Fenris Wolf
Nombre
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Se hace llamar y se le conoce como Halvar Bunderson, que significa guardián de la roca. No suena muy interesante, pero bueno, es el nombre que le tocó adoptar para mantener un perfil bajo. El apellido prácticamente se lo copió a alguien en la televisión, porque Halvar vive solo en Edda desde que llegó y tampoco habla de sus padres, aunque tenga una fachada lista para explicar el por qué de su soledad.
Claro que Svenja lo conoce como Skall, y eso debe permanecer así.
Su nombre real es Fenrir, Fenrisúlfr o Vanargand, y todos significan habitante del pantano.
Edad
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Cuenta con 19 años, eso dice su cédula de identidad y eso mismo te dirá él. Sin embargo, Fenrir lleva muchos años de existencia. Una lástima nada más que haya tenido que pasar tantos encadenado a una roca por una profecía. Quizás si los dioses no lo hubiesen apresado, jamás se habría vuelto tan violento como lo hizo. Igual no se arrepiente de toda la gente que ha matado, menos de haberle arrancado una mano al desgraciado de Tyr.
Biografía
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Hijo de Loki y la gigante Angrboda, al principio Fenrir fue criado en Asgard por los Aesir, al contrario de sus hermanos Jormüngandr y Hel, debido a la conexión que poseía Odín con los lobos. Claro que todo comenzó a cambiar cuando el lobo creció y creció, hasta volverse incontrolable incluso para seres tan poderosos como ellos. Sin embargo, permaneció en Asgard para que pudiesen observarlo y retenerlo, sin saber qué tamaño llegaría a alcanzar.
Fue en ese tiempo cuando una Völva llegó a Odín con una profecía. Fenrir mataría al Dios durante el Ragnarok, para que luego Vidar lo matara, vengando a su padre. Los Aesir, asustados por las palabras de la bruja, intentaron apresar al lobo varias veces, pero solo lo lograron cuando Tyr puso una mano dentro de las fauces del lobo, como muestra de buena fe y en promesa de que no lo dejarían encadenado. Al ver el engaño cuando no pudo liberarse, Fenrir le cortó la mano al Dios, enfurecido.
En eso se transformó toda su vida hasta que el momento llegó. La profecía comenzó a cumplirse cuando Jormüngandr se desenrroscó de su lugar en torno al mundo y Fenrir pudo finalmente romper sus cadenas. Los Dioses, débiles luego de tantos siglos de olvido por los humanos, arrancaron. Los gigantes y los tres hermanos, Hela, Jormün y Fenrir los siguieron, y el resto es historia.
Lo único medianamente interesante de los últimos años de Fenrir viviendo en Edda, es el hambre voraz que tiene luego de milenios de estar encadenado y muerto de hambre. Mata y se come a cualquiera que se cruce por su camino, especialmente aquellas personas con una fuerte aura mágica. Ya ha acabado con varios Aesir, alimentándose de sus corazones e hígados, y también a matado a un par de Völvas. La única persona que no ha logrado despertar su ira y su hambre insaciable, es una muchacha rubia que conoció hace ya tres o cuatro años. Lo apodó Skall, y no tiene idea de que el gigantesco lobo marrón que solo la observa y la sigue desde la distancia, es en realidad un monstruo del Ragnarok, el asesino de la madre de su mejor amigo, y su enemigo mortal.
Si la vida de Fenrir ha sido aburrida, pues la de Halvar Bunderson ha sido todavía peor. Un muchacho cualquiera que fue a la escuela en Edda, y cuyos padres se marcharon a Oslo por trabajo. Claro que a diferencia de la triste vida de Terese, a quien tiene fichada como Aesir pero no ha logrado matar todavía, Halvar se quedó solo porque amaba el pueblo. Amaba la naturaleza y la libertad salvaje que siempre lo caracterizó, e irse a la capital de Noruega no le agradaba en absoluto. Así que se quedó solo por voluntad propia. Además, como es amigo de Erland, le dio libertad para prestar su casa para las fiestas más alocadas y populares de Edda.
Erland es el muchacho más codiciado de la escuela, incluso siendo un año entero menor que Halvar, pero él no está nada de mal a los ojos de muchos de sus compañeros y compañeras. La única diferencia esencial entre coger con Erland y con Halvar, es que uno es mucho más seductor que el otro. La paciencia no se le da con facilidad al licántropo, y la verdad tampoco está interesado en esas cosas. Presta su casa para mantener una fachada y conservar un perfil bajo de niño normal, cosa que Erland sugirió cuando adoptaron las formas de aquellos humanos.
En la escuela, hasta el año pasado cuando se graduó, Halvar era un niño problemático. Tenía una seria falta de control sobre su temperamento que iba más allá de frustrarse cuando algo le salía mal. Por el contrario, jamás pareció importarle sus calificaciones ni las clases y además se la pasaba metiéndose en peleas con algunos de sus compañeros. Nunca peleaba por razones válidas, excepto quizás alguna que otra vez que fue porque estaban tratando de pasarse de listos con Hela, y aunque ella jamás necesitaría de él, le gustaba usarlo de pretexto para descargarse. Está lleno de ira, violento, impulsivo, vengativo y derechamente cruel, hay pocas cosas que le traen el placer de romperle la madre a los humanos de mierda que crearon los Dioses y que prefirieron por sobre aquellos de su propia estirpe. Era el jodido hijo de Loki, estaba conectado con Odín y pagó el precio de sus mierdas de destino igual.
La venganza lo ha cegado por completo, y anda por la vida como un muchacho errático que siempre se sale con la suya por su amistad con Erland que al mismo tiempo lo ata al alcalde. Trabaja en la tienda de cacería que tiene el padre de Finn, con el que tiene poco y nada de trato fuera de un saludo en la mañana y un adiós por la tarde. Aprovecha de ver quiénes son las personas que entran a comprar escopetas y cosas para cazar lobos o los preciados venados que le encanta devorar, para luego recordarlos y matarlos en el bosque. Toda su vida como humano está centrada en eso; matar, matar, matar y comer mientras que con Jormüngandr, Hela y los demás gigantes buscan a los Aesir que les faltan.
La verdad es que, aunque por fuera se muestre como alguien frío, solitario e iracundo, y en gran parte eso es, también tiene un lado de perro fiel que solo sus hermanos y probablemente Svenja sin saberlo, han podido ver. En especial con Jormüngandr, que se ha establecido como la cabeza junto con Sut, es obediente y conciliador, aceptando todo lo que su hermano le pide siempre y cuando él pueda seguir masacrando a los humanos y a los Aesir por igual, y pueda finalmente cobrar su venganza.
Producto del engaño de los Dioses, Fenrir sufre de serios problemas de confianza. Duda de todo el mundo exceptuando a sus dos hermanos, cosa que ha armado una brecha irreparable entre él y los demás monstruos y que le pasa los problemas a Hela y a Jormüngandr, que luego tienen que convencer a Fenrir de que cooperar lo favorecerá a él también. Toda la maldad y la violencia que lleva dentro es una consecuencia de la hostilidad, la desconfianza y la crueldad a la que lo sometieron los Dioses, solo por las palabras de una zorra.
Ni siquiera cuando sigue a Svenja por el bosque como lobo confía del todo en ella, siempre guardando su distancia, siempre buscando salidas. Tiene miedo, y eso solo alimenta su agresión y su odio extremo por todas las deidades Nórdicas.
Poderes
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Lo obvio y más prominente de Halvar es su licantropía, es decir, su habilidad de convertirse en un gigantesco lobo marrón cuando desea. Si es de noche, se alimenta literalmente de la oscuridad y de la rabia albergada en su corazón, adquiriendo más fuerza y más apetito si es que eso fuera posible. Pero durante el día sigue siendo una de las criaturas más fuertes de Midgard, más poderoso que un oso o que un tiburón blanco. Corre a velocidades increíbles sin cansarse, y tiene suficiente fuerza en su mandíbula como para partir el tronco de un árbol en dos.
En su forma humana, posee sentidos agudizados. Puede escuchar a un ratón doblando la esquina tres calles más allá, oler la sangre que le corre por las venas a la gente que lo rodea y detectar un granito de sal en su sandwich (que siempre, SIEMPRE, tiene carne). Es extremadamente fuerte como humano también, cosa que siempre disimuló con sus idas al gimnasio, pero la verdad es que incluso si se quedara en el sofá de su casa todo el día, sería igual de fornido. Es tan poderoso físicamente que una vez casi mató a un compañero de la escuela de un solo puñetazo.
La debilidad principal que posee es su avidez, que lo lleva a ser impulsivo y a perder el control total, transformándose en un animal por completo y perdiendo la capacidad de reflexionar y de pensar estratégicamente como un humano. Además de eso, si no dejas que se te acerque, no puede hacerte daño, a diferencia de otros monstruos o Aesir que tienen poderes de largo alcance.
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Está malísimo, lo siento mucho xd Ojalá adquiera grosor y dimensión a medida que lo roleo.
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