17. Rencor

-P-para~-Decía entre gemidos un castaño de ojos verdes con toques cafés.

-Rubén, eres lo más bello que han mirado mis ojos además de Bellas mujeres-Soltó con voz seductora el azabache dando embestidas suaves.

Después de los besos apasionados de parte de ambos chicos el mayor acariciaba el torso de el chico de ojos verdes que reflejaban el placer que este le hacía sentir, el rato paso así entre besos, caricias y frutifantastico. Mientras Guillermo estaba furioso leyendo los resultados de él laboratorio.

¡Maldición!— Golpeó la mesa metálica haciendo caer la copa por lo que se rompió el mil pedazos.

—¿Guillermo?, ¿qué haces acá abajo tan tarde? — Se escucho desde la puerta una voz femenina proviniente de Akira, la prometida oficial.

—¿Eso te importa?, es el laboratorio de mi marido así que okeso venir cuando se me antoje! —

—Wow tranquilo blanquito, tampoco es para ponerse así— Hace un gesto de nerviosismo— Solo quería saber si estas aquí por un malestar o algo.

—No, estoy perfecto ve al pueblo y traeme mucho chocolate.

—¿Si sabes qué no venden chocolate desde que empezó tu embarazo verdad?— Señaló el vientre del contrario.

—Agh, pues ve al pueblo siguiente y traelo! —Empujaba a Alira fuera de la mansión con poco esfuerzo, embarazado pero no derrotado!.

—Hey, espera necesito dinero! —Intentando retroceder.

—Anda ve, aquí tengo mucho vete! —Le da una bolsa llena de moneditas de oro y plata— Adiós! —cierra la puerta y toma un rato para recuperar el aire.

Willy, subió hasta su habitación para buscar una linterna pues lo que iba a hacer no permitía estar a oscuras, fue hasta el sótano y desactivo la luz de la mansión, segurida incluida encendió su linterna y subió hasta la sala, no tardaría demasiado en que Samuel llegara a su rescate, se sentó en el sofá grande y espero, espero y espero y llego el momento. El ochudo hombre subió de la "casa" de Rubén buscando los fusibles con una linterna, tras de este estaba Rubén quien estaba un poco ligero de prendas tomándolo del brazo por lo cual cuando Guillermo fue detrás de él azabache se paro en seco para presenciar aquella escena el cual lo lleno de rencor y celos.  ¿Acaso estaba con él?, ¿y esas prendas?.

Terminó de arreglar los fusibles y al voltear encontró un Guillermo hecho una furia, con el ceño fruncido y enrojecido de tal coraje.

—Buenas noches— Sonríe rechinando los dientes del coraje.

—Guillermo—El oji-violeta abre sus ojos como platos.

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Sé que es cortito, pero no quería dejarlos sin capítulo ☺️.

Dulces sueños o desvelos, bye! 🦋

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