Llegada a Lorien

LLEGADA A LORIEN – LA COMUNIDAD DEL ANILLO


La luz del atardecer era pálida, pero aun así hería los ojos de Hermione, quien se recostó en el suelo y empezó a llorar el destino del anciano mago.

La chica fue levantada a la fuerza por Aragorn, y la llevó por la mano hacia el bosque.

―Debemos tener cuidado ―decía Gimli―, en estos bosques vive una bruja oscura que es la perdición de todos los viajeros, además...

Hermione se puso nerviosa ante las palabras de Gimli detrás de ella, y esperaba que Bellatrix saltara de improviso delante de ellos, cuando todo un clan de Malfoys salidos de la nada apuntó al grupo con sus flechas.6

El elfo a cargo, Haldir, quien le recordaba a otra versión joven de Lucius Malfoy, condujo al grupo ante la ciudad y tuvieron que subir unas graderías colocadas a los lados de árboles gigantes.

―Nunca vi en mi vida árboles tan gruesos y enormes, todo se ve hermoso, pero, ¿no podrían haber puesto barandas en los escalones?, odio la edad media.

El grupo fue llevado ante la dama Galadriel y ella les dio la bienvenida, pero Hermione pudo sentir cómo al mismo tiempo ella le hablaba directo a su mente con otra voz menos agradable y más intimidante.

Bienvenida bruja de otro mundo, bienvenido tu poder de otras estrellas, ¿lo usaras a favor de la comunidad? ¡O traerás desgracia y traición a ella! ―le hablaba a su mente mientras Galadriel le sonreía. Hermione no pudo decidirse si ella le agradaba o no.

Puesto que no podía dormir debido a la muerte de Gandalf, decidió caminar un poco y sin querer vio cómo Galadriel vencía la tentación de aceptar el anillo de Frodo. La bruja quiso retornar sin ser vista, pero a medio camino Galadriel apareció de la nada delante de ella.

Galadriel se acercaba sonriendo, pero Hermione no pudo evitar temblar debido al miedo.

―Pronto la comunidad tomará caminos diferentes ―le dijo mientras la miraba fijamente a sus ojos―, tu camino deberá tomar un rumbo diferente al del portador del anillo, tú decidirás el destino de muchos, pero Frodo, Sam y gollum decidirán el destino del mundo ―le dijo de forma misteriosa.

―Dama Galadriel, entregaré mi vida de ser necesario para ayudar a la comunidad, pero, ¿por qué no puedo ayudar a Frodo?

Galadriel sólo le sonrió y sacó un fino cuchillo elfo.

―¡Dama Galadriel, no! ―gritó Hermione, al ver cómo Galadriel se cortaba un cabello.

―Pronto iré a las tierras imperecederas y seguiré siendo Galadriel, no necesitare esto ―le dijo entregándole el cabello que era rubios y plateado al mismo tiempo.

―No, no entiendo...

―Forjarás tu poder con mi regalo en un futuro, cuando las cosas que son ya no sean y alejarán la pena de tu corazón, dándote encuentros largamente esperados ―le dijo y con esto se alejó de ella de manera elegante.

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A la mañana siguiente, la dama Galadriel despidió a todos los miembros de la comunidad dándoles a cada uno de ellos un regalo. A Hermione le obsequió el cuchillo con el que se cortó el cabello, llevaba una funda de plata exquisita con varios diminutos diamantes en la superficie.

―Úsalo para ir a la ciudad blanca y combatir la sombra de Angmar ―le dijo en un susurro para que nadie más la escuchase.

Hermione le dio una nerviosa reverencia y el grupo partió en balsas elficas por el rio.

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Al llegar a su destino, desembarcaron y se alistaron para preparar un campamento, la tensión se notaba en el ambiente ya que Boromir quería ir a Gondor, pero Aragorn seguía con el plan original de ir a Mordor. Hermione realizó los hechizos de ocultamiento cuando todos repararon en la ausencia de Frodo.

Hermione y los demás buscaban a Frodo, y ella se quejaba por lo bajo de que el hechizo Accio no funcionase con personas, cuando en eso escuchó el sonido de espadas y se dirigió rápida al origen del ruido, llegó justo a tiempo con Gimli y Legolas, y ayudaron a Aragorn quien estaba siendo superado en número por unos orcos negros.

La bruja usó hechizos no letales y sus compañeros se encargaban de rematar a los orcos, cuando creyó que todo había pasado, escuchó el sonido de un cuerno.

―Es el cuerno de Boromir, ¡vamos! ―gritó Aragorn.

Los amigos corrieron cuesta abajo y se dispersaron al no saber el origen de la llamada del guerrero.

Hermione estaba confundida por el eco, pero se le ocurrió una idea.

Boromir Oriéntame ―dijo y su varita apuntó hacia dónde se hallaba Boromir.

La gryffindor encontró a Boromir quien estaba luchando con los orcos negros, para proteger a Merry y a Pipin. El humano recibió un flechazo en el hombro izquierdo, cerca del corazón y estuvo a punto de recibir otros flechazos, de no ser por la ayuda de Hermione.

―¡Aresto Momentum! ―exclamó y las flechas retrasaron su avance, con lo que Boromir se salvó, más no así los hobbits quienes eran llevados a la fuerza por los orcos negros.

Hermione trató de ir tras los hobbits, pero los orcos ya le atacaban por lo que tuvo que quedarse a combatir y ayudar a Boromir. Los orcos trataban de matar a Hermione, pero ella los repelía con hechizos no letales, por fortuna, Aragorn, y después Gimli y Legolas, fueron en su ayuda acabando con los orcos que se quedaron a combatir.

Aragorn quitó con cuidado la flecha que estaba clavada en Boromir y Hermione con Férula, vendó el torso y hombro del hombre.

―Perdóname, Aragorn, les falle a todos ―decía Boromir.

―Luchaste para salvar a los hobbits.

―No... yo ataque a Frodo, traté de quitarle el anillo ―le dijo y Aragorn le miró serio.

―Pero estuviste dispuesto a morir protegiendo a Merry y a Pipin..., descansa Boromir.

―¿Qué hacemos ahora? No podemos dejar aquí al humano ―dijo Legolas.

―Yo le llevare a la orilla ―sugirió Hermione y con el Levicorpus llevó a Boromir hasta dónde desembarcaron.

―Boromir necesita ayuda, rápido ―señaló Hermione.

―No podemos hacer nada, debemos ir tras Frodo y los otros hobbits ―dijo Gimli.

―Pasando la cascada se puede llegar a la capital de Gondor, pero no se me ocurre cómo pasar la cascada ―dijo Legolas.

―Podríamos poner a Boromir en la balsa, él y yo iríamos en ella, podría levitar la balsa y...

―Hermione, te necesitamos para encontrar a Merry y a Pipin. Tampoco podemos prescindir de Legolas o Gimli ―le recordó Aragorn.

―Las balsas elfos son mágicas, Hermione ―le dijo Legolas―, llevaran a salvo a Boromir.

Hermione depositó a Boromir en la balsa y con Wingardium Leviosa, elevó la balsa sobre la cascada y con Descendo la depositó con cuidado en el rio lejos de la caída de agua.

―Suerte, Boromir ―susurró Hermione y se dispuso a subir a una barca junto con Legolas y Gimli, pero Aragorn les detuvo.

―El camino de Frodo y Sam difiere del nuestro ―dijo y Hermione recordó las palabras de Galadriel.

Los cuatro decidieron entonces seguir tras la pista de los otros dos hobbits.

―Merry Pipin, no desfallezcan, ya nos encontraremos ―decía Hermione en una oración.

CONTINUARÁ...

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