Capítulo 9
Narra Zee:
Amanecí con NuNew sobre mi cuerpo y yo creí que se había enojado conmigo por haberme ido con Orn, pero él se metió a mi cama solo para dormir con mi olor cerca de su nariz. Me costó mucho, pero logré hacerlo a un lado, dándole una almohada para no despertarlo y luego me fui a duchar, porque necesitaba ir al club.
Aunque al salir de la ducha para abrir mi clóset, me doy cuenta de que ya estaba abierto; eso se me hizo muy extraño, porque nadie lo deja así y tampoco entran en mi habitación durante la madrugada. Pero, lo peor, fue ver qué parte de mi ropa no estaba, salí de la habitación, ya vestido y arreglado para trabajar, sin embargo, me fui después de pedir que buscaran mi ropa.
- Boun, quiero que vigiles a NuNew, pero no intervengas en lo que hace, solo quiero que esté a salvo. Nadie puede faltarle el respeto de ninguna manera, ¿queda claro?
- Comprendo, señor Pruk.
Dije eso, porque Orn me envió un mensaje que llegaría a la hora del almuerzo para comer conmigo y poder disculparse por el momento tan incómodo que nos hizo pasar anoche. Pero, como yo lo veo, es con Nu que debe disculparse; quise estar allí, sin embargo el tiempo me consumió y sin darme cuenta, se hicieron las 4:30 PM.
- ¿Algo que reportar, Boun? - Pregunté antes de entrar.
- La señorita Orn, quiso lastimar al señor, pero lo impedimos... Y saqué a todos los empleados porque...
El cansancio me ganó, solo quería ir y abrazar a NuNew para recuperar fuerzas; eso contando con que no esté enojado conmigo y quiera golpearme por dejar entrar a Orn en casa. En cambio, cuando abrió la puerta, el olor de su celo me golpeó como un huracán que no se puede contener, es muy extraño, él no debería estar en celo ahora.
Su olor era tan dulce y fuerte, que mi alfa interno luchaba por el control, me vi parpadeando en un par de ocasiones y supe que mis ojos cambiaron de color, porque me estaba quedando sin control. Por eso lo bajé de mi regazo e hice lo necesario para entrar en mi habitación y cerrarla, pero no contaba con que usaría su voz dulce, para llamar a mi alfa interno.
- *Déjame ir con él* - Me gritaba.
- No, estás loco. Ya una vez cometimos ese error.
- *Pero es él quien me está llamando; igual que aquella noche. Por favor, déjame ir con él, quiero amarlo esta noche y darle todo lo que nos pida*
🔥🔞🔞🔞🔥
Al momento de usar su voz dulce de nuevo, mis ojos parpadearon muy rápido, supe que el color de estos había cambiado a dorado y entonces, mi alfa interno tomó el control, abriendo la puerta. Nu, mi hermoso Omega, fue más rápido de lo que pensé y volvió a lanzarse en mis brazos con una fuerza indescriptible, solo pude corresponder su beso.
Su omega interno tenía el control también, pude notar sus ojos en color rojo, es así como se ponen cuando él está en celo y no pensé que volvería tan pronto, eso confirma que aún no hay bebé. Lo puse contra la puerta, lo besé apasionadamente; con sus piernas enredadas en mi cintura, pude tocar sus muslos y sentir como se mojaban mis zapatos.
- NuNew, ¿estás seguro de esto? - Pregunté directamente al tomarnos un momento para respirar.
- Muy seguro, solo hazlo.
Esa no fue su voz dulce, era mi NuNew, diciéndome que quería pertenecerme de nuevo y con esas palabras, él empezó a desvestirme lentamente, sus dedos se deslizaban por mi piel explorando. Se sentían tan cálidas y suaves, con un pequeño toque de lujuria, mezclado con desesperación, porque su celo le exigía mucho más que esto.
Deslicé mi mano hacia su entrada, levemente pasé mis dedos sobre esta y finalmente, metí uno de ellos, lo que hizo que NuNew se separara de mis labios para gemir con fuerza y excitarme más. Está tan mojado, en verdad no creo que pueda soportar el calor de su propio cuerpo, y yo estoy dispuesto a bajarle la temperatura.
- Zee... Por favor... Deja de torturarme....
- Di que eres mío NuNew. - Pero no lo dijo, recurrió a otro método.
- Alfa... Te estás tardando demasiado...
Lo llevé hasta mi cama y empecé a quitarme el resto de mi ropa, aunque antes de que yo pudiera acostarme sobre él, actuó primero y me agarró del cuello para inclinarme sobre su pene erecto. Le doy todo lo que quiere, mimando su entrepierna lentamente, mientras se retuerce en la cama por la sensación de placer que lo invade.
Mientras tenía su miembro en mi boca, metí dos dedos en su parte más oculta; NuNew arqueó su espalda, apenas lograba llevar aire a sus pulmones y me encanta saber que soy el culpable. Se sienta y me dice que ya deje de hacer eso; luego, extendió su mano, que rápidamente encontró mi erección palpitante y me masturbó a gran velocidad.
- Alfa...
Ya no puedo seguir escuchando esa voz, me volverá loco; así que lo besé con gran pasión, mientras me metía entre sus piernas llenas de su propia lubricación y nuestras lenguas seguía moviéndose en nuestras bocas. Quería ser sensible para entrar, prepararlo bien, pero él levantó sus caderas y chocaron fuertemente con las mías.
Narra NuNew:
Lo logré, tal vez esté mal porque es como si mi omega interno lo obligara a hacerme todo esto; pero tengo calor como jamás lo había sentido, todo mi cuerpo sudaba de deseo, lo deseaba a él. Mordí levemente su cuello al sentirlo todo adentro, Zee sollozó mi nombre cerca de mi oído y sentí su aliento rozar cálidamente con mi oreja.
- Muévete... Te lo suplico, muévete.
Sus penetraciones eran lentas y placenteras; sin embargo, no logro entender cómo es que mi calentura aumenta a cada segundo, dándome la sensación de necesitar mucho más que solo esto. Empecé a mover mis caderas con desesperación encontrándome con el cuerpo de Zee y él comprendió el mensaje de hacerlo más rápido.
Pero ya no podía más, lo ayudé a salir de mi cuerpo y lo apoyé contra el respaldo de la cama, entonces me senté a horcajadas sobre su regazo, mientras trataba de hacer que volviera a entrar. El problema, fue lo que me costó, estaba tan caliente y tan mojado que sentir a Zee cerca, era como debilitar mi cuerpo.
- ¡Ven aquí!
- ¡¡Zee!!... AAAAHHHH...
- Me encantas, Nu.
Todo el aire abandonó mis pulmones cuando él hizo un solo impulso para entrar de nuevo en mí y ayudarme a sentarme sobre su pene erecto; fue una sensación erótica. Gracias a su ayuda, pude moverme con libertad, subiendo y bajando a todo lo que necesitaba mi cuerpo, entonces volvió a besarme, y luego bajó por mi cuello y pecho.
Mi mano izquierda estaba sobre su hombro derecho y mi mano derecha agarrando su cabello, para revolverlo a mi antojo, instándolo a que hiciera lo que quisiera con mi cuerpo. Zee se inclinó hacia mi pezón derecho y dio una leve mordida que me sacó un pequeño grito, además de provocar más lubricación por lo bien que se sintió.
- Aahh... Zee...
Fue en ese momento, que agarró mi tobillo para hacerme girar, acostarme con mi pecho sobre las sábanas y levantar mis caderas para volver a entrar en mí sin la más mínima piedad. Mi alfa me llevó a un punto de quiebre, que era dolorosamente placentero, se metió en lo más profundo de mi ser, haciéndome sentir suyo.
Mi entrada se contraía rítmicamente, apretando y presionado alrededor, creí que podría desamayarme en cualquier instante, estábamos derrochando lujuria por toda la habitación. Nuestras feromonas se mezclaron, yo lo calentaba con mi aroma y él me embriagaba con el suyo, haciendo que mi mente luchara por mantenerse despierta.
- Más... Más... AAHH...
- ¡NuNew!
Zee me hizo tener un orgasmo que me dejó mareado, solo podía repetir la imagen de mi alfa entrando en mí, una y otra vez mientras me quedaba sin voz, por gemir su nombre. Mi cerebro estaba en blanco, no podía pensar en nada, solo quería seguir así, ser suyo, que aliviara la calentura que invadía mi cuerpo y que finalmente, no me deje ir jamás.
No sé cuánto tiempo pasamos haciendo el amor, solo sé que me sentía agotado, ya no podía moverme, mi cuerpo estaba como adormecido; fue Zee quien terminó la última ronda. Lo último que pude recordar, es que me llevó a sus brazos y me dio un beso en la frente antes de que mi cansancio me dominara.
- ¡Buenos días! - Trata de despertarme, pero siento mis ojos pesados.
- No quiero levantarme aún, déjame dormir. - Me quejé y me acomodé sobre su pecho.
- No has comido nada desde el almuerzo de ayer, vamos a comer y luego vuelve a dormir.
- ...
Honestamente, me quedé dormido de nuevo después de que me dijera aquella frase, su olor es como un calmante para mí, es tan dulce y adictivo que quiero tener cerca toda mi vida. Pronto, desperté de nuevo, solo para darme cuenta de que él ya no estaba en la cama y me había dado su almohada para que percibiera su olor.
- ¿Ahora sí ya tienes hambre? - Entra en la habitación con una bandeja llena de fruta, yogurt, jugo y café.
- Se ve delicioso... ¡Auch! - Quise sentarme y descubrí que mi cuerpo duele como si hubiese sido atropellado.
- Es normal, también a mí me duele el cuerpo, me hiciste trabajar mucho anoche. - Me dice con seriedad antes de poner la bandeja en la mesa de noche y ayudar a sentarme.
- Hablando de anoche, ¿qué pasó? ¿Por qué estuve en celo otra vez? - Eso me sorprendió.
- Bueno... Debo confesar que la primera vez que estuvimos juntos, lloraste mucho diciendo que Mew se enojaría contigo; ya era suficiente con que no pudiéramos controlarnos, así que usé condón para evitar que quedaras embarazado.
- Por eso no me dijeron nada cuando estuve internado en el hospital. - Recordé.
- ¿No estás enojado conmigo? - Se veía confundido.
- No, no fue solo tu culpa... ¿Crees que ahora sí esté embarazado?
Zee seguía sorprendido, pero yo, más bien estaba emocionado; creo que estoy enamorado de mi alfa y ni siquiera me di cuenta en qué momento pasó...
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