008


Si me pudieran decir a mi, no fue una misión tan fácil que digamos. Aquel demonio que les fue asignado, podía hacerse invisible a ratos provocando que jugará un rato con la mente de ambos y los sentidos. Pero al final lograron vencerlo.

A mitad del camino para regresar a la finca del viento, algo bastante extraño sucedió con Giyuu.

Este había empezado a tener leves mareos y náuseas, al punto que tuvo que parar en varias ocasiones para no vomitar.

Luego se le empieza a ir las luces y empezaron de ahí, lo que parecían ser alucinaciones con personas queridas y eventos traumáticos, provocando que se altere un montón y dándole molestia a Sanemi.

Lo último fue que al final se desmayó de tantas cosas cosas que sintió juntas, asustando en parte a su acompañante Albino.

Lo último que recuerda antes de desmayarse, fue ver una sombra de un niño con máscara de zorro que lo veía fijamente aunque con preocupación.

Su mente en serio que le comenzó a jugar tan malas como para ver algo como eso.


¿Cuanto tiempo llevaba ahí aproximadamente?

Esa era sin duda la pregunta que rondaba por la mente de Sanemi desdé que trajo a Tomioka a la finca mariposa para que Shinobu pudiera revisarlo.

Si bien, no sabe mucho del porque el otro se desmayó o exactamente que lo hizo tener una reacción tan alterada como esa. Si puede deducir que de los sentimientos que pudo percibir del azabache, posiblemente haya sido un tipo de colapso a nivel emocional.

Desde entonces, ha estado ahí sentado en el piso de Tatami, mirando el entrenamiento de otros cazadores de demonios como método de "recuperación" por haber estado en cama tanto tiempo sin hacer nada como es costumbre de la finca mariposa.

Y bueno, algún rarito o loco esquizofrénico pidiera la opinión sobre el entrenamiento a el albino.

Mentiría si no decía que le daba algo de rabia ver que todos esos cazadores no soportaban absolutamente nada. Que eran para el, una manada de inútiles que no sabían hacer absolutamente nada que no sea lloriquear.

Pero una mujer bajita de cabello azabache con puntas moradas y accesorio de mariposa interrumpieron sus pensamientos de odio.

Y posiblemente cara de estreñido que ya tenía.

— Ara~ Ara~ con que aquí estabas. — Dijo la chica que se le veía un poco molesta por haber estado buscando a Sanemi por toda la finca.

— Ve al grano ¿Qué le sucedió al bastardo?

— Bueno.. es algo complicado. — El albino levantó una ceja mirándola extrañado (Ceja de dónde si no tienen el wn). — Parece que la técnica demoniaca es más compleja de lo que mencioné en un principio y tiene algunas "etapas". Verás, los primeros días de los síntomas puede traspasar sus sentimientos a otra persona, luego de estos días, comienza la alucinación..

— ¿Entonces esa es la última? O ¿En que otro puto lío me metería el malnacido?

— Yo.. creo que sería mejor que pasarás a ver a Tomioka-San. — Dijo la chica borrando ir unos segundos su sonrisa, ignorando la grosería del contrario.

Dicho esto último, Sanemi se dirigió con notable molestia, a la habitación donde se supone que está el azabache o al menos recuerda haberlo dejado allí.

Al entrar, se llevó la sorpresa de no encontrar a nadie allí, más que a una diminuta bolita de mantas arrimadas en un lugar, la cual parecía mover un poco.

Esto atrapó la curiosidad de Sanemi enseguida, y se acercó a aquel reguero de mantas que parecían estar ocultando algo.

Antes de si quiera poder tocarlo, un niño pequeño salió de ese reguero de mantas con notable desconfianza en su entorno y aún más cuando vio a Sanemi.

— Tú...

El pequeño apenas escucho la voz grave del albino, se asusto y retrocedió, tropezando torpemente con sus diminutos pies al pisar las cobijas.

— ¿Donde estoy.. ? ¿Quién..? — Antes de decir otra cosa, la voz del menor se quebró y comenzo a llorar, alertando al albino quien no sabía exactamente qué hacer.

Bueno, si sabía pero estaba en un estado tan similar a un shock por lo que estaba viendo, que le estaba costando reaccionar.

Otro pinchazo en el pecho hizo reaccionar a Sanemi y agarro al niño pequeño en brazos que trataba de escapar con temor, para tratar de mínimamente arrullarlo y que se tranquilizará.

Le tomo en un aproximado de 10 minutos en calmarlo completamente, pero finalmente calmado, decidió asegurarse de lo que estaba pasando.

— Hey, mocoso. ¿Cómo te llamas?

El pequeño levantó la mirada con esos ojitos brillosos llenos de inocencia, dudando si responder a aquella pregunta o no hacerlo.

— Soy Giyuu.. Giyuu Tomioka.. — Contestó tímidamente a la pregunta del mayor. — Usted sabe.. ¿Donde está mi hermana Tsutako..? Ella me prometió que hoy iríamos a comer Salmón con Daikon..

Aquella pregunta inocente del pequeño le llamó bastante la atención pero no supo cómo responder, ósea, ni siquiera conocía a la hermana del azabache como para poder decirle algo.

— Creo que le informaré de esto al patrón.

Si, eso está mejor.

୧Extra୨

Detrás de las cámaras, a veces los actores se alistan para salir a escena, pero es complicado cuando tienes un narrador que no se toma las cosas en serio.

— ¡Sabito! ¡Deja de reírte! ¡Ya hemos hecho esta escena al menos unas 11 veces por tu culpa!

— ¡Lo siento! Se que no es de hombres reírse en plena escena, pero deberás parece estreñido.

— ¡Estreñido tu madre, maldito sinvergüenza! ¡Te voy a quitar esa risa de un puñetazo en la maldita cara!

Más risas se escucharon de parte de Sabito quien no podía no con su vida.

— ¡Tu cara! JAJAJAJAJAJA.

Lo que nadie sabía en el estudio, es que un azabache quien miraba eso, estaba tratando de no reírse por ver a su mejor amigo reírse del albino.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top