Mañana
El demonio se despertó abrazado a Six. La miró y olió su pelo. Olía genial. Se levantó y me estiró, para luego ir a traer el desayuno. Cuando volvió, la chica estaba ya despierta, llevando una de mis camisetas:
Dani: Buenos días Six
Sin decir nada, ella le abrazó, y Dani sonrió. Desayunamos juntos, y ahora van a dar un paseo.
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