Me desperté de repente, estaba sudando y muy asustada.

La verdad es que no sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí, y lo peor, no tenía idea de quién era.

Estaba tirada en el suelo, y miré rápidamente a mi alrededor. Pero había un olor a aceite y combustibles tan fuerte que llegaba a quemarme la nariz y dejarme mareada. Trato de levantarme pero no lo logro, entonces hago todo mi esfuerzo para sentarme en una esquina, apoyándome en una pared. Luego sigo investigando el lugar. Es un ascensor de metal, muy sucio, y hay muchas cajas conmigo. Aunque me daba miedo, agarro a una de las cajas para abrirla y ver qué contiene. Pero no llego a hacerlo porque de pronto el elevador sube al máximo su velocidad. El corazón me empieza a latir tanto que creo que se me va a salir, y no puedo calmar mis respiraciones. No sé a qué altura estoy ni a qué lugar se dirige esta cosa, y el pánico se apodera ya por completo de mi.

-AYUDA -grito muy desesperada -.¡POR FAVOR! ¿ALGUIEN PUEDE OIRME? NECesito ayuda...

Mi voz se va pagando, y a penas sale por lo mareada y agitada que estoy. Sin saber qué hacer empiezo a llorar. El ascensor subía tan rápido y la única opción posible era que impactara con algo arriba. Y, para colmo, como si todo el olor, la velocidad y el ruido no fueran suficientes, una bocina empieza a sonar muy fuerte. Tapé mis oídos con mis manos y escondí mi cabeza entre las piernas. Estaba temblando, ya no tenía esperanza ¿Qué clase de tortura horrible era esa? ¿Acaso era la pesadilla en una noche de fiebre y luego despertaría?

De repente, el ascensor se detiene bruscamente, para luego volver a subir pero a una velocidad moderada, hasta detenerse por completo.

Levanto lentamente mi cabeza para ver qué estaba pasando, pero me quedo estática en mi lugar. Nada pasa, y tengo miedo de que esta cosa se caiga. Estoy espectante, son los peores minutos de mi vida, no hay ningún ruido salvo mi respiración agitada.

Luego escucho pasos, y repentinamente se abre la parte de arriba del ascensor. Yo pego un grito y me tiro para atrás, estoy a punto de tener un ataque de pánico y no poder respirar. Pongo mi mirada fija en esa abertura, y logro ver el cielo celeste, dando la impresión de un día muy lindo. Inmediatamente me da una sensación de calma, hasta que veo a las cabezas de un montón de chicos asomarse.

-Uy uy uy, un novato.

-Sal novato.

-Ven novato, vamos.

-Que sea un cocinero, ya estoy harto de cocinar para tantos muertos de hambre -. Se escucha que alguien le da un golpe.

Yo estoy completamente asustada, me corrijo, creo que ahora son los peores minutos de mi vida. ¿Qué mierda es un novato? ¿Qué me van a hacer? Estoy acorralada, aunque quisiera ni siquiera podría correr.

-Gally, entra y sácalo.

-Voy, Alby.

Un chico se encamina y de repente salta a la caja. Es muy alto y musculoso, tiene el cabello corto, pecas, y una cejas bastante peculiares. Su presencia es tan intimidante que no puedo evitar asustarme.

Cuando me ve se queda paralizado, y yo comienzo a llorar.

-Por favor no me hagas nada -digo de forma entrecortada por el llanto.

Él sigue estático, como si hubiese visto un fantasma.

-Gally, ¿Qué pasa? -le gritan desde afuera.

El reacciona.

-No no..., tranquila..., no te haremos daño.

-¡Gally! ¿Qué demonios sucede garlopo miertero? -grita otro chico.

-Eh... es... es...

-¿ES QUÉ? -le preguntan.

-Es... una chica.

Dice, y todos se sorprenden.

-¿Una chica? Genial.

-¡Al fin!, una novia para Minho.

-Será mi novia.

-En tus sueños, Zart, yo la aparto.

- Ya necesitábamos a alguien que asee todo el lugar -dice alguien entre risas.

Al escuchar todo eso me pongo a llorar peor. El chico me observa y regaña a sus compañeros.

-Ya cierren la boca, larchos mierteros. La están asustando. No me obliguen a ir ahí arriba a patearles sus... -. Me ve y se detiene.

-Por favor, déjame ir, por favor... -digo en voz muy bajita, de tanto llorar ya ni puedo hablar.

Él se agacha y me habla despacio, para tranquilizarme.

-Mira, me presento, yo soy Gally. Nosotros no queremos hacerte daño, de hecho, nosotros también llegamos aquí en esta caja como tú, sé que estás confundida, pero por favor, confía en mí.

Yo trato de dejar de llorar y lo miro.

-¿Recuerdas tu nombre?

Niego con la cabeza.

-Bueno, es normal, ya lo harás. Ahora necesito que salgamos de esta caja. Todo estará bien.

-No no no, por favor, no quiero que me hagan nada. Por favor, tengo miedo -dije aferrándome más de la pared.

-No, no dejaré que nadie te haga nada. Yo te cuidaré. Ven, vamos, te ayudaré -dice y extiende su mano para ofrecérmela.

Yo dudo un poco pero la tomo, y me ayuda a pararme rápidamente, definitivamente es muy fuerte.

-Bueno, ahora me lanzarán una soga y subiremos. ¿Sabes escalar con la soga?

Yo lo miro dubitativa.

-No lo sé, no recuerdo. Puedo intentarlo...

Él me da una sonrisa.

-Esa es la actitud.

Estuvimos como media hora, parece que no solo era cuestión de actitud, soy malísima escalando. Entonces Gally debió alzarme y los chicos de arriba me ayudaron a subir, estaba exhausta.

Todos los chicos se pusieron a mi al rededor para mirarme, mientras murmuraban cosas. Me sentí sofocada, y tenía vergüenza, solo podía mirar al piso.

Luego Gally sale de la caja y ve la situación. Camina rápido y se pone delante mío.

-Aquí no hay nada que ver, larchos. Sigan con su trabajo.

-Vamos, Gally, solo queremos conocerla -dice amigablemente uno de los chicos.

-Pues no, ella no quiere conocer a nadie, está bien así. Piérdanse -contesta.

De mala gana todos le hacen caso inmediatamente. Vaya defensor que me tocó, parece que todos le tienen mucho respeto aquí.

Me aclaro la garganta para llamar su atención, él se da vuelta y me mira.

-Eh..., Gally... gracias por defenderme -digo nerviosa, y un poco ruborizada.

-No es nada, novata.

-¿Novata?

-Así es. Eres la nueva, y hasta que suba otro por esa caja, tú serás la novata.

-Ah, entiendo...

Digo mirando la caja, tengo muchas preguntas para hacer pero es mucha información y me duele la cabeza.

-Tranquila, ya vendrá Alby y te explicar todo. De hecho, ahí está.

Un chico moreno y otro rubio vienen acercándose.

-Hola, novata. Yo soy Alby, estoy a cargo de todo este lugar. ¿Cómo estás?

-Bien, un poco aturdida, pero bien.

-Perfecto. Es normal que tengas muchas preguntas, con el paso del tiempo irás entendiendo todo. Ahora bien, solo debes saber que hay tres reglas fundamentales aquí. ¿Ves esa puerta?

Yo miro y asiento. Es una puerta gigante, un poco alejada de donde estamos. De hecho, todo el lugar está rodeado de muros, y veo que hay otras puertas más.

-Bien, regla número uno, "Sólo los corredores sale por esas puertas", o sea que tú no, ¿Entendido? -habla serio.

Asiento con mi cabeza.

-Regla número dos, "No causar problemas". Nosotros buscamos vivir tranquilos, en harmonía. Si alguien molesta o pelea con otro, va al pozo. ¿Captas?

-Entendido.

-Perfecto. Y por último, todos deben hacer su trabajo. Aquí todos nos ocupamos de algo, Gally el es encargado de los constructores...

Gally asiente. En ese momento yo aprovecho para mirarlo. Se nota que es el jefe de los constructores, por eso es tan musculoso.

-Minho el encargado de los corredores, Sarten de los cocineros, en fin, luego te los presentaremos a todos. Tú deberás hacer las pruebas para ver en qué eres buena y empezar a trabajar, no queremos holgazanes y no te salvarás por ser una chica.

Yo solo asiento a todo, todavía estoy un poco asustada y confundida. ¿Novatos, corredores, caja? No entiendo nada y estoy agotada.

-En fin -continúa Alby -mañana harás las pruebas. Ahora te presento a Newt.

El rubio me sonrió, es muy tierno.

-Es el segundo al mando, tiene el poder cuando yo no estoy.

-Pero siempre estás, por suerte. Yo soy más bien el jardinero. Aquí Alby se ocupa de todo y nos mantiene a salvo, es un gran líder -lo interrumpe Newt.

-Eres el co-líder. Fin de la discusión -dice Alby con mala cara -.Ahora, novata, te quedarás con él y te dará un recorrido por el claro. Así que, Gally, a trabajar.

Dicho esto ambos se retiran y me quedo sola con Newt. Él me sonríe.

-Y bien, puedes preguntarme lo que quieras.

-¿Puedo irme a dormir?

Newt se echa a reír.

-Lo siento, creo que todavía no prepararon tu cama. Mejor vamos a que comas algo y te voy contando un poco de cómo es la vida aquí. ¿Qué te parece?

-Está bien, Newt.

-Bueno, este lugar que ves aquí -dice mientras caminamos -es "el claro". Tenemos todo lo que necesitamos aquí dentro. Agua, un bosque para conseguir madera y abono, una huerta, animales, y lo que no tenemos nos llega todos los meses en una caja con un novato como tú.

-Ah, entiendo... -digo asintiendo.

-Solo que todos los novatos que subían eran hombre, tú eres la primera mujer -habla y me mira.

-¿Y eso por qué? ¿Por qué subimos por esos asesores? Newt, no recuerdo nada -digo, volviendo a sentirme triste y con ganas de llorar.

-Tranquila, yo tengo la respuesta a tus preguntas. Primero, no sé por qué sólo subían hombre y ahora una chica, pero lo que sí sé es que ninguno recordaba nada cuando llegó. Al cabo de unos días, algunos el mismo día, otros al mes, recordaban su nombre, pero no más que eso. Entonces nos organizamos y logramos convivir pacíficamente en este lugar, no sabemos por qué, quién nos metió aquí, tal vez sea mejor no recordarlo.

Lo miro, tiene mucha tristeza en su rostro.

-Newt, hace cuánto estás aquí?

-Llevo unos tres años. Soy uno de los primeros, al igual que Gally y Minho. Alby fue el primero de todos, sabe más que nadie, por eso es el líder.

Solo asentí, ¿Tres años? ¿Y solo podré recordar mi nombre? Todo es completamente desolador.

-Bueno, fue mucha información por hoy, mejor entremos al comedor y Sartén te preparará algo -dijo Newt sonriendo.

Yo le devolví la sonrisa, tal vez no sea tan malo vivir aquí si Newt está. Y si está Gally.