Ingenieria enana

INGENIERIA ENANA – LAS DOS TORRES


El grupo entró a la capital y Hermione vio que por dentro no era más espectacular que vista desde fuera, dejaron los caballos en la base de las escalinatas del castillo y subieron estas para dirigirse al "castillo de oro".

Los guardias prohibieron que el grupo entrara con armas y todos tuvieron que dejarlas en la entrada, excepto Gandalf quien les dijo que su báculo mágico era en realidad un bastón que usaba para apoyarse.

―Por favor guarde está daga con recelo, me lo regaló Galadriel, la reina de los elfos ―dijo Hermione y los guardias se impresionaron.

―¿Qué es esa cosa que llevas en el cinto? ―preguntó uno de los guardias al ver la varita de Hermione.

Vid y dragón, eso simboliza este señalador, y significa la pureza y virginidad de la doncella que lo porta, entenderán, por tanto, que no puedo desprenderme de este ―dijo y los guardias la dejaron pasar.

―Esa estuvo muy buena ―le susurró Gimli al oído.

El interior del castillo no era gran cosa, pues era oscuro y hosco, al final del salón principal se hallaba el Rey Théoden, que presentaba un aspecto descuidado y cansado, se veía tan viejo que Hermione se sorprendía de que no se desmoronase en ese preciso momento.

«Me recuerda a los inspectores de los exámenes que tomé antes de venir aquí», pensaba. «De hecho eran tan ancianos, que incluso conocieron a Dumbledore de niño y le tomaron el mismo examen».

Hermione fue sacada de sus pensamientos al ver cómo varios guardias avanzaban a sus costados mirándolos de forma amenazadora. Grima, lengua de serpiente, quien era el consejero del rey acusaba a los recién llegados de ser portadores de la mala fortuna, pero Gandalf le mandó a callar con lo que comenzó una refriega contra los guardias que les seguían el paso, sin embargo, todos estos hombres fueron derrotados por las habilidades del grupo incluida Hermione.

Gandalf trató de ayudar al rey, pero se descubrió que este estaba poseído por Saruman.

―Te sacaré del rey cómo se saca el veneno de la serpiente ―le dijo Gandalf, liberando a continuación al rey del maleficio de Saruman.

Lady Éowyn, quien llegó justo acabada la lucha, ayudó a incorporase al rey y Hermione se impresionó al ver el cambio producido en este.

Lo primero que hizo el rey al recuperar su fuerza, fue expulsar a Lengua de Serpiente de su reino. Luego, pidió a Gandalf y a los demás, que se presentasen ante él y dijeran el motivo de su visita.

―Entonces Saruman nos ha traicionado, ¡pero él era el líder de tu orden, Gandalf! ―le reclamaba el rey.

―Al final, Saruman cedió ante la tentación de poder que le ofreció Sauron, el tonto no sabe que su amo no cede poder alguno, pronto descubrirá su error ―dijo Gandalf.

―Pero antes de eso nos atacará, con una horda de orcos negros creados por él, orcos inmunes a la luz del sol y de naturaleza más brutal ―dijo el rey.

―Su Majestad, debe refugiar a su pueblo, este lugar no es seguro ―le sugirió Hermione.

―¡Las mujeres, guarden silencio! ―ordenó el rey y Hermione sintió cómo si le hubiesen dado una bofetada.

«Odio la edad media...», pensó humillada.

Los miembros del grupo empezaron a protestar, pero el rey les mandó callar.

―Ya discutiremos la estrategia a tomar, primero debo ir a ver la tumba de mi hijo ―dijo el rey retirándose del lugar.

―¿Cómo se atreve a hablarle al rey de esa manera? ―susurraba uno de los "sabios" del reino.

―Una mujer istari, debe de ser un engaño ―decía otro "sabio".

―Seguro es una bruja ―la señalaba otro "sabio" para variar.

―Secará nuestras cosechas y devorará a nuestros hijos ―opinaba el doctor del reino, que no era otro que el barbero de la capital y también oficiaba de dentista y jefe de la casa de sepultureros.

Hermione escuchaba todo esto blanca de la rabia, maldiciendo la edad media una y otra vez. Cuando creyó que no iba a poder controlarse por más tiempo, una voz fuerte recriminó a los ancianos.

―¿Cómo se atreven a decir esas cosas de la istari? Malintencionadas sean sus lenguas de reptil, que se atreven ahora a salir de sus fauces. Cuando grima lengua de serpiente hechizaba a nuestro señor, ustedes se callaban sin siquiera levantar la mirada frente al traidor. ¡Largo de mi vista! ―les gritó lady Éowyn quien tenía una postura fuerte y altiva, similar a un tigre.

»Quiero que me disculpe, noble istari, por las hipócritas palabras de los sabios de mi reino ―dijo Éowyn.

―No es necesario, no se preocupe, lady Éowyn ―le contestó una sorprendida Hermione y Éowyn le sonrió.

Lady Éowyn le recordaba a sus amigas; con el cabello largo, salvaje y rubio de Luna y el hermoso rostro y personalidad fuerte de Ginny.

Lady Éowyn se excusó para ir a cambiarse y asistir a su tío, el rey, en la despedida de su hijo, pero antes ordenó que trajesen a los viajeros comida y vino.

―Gracias, lady Éowyn ―dijo Hermione con una reverencia.

―Por favor sólo llámame Éowyn.

―Y usted, por favor, solo llámeme Hermione.

―Disculpe, pero ¿no hay cerveza?, yo prefiero beber cerveza muy caliente y grumosa ―dijo Gimli, feliz ante la perspectiva de comer y beber. Legolas puso los ojos en blanco y Aragorn sonrió para sí mismo.

¡JA!, ustedes quédense con sus bebidas finas ―les dijo Gimli, al ver a sus dos amigos―. Yo prefiero una bebida más masculina, más varonil, más... ¡Enana!

Hermione y Éowyn intercambiaron miradas y rieron después de mucho tiempo de sufrimiento.

.

.

Luego de comer, fueron dirigidos a sus habitaciones a descansar. Hablarían con el rey el día siguiente.

Hermione suspiró al tener que repetir el proceso de transfigurar los elementos del baño en sus equivalentes modernos de la Tierra.

―Odio la edad media. Puesto que me quedare aquí, me aseguraré de inventar la plomería en está era, o al menos traerla a estos lugares ―se corrigió Hermione, al recordar los oscuros pasillos de Moria.

«Estoy segura que vi restos de plomería en el reino enano, mejor le pregunto a Gimli», pensó y se dirigió rauda a la habitación del enano.

―¡Un momento! ―gritó Gimli al escuchar cómo alguien golpeaba la puerta de su habitación con fuerza.

»¡Hermione! ¿Qué sucede? ―le dijo el enano al ver la expresión ansiosa en el rostro de su amiga.

―¡Gimli!, ¿los enanos tienen cañerías para el baño? ―le soltó de sopetón.

Para sorpresa de la chica, Gimli confirmó que los enanos tenían cañerías para el baño. Como los enanos vivían en las profundidades de la tierra a diferencia de las otras razas, ellos no se podían dar el lujo de atender "el llamado de la naturaleza" en cualquier lugar y menos tirar los desperdicios por las ventanas, ya que el aire se enviciaría pese a los notables sistemas de ventilación natural y mecánicas que tenían los enanos.

Hermione se enteró que era obligación del rey enano proveer a todos sus súbditos de manera gratuita, sin importar lo pobres que fuesen, de servicios básicos de alcantarillado, plomería pluvial, e instalación de inodoros e incluso papel de baño.

―¡En serio! ¡Papel de baño! ―dijo sorprendida Hermione y le comentó acerca del papel de baño de su mundo.

―No, el rey enano no regala a sus súbditos rollos de papel, sino más bien hojas sueltas, las importamos de los lejanos reinos del este, más allá de la Tierra Media.

Hermione recordó que fueron los chinos quienes inventaron el papel de baño y este tenía las mismas características que el papel de baño de los enanos.

―Gimli, ¿cómo son los reinos al este de la tierra media?

Umm, no sabría decirte nunca me interesé en el este de la Tierra Media, tendrías que preguntarle a los comerciantes enanos que viajan a esos lugares.

Hermione estaba muy asombrada, ni siquiera en su mundo natal todos poseían servicios básicos de alcantarillado, y eso no sólo en regiones apartadas, sino en el área periurbana de las ciudades. Los enanos estaban más adelantados en este aspecto respecto a las otras razas o al mundo de Hermione, es decir, ningún gobierno del mundo daba estos servicios gratis a la gente, ni siquiera el papel de baño.

Gimli describió los inodoros enanos y Hermione se enteró que eran iguales a los que usaban sus abuelos, es decir, la lámina de cemento con un agujero al medio y uno debía de acuclillarse. Hermione le contó acerca de los inodoros modernos y Gimli se interesó.

―Le contaré de esto a los ingenieros sanitarios del reino, seguro que se interesarán.

Gimli y Hermione hablaron de sus respectivos mundos, el enano estaba encantado con las maravillas mecánicas del mundo de su amiga.

―Hermione, debes ir a los reinos enanos, yo seré tu guía, no puedes perderte la gran competición anual de bebedores de cerveza, ¡es colosal!

Hermione siempre se sorprendió de la constitución sobrehumana de los participantes en este tipo de eventos, al leer de pequeña los relatos de este tipo de competiciones, pero como que la bebida de este mundo tenía menos alcohol que en su mundo, todo empezó a encajar.

Se dirigió a su habitación, pero vio a Aragorn sentado en un rincón oscuro, observando la joya que le regaló Arwen.

«Arwen, más te vale que estés pensando en el pobre de Aragorn, él realmente te quiere», pensaba la chica, pero al mismo tiempo no podía evitar sentir algo de envidia.

Se puso a fantasear que estaba con Aragorn, se imaginaba que él la tomaba de la mano y le dirigía sonrisas seductoras. La bruja sacudió la cabeza para espantar estos vergonzosos pensamientos y se dirigió a su habitación a dormir.

CONTINUARÁ...

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