Capítulo 1.


Por fin había llegado el gran día.



Para Byun BaekHyun el primer día de clases había sido su favorito desde hace dos años atrás, no por tener que levantarse temprano o asistir a las maravillosas clases de sus profesores; aunque Baek fuese uno de los mejores estudiantes en el instituto no se consideraba una persona que amara en demasía estudiar, el castaño tenía la habilidad de aprender las cosas con tan solo leerlas u oírlas una sola vez, así que no era si quiera necesario levantarse de la cómoda cama que poseía para dirigirse temprano a la aburrida escuela, pero había algo que al pequeño Byun le encantaba de ir a la escuela, era el porqué de asistir a sus clases y llegar temprano; y eso era ver a su amor, el chico que robó su corazón desde el primer año de secundaria.



Park ChanYeol había entrado dos años atrás a la secundaria Hanwon por cuestiones familiares, haciendo que tanto chicas como chicos suspiraran enamorados por él; no era que a ChanYeol le gustase llamar la atención, en cierto modo odiaba el interés que siempre le habían brindado en sus anteriores escuelas, recibir cartas de confesiones, chocolates y demás presentes que ciertamente no le importaban en lo más mínimo, pero él no podía hacer nada contra eso; si llegaba a la escuela con una máscara que tapase su atractivo rostro igual las miradas estarían puestas en él la mayor parte del día. Su primer día en su nueva escuela había sido ajetreado pero no diferente a lo que estaba "acostumbrado", apenas cruzó la puerta principal de Hanwon varios de los estudiantes se acoplaron a su alrededor, asfixiando al alto chico con su atención. No fue hasta que Kim JongIn se acercó a él que cada una de las personas empezaron a caminar a sus respectivas aulas de clases.



Si era cierto que Park había cruzado por primera vez las grandes puertas del instituto, para nadie era un secreto que Park ChanYeol y Kim JongIn eran mejores amigos desde el pre kínder.



Para desgracia de BaekHyun ese día no había podido ir a la escuela puesto que había amanecido con fuerte resfriado, no fue hasta tres días después que pudo apreciar la belleza de la que todo mundo hablaba, incluso KyungSoo que no era amante de los chismes, le había dicho que el hombre del que todos habían centrado todo su interés era todo un adonis digno de admirar.



Esa mañana en especial decidió que llegaría temprano; no porque planeara encontrarse con su actual amor, la razón era que no podía faltar de nuevo a la escuela y había empezado a llover.



Se despertó gracias al sonido de las gotas de lluvia azotándose en la ventana de su habitación y el techo de la misma. Decidió que se alistaría para ir a su infierno personal temprano para aprovechar que la lluvia no estaba tan fuerte. Llego a eso de las siete de la mañana y las clases empezaban a las y cuarenta y cinco por lo que opto por recoger sus libros en su casillero y sentarse con la espalda apoyada en el para esperar que pasaran los minutos rápido y entrar a sus clases del día. Entonces pasó, hay estaba él; la verdad es que no tenía mucha esperanza de que el chico fuera verdaderamente guapo pero se equivocó. Alto, con un cuerpo que mataría a todas las hormonadas de esa escuela si lo mostrase, su cabello oscuro era la muerte pero, lo que más le había encantado del desconocido eran sus hermosos ojos, esos que transmitían frialdad y misterio.



Definitivamente se había enamorado de él.



Llegó al instituto faltando media hora para entrar como lo había estado haciendo desde su primer año de secundaria. Esperó los diez minutos faltantes para ver a ChanYeol como ya era costumbre, sentado frente a su casillero, con su mochila entre las piernas y mirando el principio del pasillo.



Tenía tantas ganas de verlo que sus manos sudaban de anticipación.



¿Cuánto tiempo había pasado desde que lo vio? ¿Tres meses? Ya no lo recordaba, solo sabía que todo ese tiempo para el castaño había sido la mayor de las torturas.



¿Estará más guapo? ¿Más alto, quizás? ¿Tendría alguna novia, o quizás un novio? Se preguntaba para sí.



Esperaba que la última fuese una negativa porque, ¿Qué haría Baek si el amor de su vida tenia pareja? Ni siquiera podía hablarle sin tartamudear menos podría hacerlo si el alto ya estaba apartado para alguien más que no era él.



No se había dado cuenta que estaba perdido en sus pensamientos hasta que sintió una mano bastante conocida en su hombro, tratando de tener su atención.



-¡Oye, Baek!-exclamó KyungSoo, despertando al castaño de su ensoñación.



-¡Hola, Soo!-respondió sin prestarle real atención a su amigo.



-¿Estas esperando otra vez a Park?-le dijo casi con desprecio, sin recibir una respuesta. Para BaekHyun era un hecho que su mejor amigo odiaba a ChanYeol, no había una razón certera de sus sentimientos hacia el alto, solo lo odiaba porque sí. Suspirando se sentó al lado de su amigo como siempre hacia. De todos modos no hablaba con nadie más en toda la escuela.- ¿Cómo te fue en el verano? Casi no pudimos hablar.-le preguntó esperando poder entablar una conversación con el ansioso castaño que se hacía llamar su mejor amigo.



-No hice nada especial. Pero tengo nuevos libros- le respondió con una sonrisa llena de alegría.-estuviste de viaje, ¿no? ¿Cómo te fue?



El de labios acorazonados se encogió de un hombro-Nada que no haya visto antes. Es aburrido, Baek. ¿Por qué no quisiste ir conmigo?



-Sabes que no me siento cómodo con tus padres peleando todo el tiempo.



-Por eso mismo te necesitaba allí.-suspiró-No sabes lo horrible que fue.



Se dio cuenta que no estaba mirando a su mejor amigo desde que llegó cuando volteo a su izquierda y lo vio con una mirada afligida en su rostro.



-Lo siento, Soo. Prometo que la próxima vez iré contigo.-lo animó con una sonrisa.



KyungSoo no pudo decir más nada, pues el bullicio del gentío empezaba a ser presente en la escuela y con él, también Park ChanYeol.



ChanYeol iba llegando con una sonrisa falsa en su rostro, otra vez lo mismo de siempre, pensó para sí.



Lo peor que le pudo pasar en la vida era ser guapo, bueno... tal vez no todo el tiempo era tan malo. Después de todo, lo podía usar para sus fines personales, sus rasgos atractivos lo ayudaban a seducir a las profesoras y así poder pasar las materias en las que peor le iba.



Sonrió por su pensamiento llamando la atención del moreno que iba a su lado saludando a las chicas que coqueteaban descaradamente con él.



-¿Pasó algo?-le preguntó al más alto de los dos frunciendo un poco su ceño, haciendo que Yeol también lo frunciera en confusión sin saber realmente a que se refería JongIn.



-No. ¿Por qué lo preguntas?



-Pues sonreíste de la nada y eso nunca pasa.



ChanYeol rodó sus ojos.-No es tan difícil para mí sonreír, ¿sabes?-el moreno a su lado soltó una pequeña carcajada restándole importancia a lo que había dicho su amigo.



Siguió caminando sin volverle a dirigir la palabra a su amigo hasta que tropezó con una chica.



JongIn pensó que era bastante bonita ¿Por qué no tenerla en el baño de la escuela más tarde?



-Lo siento- murmuró ella avergonzada, llamando todavía más la atención del guapo moreno.



-No te preocupes- sonrió el alto hacia la linda señorita con la que había cruzado. La castaña levantó la cabeza y se ruborizó al instante; porque ¡Era Park ChanYeol y le estaba sonriendo! Ignorando que la chica no le devolvió la sonrisa siguió su camino esquivándola. JongIn lo miró extraño, luego recordó que a su amigo no le iban las mujeres y siguió caminando junto a él.



-¿Linda no?-el moreno pregunta sin parecer demasiado interesado, Yeol se encogió de hombros como respuesta.- ¿Estaría bien si me la cogiera o crees que es de esas que buscan un romance de novelas?



-Talvez no deberías meterte en terreno peligroso, la chica se ve muy inocente. No creo que solo quiera un revolcón.



JongIn rió-Las que parecen más inocentes son las más peligrosas, Chan.-le guiño divertido y se fue por su lado. ChanYeol siguió su camino rodando sus ojos por la descarada confesión del moreno pero, ¿Qué se le iba a hacer? JongIn no cambiará nunca su forma de ser.



BaekHyun seguía sentado como indio en el piso pasillo sin la intención de levantarse hasta que sonase la campana y tuviera que entrar a clases. Se quedó paralizado. Ahí estaba él. Definitivamente el gigante estaba mucho más guapo.



Llevaba el cabello peinado hacia atrás de un tono más oscuro del que antes ya tenía, le quedaba de maravilla; la camisa blanca y los pantalones ajustados hacían que diera una impresión mucho más misteriosa que antes.



Suspiró. Jamás sería capaz de hablarle sin trabarse con las palabras.



Cuando ChanYeol pasó frente a él y sus ojos conectaron entre sí por lo que fueron segundos enteros, se dio cuenta que podría llegar a hacer lo que fuese por que lo mirase todo el tiempo de esa forma, solo a él.


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