minho.
—Novata, estas patatas están deliciosas, ya puedes casarte conmigo —habla Minho.
—Tiene razón, están muy buenas. Puedes casarte conmigo también —agrega Zart dándome un guiño.
Newt y Minho se miran. Yo me pongo roja y miro mí plato.
—Gracias, chicos.
—¿Cómo estuvo tu primer día? ¿Estás cansada? —pregunta Newt cambiando de tema.
—Fue divertido, de hecho no me cansé, estuvo bien, Sarten me hizo pelar como doscientas papas.
—Ay, sabía que ese maldito iba a aprovecharse de tí, descuida, luego lo golpeo —exclama Minho sin darle importancia.
—¿Qué? No, tranquilo, no es necesario —digo asustada.
Los chicos se ríen.
—Descuida, solo está jugando —aclara Newt.
—Ah... —digo y luego me río.
Me vuelvo tan estúpida con tantos chicos lindos cerca.
—¿Y tu trabajo, estuvo bien? —le pregunto a Minho.
—Sí, siempre está bien, soy muy bueno.
—Claro, sin mencionar que tienes el cabello más sedoso del claro —dice Newt sarcásticamente.
—Y que eres hermoso, muy hermoso —agrega Zart con una gran sonrisa.
Todos quedamos en silencio, y nos largamos a reír.
Luego miro a la mesa de Gally, él está mirando con cara seria, pero cuando hacemos contacto visual me sonríe, y yo inmediatamente le devuelvo la sonrisa. NO SE ENOJÓ ✨✨✨ ¿Debería festejar tanto que me sonriera?
Me quedo pensando embobada, hasta que Minho habla.
—Y... ¿Ya te gustó algún chico, novata? —pregunta pícaramente.
Zart me mira.
—No... —mentí —.De hecho, no quiero tener novio.
—Pero no te digo que tengas novio, solo te pregunté si te gustaba alguien.
—Ya déjala, Minho —dice Newt escondiendo la sonrisa.
—Está bien, no me molesta —digo sonrojada.
—¿Ves? No la estoy molestando, todo porque soy chino.
—Sí, Newt es tan racista, piensa que por ser rubio es mejor que los demás —dice Zart.
—¿Disculpa? —dice Newt ofendido —. Te recuerdo que tú también eres rubio, Zart. Y yo nunca te discriminé por ser chino, a mí no me molesta que tengas los ojos cerrados —habla provocativamente.
—Oh, ¿quieres hablar de ojos? —habla enojada Minho —.Pues los tuyos son de un hermoso color marrón.
Newt larga una carcajada.
—Pues, la verdad que ustedes son muy racistas, pero me caen bien —bromeo uniéndome al juego.
—Oh, gracias, novata. Me hiciste tan feliz —dice Minho.
—Que bueno, lo único que me importa es que tú seas feliz. Mira, si quieres me levanto temprano y te hago el desayuno para que lleves la laberinto.
Minho abre la boca sorprendido, y pone una sonrisa muy grande, Newt solo rodea los ojos, negando con la cabeza.
—¿Qué haces, novata? No lo alientes, no sabes lo egocéntrico que puede ser —dice Newt.
Cuando volteo a ver a Minho este tiene una gran sonrisa de autosuficiencia, tal vez si sea un poquito peligroso alimentar su ego, pero parece buen chico.
—Lo siento, Newt —digi riendo —.Bien, ya debo irme, debo ayudar a lavar los platos y a limpiar antes de dormir.
—De acuerdo, por cierto, felicidades por tu primer día, novata, lo hiciste muy bien —dice Newt sonriendo.
—Cierto, felicidades —agrega Zart.
—Felicidades, al fin alguien que cocina bien —dice Minho.
Doy una carcajada.
—Gracias, chicos. Nos vemos mañana —saludo con la mano.
Me dirijo a la cocina, y cuando paso por al lado de Gally nos damos una sonrisa. A lo lejos escucho que Ben le dice "vé a hablarle" en tono burlón. Si Ben supiera que ya hablamos, nos peleamos, nos tomamos de la mano...
Con Sarten estuvimos un buen rato lavando los platos. Luego empezamos a limpiar las mesas y barrer.
—¿No tienen manteles? —le pregunto.
—No, pero si quieres puedes pedirlo.
—¿Pedirlo?
—Sí, dejas una nota en la caja, y cuando esta sube de nuevo trae lo que pediste. Bueno... algunas cosas. Nunca me trajeron la peluca que le pedí.
Yo me río.
—Bueno, novata, terminamos. Vé a dormir que mañana tenemos un gran día por delante.
—De acuerdo, nos vemos mañana, Sarten.
—Nos vemos, cariño.
Le doy una sonrisa y salgo camino a mi cabaña, pero veo a un chico apoyado en un árbol, fumando, cuando veo bien es Gally.
—¿Qué demonios?¿De dónde sacaste eso?
—De la caja —habla sin darle importancia.
—No sabía que fumaras. Eso es malo para la salud, y tú eres tan joven...
—Tranquila, solo lo hago de vez en cuando —dice y luego apaga el cigarrillo en el árbol.
—No quiero que lo hagas.
Él me mira fijo.
—Está bien —dice girando los ojos —. Ya no lo haré, pero deberás darme algo a cambio.
Ahora soy yo la que se queda mirándolo, y me sonrojo.
—¿Q-qué cosa? —hablo torpemente.
—Eh... —dice y se queda pensando —.Cocíname algo especial. Tal vez unas galletas.
—Cl-claro —digo asintiendo con la cabeza.
Por un momento pensé que me pediría otra cosa.
—Por cierto, que bien cocinas. Al final hiciste bien en elegir a Sarten —dice mientras pone su mano en mí cabeza y la sacude, desordenándome el cabello.
—Gracias —digo y le sonrió.
Me quedo embobada mirándolo, de nuevo.
—¿Sabes? Escuché que Alby te sacará el castigo porque te vio trabajar duro, y que pudiste relacionarte con los chicos sin gritarles —dice esto último de forma burlona.
—¿De verdad? —pregunto emocionada.
Él asiente lentamente, con una sonrisa.
—Mierda, eso es genial.
—Que mal hablada eres.
—Ay, no es así, idiota.
Él me mira haciéndose el ofendido.
—Claro, no es así. Lo que digas, tonta.
—Sí, lo que yo diga.
Él rodea los ojos, luego se ríe.
—Ya deberías ir a la cama, trabajaste mucho, descansa que mañana tienes levantarte temprano.
—De acuerdo. Buenas noches.
—Descansa, tonta.
Me río, él también lo hace y nos quedamos mirando. Cuando me doy cuenta miro al suelo.
—Bien, adiós idiota.
Digo y me voy rápido, para que ya no me pudiera contestar una grosería y ganarle. Al llegar a mi cabaña volteo y lo veo reír. Lo saludo con la mano y luego entro, dormiré porque mañana tengo un largo día de trabajo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top