Pov Yoongi.

En unas pocas horas llegaríamos Australia y según nos había explicado nuestro instructor nos quedaríamos en unas cabañas que se encontraban en Isla Lagarto.

El viaje ha sido muy tranquilo, tuve la oportunidad de hablar con los demás chicos y con algunos miembros de la tripulación del barco. Al inicio pensé que el viaje sería algo tedioso para mí pues no conocía a nadie, pero al final resultó todo lo contrario.

-Chicos, ya estamos por llegar -nos avisó nuestro instructor-. Recojan todo y tengan cuidado de no dejar nada -Todos asentimos y fuimos a nuestras habitaciones a hacer lo que se nos ordenó.

Después de recoger todo me dispuse a dormir un rato, todavía faltaba un poco para llegar a nuestro destino, así que descansaría porque sabía que a partir del día siguiente no tendría tanto tiempo para descansar.

Al cabo de una o dos horas desperté y salí a la cubierta. Cuando miré al horizonte se podía ver a lo lejos tierra firme, por lo que supuse que lo que veía era Isla Lagarto. Rápidamente todos pudimos notar como el capitán aceleró el barco haciendo que en pocos minutos ya estuviéramos en tierra firme.

Dios, había extrañado demasiado la estabilidad del suelo. Ya no soportaba un día más en el mar.

Al terminar de bajar todo del barco nos subimos a una camioneta que nos estaba esperando desde hacía un rato. En el camino nos dimos cuenta que las cabañas estaban prácticamente en la playa, muy cerca de la costa.

En el mes de noviembre no es muy seguro venir a estos mares tropicales porque es donde mayormente se forman los ciclones y eventos meteorológicos como: la niña. Pero en verano, esto era prácticamente el paraíso para los turistas y los biólogos, lleno de animales salvajes.

-Wow, parece que se acerca una gran tormenta -Mencionó Hoseok, uno de los chicos que vino con nosotros.

Todos miramos al cielo y efectivamente se veía una gran nube negra acercándose.

-Mejor entremos a las cabañas -dijo el profesor-. Mientras no salgamos bajo la lluvia todo va a estar bien.

Los chicos y yo le hicimos caso rápidamente. Al final nos ordenamos como en el barco y en cierto modo me alegraba el hecho de no tener que compartir una cabaña con nadie, así no tendría que soportar a un compañero.

Desde que tengo memoria me gusta tener privacidad, por lo que desde niño siempre tuve una habitación para mi solo y cuando entré a la universidad compré un departamento con mis ahorros.

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Ya era de noche y todos estábamos en nuestras respectivas cabañas. La tormenta había empezado hace unas horas y parecía que el cielo se iba a caer por lo fuerte que llovía.

Llevaba un buen rato en mi cama tratando de dormir, pero se me era prácticamente imposible por el insistente ruido del aire, del mar y de los truenos que se escuchaban de vez en cuando.

De repente algo chocó contra la puerta de la cabaña. Al principio pensé que era algún tronco caído o algo, pero pocos segundos después del estruendo se escuchó el quejido de una persona. Rápidamente me levanté de la cama y abrí la puerta. Y ahí lo vi, era un chico de pelo gris con mechones azules, era de estatura media y tenía algunas escamas estaban esparcidas por su barriga.

Me agaché y lo cargué para llevarlo dentro, ya que por las frías gotas de la lluvia podía darle un resfriado o peor aún una neumonia. A pesar de que el chico tenía gran complexión física pesaba menos que una pluma por lo que no fue difícil cargarlo y recostarlo en una de las camas para después secarlo y ponerle algo de ropa seca, pues el chico estaba casi desnudo. Lo único que llevaba eran unos boxers algo viejos.

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Holap<3

Por si tenían curiosidad o algo así, Isla Largato es un parque Nacional en Queensland y se encuentra justo en la Gran Barrera de Coral.