𝓡.𝓛.𝓗


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𝓗𝓮 𝓲𝓼 𝓼𝓪𝓽𝓾𝓻𝓷
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𝐑𝐢𝐜𝐡𝐚𝐫𝐝 𝐋𝐞𝐨𝐧𝐚𝐫𝐝𝐨 𝐇𝐚𝐦𝐢𝐥𝐭𝐨𝐧

Sí, se llama Richard de primer nombre, pero ese sólo lo utilizan sus amigos para molestarle. Nunca se lo ha dicho a sus padres adoptivos, pero verdaderamente lo detesta. Sencillamente no lo soporta, así que siempre se ha quedado con Leonardo, aunque es más común conocerle como Leo.

Su segundo nombre es como si fuese el real, el verdadero. Es el que le pusieron sus padres biológicos y por eso (a parte de porque odia que le llamen Richard) es el que usa para presentarse. Únicamente conocen este secreto sus dos mejores amigos, Sun y Mars.

Sus padres adoptivos pensaron que era una buena idea dejar su nombre original, pero también poner su granito de arena en él. Así que decidieron ponerle un nombre de ricos para sentirse mejor con ellos mismos, o algo por el estilo. Le parece una forma egoísta de actuar haberlo cambiado a nombre principal, pero cuando lo hicieron él siquiera sabía pronunciar algunas palabras. Además, quién no es egoísta, si nos paramos a pensar.
Porque él está seguro de que lo es, como todos, así que nunca se ha quejado del tema.

Leo nació hace veinte años, aunque no sabe ni dónde ni por quién ni cómo. Sus padres biológicos siquiera dejaron una pequeña nota donde ponía todo lo que le querían realmente, como ocurre en las películas. Sencillamente no había tenido una vida de cuento de hadas. A los dos años fue adoptado por un matrimonio con grandes ingresos, tantos que prácticamente se consideraban parte de la nobleza. Tenían un título y todo.

A Leo no le costó acortumbrarse a ellos, no parecían malas personas a juzgar por su apariencia. Durante gran parte de su niñez le trataron con amor, sin embargo nunca se le olvidará la insistencia de su padre adoptivo en inculcarle su interés por el fútbol.

Hoy en día aún sigue sin interesarse por el fútbol americano. De hecho es por lo que menos se preocupa ahora mismo, y tampoco juega bien a pesar de que su padre le ha obligado a ir a cientos de partidos y a jugar en muchísimos equipos a lo largo de su vida.
Tenía una buena condición física, y sólo por eso parecía más útil jugando. Pero nunca destacaba, como a sus padres les hubiese gustado.
Aunque la verdad era que parecía que se conformaban con la heroicidad que les proporcionaban los medios de comunicación, siempre halagándoles y dándoles palmaditas en la espalda por haber adoptado a un niño de la calle sin futuro.

Sencillamente una mierda de discurso, a sus doce años ya estaba harto de la popularidad, de tener tantas cosas y de ver lo vacías que en realidad estaban la mayoría de las familias ricas con las que sus padres se juntaban. Aunque gracias a eso conoció a sus amigos, que le quitaron parte del aburrimiento y le hicieron compañía durante toda su adolescencia.
Consideraba que su vida era plana y muy simple porque parecía que a los catorce años ya no había nada de su edad que probar. No le llenaba absolutamente nada, y todavía menos las revistas de mujeres desnudas que le había robado a su padre alguna vez. Sus padres sorprendentemente no parecía que les importase que hiciese travesuras con tal de comportarse educado ante su público, así que desde ese momento comenzó a hacer lo que le venía en gana.

A los dieciséis años no había nada que no hubiera hecho ya, y entonces la vida volvió a ser aburrida. Nunca dejó de ir al instituto, aunque fuese un loco fiestero y se acostase todas las noches a las cinco de la mañana. La verdad es que siempre ha sido muy buen estudiante y siempre ha sacado unas calificaciones perfectas. No duda en que podría haber entrado en su universidad perfectamente con una beca, pero sus padres por el prestigio que eso les otorgaba decidieron pagar todos los gastos.

También se empeñaron en meterle en una fraternidad en concreto. Parecía que nunca se habían preocupado por las decisiones que tomaba hasta ese momento, lo que le pareció muy extraño. Bueno, le pareció raro hasta que se enteró de que era la fraternidad con más popularidad del campus. Sus padres adoptivos nunca pensaron mucho en él, siempre se preocupaban más en lo que el tenerle les suponía a ellos mismos. Nada más. Le querían, pero se querían más a ellos que a cualquier otra cosa.

Por suerte nunca terminó siendo como ellos.

Todo el mundo se piensa que este chico es un arrogante, una especie de fuckboy o algo por el estilo. Él pasa de esos comentarios así que nunca se desmintienron los rumores sobre él.
Leo en realidad, aunque tenga el mundo al alcance de su mano, es un tipo sencillo. Es inteligente y parece que la gente se interesa en escuchar lo que tiene que decir, al menos en la universidad. Quizás es porque le conocen gracias a sus padres, no porque le vean como alguien culto o tenga una opinión interesante.

A pesar de parecer alguien honesto, esconde muchas cosas en su cabeza. Cosas que ha hecho que no sabe nadie. Tuvo una etapa complicada y oscura en su adolescencia, e hizo cosas de las que no se siente muy orgulloso. Por eso dejó de pasar su tiempo en fiestas y comenzó a centrarse en lo que quería ser en su vida.

Se decantó por ser astrónomo, ya que le encanta todo lo que tenga que ver con el universo desde que era un crío. La gran parte de su habitación estaba decorada con estrellas y galaxias, y todos los libros que le interesaban especialmente trataban sobre el espacio. Le apasionaba tener la oportunidad de descubrir cosas nuevas, de ser alguien importante no por su dinero sino por su inteligencia y esfuerzo.

Aunque había dejado sus años de juerga atrás, sí que salía de fiesta con sus amigos de vez en cuando. Así fue como engañó por primera vez en su vida a Mars, acostándose con su Neptune. Al principio pensó que sólo se iban a ver en casos puntuales. Se justificaba pensando que si no se querían, no tenían por qué mantener una relación cerrada.
Él es consciente de él número incontable de veces que su mejor amigo ha engañado a su novia, así que pensó que, a parte de disfrutarlo, ese chico por una parte lo merecía.
Se ha convencido de que el universo podría estar usándolo para devolverle las malas formas que su amigo utilizaba cuando trataba a gente de menor "estatus". Y, si lo pensaba (que lo había pensado todo con tal de convencerse de que no tenía la culpa de esto), ya ni siquiera se querían.

Eso no significaba que Mars no le importase. ¡Claro que le importa! Para él sus amigos son familia. Pero cree que nadie le está dando lo que él suele dar a los demás en muchas ocasiones: mierda. Como a su novia, que no sabe cuántas veces la ha mentido ya. Porque por mucho que le quiera, piensa que esos aires de superioridad con los que puede herir a otra persona se los debería de ahorrar.

Aún así, después de todo eso que sólo habla consigo mismo, se siente culpable. No quiere herir a nadie pero ya es muy tarde, ¿no?

Quizás es algo impulsivo. Toma decisiones precipitadas y no es muy prudente a la hora de actuar. También se suele tomar la justicia por su mano, aunque en este caso lo que le llevó a hacer lo que hizo fue puro impulso.
Lo que le da miedo ahora es correr el riesgo de enamorarse, porque por los tiempos duros que está pasando la fraternidad no es conveniente liarla más. Además sabe que va a ser difícil, porque en realidad es un chico romántico. Ha descubierto que las relaciones amorosas son mucho más emocionantes que las que sólo llevan sexo.

Cuando conoció a Dione lo primero que pensó fue que esa chica necesitaba una copa de vino. Se había empeñado en encontrar información sobre su pasado porque al parecer también había sido adoptada, y él se había comprometido a ayudarla por el simple hecho de que se había identificado con su situación.
Y quién sabía, quizás sus padres le metieron en ese sitio para algo más que para presumir... Aunque no se le ocurría por qué. Además había algo en ella que le gustaba. Le caía bien.

- Le encanta cocinar, pero no comer. En realidad no le gusta casi nada, siempre ha sido de los típicos niños que odian todo menos la pizza.
Eso sí, le pierden los dulces. Además de ese tiene otros hobbies, como patinar con su skate o jugar a los videojuegos. ¿No te lo esperabas de un pijito? Cuidado con lo prejuicios.

- No ha tenido muchas relaciones (de ningún tipo) a lo largo de su vida a pesar de haberse desmadrado tanto siempre. Bueno, al menos por lo que él recuerda. Pero por ello sí que conoce a todo el mundo, y tiene muchos contactos. (A ver, por su familia también).

- Es un poco callado, aunque uno de los bromistas. No interviene a menos de que le pregunten, o al menos suele ser así en las situaciones que requieren seriedad. Ante presión actúa bien, por sorpresa, y siempre analiza a las personas para calarlas a la primera y no llevarse sorpresas.

- Está intentando desengancharse del tabaco, y por eso tiene muchas pesadillas por las noches. Al menos una por semana. Para él es una tortura, y con todo lo que está pasando se está replanteando el volver a caer en esa droga.

- Tiene algunos tatuajes en los brazos y en la espalda que se hizo borracho o a escondidas. O las dos cosas. Sus padres no saben de su existencia y menos mal, porque si fuera por ellos ese chico debería de estar sin un pelo de pies a hombros y siempre peinado con demasiada gomina.

¿Sabes qué? Que esas mierdas no son las que te van a hacer feliz, tío.

_____ PrincessLenna _____


Andromeda__Galactica

imqerial

Celia_Kai_

EtherealXBeing

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SayHelloToTheWitch

-Sunshine_-_

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