Capítulo 17


Narra Zee:

En cuanto ambos gritaron emocionados, que sus pruebas de embarazo dieron positivo, creí que mi corazón saltaría de mi pecho, por la felicidad sentí de tener un hijo con mi precioso NuNew. Cuando Seng se fue, nos mantuvimos abrazados con fuerza por algunos minutos antes de salir a cenar con Max, quien nos felicitó por la noticia.

- Debo volver con Nat, a nuestro pequeño Diao le faltan varios meses para nacer, pero desde ya, es bastante travieso.

- Gracias por tu ayuda con Billy, conduce con cuidado.

- Oye, sus estados de ánimo serán muy cambiantes, ten mucha paciencia con él. - Me aconsejó.

- Lo intentaré, lo prometo... Pero, ¿cómo escogieron nombre tan pronto? - Sonreí por la prisa que tienen.

- Fui yo, soñé con nuestro hijo desde antes que él quedara embarazado y cuando la prueba dio positivo, le conté... En mi sueño, es un hermoso Omega. Hasta mañana, Zee.

Solo vi el auto de Max alejándose, mientras en mi mente se reproducían una y otra vez, las imágenes de aquel sueño, en el que teníamos dos imponentes alfas gemelos y me estoy debatiendo si decirle a Nu o no. Aunque, creo que será mejor no ilusionarme, prefiero esperar a que le hagan el ultrasonido y allí conocer todo sobre nuestro bebé.

Entré a la casa, pensando en que Billy y Seng no salieron a cenar, pero mejor ni me preocupo, esos dos se deben haber cenado entre ellos, sobretodo conociendo lo pervertido que es Billy. Con mi Omega, solo nos fuimos a la cama después de una ducha con agua tibia y por primera vez en un tiempo, pude abrazar a NuNew para dormir.

- ¡No quise alejarte! - Me dice con voz somnolienta.

- Lo sé, no estoy enojado; pero ya no me asustes, no te encierres y trata de no romper cosas.

- Te amo alfa...

- No me hables así, no ahora. - Esa voz dulce, hará que quiera tomar a NuNew.

- Sí, alfa.

Por más que yo quisiera detener a mi alfa, jamás podría resistir ese tono de voz tan hermoso que usa Nu, así que levanté su rostro para besarlo, lo que provocó que él despertara de nuevo. En un principio, me empujó un poco, alegando que si me había vuelto loco, y la verdad, sí creo estarlo, porque no puedo detenerme cuando se trata de él.

Lo besé en sus labios hasta que estos se inflamaron, mi lengua entró profundo en su boca, NuNew la succionaba con descaro, mientras me esforzaba por no ahogarlo de profundo deseo. Finalmente tuvimos que separarnos, porque Nu tuvo su primer antojo, pidiéndome que por favor, le trajera algo que yo ni siquiera sabía que existiera.

- ¿Qué quieres qué?

- Quiero un helado de vainilla, mezclado con chocolate y fresas con banano. Con mucha crema batida, chocolate y dulce de maní derretido sobre la crema batida, y sobre todo eso, quiero que traiga uvas con cerezas. - Incluso hacia la forma de gigante con sus manos.

- ¿Cuánto piensas comer? - Pregunté anonadado.

- ¡Quiero el tazón más grande que encuentres!

- Como quieras...

Me fui a la cocina riéndome con mucha diversión del antojo tan raro de NuNew, lo bueno es que todos los ingredientes los teníamos en casa, así que fue fácil salir a prepararlo. Lo impresionante, es que se veía extrañamente delicioso y Nu, no me dejó ni siquiera probarlo, tuve que salir a la cocina y preparar otro para mí, aunque fue pequeño.

El siguiente mes fue e locos, los cambios de humor tan repentinos de Nu, me daban tortícolis, ni siquiera iba al club, porque era como si disfrutara del estrés que me causaba el trabajo y mi esposo. Justo antes de que Nu cumpliera los dos meses de embarazo, de su cuerpo emanaban tres olores diferentes, el suyo y el de nuestros cachorros.

En un principio, creí que yo estaba emocionado por el sueño que tuve, que mi mente me estaba jugando malas pasadas, así que esperé a que él estuviera dormido y me concentré en los olores. De esa forma, confirmé que nuestros bebés son gemelos y tal como en mi sueño, creo que también serán unos hermosos alfas.

- ¡Zee, cárgame!

Recién amanecía, Nu había cumplido los cuatro meses de embarazo, me levanté temprano porque me sentía bien para revisar todas las cosas pendientes del club, pero Nu también despertó y arrodillado en la cama, extendió sus manos, haciendo una expresión de bebé cuando quiere que lo saquen de su cuna, me pareció tan tierno, que no pude resistir la idea de cargarlo.

- ¿Adónde quieres ir? - Pregunté, dándole un beso fugaz en sus labios.

- Contigo... Iré a donde sea que vayas.

Después de bañarse y arreglarse, lo dejé acompañarme al club, de todas formas, con él siendo mi esposo, fácilmente puedo presentarlo con todos los empleados como su otro jefe. Sin embargo, NuNew me dijo que iría al baño, el de la oficina, estaba en reparación, así que fue al general, me preocupé al ver que no volvía, fui al baño; donde encontré un gran alboroto entre Max y otro alfa, mientras Nu estaba en el piso con Billy tratando de calmarlo.


Narra NuNew:


Zee se ha vuelto tan unido a mí, sobretodo desde que cumplí los cuatro meses, me encanta mucho más cuando pienso en todas esas veces que me ha hecho suyo en todo este tiempo. Mi pancita apenas se nota, por lo que puedo ir al club de mi esposo, ya que tiene un área exclusiva para fumadores, lejos del público general.

- ¡Suéltame, no quiero! ¡Basta!

Al llegar al baño, escuché unos gritos que provenían del baño de los alfas, decidí entrar y el olor del celo de un alfa me golpeó con fuerza en el rostro, pero estaba forzando a un omega. Sé que es debido al celo, sin embargo, me pareció que esto no es algo que deba darse en el club de mi alfa, sobretodo por los carteles que hay por todas partes.

(Lo que dicen los carteles): "No se permite el ingreso de alfas u omegas en celo" "Si el celo llega mientras estás en el club, favor acércate a uno de los empleados para que puedan brindarte supresores" "Favor, no atacar a omegas porque estás en celo o porque ellos estén en celo" "Si rompes alguna de estas reglas, serás vetado de por vida".

- ¡Suéltalo, no puedes tocarlo! ¡Llamaré a seguridad! - Grité empujando al alfa y sacando al Omega. - ¡Vete de aquí! ¡Corre! - Tratamos de salir, pero el alfa logró agarrarme.

- Hueles a otro alfa... - Susurró después de aspirar el olor de mi cuello. - No importa, también puedes ser mío... - Encogí mis hombros para cubrir mi cuello cuando se inclinó para morderme.

- ¡Suéltame! ¡Mi esposo te matará si me tocas un cabello! - Grité, tratando de asustarlo, pero más asustado estaba yo.

- Estoy seguro de que tu alfa puede compartirte conmigo... - Rompió mi camisa y empecé a suplicar por ayuda, con el miedo recorriendo cada célula de mi cuerpo.

- ¡YA BASTA! ¡AYUDA! ¡POR FAVOR, AYÚDENME!

Luché con todas mis fuerzas, pero perdí ante la fuerza de aquel alfa; sin embargo, cuando estaba a punto de morderme, entraron Billy y Max en el baño con el Omega a quien ayudé. Solo escuché, que él gritaba que ese alfa había intentado abusar sexualmente de él y sentí que alguien me lo quitó de encima, aunque aún así, entré en pánico.

- ¡Nu, escúchame! ¡Ya estás bien! - Reconocí la voz de Billy, pero le tuve miedo.

- ¡Aléjate! ¡No me toques!

- ¡NuNew! - Esa voz... Es Zee... - ¡Mi amor, ya llegué! ¡Estoy aquí! - Me abrazó de inmediato y le correspondí mientras sollozaba con fuerza.

- Él... In... Intentó... Él... Él... - No lograba articular bien las palabras.

- Sshhh... ¡Tranquilo corazón! Lo sé... - Levanté mi rostro y vi como sus ojos se tornaron negros, su alfa estaba furioso y su voz salió más oscura.

- Yo... No sabía que él era su esposo... - El gruñido de Zee hizo que todo se quedara en silencio y yo me asusté, jamás lo había visto así, por lo que reaccioné, ocultándome detrás de él. - Señor... Por favor...

- ¡Levántate, lárgate y no vuelvas! - Solo entonces, me percaté de los golpes en el rostro del otro alfa, asumo que causados por Max. - Si veo tu cara en este club otra vez, juro que no saldrás vivo de aquí.

- Alfa... - Usé mi voz dulce luego de que aquel alfa se fuera, para tratar de calmar a Zee.

- Omega, estás bien... Estoy aquí. - Me abrazó con fuerza, pero me alejé y levanté mi rostro.

- Alfa, estoy bien... Estamos bien. - Dije, haciendo referencia a nuestro bebé. - Por favor, cálmate. - Vi sus ojos parpadear muy rápido y volvieron a su color natural.

- ¡Nu! - Este es mi Zee.

- Mi amor, estoy bien. Muy asustado, pero bien. - Él limpió mis lágrimas.

- ¡Vamos a casa!

Bajó sus manos hasta mis muslos, y comprendiendo su mensaje, salté un poco para enredar mis piernas en su cintura, mis brazos en sus hombros y acomodarme en el hueco de su cuello. Sentir su aroma muy cerca de mí me da tanta tranquilidad, que me hace olvidar todo lo que pasó; nos fuimos luego de que él les agradeciera a Max y Billy.

- Has dejado de temblar. - Dijo suavemente mientras se sentaba en la cama, pero aún seguía sobre él.

- ¿Podemos estar así, solo un momento más? - Susurré.

- Claro que sí, el tiempo que necesites. - Sus fuertes manos, acariciaban mi espalda.

Me quedé allí hasta que me dormí, Zee me acomodó en la cama y hasta la mañana siguiente, supe que vetó al alfa que casi nos había lastimado a aquel omega y a mí. Después de eso, los meses de fueron volando, en menos de lo que pensé, ya había dado a luz a mis dos hijos varones; Zee me contó sobre su sueño, que nuestros hijos son alfas y puso sus nombres.

Nat dio a luz un mes antes de mí, su pequeño bebé, se llama Diao, es el nombre que escogió Max, nuestros hijos, se llaman: Lian y Yi; mientras que el de Billy y Seng se llama Kuea. Ahora, Zee no ve el momento de que nuestros hijos cumplan los ocho años para saber sobre nuestro siguiente cachorro, está muy ansioso.

Yo por ahora, solo quiero seguir disfrutando de estos días que me llenan de mucha felicidad...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top