Alejarse.







✨✨✨









Cuando llegamos donde estaba Alby, nos pidió que esperáramos un rato porque tenía algo que hacer. Entonces Newt se quedó conmigo para acompañarme.



—Bueno, ya veo que tus primeros días aquí fueron algo caóticos. Tienes que saber que si necesitas algo, lo que sea, tal vez hablar, dar un paseo, no lo sé, pero puedes contar conmigo. La vida aquí dentro puede ser muy dura, novata.


—Gracias, Newt. Al parecer los problemas me persiguen. Sería bueno que tú y yo habláramos más, así me enseñas a ser una persona más calmada como tú.



Él ríe.



—Claro, yo te enseñaré.



Newt es muy, muy alto, blanco y rubio, con una sonrisa encantadora que te contagia tanta alegría. ¿De dónde sacaron un chico así?


—¿Llevas mucho tiempo aquí?



—Sí, mucho tiempo, y todo lo que recuerdo es haber subido por la caja y vivir en el claro. Es como si toda mí vida se resumiera al interior de estos muros —dice con la mirada perdida, y algo de tristeza.



Yo no sé qué decirle, así que le doy un pequeño abrazo. Él lo sigue y sonríe.



—Al menos desde que tú llegaste hay chismes, antes no pasaba nada y era aburrido.



—Ah, así que te gustan los chismes, eh. ¿Quién lo diría? Parecías tan buen muchacho, Newt —digo jugando.



—Bueno, de vez en cuando es... divertido.



—Tienes razón, lo confirmo. Solo no me gustaría protagonizar todos los escándalos pero ya sabes, soy géminis.



Newt inmediatamente posa sus ojos en mí. Yo también estoy confundida.



—¿Eres géminis? ¿Recordaste algo?



—No sé por qué dije eso, solo  me salió, algo en mi mente me dijo que soy de géminis, pero no sé qué. Es como una certeza, pero, no tengo idea de si es así, no sé cómo explicarte.



—No, tranquila, sí lo entiendo. Cuando empiezas a recordar no sabes cómo sabes las cosas, pero las sabes. Es confuso, pero te entendí.




—¿O sea que ahora recordaré más cosas?




—Bueno, no podemos saberlo. Eso solo aparece, algunos nunca recordaron su nombre, como Sarten, nosotros le pusimos ese apodo por estar en las cocinas. Pero tranquila, ya recordarás. Por ahora sabemos que eres de géminis y tenemos que tener cuidado contigo —dice riendo.




Luego Alby pasa por la puerta y nos dice que entremos.



Era una especie de oficina personal, muy pequeña y rústica. Allí tenía un escritorio, una libreta, y una jarra de agua.




—Tomen asiento —dijo Alby, a lo que nosotros hicimos caso y nos sentamos.



—Bueno, novata, gracias por venir. De hecho, tengo que hablar de un tema serio contigo.



—¿Dónde está Gally? —interrumpo.


—Por favor, déjame hablar y no me interrumpas —dice y luego se aclara la garganta antes de continuar —En primer lugar, lo que pasó fue algo grave, aquí no estamos acostumbrados a esos dramas románticos, entiendo que la pelea fue por eso, ¿no? —pregunta.



Yo solo asiento y el prosigue.



—Bueno, como te dije, es algo nuevo para nosotros, y no sabemos bien cómo actuar. Pero creo que la mejor solución es que te alejes de ambos porq....



—¿Qué? No, estás loco si piensas que dejaré a Gally —digo enojada.



—Novata, ¿Recuerdas que prometiste ya no faltarme el respeto?



Habla en tono autoritario, a lo que yo asiento silenciosamente tratando de calmarme.



—Sí, Alby, lo recuerdo, pero no puedes pedirme que me aleje de Gally. ¿Cómo voy a poder vivir en el mismo lugar que él y no hablarle, no mirarlo? Lo siento, pero no puedo hacerlo.




—Pues deberás, siento decirte esto, novata, pero Gally está de acuerdo conmigo, de hecho, él fue quien me lo pidió. Dijo que no quiere verte más.



Al escuchar eso me quedé congelada, Gally no diría eso, ¿o sí?




—¿Qu-qué dices, Alby? No entiendo. Gally no me dejaría, estás mal —digo y las lágrimas empiezan a salir de mis ojos.




—Mira, yo conozco a Gally desde más tiempo que nadie, y sé que hablaba enserio. Está muy enojado, tal vez debas darle tiempo y luego se le pasará, pero hasta entonces, te pido que respetes su desición y te alejes de él.





Ya no pude contenerme y comienzo a llorar, agarrándome la cabeza con las manos. Lo arruiné, y todo por no haber dicho al frente de todos que estaba enamorado de él y que Zart no me interesa. Claro, si no hubiese sido tan estúpida, pero como lo fui ahora Gally ya no va a hablarme más, y tiene razón.




—Ey, tranquila —dice Newt tratando de consolarme, y me abraza.



—¿Quieres un poco de agua? —me pregunta Alby.



Yo asiento.



—Bueno, sé que esto es difícil, pero debemos seguir hablando, ¿está bien?



Vuelvo a asentir, y le prestó atención aunque sigo llorando.




—Zart tampoco está bien. Intentamos hablar con él y que entre en razón, al parecer está enojado contigo y con Gally...




—Sí, está enojado porque él nunca va a gustarme como me gusta Gally, y es injusto, ¿sabes? Que tengamos que pasar por esto porque él no pueda aceptarlo. Siento tanto hacerle daño a Zart, pero yo nunca le dí esperanzas, y no tengo la culpa, uno no elige de quién va a enamorarse —interrumpo.


—Lo sé, lo sé. Entiendo que él no decide si tú gustarás de él o de quien sea. Pero entiéndelo, tiene el corazón roto. Por eso lo mejor es que te alejes de él también, al menos por un tiempo hasta que se le pase. ¿No tendrás problema con eso, verdad?


Yo niego, y el continúa.



—Y por último, para tu seguridad, Newt y Minho se turnaran para acompañarte en tus actividades diarias, ya sabes, cuando estés sola.



—¿Qué? Eso sí que no. Ni lo pienses, no voy a tener guardaespaldas que me vigilen todo el tiempo.



—No van a vigilarte, solo queremos que no se repita otra situación con Zart.



—Pero él fue quien me atacó, ¿Por qué tengo que pagar yo las consecuencias? ¿Voy a estar vigilada por dos chicos ¿y él qué? —digo enojada, mi cabeza va a explotar, ya no aguanto más.



—Y él estará encerrado en la enfermería por una semana entera a pan y agua, tuvimos que ponerle más días para que la situación se calme.



—¿En la enfermería? ¿Por qué?



—Porque Gally estará en el pozo, y no quiero que se crucen en ningún momento. Y tampoco quiero que tu vayas para allí, ¿entiendes?



Yo no respondo nada.



—Novata, necesito que me digas que entendiste —dice de forma autoritaria.



Lo miro con mala cara.


—Sí, entendí—hablo enojada.



—Mm... Bien, de cualquier forma Newt y Minho van a estar ahí, y no podrás hacerlo. Entonces, eso es todo, puedes irte.



Me levanto de mi asiento bruscamente y salgo sin despedirme. Newt corre detrás mío.


—¿Estás bien?



—No, me duele mucho la cabeza, estoy triste y de malhumor. Dime, ¿es verdad que Gally no quiere verme? —pregunto mirándolo a los ojos.



Él me ve con tristeza, antes de responder.



—Sí, es verdad.



Eso me rompió el corazón, no sé cómo se supone que lo haré. Trato de no ponerme a llorar en frente de Newt, bueno, no de nuevo. Siento un dolor punzante en el pecho y solo quiero estar en mí cama.



Newt soba mi brazo para consolarme. Entonces en silencio comenzamos a caminar sin rumbo.



Cuando pasamos frente a la cabaña donde se hacen las asambleas veo algo que llama mi atención, como si la cosa no pudiera empeorar, la pulsera negra de Gally, que había hecho para combinar con la mía, estaba tirada en el suelo.




Eso solo confirma que habla enserio, no quiere saber nada conmigo, no quiere verme más. Cansada de llorar tomo la pulsera y la guardo, con la esperanza de que algún día vuelva a usarla, que vuelva a amarme.



Cómo Newt me vio cansada me dejó irme a dormir. Le agradecí por todo el apoyo que me dio, y nos despedimos. Cuando entré a mí cabaña tapé mí cabeza con la frazada y me dormí, buscando olvidar todo lo que pasó hoy.













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