Estuve esperando con ansias que no deberían estar ahí.

Cuando vi su auto acercarse a la puerta principal de la universidad, me acerque más a la acera y estaciono en frente de mi.

—Pásenla bien —Grita una de las chicas de mi grupo. Mencione en clases que él vendría a recogerme, solo porque estaban hablando de como me estaba llevando con el señor. Les dije que no lo soportaba, que es el ser humano más egocéntrico e irritante que he tenido el placer de conocer y que odiaba la idea de que él viniera a buscarme al final de las clases. Ellas se miraron y empezaron a gritar como unas desquiciadas, para luego esperar a Ashton conmigo—. Después no digas que no te llevas bien con él, eh.

—¡Puedes llamarme cuñada cuando quieras!

—¡Llámanos cuando llegues!

—¡Te queremos!

Entre al coche hastiada por la escena que estaban haciendo en frente del campus y cerré la puerta de golpe. —Primero, no sabía qué tenías amigas. Segundo, la puerta no es giratoria.

—¿Quieres que sea giratoria? Un par de modificaciones y podría arreglarlo —Le advertí tirando la mochila en el asiento de atrás.

Ashton sonrió genuinamente y mi corazón empezó a acelerarse repentinamente. Cuando empezamos a avanzar, me enderece y centre mi vista al frente. —Parecen buenas chicas.

Puse los ojos en blanco. —Si, lo son, hoy más que nunca.

Intrigado, me miro un segundo mientras conducía. —¿Y por qué es eso?

—Porque tú viniste a recogerme

Escucho como respira fuerte y veo como niega con la cabeza. —No creo que sea así Luna.

—O créeme, lo es.

—Pues, bueno, no las culpo. ¿Me has visto? Soy bastante guapo.

—Ay, por favor, cierra la boca.

—Lo soy.

—Deja que los demás lo digan Ashton.

Se ríe nervioso y me mira, buscando alguna señal de aprobación que no recibe de mi parte. —No te enojes, es un chiste.

Me crucé de brazos. —No estoy enojada. ¿Tu no debes estar trabajando de todos modos?

—Sí, claro, no estás enojada —Cambia su expresión y empieza a sonreír, más animado de lo normal— ¿A dónde quieres ir?

La pregunta me tomo por sorpresa, no sabía a donde quería llegar. —A... ¿Tu casa?

—No, estaba pensando que hoy podríamos hacer algo diferente. ¿Ir a comer a alguna parte? ¿O comprar cosas?

«¿Qué?»

—¿Por qué querría ir a comprar cosas? —Él se encoge de hombros y ladea la cabeza con una media sonrisa, como un perrito que quiere una galleta—. Mira, lo entiendo, tienes la sensación de que tienes que caerme bien o debes entablar una relación conmigo por principios o lo que sea, pero no debe ser así, podemos seguir como estábamos, actuar como desconocidos va bien para mí.

—No es eso Luna, solo quiero charlar, conocerte un poco más —Toma una respiración profunda y la deja salir de golpe—. La verdad que ademas de tu ayuda el otro dia con mi caso, no hemos hablado mas. Mira, lamento lo que dije el otro dia fuera del hospital, no quise...

—¿No quisiste? Yo creo que sí, deseabas decírmelo.

—No, yo no quise...

Mufeé y volví a mi postura defensiva. —Patrañas.

Golpea con la palma de su mano el volante y empieza a gritar. —¡Bien! ¡A veces eres insoportable! ¡Como ahora!

Nos pusimos bravos eh. —Genial, gracias por ser sincero al respecto y dejar de ser un hipócrita.

—¡¿Ves?! A esto me refiero Luna.

—Tienes razon de todos modos, si, soy insoportable y lo siento.

Veo como sus facciones se relajan y me mira, sorprendido de que fuera capaz de disculparme. —Dejemos ir el tema. ¿Donde quieres ir?

Por esta vez, podría intentar no ser una maldita.

Solo por esta vez.

—Me gustan los parques —Le confesé intentando relajarme a su lado.