ODI ET AMO.

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel,AU, ABO.

Parejas: Am... ¿muchas? Harem.

Derechos: a suspirar.

Advertencias: ésta es una historia que he escrito solamente para darme gusto, es una completa paja mental llena de clichés con smut involuntario muy consciente de mi parte. Siendo un ABO encontraremos lo que debemos encontrar en un Omegaverse, así que sobre aviso no hay engaño, esto no es la Divina Comedia ni Cien Años de Soledad.

Pero gracias por leerme.

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LA LENGUA GRIS

Otoño-Invierno

Finales de la Guerra del Otoño Negro.

El primer recuerdo de Buck de su niñez eran los cánticos del curandero mientras aplicaba aceite caliente en su brazo izquierdo, él llorando bajo la mirada desesperada de sus padres, unos pobres campesinos que se habían quedado en la miseria cuando las huestes de bárbaros arrasaron con sus cultivos y mataron su ganado, dejándolos sin nada que comer en el invierno. La guerra azotaba esa lejana Provincia del Oeste, que más adelante sería conocida como la Guerra del Otoño Negro por la cantidad de ceniza que voló por los aires a causa de las piras funerarias, tanto de muertos en los campos de batalla como los enfermos de la Lengua Gris. La Provincia del Oeste era de las más pobres del Reino y que más tarde, como si no fuese suficiente el dolor que padeció por las invasiones, sufrió la maldición de la Lengua Gris, una enfermedad que, si no mataba a sus víctimas, les dejaba con cicatrices en la piel imposibles de borrar.

Buck se había contagiado de la Lengua Gris entre tantos enfermos abandonados en el camino, sin mencionar que su pobre alimentación no le daba un cuerpo fuerte para resistir un mal así de grave y sus padres vendieron lo poco que les quedaba para salvarlo, aunque el curandero insistió en que era mejor dejar morir a su cachorro, una piedad más que otra cosa. Ellos se negaron, acompañando a su pequeño hijo mientras el curandero quemaba el hongo maligno que aparecía en la piel y crecía como una larga lengua color gris con grecas negras por todo el cuerpo mientras asesinaba lentamente a su huésped, entre fiebres altísimas y vómitos de sangre. La Lengua Gris en Buck ya corría a lo largo de su brazo izquierdo. Tomó tres largos y penosos días para detenerla y curarla. Cuando pasó el peligro, el curandero dio el pésame a los pobres campesinos.

La Lengua Gris había dejado marcado de por vida a Buck con una piel grisácea que alcanzaban su hombro. Pero lo peor, era que, con toda seguridad por las fiebres y el contagio, ese niño Omega sería estéril, sin Celos ni aroma para formar familia alguna. Un Omega Seco como le llamaban popularmente, algo que era peor que ser un traidor al Reino o un asesino de infantes, pues se creía que la Lengua Gris era un castigo de los Dioses por algún pecado cometido ya fuese por un familiar o por la propia víctima. Los padres de Buck eran ya considerados por su hijo como indeseables frente al resto de los pobladores sobrevivientes, su suerte estaba echada.