Capítulo 1



Narra NuNew:


Me llamo NuNew, soy el mejor estudiante de mi clase en la universidad; este último año ha sido más difícil que los anteriores, ya que mientras me esfuerzo por terminar mis estudios, también estoy preparando mi boda con mi prometido Mew Suppasit. Es un gran empresario en la ciudad, nos conocimos porque él fue a dar una charla para mi clase un día.

Desde entonces, planeé mi futuro con él; sin importar nada, hice que mis padres y amigos lo aceptaran y tuvieran una buena relación con él, Mew decía que lo que más le gustaba de mí, es que siempre estaba pendiente de mi ciclo de celo, por lo tanto, tomo mis supresores a tiempo; ni siquiera mi prometido ha sentido el olor de mi celo.

- ¿Esta noche es especial, Mew? - Sonreí cuando me llevó a un restaurante.

- Sí, porque nos casaremos en una semana... Y quiero asegurarme de que aún te sientes afortunado por estar conmigo.

- ¿Acaso tuve la suerte de encontrar al mejor alfa de toda la ciudad?

- No. Yo tuve esa suerte con el mejor omega.

La cena fue perfecta, Mew es perfecto, mi vida es perfecta; pocos en esta vida puede decir lo mismo que yo y sentirse tan feliz mientras los recuerdos de los últimos meses invaden su mente. Sin embrago, hay algo que me incomoda, y me refiero al hecho de que Mew y yo llevamos casi nueve meses de novios, estamos a punto de casarnos; pero no me ha tocado.

- ¿Otra vez estás pensando en lo mismo? - Parece que leyó mi mente.

- Es que... Apenas me besas y yo solo quiero saber...

- ¡NuNew! - Me interrumpió con voz severa. - ¿Crees que yo no lo deseo? Pero quiero respetarte, es el trato al que llegué con tus padres... Además, jamás he sentido el olor de tu celo.

- Entonces dejaré de tomar mis supresores. - Murmuré enojado.

- ¡No digas tonterías! Si tu celo llega, no has tomado tus supresores y yo no estoy cerca, ¿qué crees que pasará?

- Otro alfa me tomará. - Admití con un puchero.

Sé que Mew es feliz por haber encontrado un Omega que es virgen; pero me pregunto si en verdad me ama o solo se casa conmigo por la ilusión de decir que su omega llegó virgen a la luna de miel. Mis padres me han dicho que pienso demasiado, que si Mew está dispuesto a casarse conmigo, es porque de verdad debe amarme.

- Mamá, tú y mi padre son destinados; pero no logro sentir ese aroma en Mew. - Conversé con mi madre, cuando volví a casa.

- Otra vez con lo mismo... NuNew, yo sentí el olor de tu padre la noche que nos conocimos; y tal vez por tu ansiedad, no logras sentir el olor de Mew.

- ¿Y si no somos destinados mamá? - Ella me miró sorprendida.

- Bueno, si el destinado de uno de ustedes aparece, creo que deben dejar que el otro sea feliz.

- Yo quiero ser feliz con Mew. - Dije de inmediato con un puchero.

- Créeme Nu, si tu destinado aparece; ningún otro alfa te dará la felicidad que tendrás con él.

Creí que esa conversación con mi madre serviría para que yo dejara de pensar; pero me dejó pensando mucho más, porque no quiero renunciar a Mew, es con él con quien quiero estar. Creo que a veces el destino se puede dejar de lado, sobretodo si con eso se garantiza la felicidad; aunque por ahora, solo quiero que los días se pasen volando.

El día de mi boda cada vez estaba más cerca, pero no podía concentrarme mucho, ya que eran los últimos días de universidad y estábamos en los exámenes finales. Luego de eso, solo esperaría la graduación, mientras tanto, disfrutaría de mi luna de miel junto a Mew en un complejo turístico que maneja la empresa para la que él trabaja.

- Tengo tanta envidia, quisiera que a mi vida llegara alguien así.

Este es Seng, mi mejor amigo, es un soñador empedernido, cree que su príncipe azul llegará un día, así como llegó Mew a mi vida; y deseo de todo corazón, que ese sueño se le cumpla. Después de tener una larga conversación con él, regresamos al salón para el siguiente examen y notamos que cambiaron al docente que nos cuida.

- Bienvenidos jóvenes, pasen adelante, por favor.

- ¿Dónde está el profesor Tul? - Pregunté con curiosidad.

- Tuvo que salir por una emergencia; no se preocupen, yo los cuidaré. Me llamo Billy, tomen asiento por favor. - Fuimos a nuestros respectivos lugares con Seng.

- El profe Billy es un sueño.

Seng me dejó con la boca abierta, jamás lo escuché hacer esa voz, sus ojos parecían comerse al profesor y no dejaba de morder su labio inferior, ¿adónde fue mi mejor amigo? Cuando el profesor nos dio las papeletas, dejé de concentrarme en Seng y regresé a mi realidad, donde debo sacar excelentes notas, para garantizar mi graduación.

- ¿Hay preguntas? - Dijo el profe Billy a medio examen.

- ¡Yo tengo una pregunta profe! - Gritó Seng de inmediato, llamando la atención de todos. - ¿Los bombones pueden esconderse? ¡Es que es primera vez que lo veo! - Todos reímos a carcajadas.

- ¡Joven, le pido que se concentre en su examen por favor! - Dijo el profe en tono serio, pero estaba sonrojado desde su cabello hasta los pies.

- ¡Tan malo! - Bromeó Seng.

Terminando el examen, me separé de Seng y fui a investigar unas cosas a la biblioteca, para estar listo para el siguiente examen que me corresponde mañana; pero tuve que salir al darme cuenta de que ya era de noche. Jamás había salido de la universidad en lo oscuro; me subí al autobús que iba hacia mi casa, me sentía tan feliz, hasta que me percaté del olor del celo.

El problema es que las feromonas eran mías, he estado tan ocupado con mis estudios y la boda, que olvidé por completo mi ciclo de celo; y lo peor fue que todos se giraban para mirarme. Vi una farmacia, así que hice la parada para el autobús, pero se detuvo a tres cuadras, en la parada legal, así que me tocó caminar de regreso.

- ¡Oye! ¿Qué haces caminando en la calle a esta hora? ¿Acaso no sientes el olor de tu celo? - Un alfa apareció de la nada y agarró mi muñeca derecha.

- Es que yo quería... - Pronto, otros tres alfas me estaban rodeando.

- ¡Comparte a ese omega! ¿Cuánto quieres? - Demandó uno de ellos y entré en pánico.

- ¡Yo no comparto mis cosas! - Recriminó el primer alfa que se me acercó.

Sin soltar mi muñeca, el alfa me llevó a través de un callejón, me di la vuelta y logré ver que alguien nos observaba, así que traté de suplicar por ayuda, pero era otro Omega. Uno de nosotros, jamás podrá contra la fuerza de un alfa, por eso él no pudo intervenir por mí; aunque para mi sorpresa, fuimos a un hotel elegante.

- ¡Buenas noches, señor Pruk! ¡Bienvenido! - La sonrisa de aquella chica se esfumó al verme detrás del alfa. - ¡Viene acompañado!

- No creas todo lo que ves, es un amigo mío; necesito que nos des dos habitaciones juntas, que tengan una puerta de unión y que sea pronto, solo quiero que él se calme.

La chica hizo rápidamente lo que el alfa demandó, subimos juntos al ascensor y él seguía sin soltar mi muñeca, pero lo realmente desconcertante, fue el olor que sentía, proveniente de él. Era como un invierno frío, que puede congelar los huesos y un así, parece ser el aroma más dulce que he sentido en mi vida entera.

- ¿Cómo te llamas? - Preguntó con una voz ronca que era como música en mis oídos.

- Soy NuNew.

No dijo nada más, yo también deseaba saber su nombre, pero tenía tanta vergüenza y desconfianza, porque yo no había estado tan cerca de otro alfa que no fuera mi prometido, Mew. Él me hizo entrar en una habitación, diciéndome que me calmara, que ya había pedido supresores y que un omega me los entregaría para no generar inconvenientes.

Honestamente, no sabía cómo reaccionar, desconocía que un alfa podía ser tan amable y preocuparse por el honor de un omega, él por su parte, se fue a la otra habitación sin dejar que le diera las gracias. Cerré la puerta con seguro y me fui a sentar en la cama abrazando mis rodillas, todo iba bien, hasta que el olor de ese alfa, se intensificó.

Podía sentirlo dentro de mí habitación, sabía que se estaba filtrando a través de la puerta que dividía las habitaciones; cerré mis ojos e inhalé mejor aquel aroma de invierno y es todo lo que recuerdo. Literalmente, todo lo demás, está borrado de mi memoria; en la mañana, desperté en la misma cama donde abracé mis rodillas anoche, pero no estaba solo.

- ¡¡SANTO CIELO!! ¡¿Cómo llegaste aquí?! - Le grité al alfa, despertándolo.

- ¡¿Qué pasa?! - Parecía sorprendido.

- ¡¿Qué pasa?! ¡Eso mismo te pregunto yo! ¿Qué haces en la habitación que pagaste para mí? ¿Y por qué estás desnudo? - Me alteré.

- ¿Tú... No... No lo recuerdas? - Me miró como si se sintiera culpable de un delito y entonces noté que mi hombro dolía, así que giré mi cabeza para ver.

- ¡¿Qué es esto...?! - Solo pude pensar en mi boda. - ¡¿Qué me hiciste?! - Grité con desesperación.

- ¡Eres mi destinado!... ¡Yo solo tomé lo que por derecho ya me correspondía!

- ¡No! No, no, no, no, no, no... ¡¿QUÉ RAYOS TE PASA?! - Lo pateé desprevenido y él se cayó de la cama. - ¡ESTOY COMPROMETIDO! ¡¿CÓMO TE ATREVISTE A TOCARME?! - Él me miró exasperado y se puso en pie antes de contestarme.

- ¡Sé que estás comprometido! Lo dijiste mil veces anoche; pero no permitiré que nadie tenga lo que es mío, vete haciendo esa idea. - Espetó con ira antes de irse a su habitación.

- ¡MALDITO! ¡MIL VECES MALDITO! ¡TE ODIO, DESGRACIADO!

Es todo lo que pude gritar mientras las lágrimas me cegaban; inmediatamente, me vestí, salí de ese hotel y corrí a casa, no sin antes llamar a Mew para que nos reuniéramos allá...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top