III Sorry, not sorry

—¿Ariel? —Erick me Mira muy muy confundido. —¿Puedes hablar?

—Erick. —Me acerco unos pasos, Vanessa me mira con odio. —Puede que en estos momentos me odies, me taches de mentirosa y mil cosas más. —Su cara se mantiene sin mostrar sentimiento alguno. —Pero no fuiste solo engañado por mi, ni fuiste el único engañado. —Miro a mo prima. —Vanessa no te rescató,ni siquiera sabía de ti. —El mira a Vanessa en busca de  explicaciones. —Ese día hubo otra pelirroja en la playa, una a la que no dejaban ir pues su madre había muerto allí, pero su mayor sueño es bucear. —Todos me miran. —Esa chica desde la ventana de su casa vio a un príncipe. —Río al recordar a Erick. —Un príncipe algo borracho. Vio como tallaba su nombre en una ostra, y recordó que a ella había llegado una  con su nombre tallado. —Aprieto la ostra hasta casi hacerme daño. —La chica, no podía estar más embobada por ese príncipe de espalda ancha. —Miro a los ojos de Erick. —Lo vio y se enamoró. —Los ojos de Erick se llenan de diferentes emociones. —Pero el príncipe algo tonto decidió hacerle caso a una de las princesas que lo rodeaban, más tonta aún y se fueron en un barco a seguir la fiesta en el mar. —Sonrío. —Hubiera sido una magnífica idea, a no ser por la tormenta que se estaba formando. —Me acerco un poco más a Erick. —La chica, obsesionada por lo que sentía, por ese príncipe extraño, se refugió en una embarcación cercana a la orilla y usó unos binoculares para seguir observando al príncipe, seguir observando su sonrisa. —Suspiro al recordar ese día. —Pero la tormenta llegó y su barco se hundió. —Varias personas ahogan un grito. —La chica no podía perder al príncipe, así que ignorando los gritos de su hermana, los recuerdos de su madre ahogándose por intentar salvar a una desconocida, usando lo que había aprendido por internet, arrancó la lancha y fue hasta el lugar del accidente, allí subió a los que pudo a su embarcación. —Todos me miran. —El príncipe no estaba. —Puedo ver reflejado el odio en los ojos de mi prima. —La chica, que nunca había estado tan alejada de la orilla, se lanzó al océano, debía salvar a su príncipe y lo hizo, lo salvó. —Puedo ver como las personas sonríen con ternura, pero la cara de Erick no cambia. —Pero la tonta hermana de la chica, se la llevó sin que ni siquiera pudiera decirle su nombre.

—Era Vanessa Pulping.

—No. —Niego. —ese no era.—Mi voz suena tranquila, segura. —La chica pasó días pensando en su príncipe de ojos oceánicos, pero su padre, el rey, descubrió su aventura en la playa dónde su madre había muerto. —Un sentimientos de tristeza me llena al pensar en mi padre. —Destruyó cada cosa con relación al mar que tenía la chica. —Una lágrima cae por mi mejilla. —La chica enojada se fue a caminar y se encontró con dos de sus primos, estos la llevaron con su abuela, la bruja. —Veo que en los labios de Grimsby hay una sonrisa reflejada. —Su abuela nunca quiso a ninguna de sus nietas, pues pensaba que mi padre fue la perdición de su hija, y la chica por ser la principal causante de la muerte de su madre, era la cosa que más odiaba. —Me acerco un poco más. —  La bruja se las arregló para engañar a la chica, le dijo que ya no la odiaba, incluso que la iba a ayudar con su príncipe, pero le advirtió que este odiaba a la chica que los salvó,así que esta decidió ocultar su voz, solo para estar cerca de él. —Todos me miran. —Esa chica soy yo.Así que Lo siento, no lo siento, pues a tu lado fui absolutamente feliz, cumpliste mis sueños sin saberlo. 

  Silencio. Silencio total.

—Lo sabía. —Grita Grimsby.

  Erick, su cara sigue inexpresiva, y camina hasta llegar frente a mi. —Lo que la chica no sabía, era que el príncipe estaba tan obsesionado con encontrarla que no podía mirar a nadie más. —Sonrío. —Hasta que llegó una princesa, una princecita curiosa, quien tenia la voz silenciada, pero aún así podía comunicarse con el príncipe tonto. —Mi corazón comienza a latir muy rápido. —El príncipe dejó de pensar en la sirena que lo había rescatado y comenzó a interesarse cada vez más en la sexy princesa pelirroja que tenía cerca, no entendía como podía amar a dos. —Una lágrima cae. —Un día llegó una hechicera. —Vanessa sin duda. —Y le dijo que ella lo había rescatado, que lo amaba, el príncipe miedoso a no ser correspondido por la chica sin voz, trató de amarla, pero su corazón se negaba. —Suspiro. —Algo en el sabía que esos ojos no eran los de su sirena, que esa voz tampoco era la de ella, pero decidió creerle.

—Pues si que es tonto el príncipe. —Grita Carlotta y todos reímos.

—Sabía que iba a ser infeliz con esa hechicera, pero debía cumplir su palabra. —Acaricia mi cara. —Luego descubrió que había sido engañado. Su sirena y la princesa sin voz eran la misa persona, solo que la hermosa voz de esta había sido arrebatada  por una horrible bruja. —Me mira directamente a los ojos. —Pero la chica fue más fuerte, y encontró su voz y gritó. "¡Me opongo! "—Finge mi voz y todos nos echamos a reír. —Los recuerdos lo inundaron, y recordó los gritos de la playa, era ella quién lo había salvado, era ella a quien amaba con cada parte de su corazón.

  Sin poder evitarlo comienzo a sollozar y caigo en sus brazos, los abrazos y lo abrazo, lo amo tanto.

—Faltó un pequeño detalle. —Una voz nos hace separarnos, Úrsula. —El príncipe se casó con la hechicera y la bruja se llevó a la sirena.

—No la vas a tocar. —Erick trata de ponerse frente a mi.

—¿Quieres apostar? —Saca una pistola.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top