Una tristeza profunda, eso fue lo que sintió Sanemi apenas Giyuu comenzó a llorar sin tener control de sus emociones. Esto era.. muy extraño para los dos, sobre todo para Giyuu quien desde que la muerte de su querido Sabito, había tenido buen control sobre sus emociones al punto de guardarlas muy bien.

Entonces.. ¿Por qué en este momento estaba llorando y Sanemi también? Esto no tenía nada de sentido.

— Ya traje los resultados. — Avisó la dueña de la finca mientras entraba por la puerta con su típica sonrisa. — Tomioka-San, hay algo-... — Las palabras de la chica quedaron a medias al percatarse de la situación, nunca pensó ver algo igual a esto. El Pilar del Agua y El Pilar del Viento, llorando como si ambos hubieran perdido a alguien, pues se les notaba la cara de dolor desde lejitos. — ¿Que es lo que está..?

— ¡Mierda! ¡No lo sé! — Respondió de inmediato el Albino sabiendo lo que iba a preguntar la chica de broche de mariposa. — ¡El estúpido de Tomioka empezó a llorar de la nada y yo-! — Otro pinchazo de dolor fue directo a Sanemi como si estuviera.. ¿Lastimado por sus propias palabras? ¿Qué?

Los ojos de ambos se desviaron para mirar al azabache que no paraba de llorar como un niño pequeño buscando la protección de su hermana mayor.. muy irónico sabiendo que el perdió la suya por culpa de un demonio.

Aún así las lágrimas no paraban de salir, el dolor en el corazón de Giyuu era tanto que le dolía y no podía hacer más que llorar lo que no ha llorado en años.

Shinobu se acerca con cuidado Tomioka para examinar detalladamente si estado.

Tal vez.. una idea de lo que sucede ya cruzó por su cabeza.

Ya han pasado unas oras desde aquel "incidente" con Shinazugawa y Tomioka.

Al parecer todo ese desastre fue a causa de el arte demoniaco que poseía aquel demonio que había atacado a Giyuu en la misión que le fue asignada.

Era curioso, y basándose en los exámenes y observación que le había hecho a ambos Pilares, Shinobu llega a una conclusión.

— Shinazugawa-San está conectado a las emociones de Tomioka-San. — Dijo la Pilar con seguridad. — Al parecer el Arte demoniaco de aquel demonio podía potenciar las emociones de una persona, y hacer que esta persona pueda interconectar sus emociones provocando que la persona con la que conviva por ese lapso de tiempo, sienta la mismas emociones. — Explicó con detalle. — En otras palabras, gracias al arte demoniaco, Shinazugawa-San puede sentir las emociones de Tomioka-San las cuales están potenciadas.

Esto de inmediato dejo algo confundidos pero sorprendidos a la vez a ambos Pilares que se miraron con confusión aunque uno molesto y el otro totalmente sereno, que luego de esto volvieron a mirar a la Pilar.

— Entonces.. ¿Shinazugawa siente mis emociones? — Pregunto aún sin poderse creer esto.

— ¡¿Este imbécil hace que sienta sus asquerosas emociones?! ¡Esto es ridículo! ¡Joder me da asco esta situación! — Dijo el albino con ganas de matar el azabache quien se mostraba tranquilo pero Sanemi podía sentir que este sentía algo de miedo por ello.

— Si, y tendrán que convivir con ello. — Afirmó la Pilar con su sonrisa de siempre aunque con una vena hinchada de ira. — Le mandaré un mensaje a el patrón de inmediato para de informarle lo sucedido. — hizo una pausa para tratar de calmarse. — Por ahora, traten de no matarse ¿Si?

La Pilar se retiró para hacer lo dicho por ella, dejando a los dos Pilares que no hacían nada más que pensar sobre lo sucedido, aunque uno con intenciones de posiblemente hacer algún tipo de homicidio en ese preciso momento.

Tal vez esta convivencia iba a hacer un problema y de los grandes.

Al menos Giyuu rezaba internamente que Sanemi no lo matara.